martes, 17 de marzo de 2015

Capítulo 17




POV. Muhrder Black
 -Si no comes te enfermaras y entonces ¿Quién lo va a cuidar? – Esa era la voz de mi madre intentando meterme un poco de razón. Ella acarició mi cabello  y me dió un beso en la frente. –Es solo un bocadillo bebé, cómelo por favor. –Miré sin muchas ganas el sándwich de jamón con queso.

-Luego -Mi voz sonaba rasposa, no había hablado mucho estos últimos días- No tengo hambre, pero gracias. –La miré a los ojos.- Gracias por todo mamá.

Desde la noche que Qhuinn ingresó por emergencia, yo había convertido el hospital en mi residencia. Mi madre me traía las comidas y ropa de cambio, en los casi 8 días que Qhuinn había estado en un coma inducido, nunca dejé el hospital, nunca me moví de su lado. Los doctores consideraron que sanaría más rápido si se recuperaba en total inconciencia y estaba funcionando, Qhuinn estaba mejorando y todos estábamos más confiados y optimistas.

 -¿La próxima vez podrías traerme una bebida de la maquina expendedora? – ella asintió.

-Muhrder esa maquina esta a menos de 2 minutos entre ir y venir, ¿por que no vas tú mismo? Qhuinn no se irá. –negué.

-Ya le quitaron los sedantes y podría despertar en esos 2 minutos, quiero estar presente. –Mi madre apretó mi hombro.

-Regresaré mas tarde y seguro tu padre también. No te olvides de lo que hablamos Muhr. –Estiré mi cuello e incliné la cabeza hacia otro lado, evitando que mi madre viera la mueca de desagrado en mi rostro.

-Lo prometiste Muhr. Necesitas hablar con el Dr. Menchelli –La miré mortificado.

-No he dicho que no hablaré con el psiquiatra, pero ahora mismo solo me interesa hablar con nuestra abogada y saber cuantos años va a estar presa Diana por este crimen.

Mi madre se puso de pie y tomó su cartera, este tema le incomodaba, no entendía por que, pero no estaba con cabeza para pensar en eso tampoco.

-Mientras Qhuinn no despierte y levante cargos contra Diana ese tema esta congelado.-Negué con la cabeza, cansado.

-¿Por que no me miras mama? –Ella me miró.- Tu sabes que no esta bien que ella esté libre. Su padre y todos en la estación de Policia han protegido el culo de Diana. –Solté indignado.

-Muhrder Black controla esa boca cuando hables conmigo.- reprendió mi madre.

-Lo siento.- hice una mueca y volví a mirar a Qhuinn.- Sé que el padre de Diana es amigo de ustedes, pero en cuanto pueda salir de aquí, yo mismo levantaré los cargos. –Miré a mi madre- Considéralo un hecho mama.

Mi madre asintió, se acercó y me dió un beso, acarició la mano de Qhuinn y salió de la habitación. En unos días, yo sería legalmente adulto. En menos de un mes cumpliría 18 años.

Devolví mi atención a Qhuinn y acaricié su mano.

-Esto no se va a quedar así mi amor. Haremos justicia. –Le dije a un Qhuinn inconsciente.

Sorbí la nariz y recordé esas primeras horas, las peores de mi vida.
  
Inicio de flash back

Mi madre estacionó y yo casi salté del vehiculo antes de que este terminara de frenar, derrapé en el piso, me estabilicé y corrí hacia la entrada de emergencia, los paramédicos justo bajaban la camilla de Qhuinn y lo ingresaban rápidamente al hospital. Nunca se detuvieron, lo llevaron directo al quirófano, luego supe que mi padre desde la casa había coordinado con el hospital y ya estaban dos cirujanos en sala de operaciones esperando por Qhuinn.

Caí por horas en un estado de anestesia total, el mundo había pasado a ser un ente secundario, ni pregunté acerca del destino de Diana. La verdad es que ni me interesaba, lo único que realmente me importaba estaba en esa sala luchando por su vida.

Mis benditos padres me apoyaron desde el minuto cero, mi padre se encargo de que Qhuinn recibiera rápidamente la mejor atención y él mismo fue quien le dió los primeros auxilios, gracias a ellos Qhuinn aun estaba vivo. Realmente no exageré cuando sentí que me quedaba sin Qhuinn y eso quedo confirmado cuando supe que murió dos veces en la ambulancia, al parecer una costilla había atravesado un pulmón lo que hacia que se ahogara con su propia sangre, es todo un milagro que aun este aquí conmigo.

