miércoles, 14 de enero de 2015

Capítulo 9

POV. Qhuinn Loshtrong
La noche avanzaba lentamente mientras me realizaban todo tipo de exámenes: Sangre, orina, tomografía, resonancia y otros que no me acuerdo su nombre. El Dr. Black lo ordenó así. Quería que me revisaran de pies a cabeza. 

Lo peor era esa conversación casi en susurros entre el Dr. Black y el Neurólogo cada vez que me realizaban algún examen o llegaba algún resultado. Esa charla en voz baja me tenía estresado. 

Al menos nunca estaba solo, Muhr estaba siempre a mi lado haciéndome compañía, sosteniéndome la mano o simplemente dándome un solidario apretón recordándome su presencia.

El beso que me dió seguía ocupando el titular en mi panel emocional y me daba mucho en que pensar, no habíamos tenido un solo momento a solas para preguntarle al respecto... y cuando por fin sacaba valor, se repetían en mi mente las muchas veces que me recalcó lo “muy hetero” que era y su rechazo total a las relaciones gays… Y con eso mi valor se iba al carajo.

Es hetero. No está interesado…Me repetía como un mantra. Pero su actuar me decía lo contrario… y a medida que avanzaba la noche él se volvía más y más afectuoso conmigo… y eso me confundía mucho. 

Tenía tantas ganas de que me abrazara pero no me atrevía a tomar la iniciativa. Su móvil le vibró y soltó mi mano para leer el mensaje que le llegó. Frunció el ceño y automáticamente pensé en Levi Dark, mi pulso aumentó desquiciadamente, pero luego un hoyuelo se dibujó en su mejilla derecha, eso significaba que leía algo divertido. ¿Algún día seré el amigo que lo haga sonreír? 

Yo miraba a otro lado, tratando de darle privacidad, pero no podía evitar cruzar nuestras miradas, me sonrió y luego frunció el ceño y me mostró su móvil… 

Ahora si creo que estoy imaginando mas de lo que es y solo veo lo que quiero ver… Ya no sé que pensar, estoy confundido y ahora cansado.

POV. Muhrder Black
Mientras le realizaban cada bendito examen a mi amigo, no dejaba de rezar, sé que no he sido el mejor cristiano de la historia, pero tan malo no he sido y solo quería que estuviera bien. No podía sacarme las palabras de mi padre de la cabeza... 

"...has estado viviendo al filo de la navaja..."

¡Diablos!... ¿y Levi?... ese era otro cantar... No podía dejar de pensar en ese asunto tampoco. Tenía que analizar bien desde cada ángulo posible ese problema, cada minuto que pasaba nos acercaba más a la cita con el diablo ¿Pero que tenia Levi en nuestra contra?... ¿Un video donde yo le hacia una paja a Qhuinn?... ¿Era acaso tan grave?... No creo ser el único tío que haya tenido una exploración del mismo género… El problema está en que una cosa es hacerlo a puerta cerrada y otra en HD e inmortalizados en you tube.

Miré a Qhuinn de reojo, él trataba de esbozar una sonrisa, se que está prácticamente destruido, pero aun así intenta sonreírme, le aprieto la mano con calidez y le sonrío con afecto. No me imagino volver a estar sin esa sonrisa, esta sensación es tan agradable y no la sentía desde... ¿nunca?... 

Mi móvil vibró en mi bolsillo, lo saqué y leí el mensaje de texto, era Diana, fruncí el ceño... no me había comunicado con ella desde hacia 2 noches y como en la escuela cada cual tiene sus actividades no siempre nos vemos. La verdad es que desde que fui a ese puto casting la había evitado, ella me lee como si yo fuera un libro abierto y no quiero que se entere de esta mierda. Miré mi mano izquierda que aún abrazaba a la de Qhuinn y la retiré con el pretexto de contestar el mensaje de mi móvil. 

Diana era una de las chicas más bellas del instituto y mi mejor amiga. Una diosa rubia con un cuerpo de infarto al que le debemos sumar una mente brillante, una bomba sexy e inteligente, que consiguió su beca en Harvard a los 15 años. Un año después que yo. Desde los 14, que nos conocimos por que la adelantaron de nivel y terminé como su tutor, desde ese entonces ya han pasado 2 años y hemos estudiado juntos todos los fines de semana… y días de semana… y feriados… y fiestas de guardar… La verdad es que ya no recuerdo un día libre que no hayamos estado juntos Diana y Yo… siempre estudiando… 

Bueno, alguna vez estudiamos anatomía comparada… todo en nombre de la Ciencia… Nada serio…Sin pasar de base 2… curiosidad entre amigos…

Y mañana era sábado. 

