sábado, 30 de agosto de 2014

Capítulo 6



BLAYLOCK
Salimos montados en la moto, acelere disfrutando de sus brazos alrededor de mi cintura. Quería llegar a casa de un amigo, recoger las llaves y llegar cuanto antes al lugar. Acelere la velocidad. Aparque en una travesía cerca del centro, me apee de la moto y lo mire entregándole el casco.


-Dame 5 minutos, tengo recoger algo de casa de un amigo -guiño- no tardo.


Me dirigí en dos zancadas al portal. Toque varias veces el portero automático. En segundo contesto.


-Víctor... soy Blay, vengo a por las llaves, échamelas que tengo algo de prisa amigo.


- Espera Blay, te las bajo.

Dando vueltas de un lado a otro esperando que bajara mi amigo, miraba de reojo a Qhuinn, me observaba intrigado y quizás nervioso… No sé.... pensé... lo que tenía en mente era algo que quería hacerle desde la primera vez que lo vi. Mi amigo bajo sonriendo, ofreciéndome las llaves.


-nada de sonrisas Víctor, que te conozco en unos días las tendrás de vuelta.

No me pare a obtener ninguna respuesta, salí metiéndome las llaves en el bolsillo disparado para él.

-Bien, nos vamos.


Le dije emocionado. Llegamos a nuestro destino en poca más de media hora. Todo el camino nos tiramos procesándonos varias caricias, tanto él como yo, aprovechábamos una parada enfrente de un semáforo, un pequeño atasco, para tocarnos. Lástima que no podíamos besarnos, ya que los casco fastidiaban algún intento.

El paisaje espectacular a la orilla de playa, se encontraba una casita no muy grande, sus paredes casi todas cubiertas por paneles grandes de cristal. Nos bajamos de la moto, Qhuinn se encontraba mirando cada detalle del lugar, me acerque a él agarrándolo de la cintura.


-Pasaremos el fin de semana aquí. ¿Te gusta? Es la casa de mi gran amigo Víctor, de vez en cuando vengo aquí, paso algún fin de semana, me ayuda a pensar y a desconectar del mundo real... ven entremos.


Abrí la puerta encendiendo las luces, todas estaban reguladas marcando su intensidad, conecte la más tenue dando una iluminación casi en penumbra. La estancia era diáfana, solo se dividía el salón y cocina del dormitorio por un panel fino de cristales oscuros.


-Blay... esto es precioso... todas las vistas, la casa una maravillosa


Riendo se acerco a mí, pillando mis labios en un dulce beso...

-Ponte cómodo, preparare algo de cenar.


QHUINN
Embobado comencé a mirar a mí alrededor, sin el más mínimo cuidado deje caer la mochila en cualquier parte y comencé a recorrer la pequeña y acogedora casa… a medida que hacía mi recorrido, fijé mi atención en un mueble lleno de libros, me despojé de mi chaqueta, la cual cayó junto al sofá y comencé a leer uno que otro título. Luego de ojear un ejemplar, observé un maravilloso barco a escala, mientras iba hacia él saqué mi camiseta la que fue a parar en algún lugar del comedor. Como niño curioso todo lo tomaba o tocaba. No tenía necesidad de confirmarlo, sentía la mirada atenta de Blay a mi espalda, pero simplemente no podía dejar de curiosear. Cuando llegue al dormitorio  la tentación fue más grande y con una risa divertida pegue la carrera y me deje caer de un salto sobre la cama tamaño King, dejando que mi cuerpo revotara sobre ella.

Al girarme, divisé una puerta. Al abrirla y encender la luz mi un maravilloso baño con una gran tina de hidromasaje y una ducha rodeada de paneles transparentes, enarqué una ceja divertido al imaginar todo lo que se podía hacer en ese lugar, sonreí.

