domingo, 14 de septiembre de 2014

18. Sangre no deseada



Q
HUINN
Al llegar al complejo la primera exigencia de Blay fue hacer una primera parada en la clínica de Mannello y luego que le exigiera un chequeo completo sobre mi estado y el posterior tratamiento a las heridas, me deje llevar por él hacia nuestro dormitorio, al encontrarnos ya en privacidad me fui directo al baño, ya no soportaba el hedor a talco de bebé en mi cuerpo, sin cerrar la puerta comencé a despojarme de mis ropas quedando totalmente desnudo, al mirarme al espejo veo que los parches colocados en la Clínica ya están empapados de sangre ¡Jodida mierda! Retiro los apósitos ya inservibles y me doy una rápida ducha, restregando fuertemente mi piel para sacar todos los rastros del jodido olor a talco, mientras estoy en eso, veo como mi propia sangre sigue manando de las heridas que hay en mi cuerpo, la alimentación es algo inevitable y necesaria para mi rápida curación, pero el solo pensar en realizar algo tan íntimo como aquello con alguien que expele por todos los poros deseo sexual hacia mí, simplemente me revuelve el estómago; y si a esto le añado que Blay es un macho vinculado hirviendo de celos... La situación pasa de “jodida” a “muy jodida la puta cabrona”

Al salir te veo apoyado en el lavabo esperando por mí, me acerco y suavemente levanto tu mentón con mi mano para poder mirarte a los ojos.

- Nallum… bebé, no es necesario que hagamos la alimentación ahora, las heridas no son graves podemos esperar unas horas y hablar con Phury para conseguir otra Elegida y…

- Ya esta echo nallum

Dices en un susurro, veo claramente el conflicto de emociones, tus ojos hablan más que tu cuerpo. Preocupación, celos, rabia, son algunos de los que identifico. Sólo te envuelvo en mis brazos, necesitando tenerte cerca.

BLAY
Me sentía como una mierda, ¿Porque mi sangre no podía valer para alimentarle? ¿Cómo podría aguantar mis ganas de arrancarle la cabeza a Layla? Jodido infierno. Como siempre el monstruo de las dudas volvía a sacar sus tentáculos. Mi cabeza no dejaba de llenarse de preguntas sin obtener respuestas certeras. Nos adentramos en nuestra habitación, Qhuinn marcho al baño, dejándome con mis pensamientos. Ante todo, el es mi hellren mi deber es protegerlo y mantenerlo provisto de alimento. Entonces ¿qué coño pasaba con toda esta mierda de la alimentación? Me gustara o no, estaba por encima de todo su bienestar. Una vez que el desapareció por la puerta del baño. Cogí el móvil, marque el número del Primale.

-Phury... si todo bien. - Le conteste tras su pregunta-


-Necesito a Layla... Qhuinn, ha sufrido varios cortes que no se curaran sin su sangre -su respuesta fue una afirmación-


Terminada la llamada me deslice hasta el baño, apoyado en el lavabo, me mantuve callado esperando que terminara su ducha. Al salir, exhibiendo toda su desnudez, apreté los puños en el frió mármol del lavabo. Todavía sangraban sus heridas además éstas no se cerraban. Contuve la tentación de tirarme encima de él. Cuanto más se acercaba, mas me aseguraba que había hecho bien en llamar a la Elegida. 


Con un dedo levanto mi mirada, ya que la tenia fija en el suelo. Nuestras miradas se conjuntaron expresando complicidad y un amor intenso.


- Nallum… bebé, no es necesario que hagamos la alimentación ahora, las heridas no son graves podemos esperar unas horas y hablar con Phury para conseguir otra Elegida y…

-Ya está hecho -apenas se oyó lo que dije- En pocos minutos Layla vendrá a servirte.

Señale la habitación continua al baño. Agarre una toalla, me dispuse a secarlo con suavidad. No hubo palabras, todo era silencio. Le coloque un ligero albornoz.