Luego mi padre nos contó que en la sala de operaciones nuevamente tuvieron que reanimarlo y aun contra todo pronostico las varias operaciones simultáneas fueron un éxito, las 13 horas de intervención no fueron de broma, los médicos aunque cansados salieron del quirófano felices y muy sorprendidos, lo primero que dijeron fue:

…"ese muchacho quiere vivir"…

Las siguientes horas en cuidados intensivos lo pasamos en silencio, yo no me moví del hospital, mi madre se fue a descansar pero mi padre se quedo conmigo.

La tarde siguiente nos avisaron que lo  trasladarían a una habitación. Qhuinn había pasado las horas críticas y estaba estable. Inclusive despertó pero su ritmo cardiaco se alteró a los minutos debido a la ansiedad, prefirieron inducirlo a un coma reparador.

Ya en la habitación, pudimos verlo, tenía tantas agujas y tubos conectados a su cuerpo que quise llorar. Abracé a mi padre.

-Dos veces papá, dos veces me ha salvado la vida –susurré. Mi padre me abrazó más fuerte y asintió.

Unas horas después, mamá llegó con ropa limpia y mi padre se fue a descansar. Ahora que Qhuinn estaba fuera de estado crítico, solo debíamos esperar a que se recuperara pronto y sin complicaciones.

Fin del flash back
  
El tiempo pasaba mientras me mantenía como un punto fijo sentado junto a su cama. A pesar de la insistencia de mi madre no comí. Me apoyé en la cama y no se cuando me quede dormido.

Una caricia muy suave me despertó, pensé que lo soñé pero igual levanté la cabeza de golpe.  Unos hermosos ojos bicolor me observaban llenos de lágrimas sin derramar.

 POV. Qhuinn Lohstrong
 Sed.

Sentía tanta sed que mi lengua estaba pegada al paladar, y la cabeza me dolía como la peor resaca de la historia. Intenté mover mi brazo pero todo me pesaba demasiado. Y ese pitido rítmico que chillaba constante era un tormento,  sentía que me clavaban agujas en la cabeza.

Con cansancio y somnolencia abrí un poco los ojos, las luces fluorescentes me lastimaban los ojos ¿Dónde mierda estaba? Todo era tan… tan… blanco y sin chiste.

Hospital

Cerré los ojos y traté de recordar. Nada. Pero era evidente que había sufrido algún tipo de accidente. Comencé a hacer un reconocimiento del estado de mi cuerpo. Piernas, bien; al menos podía mover los dedos de los pies, no estoy invalido. Eso es bueno. Estómago dolorido, pecho… ¡joder! Dolía respirar. Brazos, El izquierdo dolía mucho y por la inmovilidad es probable que este escayolado, el derecho dolía pero podía moverlo. Ese no estaba roto.

No estaba ni sordo, ni ciego. Eso es bueno. Achinando los ojos y con lentitud comencé a observar a mí alrededor.

¡Él esta aquí!

Muhrder estaba sentado en una silla junto a mí cama, tenía la cabeza apoyada en la cama junto a mi brazo, quería alcanzarlo, tocarle, aunque fuese un poco. Me dolía tanto todo, pero llegar a él era tan primordial y necesario como mi siguiente respiración. No sé cuanto tardé, se que fue mucho tiempo forzar a mi mano a que se desplazara, hasta el más mínimo movimiento me hacía ver estrellitas, pero logré llegar hasta su cabello y con toques casi fantasmales le acaricié. Se removió un poco en la silla y gimió suave…esa posición lo debe estar matando.

Matando…

…Y lo recordé todo.

Si la angustia pudiera acumularse como el agua en una represa, diría que se abrieron las compuertas y toda la angustia vivida salió sin control de mi corazón, los espasmos del llanto que afloraron en mi pecho hacían que mis costillas, posiblemente rotas, me causaran daño, pero ¿a quién mierda le importaba? ¡Él estaba aquí! Y Quería decirle tantas cosas.

-¿Qhuinn? ¡Por dios, estas despierto! Voy por el médico. –dijo y se dirigió a la puerta.

¡Maldita sea nooooo!, Quise llamarlo, pero solo salió un graznido ¿Dónde estaba mi voz? Una mascarilla sobre mi rostro tampoco ayudaba. Entre en desesperación. Quería arrancarme la mascarilla, pero no tenía fuerza. ¡No te vayas! No quería que se alejara y aunque todo me dolía como la mierda quería retenerle junto a mí.