Luego de terminado mi recorrido me dirigí a la cocina, Blay se encuentra concentrado mientras pica varias cosas, me deslizo hacia su espalda quedando muy cerca de él pero son tocarlo, me acerco a su oído y susurro

-La cama ha pasado el control de calidad… simplemente está para quedarse en ella y no salir nunca jamás en la vida

Te doy un muy suave beso en la parte de atrás de tu cuello y sonrío divertido al ver cómo te estremeces.
-Vi muy bien como hacías tu “control de calidad” Qhuinn, de verdad que eres un niño grande

Apoyándome en el mueble a tu costado observo como trabajas.

-¿Te ayudo con algo?

-No es necesario, tú cocinaste para mí y yo quiero hacerlo para ti, pero mientras háblame de ti, de tu familia o de lo que desees –sonríes para alentarme.

-Ammmm… -de un brinco me siento en el mueble de la cocina y balanceo mis piernas mientras pienso- pues… a mamá ya la conociste. Ya sabes lo que hago… Ya sé, siempre me verás vestido de negro Blay y no es que tenga alguna fijación con respecto a eso… lo que pasa es que, como te has dado cuenta mis ojos son de distinto color… nací con un pequeño desperfecto visual… no veo a color, solo en blanco y negro, algunos colores los logro distinguir ya sea por los matices y esas cosas, pero eso es en contadas ocasiones… así que no te sorprendas si me ves con calcetas de colores distintos, es habitual en mi.

-Vaya, si no me lo dices no me entero, la verdad es que… -tu discurso es interrumpido por un llamado a tu móvil

BLAYLOCK
Sonreía a cada rato, parecía un niño grande, tocando todo, investigando cada rincón de la pequeña casita. Me dispuse a ir a la cocina a preparar algo rápido. Abrí la nevera, todo lo que había pedido lo tenía al completo. Comencé a preparar la cena. De vez en cuando oía algún que otro ruido.

-Dios –pensaba- que era como yo, trasteando todo lo que pillaba mis manos.

Al cabo de unos minutos apareció, con una gran sonrisa dibujada en su rostro. Se subió de un salto a la encimera, observando cómo me desenvolvía en la cocina. En esas, mi móvil sonó...


-Disculpa Qhuinn.


Agarre el teléfono, mirando el número que se reflejaba en la pantalla ¡¡JODIDA MIERDA!! Lo que faltaba. Respondí la llamada.

-Hola Ángel, que tal... –Conteste-


-Qué situación más violenta –pensé-
El que estaba al otro lado del teléfono era un amigo de esos especiales. Nos conocíamos ya de años, y de vez en cuando nos veíamos solo para sexo. Desde luego follar con él era bestial. Mire de reojo a Qhuinn, disimulada jugando con cualquier cosa que sus manos tocaban. Mientras yo intentaba cortar rápido la conversación. Estaba en esos momentos que se dicen "tierra trágame"

-No, Ángel ando ocupado... si nos vemos será solo para tomarnos algo... lo se... lo se... pero se acabo...


Levante mi mirada hacia él, mientras que por el otro lado del teléfono, mi amigo me quería ver. Ya que el sexo era de los más ardiente. De mil maneras le explicaba, que la situación había cambiado, sentía en todo momento los ojos de Qhuinn en mi espalda. Termine la conversación con un adiós seco y con varios tacos. Revolví mi pelo, dándome la vuelta y fijándome en las expresiones de su rostro.

-Veras, el es un amigo, bueno digamos un folla amigos y bueno últimamente no para de buscarme...


QHUINN
Se le notaba incómodo, moviéndose inquieto por la pequeña cocina, pasando sus manos una y otra vez por el cabello. Sentía que yo estorbaba, cogía una y otra cosa entre mis manos, tratando de no pensar en ello, sin embargo una desagradable sensación nacía y picaba en mi pecho poco a poco… un sesgo de molestia, inquietud, sospecha, desconfianza, en definitiva… celos.