Lo lleve a la cama, entrelazando nuestras manos. Nos deslizamos juntos en ella. Los dos quedamos de lado, mirándonos en silencio. Juntos esperaríamos la llegada de la Elegida. Unos ligeros golpes en la puerta, nos dio el aviso. Layla…


QHUINN
Cierras tus ojos ante la inevitable visita, por un momento ninguno de los dos dice y hace algo, pero nuevamente los  golpeteos y la suave voz de Layla llamándonos nos hace tomar cartas en el asunto. Veo como te alejas de mi para abrir la puerta a la Elegida, mientras me acomodo en la cama y arreglo el albornoz en mi cuerpo, ella ingresa silenciosamente con la vista gacha, al mirarme sus ojos se abren como platos al verme recostado en la cama y un brillo especial y libidinoso  resplandece en su mirada, el cual se opaca inmediatamente cuando Blay se coloca frente a mí de brazos cruzados, como si estuviese protegiéndome de una serpiente venenosa con su cuerpo. Una suave y sutil  fragancia de macho vinculado comienza a manar de su piel, y el solo hecho percibirlo provoca que mi cuerpo reaccione de inmediato logrando una muy buena erección que trato de ocultar bajo las mantas.

-El Primale me ha dicho que debo serviros, por mi está bien, no tengo inconveniente en compartir el lecho con ustedes dos Sires.

Un bajo gruñido amenazante nace desde el pecho de mi Nallum, tomo su mano y entrelazo mis dedos con los de él mientras lo acaricio con el pulgar y lo insto a que se siente junto a mí.

-No es nada de eso Layla, sólo necesito alimentarme, tengo algunas heridas que se me hicieron en batalla y no han curado adecuadamente, eso es todo.

¿Acaso es decepción lo que veo en su mirada? ¡Diablos! La Elegida bordea la cama con su elegante andar hasta quedar al otro lado de Blay, comienza a dejar al descubierto su cuello a lo cual la detengo de inmediato. Puesto que beber de allí sería un acto de mucha intimidad y acercamiento como para hacerlo, además eso enervaría aún más a mi nallum. Frente al rechazo que hice de beber de su cuello, gentilmente me ofrece su muñeca, sin soltar la mano de Blay, cojo la muñeca de Layla y la acerco a mi boca. Mis colmillos no quieren crecer, hay una vocecita en mi cabeza que me dice una y otra vez que no es correcto porque no es mi pareja.

- No puedo Blay, no puedo.

BLAY
Un intenso olor a rosas, atravesó el umbral de la habitación. Ella sonrió e hizo una reverencia. Su cuerpo esbelto ataviado con una túnica blanca, se fue acercando a la cama. El aroma a macho vinculado exploto por  toda la estancia, marcando mi propiedad. ¡¡Jodido infierno!! Pensé cuando se dirigió a nosotros hablándonos de alimento y sexo. Me cuadre en medio de los dos, esto no podría salir bien. Qhuinn le contesto con voz tensa que solo seria alimento, ya que por sus graves heridas, necesitaba de su sangre.

Layla, se sentó sobre las sabanas de satén negro que adornaban la cama. Ladeo el cuello, para que dar acceso a su vena. Abrió los ojos con un gesto consternado, cuando el refirió que sería de su muñeca. Me parecía una falta de respeto que ella sabiendo que estábamos vinculados, regalase la vena de su cuello.

Parecía que todo iba pasando a cámara lenta. Inhalaba, exhalaba... tratando de calmar mi ansiedad. Mis manos seguían entrelazas con mi nallum. Mientras que ella se remangaba la manga de su túnica, alzo la mano hasta quedar extendida como una ofrenda. Qhuinn, de manera gentil, soltó nuestras mano y cogió la que le fue ofrecida acercándola hacia sus labios. Un siseo acompañado con un rugido, lo alarmo.


-No puedo Blay… no puedo.


Me senté a su lado, acariciando su mejilla. Coloque la mano en su cabeza, empujándolo hacia la muñeca.


-Debes de alimentarte... no te preocupes… estoy bien -le dije con voz suave-


Hubo un instante de silencio. Luego él me miro dejándose caer hacia la vena. Morí...


QHUINN
Miré sus atormentados ojos antes de dirigirme hacia la vena de Layla, su mano temblaba al contacto con mi cabeza, instándome a que me alimentara, la mordí. Al primer contacto con la sangre de la elegida mi estómago se cerró, me obligue a tragar una, dos y tres veces… simplemente no podía más, cerré las incisiones y me alejé.

Tenía una horrible sensación en mi interior, como si le hubiese fallado a mi nallum, me sentía pésimo. Mi parte racional, me dice una y otra vez que esto debe hacerse, que necesito alimentarme para estar bien, que sólo beber de Blay no es suficiente para mantenerme fuerte y sano. Pero como macho vinculado, simplemente no  me perdono lo que he hecho, es como si le hubiese sido infiel, obligarme a beber de una hembra va contra lo que me dicta mi instinto y sobre todo porque sé el sentimiento de B hacia Layla, se que está hirviendo en rabia y celos en este momento. Lo que menos deseo es alargar su tormento.