 POV. Muhrder Black
 -¿Qhuinn? ¡Por dios, estas despierto! Voy por el médico  -Me pare y casi corrí a la puerta, solo me asomé y grité a la primera enfermera que paso por ahí -¡¡El despertó y algo le duele!! –de inmediato regresé a su lado, Qhuinn no dejaba de llorar, agarré delicadamente su mano buena- Tranquilo bebé, ya te darán algo para el dolor, cálmate por favor -como por arte de magia se calmo y se me quedo mirando, las lagrimas aun le caían por las mejillas, pero ya no sollozaba.

-Mi amor, no intentes hablar, acabas de salir de una cirugía muy seria, y debes descansar, yo estaré aquí, no me iré, no me iré nunca de tu lado. -Acaricié sus mejillas con suma ternura y delicadeza.

Qhuinn movió la cara y subío su mano, quería quitarse la mascarilla, quería hablar.

-Schsssss….Tenemos mucho tiempo para hablar más adelante -Sonreí tratando de confortarlo. El Dr. Mackenna entró en ese momento con dos enfermeras y me pidieron que saliera, simplemente asentí y me dirigí hacia la puerta, sin embargo, cuando ya estaba en la puerta el médico me llamó.

-Muhr, mejor quédate, parece que tu presencia, o mejor dicho tu ausencia alteran a Qhuinn. –Suspiré pero de alegría, me quería a su lado. Y la verdad es que yo no quería irme.

Regresé de inmediato y me paré a los pies de su cama, justo en su ángulo de visión. Acaricié su pie por sobre las sabanas y le sonreí, aunque no podía ver su boca, sus ojos me sonreían.  Se había salido con la suya.

 POV. Qhuinn Lohstrong
 No dejaban de hurguetearme y toquetearme, sabía que el doctor hacia su trabajo, pero el saber eso no lo hacia menos doloroso y la jodida mascarilla me molestaba como roca en el zapato. Muhrder me miraba y acariciaba mi pie juguetonamente, su ternura hacía que mi corazón lo ansiara más. Necesitaba hablarle, decirle cosas importantes, preguntarle como está.¡¡Joder!! ¿Acaso eso es mucho pedir?

Gemí y me retorcí en la cama cada vez que el médico tocaba zona y lugares sensibles.

Muhr fruncía el ceño y apretaba los labios. Y si las miradas mataran… el jodido doctor caería muerto allí mismo.

Después de un rato las enfermeras desalojaron el lugar y el doctor llamó a un costado a Muhr para hablar...

Muhr... –suspiré su nombre tras la mascarilla. El me miró pero siguió al doctor.

Me llamo bebé –pensé- dijo que era su amor y que no se alejaría de mí nunca más. ¡Gran dios! Necesitaba con urgencia hablarle. Me desesperé nuevamente, necesitaba quitarme esta jodida mascarilla, me removí y a pesar del dolor intente quitármela sin resultados.

-Qhuinn, debes descansar no te esfuerces –dijo el médico. Yo gruñí, el doctor rió. – Ese gruñido se oyó potente, tus pulmones están mejorando satisfactoriamente.-Gruñí otra vez.

Apenas el médico comenzó a anotar cosas en una tablilla, continué revolviéndome y tal parece que Muhr captó el mensaje, en un momento estuvo a mi lado, miró sobre su hombro y como el doctor seguía concentrado en lo suyo, me quitó la mascarilla y acercó su oído a mi boca.

-Prote... gerte... ¿Tu... Bien? –dije con la boca reseca.

 POV. Muhrder Black
 Mis ojos se humedecieron cuando escuché sus primeras palabras. ¿Estaba preguntando por mi salud? Lo miré con ternura y antes de que el doctor nos vea, le di un beso suave en los labios.

 -Ssshhh, yo estoy perfecto gracias a ti mi héroe y aunque eres grande y fuerte, ahora mismo te vas a quedar quieto y vas a descansar. Quiero que te recuperes ¿está bien?

Pestañeó e hizo un intento de sonrisa, me hizo morritos y le sonreí, le di otro beso antes de poner la mascarilla nuevamente en su lugar. Me di la vuelta y observe al doctor sonrojado y muy concentrado en la historia clínica de Qhuinn, me acerqué a él y me indicó que saliéramos al pasillo para conversar. Le guiñé un ojo a Qhuinn.