-No, para con eso


Digo en un susurro mientras aquella conversación a medias es analizada rápidamente en mi cabeza, no tengo que ser un puto genio para saber de qué mierda se trata, aquello hierve e hierve lentamente en mi interior, tratando de no pensar en aquello muevo inquieto mis pies, sin poder evitarlo mis ojos lo siguen por su errático andar. Después de unos momentos, la maldita llamada terminó. Poniendo mi mejor cara de póker escucho lo que a tropezones trata de explicarme

-¿Folla amigos?... Sabes Blay, no es necesario que me des explicaciones, de verdad que no quiero saber, tú verás lo que haces, lo que no, con quien, cómo o cuando, son tus opciones –de un brinco bajo del mueble de cocina y de mi chaqueta saco un cigarrillo y lo enciendo con una buena calada- además… podríamos decir que también estoy en la misma calidad de “folla amigo” ¿o me equivoco?... estás en tu derecho de cambiar de compañero de cama cuando desees. Después de todo… solo nos hemos visto un par de veces, no es mucho lo que puedo pedir

Digo esto último en un muy bajo susurro, un pensamiento hablado más dirigido a mí mismo que no deja de lastimar… raro. Camino hacia el gran ventanal, el cual abro y una agradable brisa marina refresca mi cabeza, me golpeo mentalmente… realmente hable sin pensar, simplemente solté lo que llegó así sin filtro, idiota de mi. Apoyo mi hombro en el marco de la ventana mientras restriego con la palma de mi mano mi ojo derecho.

-Perdona Blay, hablé sin pensar. No tengo ningún derecho a reprochar nada.

BLAYLOCK
 Desde el umbral de la puerta, oigo cada palabra punzante que sale de su boca... Mierda de llamada inoportuna. Me despego del umbral y me dirijo hacia el ventanal, justo donde él se encontraba. No lo toco, pero me hierve la sangre de pensar que él cree que es uno de mis amiguitos con derecho a roce. Respiro profundamente antes de hablar.

-Nunca te he tratado como un folla amigos Qhuinn, piensas que las cosas que te he contado se las cuento a ellos... –inhalo- ¿Quien coño piensas que soy? alguien que folla con cualquiera, alguien que le cuenta su vida al primero que pase -exhalo- lo que siento por ti es más que eso... mucho mas... mírame... -coloco mi mano en su hombro y giro su cuerpo, quedando frente a frente- sabes no se qué pasa contigo, he estado enamorado no lo niego… pero tu... tu... no se siento algo que me calienta en mi interior, deseo, necesidad, no sé explicarlo, quizás sea una locura.


Me doy la vuelta, dirigiéndome hasta la pequeña cocina. Me siento cabreado y dolido por sus palabras hirientes. Siento sus pasos detrás de mí.


-Yo lo siento Blay.... mi boca siempre va delante de mi cabeza.


-No lo sientas, pero antes de culparme por algo, pregunta no des por hecho las cosas.

Sin mirarlo sigo picando la verdura y echándola a la sartén, me muevo casi como un robot. Puta llamada... a la mierda el fin de semana.


QHUINN
-Idiota

Pienso para mi mismo mientras apago el cigarrillo y me coloco detrás de Blay, tan cerca que logro sentir el calor que irradia su piel a través de su ropa, cogiendo el borde de atrás tu camiseta comienzo a jugar nerviosamente con ella y apoyo la frente en tu hombro.

-De verdad que lo lamento Blay, tengo otro defecto de nacimiento ¿sabes? El filtro que está entre el cerebro y la boca no lo tengo, muchas veces mis pensamientos son hablados, lo cual me ha metido en verdaderos problemas con muchas personas. Sé que lo que diga no servirá de disculpa, acepto lo inoportuno e hiriente que pudieron ser los desagradables comentarios que hice bebé, no fue justo para ti, pero… de pensar en ti en brazos de alguien, imaginar la escena en mi mente… pues… ammm… picó y mucho, de una manera muy certera… -susurro bajito- me dieron celos…

Detienes por completo tu labor de cocinero, siento como todos tus sentidos están totalmente focalizados en mí, pero continúas de espaldas.