Los finales ya estaban aquí y estoy seguro que se sorprenderá mucho con mi disculpa, pero ni modo, no le puedo explicar nada. Le escribí que no podría estudiar este fin de semana con ella, que fuera avanzando, yo estudiaría por mi cuenta y la próxima semana continuaríamos juntos. Me envió un emoticón “de besito con un corazón latiendo” y yo sonreí, le envié otro como respuesta. Era una buena amiga y estoy seguro que no podría tener mejor compañera para la universidad. 

Levanté mi rostro y me quedé hipnotizado con dos ojos hermosos y dormilones con unas pestañas infinitas que me observaban. Cerré el móvil y le sonreí. Qhuinn me sonrió otra vez. Miró mi móvil y sé que se moría por saber, pero no le diré, hay que torturarlo un poquito... ¿WTF? ¿Y yo porque quiero provocarle celos?... negué con la cabeza y le mostré el texto de manera rápida, sus ojos se agrandaron y asintió... mejor así. Ese beso, quizá fue “darle alas” y yo no voy a “volar” con un tío... aunque sea el tío más atractivo, sensual, dulce, tierno y maravilloso que exista... 

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Casi 5 horas pasaron y el cansancio nos tenía jodidos a todos. Sobre todo a Qhuinn, sus ojos brillantes llenos de lágrimas contenidas por el dolor, creo que nunca me los podré sacar de la cabeza. 

En más de una ocasión tuve que contener mis demasiadas ganas de abrazarlo, mimarlo, achucharlo... arrrrggghhh... 

…mis locas ganas de besarlo otra vez... ahhhhhhh Muhrder Black… ¡madura!

POV. Qhuinn Loshtrong
Eran pasadas las 3 de la madrugada cuando por fin concluyó todo, le tengo que agradecer al Dr. Black su preocupación, mostró más interés por mí en estas horas, que mi propio padre en toda mi vida. 

El padre de Muhr, movió a todo el equipo médico del hospital por mi y seguro pidió más de un favor a algunos colegas para que me ingresen como una emergencia y me atiendan como de la realeza.

Luego de despedirnos por esta noche del neurólogo y dos enfermeras muy amables, salimos del hospital y caminamos hasta el automóvil del Dr. Black. Esta vez Muhrder me pidió me sentara con él en los asientos de atrás. Al padre de Muhr no le sorprendió eso, sobre todo después de tantas horas mirándonos actuar más unidos que un par de siameses. El Dr. Black, simplemente subió a su asiento y arrancó el vehiculo. El también estaba cansado. Todos lo estábamos. En algún momento me quedé dormido junto a Muhr, fue casi un pestañeo y luego una suave caricia en mi mejilla me instaba a despertar, era él. Al parecer mientras dormía me había acurrucado y tenía su pecho como almohada.

-Qhuinn…-susurró en mi oído mientras su padre estacionaba el auto- Ya hemos llegado amigo.

-No lo despiertes tanto, yo te ayudo a remolcarlo hasta tu habitación. – dijo el padre de Muhr abriendo la puerta de mi lado. –Le han subministrado analgésicos que provocan sueño. Por eso esta medio drogui.

Eso explica el por qué me siento como de gelatina.

-No tiene sentido despertarlo si ya tiene que dormir. –indicó el Dr. Black. Imagino que Muhrder asintió por que no le oí responder, solo escuché como cerraba la otra puerta del auto. Debió salir por ahí. 

El padre de Muhr me sacó del auto de un solo tirón. ¡Pero qué fuerte es este tío, si yo mido 1.90!!... Bueno el Dr. Black también es así de enorme, como su hijo. Un instante después mi peso recayó en Muhrder, enrollo mi brazo en su cuello y me remolcó (como dijo su padre). Llegamos a la entrada y el padre de Muhr que ya había cerrado su auto, nos abrió la puerta y encendió la luz de las escaleras. Yo caminaba a trompicones, como borracho, podía escuchar la respiración agitada de Muhr muy cerca de mi oído. Casi ya estaba despierto del todo y empecé a subir por mis propios medios.