-Ya regreso en un par de minutos- descansa.

 POV. Qhuinn Lohstrong
 Me quedé mirando la puerta por un buen rato, Muhr tenía ojeras y una barba de varios días, nunca lo había visto sin afeitar. Se veía si es posible más atractivo con ella. Dios, me gusta de cualquier manera. Tenía tantas cosas que hablar con Muhr, tanto que aclarar, si utilizó esas palabras cariñosas conmigo es por algo ¿verdad? ¡Dios! Por favor que sea real, no soportaría crearme ilusiones de nuevo para que después se retractara… otra vez. No, mejor no pensar en nada hasta que conversemos, aunque así como veo las cosas todo irá mejor de lo que había imaginado.

Cerré los ojos y traté de relajarme, de nada servia llenarme de ansiedad, el estaba aquí, estaba bien y yo pronto saldría de este lugar. Nos iríamos lejos, ahora no lo dudé mas, si el quería venir conmigo yo no pondría mas cuestionamiento al asunto. Mi corazón se permitió calentarse.

Por favor que no llueva sobre mí.

  POV. Muhrder Black
 Salí al pasillo siguiendo al doctor, él caminó un par de metros alejándose de la puerta y giró, todo esto lo hizo sin dejar de mirar unos documentos.

-¿Qué pasa padrino? ¿Algo va mal? Papá dijo que todo estaba bien, que solo necesitaba reposo y cuidados. -El doctor Mackenna asintió y me tocó el hombro para tranquilizarme.

-Todo está progresando como se esperaba. –Me sonrío. Pero yo sabía que había algo mas.

-¿Qué sucede Padrino?- Pregunte con impaciencia, no estaba para novelas.

-Muhr, soy tu padrino, te conozco desde que naciste. Y soy tu tío favorito.  ¿Verdad? – Asentí, en eso no se equivocaba, el tío Arthur era mi persona favorita luego de mis padres.- Eres como un hijo para mí. –Continuó- Conozco a tus padres, John es como un… hermano. -tragué la saliva que tenía acumulada y bajé la mirada. Me preparaba para la censura.

-Lo sé padrino, pero no entiendo a que viene todo esto -lo miré a los ojos, no me iba a avergonzar más, amo a Qhuinn y debería empezar a sentirme orgulloso de eso- ¿Viste algo que no te gusto? ¿Es eso? -Mackenna me miró y suspiró-

-¿Tus padres lo saben? -asentí- ¿John te apoyo? -asentí nuevamente. Su cara era un poema, no le sorprendió mi inclinación sexual pero si el apoyo de mis padres.- Vaya, aunque es una sorpresa, me alegra saberlo. –Su actitud me estaba empezando a enojar.

-Doc. –Ya no le dije padrino- No sabía que eras homofóbico -hice una mueca- te ves tan culto -Mackenna levanto la mano, callándome.

-No te estaba juzgando Muhr, te quería dar mi apoyo. Yo soy gay. -Abrí mis ojos como platos y mi mandíbula casi cayo al piso. El doctor Arthur Mackenna, el tipo mas varonil que he conocido, MI padrino, el soltero codiciado del hospital, el galán que trae locas a todas las enfermeras y pacientes femeninas, …el mejor amigo de mis padres…¿es gay?

-Wow… wow... wow… -rastrillé mi cabello para atrás y negué sonriendo- Nunca lo hubiera imaginado, es que jamás te he visto con alguien. –sonrió-

-Mi vida privada, es privada. Pero tus padres siempre lo han sabido –asentí, entendiendo por fin, por que nunca se había casado. –Y ¿desde cuando? –Preguntó.

-Esto es nuevo para mi, pero es un sentimiento que es mas fuerte que mi razón.-dije- Surgió de la nada, es más, yo detestaba a Qhuinn, me parecía tan pedante, tan superficial, una vida desperdiciada -me sonroje- hasta que lo conocí -Mackenna asintió-

 -¿Ustedes…? –negué-

 -Bueno… algo, pero no tanto. Solo nos besamos y…  no sé como decírtelo -Mackenna sonrió y me apretó el hombro-

-No digas mas, entiendo. Jugaron a los exploradores. –Me sonrojé furiosamente mientras reía nervioso-