- … Suena estúpido, bobo, idiota, loco y desquiciado en el mejor de los casos, lo sé; a mí también me sorprende. Llevamos tan poco de relacionarnos, de conocernos mutuamente, solo unos cuantos días. Sin embargo, siento como si hubiese pasado más tiempo, cada momento junto a ti es tan intenso, vivido al máximo, como si el mundo se fuese a acabar, apasionado y salvaje, tranquilo y acogedor, y el nivel de confianza que te tengo es más alto de lo que puedes imaginar. Tiendo a ser muy críptico, me considero un experto ocultando a la perfección lo que me pasa, pero contigo he sido abierto y sincero, todo se da de forma tan natural y espontanea que las cosas solo fluyen por si solas, nunca me ha pasado antes esto, simplemente se con certeza que contigo puedo ser yo mismo, ya que me aceptas tal soy; y al igual que tu, siento que rápidamente te estás metiendo en mi, que te estás ganando más que un buen espacio Blay, que los sentimientos son intensos y exigentes, como muy… mmm… no sé explicarlo, solo sé que es algo que aumenta, no deseo ponerle un nombre definido a mi sentir solo lo vivo lo abrazo con ganas, ya que me hace sentir vivo y feliz. Al ritmo que llevo podría llegar a ena… -me detengo en mi discurso abruptamente- ves, otra vez estoy hablando más de la cuenta, yo y mi bocota…
Una suave risita de tu parte me hace despegar la frente de tu hombro y contemplar el perfil de tu rostro.

BLAYLOCK
Sigo con mi tarea de cocinillas, hecho todo lo picado a la sartén, la pasta en el agua hirviendo. No puedo decir más de lo que él ha dicho, ya que mis sentimientos se afianzan más y mas. Solo puedo sonreír ante este hecho.

Se que me observa en silencio, esperando alguna respuesta a lo hablado. Ha sentido celos, frustración, sus sentimientos van hacia los míos. Pero… ¿cómo ha podido suceder tan rápido? me pregunto una y otra vez… yo enamo... ¡¡jodido infierno!! esas palabras minan mi cabeza.


Remuevo la comida, dando por finalizado la cena. Una ligera pasta espaguetis en salsa, volteo mi mirada hacia él. Que se encuentra a mi espalda. Miro sus ojos bicolor... como me preguntan y quieren respuesta.


-Qhuinn, quiero conocerte, quiero estar junto a ti, pero debes de confiar en mí. Te contare todo lo que desees saber, no tengo problemas ante ello. Pero antes de conocerte tenía una vida la cual me estoy desprendiendo de ella. No me he acostado con nadie desde que te tuve en mis brazos, es mas no he deseado a nadie. Y te puedo asegurar que tengo una vida sexual plena. Aun así no he tocado a nadie.


Mis cejas se mueven, te siento nervioso, frotas tus manos sin saber qué hacer con ellas. Levantas tu mirada, y una ligera sonrisa se dibuja en tu rostro. No puedo hacer más que acariciarte con mi pulgar parte de tu cara y tus labios.


-Ahora has de confiar en mí...-me acerco a su oído y le susurro- quítate la ropa y tiéndete en la mesa… te quiero completamente desnudo… es hora de comer.


QHUINN
Rio divertido mientras camino lentamente hacia el comedor desprendiéndome de todo mientras avanzo, un sendero de ropa va quedando a mi paso, completamente desnudo llego a la mesa, teniendo ya una muy buena erección que salta más que ansiosa cuando me saco los bóxers.

-Ammmm…. ¿sobre la mesa Blay?