-Vamos, déjame ayudarte, necesitas descansar. –Dijo Muhrder solo para mi audición, su padre nos había rebasado en la escalera y había desaparecido por el corredor, seguro fue a reportarse con su mujer para tranquilizarla.

Ingresamos al dormitorio de Muhrder, a estas alturas el dolor de cabeza había menguado y solo me quedaba un cansancio tanto físico como mental.

-Baño… Solo- dije y me solté, Muhrder no forcejeó, caminé directo al baño y cerré la puerta, no le puse seguro. No soy tan necio, necesitaba que Muhr pudiera entrar... por si me desmayaba.

Necesitaba un baño. URGENTE. Y gracias a Dios, Muhrder tenía uno dentro de su habitación. Privilegios de hermano mayor. Lo único jodido era que la puerta de la ducha era de cristal templado transparente. Enhorabuena que no soy muy pudoroso. Abrí el grifo de la ducha y deje que calentara el agua, me quite la ropa con mucho esfuerzo y me metí en la ducha. Escuché que Muhrder cerraba la puerta de su habitación y caminó hacia el baño.

No entres por favor

-¿Todo bien por ahí? Grita si necesitas ayuda.-dijo abriendo un poco la puerta del baño para que lo escuche. 

-Boxers, pásame unos de mi mochila por favor.- La puerta se abrió por completo y Muhr entró como en su casa. 

-¿Qué dijiste? – dijo Muhrder entrando por completo al baño pero mirando hacia la pared opuesta. Yo cerré los ojos y dejé que agua cayera por mi rostro y pecho antes de contestar.

–Que estas en tu baño, pasa cuando quieras…-dije con sarcasmo. Un sonido de agua cayendo me hizo abrir los ojos. ¿Este cabrón estaba orinando? –¿Estas meando? –froté el vidrio de la mampara de ducha que estaba empañada por el vapor y miré la polla de Muhrder. Juro que no había ninguna intención sexual aquí, era solo constatar un hecho.

- Tío, ¡no me aguantaba más!, Oye! No seas pervertido, deja de mirarme el rabo! –Muhrder empezó a reír cuando yo gruñí- Aquí te dejo tu ropa interior y tu cepillo de dientes. Usa lo que necesites. Yo me voy a bañar al baño del corredor– Y salió del baño sin jalar la palanca. 

-Oye puerco pervertido, ¡jala la palanca! –grité y regresó aun riendo 

-¿Me has dicho puerco pervertido? – Yo estaba enjabonado así que abrí el grifo para enjuagarme. 

– Jala la palanca, no me dejes tus orines, y no mires mi sexy cuerpo mientras lo haces.- Escuche una risa macabra…

-Como quieras…-Jaló la palanca y salió del baño riendo, mientras yo sofocaba con mi mano un grito de nenaza. ¡Puta mierda el agua esta hirviendo!!!!.

POV. Muhrder Black
Luego de “ayudarle” a Qhuinn a cocinarse el culo, me fui al baño de Selena a bañarme, después de un par de toques y un “pasa” de mi parte, mi padre entró al baño. Yo me estaba desvistiendo. Me informó que mi mama estaba descansando y que no pasara a darle las buenas noches habituales por que la despertaría. Yo asentí.

-Sabes Muhr, yo sabía que estabas creciendo, pero hoy te he visto tan adulto –dijo mi padre con una sonrisa y una mirada de orgullo que no la había visto nunca.

-No he hecho nada Papa, eres tú el héroe aquí… como siempre- sonreí de lado. Es una ironía que justamente las virtudes que mi padre tanto aprecia me hayan sido negadas. A él le importaba tan poco que yo fuera un casi genio, el hubiera preferido a alguien mas del tipo Ghandi.

-Te equivocas Muhrder, si no fuera por ti, ese muchacho seguiría sufriendo innecesariamente y en soledad. Es una suerte para él que un trabajo académico los haya vuelto a unir. – Sonreí y agarre mis boxers, mi padre captó la indirecta. Fin de la conversación. Yo no era de las personas más sensibles, sentimentales y abiertas emocionalmente. Simplemente odiaba los abrazos grupales y los ositos de peluche.

-Si, somos muy suertudos…tanto que estamos a “unas horas” de ganarnos la lotería –reí sin ganas y pensé en la cita con Levi Dark. Mi papa lo interpretó como cansancio.