-Es suficiente, muchas gracias Layla

-Pero Sire, ha pasado demasiado tiempo desde su última alimentación, necesita más, por favor beba.

La esencia a macho vinculado de Blay inundaba el lugar como si hubiesen vaciado un tarro de spray, sus ojos están oscurecidos mirándome fijamente

BLAY
- Layla… ¿podrías dejarnos un momento a solas? por favor espera fuera... yo mismo te avisare cuando te necesite.

Todo lo que hable con ella, fue sin separar mis ojos de los de Q. Si supiera que mi corazón estallo en dos, en la primera succión. Si supiera que me sentí como un puto inútil. ¡¡Jesús!! .El se encontraba un tanto pálido, sus pupilas dilatadas y un rostro que gritaba “culpabilidad”. Me incline hacia él, pasando mi dedo por su mejilla con gentileza.


-Mírame... mírame...Quiero que te alimentes ahora


Le ordene o eso quise que pareciera. Fijó su mirada hacia mí. Pena, dolor, tristeza reflejaban sus ojos bicolor. Acaricie, la comisura de sus labios con mi pulgar.

-Por favor nallum... yo también tendré que hacerlo y pronto... Terminemos de una vez, estaré contigo siempre... te amo y tú me amas, sé que esto no es erótico, ni sexual... solo te alimentas... no estás del todo bien.


Bese sus labios. Mis pies se movieron hacia la puerta, antes de abrirla voltee la cabeza hacia él. Su mirada me estremeció, me cautivo, me encarcelo... emitía amor y comprensión. Ya no dude, hice pasar a la Elegida otra vez.

QHUINN
Veo como Layla se desliza dentro de la habitación con su elegante andar

-Perdón Sires, sé que esto es difícil para ambos, pero podemos hacerlo un poco más llevadero para ustedes… Por favor Sire Blaylock abrace a su nallum.

Blay toma mi mano  me pone de pié con un suave jalón, nos damos un suave beso y me envuelve en sus brazos, la Elegida, susurra en mi oído que imagine que bebo de él, cierro mis ojos y lo único que siento son las fuertes manos de B en la parte baja de mis caderas, su respiración en mi cuello y el rico aroma a macho vinculado que expele su cuerpo, mis colmillos crecen más largos que nunca por la necesidad de sangre, siento el roce de piel cerca de mi boca, es la muñeca de Layla, pero en mi mente sólo hay cabida para mi Blay, inmediatamente muerdo lo que me es ofrecido y bebo golosamente su sangre.
Al imaginar que bebo de él, gano una gran erección y comienzo a frotarme descaradamente, mis brazos se aferran a su cuerpo firmemente, mientras siento sus manos deslizarse más hacia abajo y coger firmemente mis nalgas para acercar nuestras caderas. Con tus labios deslizas un poco el albornoz de mi hombro y sensuales besos comienzas a darme en el cuello, que provocan que mi piel se erice, cierro las incisiones con una suave lamida y busco tus labios, desesperado por un beso.

BLAY
Mi cuerpo se relajo con él en mis brazos, besaba su cuello por el filo del mullido albornoz. De repente, no sé porque, pero me pareció que la situación no estaba tan mal. El estar tan pegados el uno al otro, al sentir que me acariciaba, como si fuera de mí del que se alimentaba. Todo cambio de color.

Podía notar los suaves tirones que daba en la vena de Layla. Ella parecía como si no se encontrara en la habitación. Por fin termino, Qhuinn levanto su cabeza de la vena, para ir a parar a mis labios. Me aferre a su cintura. Bese y lamí sus labios, el sabor de la sangre de la Elegida se adentro en mi paladar, notando un sabor a vino dulce.


No tuve idea de cuando la Elegida desapareció de la estancia tal vez un “gracias sires” seguido de un pequeño clic de la puerta, me aviso de que estábamos completamente solos. Nuestras erecciones ya en todo su esplendor desde el comienzo de su alimentación, se frotaban, libidinosas, su albornoz cayó al suelo, dejándolo a mi merced. Hermoso, perfecto.



-Te amo nallum

2 comentarios:

  1. Precioso como la primera vez que lo leí. Solo que no sabia quiene lo escribía. Abrazos.
    Tengo debilidad por los chicos.

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    1. Muchas gracias por tus palabras María José, me hace muy feliz saber que te gusta el fic de Qhuay

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