-Ajá –me dices de la cocina-

Ok… de un brinco me siento sobre la mesa y me recuesto sobre ella moviendo mis pies ansioso mientras espero, escucho como Blay trastea; sonidos de losa, una botella es descorchada. Deslizo mis manos por mi cuerpo, separo mis piernas y con una de mis manos acaricio mis testículos y con la otra comienzo a masturbarme muy lentamente, se siente bien. Cierro mis ojos y disfruto del placer que me doy, escalofríos recorren mi cuerpo deseando mayor exigencia, sin embargo me lo niego alargando el momento. Me acaricio de la base a la punta una y otra vez en un apretado puño, acaricio mi capullo que en esos momentos ya comienza a brindar las primeras gotas de líquido pre seminal. Estoy duro, siento las palpitantes venas hinchadas a mi contacto, juego con mis bolas entre mis dedos, un suave gemido de mi parte y mis caderas comienzan a ondular lentamente, deslizo mi pulgar por la sensible punta esparciendo el líquido, el roce me produce un estremecimiento que recorre toda mi columna vertebral. El chasquear de una lengua me hace abrir los ojos y fijar mi mirada en ti, una ceja enarcada con una adorable sonrisa de lado mientras me observas.

-¿Te gusta lo que ves?- Un momento de silencio de tu parte mientras mi cuerpo aún ondula sobre la mesa y continúo masturbándome lentamente-

-Sí, mucho. Pero te dije que es momento de comer.

Dejas una bandeja sobre la mesa la cual contiene una copa de vino y un plato lleno de espaguetis. Sentándote, coges la copa y bebes un sorbo mientras me observas detenidamente mientras me estimulo.

-Detente, te dije que es momento de cenar.

Quito mis manos obedeciéndote y las dejo detrás de mi cabeza, veo que tomas un buen trago de vino y te acercas a mis labios, cuando abro la boca me lo das de beber para luego besarme de manera lenta pero exigente, tu lengua me explora, recorre cada rincón. Te alejas.

-Tú serás mi mesa

Susurras sobre mis labios y tomando unos pocos chorreantes espaguetis los colocas en mi torso y vientre, comienzas a comerlos a lamidas mientras la salsa se desliza perezosa por mi piel.

-¡QUERIDO JESUCRISTO!

BLAYLOCK
Menuda visión, mis manos temblaron con la bandeja llena de comida. Tuve que apoyarme en la pared más próxima, la botella de vino tintineaba a punto de caerse al suelo. Apreté mis manos al filo de la bandeja, mis nudillos pasaron del rojo al blanco en segundos. Solo podía mirar tal espectáculo; Qhuinn, masturbándose encima de la mesa, se tocaba con suavidad, perfilando su verga... acariciándose el capullo ¡oh dios mío! jamás había visto nada tan excitante en mi vida, por poco caigo al suelo. Como pude me salió la voz de mi garganta.

-detente, te dije que es momento de cenar -enarque una ceja-

Mis pies no obedecían a mi cabeza, yo les ordenaba que andarán y no podía, solo miraba babeando como dejaba de tocarse, mostrándome toda su erección. Como pude me acerque a la mesa más próxima, dejando los manjares que llevaba en la bandeja: espaguetis, aceitunas, varias salsas, vino, etc.

Me deslice hacia él, agarre un cojín del sofá. Levante su cabeza y lo coloque debajo. Me miraba sonriendo y sus ojos bicolor brillaban traviesos. Bebí un largo trago de vino, deslizando parte de él en su boca, mientras besaba sus labios. Me separe unos pasos, cogiendo varios manjares, dudoso de donde empezaría a comer, su cuerpo me invitaba a devorarlo entero.


-tu serás mi mesa, donde devorare cada apetitosa cucharada de comida, y si te portas bien te daré a ti de comer… solo con mi boca.


Con tus ojos puestos en mis manos, esparcí una ligera cantidad de espaguetis por tu torso, colocando pequeños puñados de ellos en tus pezones. Sonreí pícaramente bajando mi cabeza hacia ellos. Saque la punta de mi lengua procurando tocar tu pezón erecto, enrollando la pasta en mi lengua una leve succión y parte de ella la fui tragando... la misma atención le di al otro pezón, mi lengua danzaba y chupaba todo lo que iba encontrando. Lamí un poco de salsa que caía de tus costados, produciéndote leves estremecimientos. Con mis labios cogí un poco de pasta, subiendo hacia tu boca, te la ofrecí, tu lengua salió al encuentro enrollando la fina pasta y devorándola.


-Mmmmmmm... ¿Esta rica?