-Algo así y me gustó lo que sentí –le miré- padrino, yo nunca he estado con una mujer más allá de unos besos y quizá un poco de base 2, ya sabes, pero nunca sentí la necesidad de ir más allá. Sin embargo lo que me sucedió con Qhuinn…  -el doctor me tomó del brazo y me llevó hasta la sala de espera, nos sentamos en unas sillas cercanas a la habitación de Qhuinn, estábamos solos por lo que podíamos conversar a gusto-

-Yo descubrí mis preferencias en la universidad, me enamoré de mi compañero de dormitorio, era mi mejor amigo, ambos nos exploramos aunque al final, el decidió que le gustaba mas explorar a las mujeres y lo nuestro quedo como una hermosa amistad -hice una mueca compasiva-

-Lo siento, debió doler –Asintió-

-Al principio, pero luego lo superé, simplemente acepté que no podía competir contra algunos acontecimientos, al menos fue una hermosa mujer quien me lo ganó y como ella sabía quien era yo…-suspiró-…en la vida de él, no me alejó totalmente, me aceptó y he sido parte de su familia hasta hoy. –Mackenna sonrió- Creo que ella también tuvo sus exploraciones en la universidad. –reímos.

-Entonces ¿final feliz? – hizo una mueca y asintió. Luego se puso serio y me miro.
-Muhr, se que ambos son jóvenes, muy jóvenes diría yo.

-Cumpliré 18 en menos de un mes y Qhuinn en poco mas de un mes.- El negó con la cabeza.

- Son jóvenes Muhr, pero la juventud no es mala, ni limitante, no te diré que por tu juventud no sabes lo que sientes, porque no creo que eso sea así. Lo que no me parece es que se utilice la juventud como justificación para romperle el corazón a alguien. La juventud a veces confunde la calentura y el morbo con el amor, pero eso no justifica el herir a un amigo. –En este punto Mackenna ya no hablaba de mí, pero no lo interrumpí. – No te quiero preocupar, solo quiero que seas tan respetuoso con Qhuinn como lo serias con una mujer. No por ser hombre, Qhuinn siente menos que alguna chica que te pudiera despertar interés. Y Qhuinn merece el mismo nivel de compromiso. –Asentí, sabía que me estaba comparando con su amor de juventud.

-Lo tengo claro padrino. A pesar de mi crianza hetero y estar preparado para cuidar de mujeres y no de hombres. Mi corazón se ha comprometido a cuidar al corazón de Qhuinn. –sonreí sincero.

-Ya eres todo un hombre Muhr, estoy muy orgulloso de ti. Estoy seguro que sabrás hacer respetar tus sentimientos y respetaras los sentimientos de quien te entrega su amor incondicional. –Sonreímos- Y Al fin y al cabo eso es  lo que une a las parejas: los sentimientos. Y los sentimientos no tienen genero, solo son sentimientos. Guíate por ellos y no te vas a equivocar.

-Gracias -lo abracé.

-Ven a verme si necesitas un consejo ¿Está bien? –Asentí.

Nos pusimos de pie, yo moría por ir a ver a Qhuinn. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿10 minutos? Como si fueran bajo el agua. Toqué mi barba crecida. Quizá debería afeitarme y darme un baño. Suspiré sonoramente y enfoqué la mirada en la puerta de Qhuinn. Fruncí el ceño y empecé a caminar con Mackenna a mi lado. Había un desconocido parado en la puerta. La policía aun no había interrogado a Qhuinn, no queríamos que lo hicieran ahora cuando su salud esta aun frágil. No queríamos que se altere.

A medida que nos acercábamos notamos que el hombre vestía demasiado elegante para ser policía. Tenía la mano en la manija pero no se atrevía a girarla. Estaba parado dándonos la espalda y no sabíamos quién era. Miré a Mackenna y este asintió.

-Señor, ¿busca a alguien? –el hombre se giró. Yo conocía a este hombre.

 POV. Qhuinn Lohstrong 
¿Por qué tarda tanto? ¿Habrá algo mal en mí? Comencé a ponerme nervioso, sabía que el carro de Diana me había arrollado cuando tiré a Muhr fuera de su trayectoria, después de eso todo esta borrado de mi mente, algo debe haber mal en mi y ese maldito pitido de la máquina solo elevaba mi nivel de ansiedad, trataba de moverme pero los dolores y punzadas me impedían mayor movilidad, ya se estaban demorando mucho.

Al fin la puerta se abrió y la inicial alegría se esfumó cuando vi que Muhrder no entraba solo. Muhr ingresó demasiado serio, eso no era bueno, sobre todo por que seguido de él entró quien menos esperaba.


Mi padre.

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