-Que descanses hijo. –Me abrazó fuerte y me dió un beso en la sien. Le respondí con un “buenas noches papa”. Sonrió y puso algo en mi mano antes de soltarme y abrir la puerta. Cuando miré mi mano, ¡era un preservativo!... ¿WTF? Lo miré con enojo. El se levantó de hombros, sonrió y me guiño un ojo... mi padre y su jodido sentido del humor... ya sé a quién mierda salí... Resoplé y le devolví su bromita. El rió y se marchó. 

Me bañé, lave los dientes en la ducha, una costumbre muy mía. Salí de la ducha y me di con la grata sorpresa que olvidé mi pijama. Puta mierda. Al menos tenía boxers limpios. Me volví a vestir y me fui a mi habitación.

Entré y cerré la puerta con seguro. Fruncí el ceño. ¿Para que le puse seguro? Igual lo dejé puesto y caminé hacia la cama.

POV. Qhuinn Loshtrong
Luego de una relajante y concienzuda ducha, (quería sacar de mi piel los recuerdos de esa maldita sesión fotográfica), me sentí mas limpio, inclusive si fueron las manos de Muhrder quienes me tocaron, no se sentía correcto, algo no estaba bien en esa fórmula: “Muhrder+Estudio de Levi+Qhuinn” 

Apagué la luz principal de la habitación cuando pasé junto al interruptor y solo dejé la luz del velador encendida. No creo que Muhrder necesite tanta luz para encontrar su cama. Y yo necesitaba oscuridad, mi cerebro aun latía. 

Caí en la cama de Muhr, me sentía como un muñeco de trapo, no tenía ni siquiera fuerzas para levantar la cabeza, me acomodé a un lado para dejarle el otro a él. Dormiríamos juntos. Estaba emocionado con eso, a pesar de su cabronada de la ducha. ¿Cómo iba yo a saber que el agua fría se iba cuando se jalaba la palanca? ¡Casi me cocinó el culo! No pude evitar sonreír con su pendejada, ya me las cobraría.

La puerta de la habitación se abrió y un Muhrder vestido con su misma ropa entró. Era evidente que se había bañado, pero seguro olvido llevarse su ropa. Reí y el gruñó. Reí más. 

Pudoroso no soy y jamás me he avergonzado de mi cuerpo, sin embargo la risa se me acabó y me sentí un tanto cohibido cuando él empezó a desnudarse. 

No podía quitar la mirada de su cuerpo, mientras se iba revelando ante mis ojos. ¡TENIA UN CUERPO DE PUTA MADRE!!! ¿Pero si es un cerebrito? ¡En que galaxia los genios tienen cuerpos de dioses griegos!! 

Gracias a Dios detuvo su show de Streep y se quedó con los boxers puestos. 

POV. Muhrder Black
Cuando entré a mi habitación encontré a Qhuinn ahí sin moverse. Tirado sobre las sabanas, por un segundo me preocupe hasta que empezó a reírse, le gruñí como correspondía y decidí molestarlo un poco. 

Bajo la suave luz del velador ahora era mi turno de desvestirme y lo hice bajo su atenta mirada. Nunca me había desvestido tan lentamente, doblé prenda por prenda hasta quedar solo en boxers. Le debía el espectáculo, él me ha dado mucho más. Es lo justo.

-Ahora que sé que no ves a colores, me parece justo que sepas, que con esa atenta mirada has hecho que me ponga más rojo que un camarón. –sonreí y le guiñé un ojo, y como lo sospeché se sonrojó furiosamente- Y tú ahora estás igual de colorado…-le dije encantado.

Me acerqué y trate de acomodarlo “rodándolo” para meterlo dentro de las sabanas. Empezó a reírse nuevamente cuando oponía resistencia al rodamiento. Yo tampoco pude evitar reír.

-Te voy a rodar hasta el otro lado si no colaboras ¡y te vas a caer!… -dije riendo.

-¿Y tu crees que me voy a caer solo?-dijo riendo- 

-Algo me dice que me arrastrarás contigo ¿verdad?- ya mi sonrisa se estaba esfumando.

-¿Tan malo sería?-Qhuinn tampoco sonreía. ¿Seguíamos hablando de rodar por la cama?

-Eso dependerá del golpe que me dé. -Contesté y me erguí. Él se acomodó a un lado de la cama. Al final nunca se movió al centro.