QHUINN
-De… deliciosa

Logro articular bajo tu divertida mirada y satisfecha sonrisa, mientras  me instas a separar mis piernas, continúas depositando algunos chorreantes espaguetis al sur de mi cuerpo.

-Mientras como, deseo que me cuentes todas las cosas que te gustan, las que no, tus deseos y anhelos, quiero conocer al verdadero Qhuinn.

Intento hilar mis pensamientos mientras te veo muy concentrado colocando diestramente algunos espaguetis en mi polla, la salsa se desliza por mi tronco, me tienes hipnotizado con tu actuar. Sonriente con tu obra maestra,  acercas la punta de tu lengua y tratas de capturar uno de los espaguetis acariciándome sensualmente en tu intento por atraparlos, un suave gemido de mi parte y recibo como respuesta una mirada de reproche de tu parte, parpadeo para volver a tu solicitud e intentar crear en mi nublada mente algún pensamiento coherente.

-Ammm… pues… me gusta comer cosas ricas, postres, helados muy golosos con mucho de todo, adoro el chocolate, como de todo me nos puré de patatas, adoro la lectura y escuchar música, casi no veo televisión, me gusta el cine y las películas de terror.  Odio los payasos, mimos y los globos… ¡Jodido infierno!

Siento como capturas mis testículos en tu boca succionándolos rítmicamente, siento como las gotas de sudor comienzan a deslizarse por mi frente, mi corazón marca un acelerado ritmo mientras mi respiración se vuelve poco profunda y agitada, idiotizado observo cómo te lames  los labios y vuelves a colocar un reguero de salsa y una que otra aceituna en algunos lugares, mientras lo haces, tomas unos tragos de vino y me das de beber de tu boca mientras me besas, algo del licor se escapa de nuestros labios y perezosamente con suaves besos y lamidas me limpias.

-Sigue contándome, no te he dicho que te detengas. Dime, porque no te gustan los payasos.

Tu cabeza desciende hasta mi ombligo y tras una larga lamida recoges una aceituna y me la das de comer, vuelves a bajar hacia mis pezones los cuales torturas a la midas, succiones y mordidas.

-¡Ay, querido Dios! Pues… cuando pequeño tuve la genial idea de no hacer caso a mamá quien me dijo que no viera la puta película de “It”, desde que la vi nunca más fui a un circo y no me acerco a ningún payaso ni mimo, me dan repelús y a los globos les tengo fobia, así que por favor nunca me lleves a algún lugar que los haya o no será agradable para…

Gimo agónico al sentir que me tomas por completo y de manera lenta, tus succiones son fuertes y exigentes, tú endiablada lengua me acaricia el sensible capullo, te observo desconcertado cuando te alejas y me brindas una malvada sonrisa.

-Sabes rico Qhuinn

BLAYLOCK
Me alejo unos centímetros de ti. Atrapo la botella de vino y empiezo a derramarlo suavemente por tu entrepierna. Mi cabeza baja lamiendo todo el sendero que cae por tu verga. Relamo mis labios, apreso tus testículos en mi boca jugando y moldeando tus bolitas… exquisitas se sienten, suaves, tersas

Sonrió, oigo cada palabra que me dices entrecortada, apenas puedes balbucear. Tomo tu verga en mi boca desde tu base, rasgando levemente con mis dientes hasta llegar a tu apreciado capullo... lamo y succiono probando tus gotas de semen mezcladas con el exquisito vino.


-Sigue Qhuinn, esto se siente rico.


Paso mis manos por el interior de tus muslos, esparciendo el líquido rojo, masajeando toda esa zona, para después bajar mis labios y lamer cada mancha rojiza que en ellos se encuentra. Tus piernas se doblan, subes tus caderas en una descarada invitación.


Alzo mi cabeza, dejando que tus caderas se sigan contoneando. Cojo el plato de espaguetis y enrollo un dedo en ellos, llevándotelo a tu boca. Deslizo suavemente el bocado, sacas tu lengua poco a poco, en ella voy enrollando las finas hebras, succionas todo. Bajo mis labios lamiendo la salsa que baja por la comisura de tus labios.


-Te prometo que no te llevare a un circo, nunca te regalare flores, pero jamás me lleves a ver una película de terror - susurro entre lamida y lamida-


Bajo por tu cuerpo, pongo un poco de varias salsas entre tu abdomen y tus muslos, miro pletórico  los estremecimientos que en tu cuerpo se producen por las continuas caricias que mi lengua te brinda. Paso por cada parte de tu piel, dejando tu miembro para ultima estancia. Tus palabras cada vez se entienden menos, tartamudeas. Deslizo mis labios por tu verga, masturbándote enérgicamente. Me deleito en ella, los sabores se mezclan entre sí, jadeo sin poder evitarlo, subo y bajo por toda tu longitud, redondeando tu grosor con mi lengua. Un fuerte gemido de tu parte y te derramas en mi. Mis labios chupan y lamen dejándote limpio.  Levanto mi cabeza, mi dedo pulgar acaricia mis labio, despacio pequeñas gotas de tu semen son introducidas en mi boca. Te miro embelesado, tus manos apretadas fuertemente en ambos lados de la mesa.

Me desplazo a coger una botella de cava, se que tus ojos están clavados en mi espalda. Abro la botella, sin más me acerco a tu cuerpo todavía recostado en la mesa. Derramo todo el líquido por tu cuerpo, bebo de ti. Acerco mis labios a los tuyos besándolos y haciéndote probar tan rico licor.


-¿Sabes? hacía mucho tiempo que no cenaba tan bien -susurro en tus labios-


QHUINN
El licor es derramado por todo lugar, el solo sentir de tu lengua y labios recorriendo de manera perezosa  todos los rincones, bebiendo hasta la última gota, provocan que mi cuerpo se retuerza de placer en la cubierta de la mesa, que mis manos se aferren como si mi vida dependiera de ello, me dejas en un permanente estado de sobre excitación. Como si tuvieses un radar, logras reconocer perfectamente cada una de mis zonas erógenas, tomándote tu tiempo en atender cada uno de esos lugares, atacando de manera concienzuda para brindarme el máximo placer. Tus manos no se quedan atrás y con el solo recorrer suave de tus yemas, siento como mi piel se eriza ante tu contacto.
Después un tiempo que pareció eterno llegas a mis labios dándome de probar de la rica esencia del licor mezclado con mi simiente en un suave pero exigente beso, la mezcla de sabores me hacen ahogar un gemido en tus labios.

-Pues… espero que regrese pronto a nuestro restaurant, y por ser buen cliente le regalaremos el postre y el bajativo, eso corre por parte de la casa.

De improviso atrapo tu verga en un apretado puño, jadeas, sin soltar mi agarre logro incorporarme  sentándome sobre la mesa, mi mano se desliza apretadamente mientras la muevo hacia tu capullo para luego soltar y volver a la base, muy lentamente, una y otra vez. Soltando tu polla tomo tu mano y te guío hacia el dormitorio, de un empujón caes sobre la mullida cama, de manera felina y acechante gateo sobre tu cuerpo, frotándome contra ti en mi camino hacia tu boca.


Nos acariciamos, besamos, adoramos nuestros cuerpos de manera mutua, suave, tierna y sin apuro, desgarradoramente sensual y erótico. Algo ha pasado en nuestro encuentro, algo ha cambiado, percibo de manera distinta esta entrega, ya que se siente así… como una real entrega. Reflexiono para mí mismo, un momento antes de que  un desgarrador orgasmo nos llegue a ambos, mi cuerpo envuelve totalmente el tuyo, como si mi vida dependiese de ello, mientras te encuentras sobre mí, clavado profundamente mientras tu simiente es vertida a fuertes chorros y nuestros mutuos gemidos son ahogados en la boca del otro; convulsionamos de placer. Inerte te desplomas sobre mí una vez la que la calma nos llega, nos abrazamos y luego de unos momentos, sintiéndome totalmente agotado, caigo profundamente dormido.

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