-Si me conocieras sabrías que yo siempre estaría amortiguando tu caída…-Pestañeé y tragué saliva. ¡Joder!… eso frase estuvo fuerte y obvio que me emocionó.

POV. Qhuinn Loshtrong
Muhrder caminó hasta el otro lado de la cama cuando aceptó que yo me quedaría con el lado derecho de la cama. Y cuando pensé que ya se metería por el lado izquierdo, solo desapareció. Pestañeé y me froté la vista, no puede ser. Me acerqué hasta el borde de la cama y lo ví, ahí estaba. Echado en un colchón al ras del suelo. Su madre debe haber preparado esa cama auxiliar para que podamos dormir juntos… pero no “revueltos”. 

Por un largo momento sólo nos miramos a los ojos en la penumbra del cuarto sin decir ni una sola palabra, solo miradas.

-Por favor, dime la verdad ¿Por qué? -Lo solté, no pude aguantar más y muy dudoso estiré mi mano, acaricié su mejilla y su cuello muy lentamente, mientras aguardaba su respuesta.

POV. Muhrder Black
Caminé hasta el otro lado de la cama buscando el colchón auxiliar que mi madre siempre me prepara cuando Diana se queda a dormir y me tumbé. Ahhhh que ricooooo… estaba muerto y necesito dormir algo, mañana tengo que preparar ese programa para insertarlo en la PC de Levi. 

Una cabeza se asomó por sobre la mía, en la penumbra no podía ver mucho, pero conocía sus facciones de memoria. Nos quedamos mirando, yo esperaba que hablara. Yo esperaba esa pregunta. Lo que no esperaba era la intensidad de la emoción que en ella pondría.


-Por favor, dime la verdad ¿Por qué? -Qhuinn preguntó, mientras con su mano acariciaba mi rostro con tanta dulzura que tuve que cerrar los ojos, esto no estaba bien, no estaba bien que disfrutara tanto su contacto.

Y esta era la pregunta del millón, la que ni siquiera yo mismo podía contestar... suspire audiblemente... el me acaricio con ternura... diablos...

-Yo... -Tomé su mano con la que me acariciaba y la besé en el dorso, luego la volteé y besé su palma, luego cada dedo, uno por uno...

-Yo, no lo sé exactamente Bro... Es mas, no lo pensé, solo sucedió... -Entrelacé nuestros dedos…

-Los amigos no necesitan un motivo para ser afectuosos, yo quería darte afecto y lo hice…

-Muhr…-Qhuinn susurró mi nombre…

-Qhuinn... te acabo de conocer otra vez hoy... y créeme cuando te digo que nunca he compartido tanto sentimiento con otro ser humano que no sean mis padres, mi hermanita y una abuela que ya murió. Ni hombre, ni mujer, esto... –hago un gesto señalándonos-... Nunca ¿entiendes?... –Pude ver como Qhuinn asentía lentamente.

-Inclusive... Yo nunca me he acostado con nadie...si quieres analizarlo más físicamente. Eso que dicen de Diana y Yo, o alguna tía y Yo, todo es pura mierda, las mismas chicas se lo inventan y a mi me la suda si quieren hacerme fama de semental. –Qhuinn abrió la boca para decir algo pero la cerro casi en el acto.

-La única verdad aquí es que: la primera vez que he llevado a alguien al orgasmo fue a ti, esta tarde... –Estiré mi mano y acaricie su rostro-... Y bueno, me gusto mucho... no fue lo que imagine toda mi vida de adolescente hormonal, pero fue, no se... bravazo!... -él sonrió conmigo-... y ese beso... -humedecí mis labios-... Me gustaría repetirlo… 

Solo un jadeo por parte de Qhuinn y luego un silencio tan intenso que hasta podía escuchar el latir de nuestros corazones. Y aunque era consciente de las repercusiones de mi insano deseo, no me detuve. 

-…Así Qhuinn… espontáneo, sin etiquetas... no pensemos tanto en el equipo que llevamos encima, solo seamos labios que necesitan unirse... Porque muero de sed y tus labios son mi oasis… -Mientras susurraba esas seductoras palabras guiado totalmente por mis instintos más básicos, deseos que estaban más allá de mi comprensión, me levantaba hasta quedar sentado, acerqué mi rostro al suyo, mi boca a su boca...

… lo iba a besar...

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