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A
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LEXANDER
Las llaves
de mi departamento hacen demasiado ruido al abrir la puerta, sin pérdida de
tiempo paso directo a la habitación en donde lo primero que veo es mi maleta en
la cama ya abierta, paso de largo directo a la ducha , el agua solo calma mis
músculos agarrotados, ¿qué había hecho ayer? El jabón líquido es arrastrado por
el agua al enjabonar mi pelo. Pero me decía que había sido altruista en invitar
a Ang, sacarlo de allí, para que no vuelva a intentar darse otra dosis de esa
mierda que se hacía.
El solo
pensar en él, en el por qué de tomar el camino de las drogas , se me estrujo el
corazón , no quería volver al Santuary un día y me digan que se había matado.
Sacudí los pensamientos y me concentré en sus ojos y voz, cómo siempre mi
cuerpo reaccionaba, se sacudió mi polla, fue engrosándose, en forma distraída
me acaricie de arriba abajo, deteniéndome en mi escroto, se escapó un
gruñido-gemido, la palma de mi mano se apoya en los azulejos, el ritmo aumenta,
imagino otra mano, no la mía, una voz apagándose porque está ocupada, de mi
glande, un tirón, mis muslos, se tensan, mi cuello se arquea y termino en un
rugido con mi simiente explotando en una liberación larga y relajante, termino
de bañarme y al salir con la toalla envuelta en las caderas , tomo la decisión
de que iría a buscar a Ang, no dejaría que vaya solo al aeropuerto. Cargo la
maleta, tomo las llaves.
Preguntarme
como llegué, ni se, solo al apagar el motor, me doy cuenta de lo impulsivo que
fui. ¿Qué mierda le diría? ¿Qué no quería pasar otra hora sin verlo? No, para
que arriesgarme a que se burle, aunque conociéndolo aunque sea poco, sé que no
lo haría.
El sonido de
mis propios pasos abriéndose camino hacia él, es el marco de ese cumulo de
emociones que me está haciendo inestable en esa área de mi vida hasta ahora
perfectamente libre. Lo veo en el escenario probando sonidos y ya en la barra
pido una bebida que no me gusta, pero quiero en mi boca.
-una botella de vodka
ANGELOS
En unas
cuantas horas más, me encontraría de viaje ¿una locura no? Cuando informé a la
banda y a Aimee que me largaría por unos días, el rostro que puso fue un poema,
ojalá y hubiese tenido una cámara para plasmar y subir a FB sus ojos cuando
cayeron como canicas y su mandíbula que llegó a ras de suelo, no me pidió
explicaciones, ella sabe que no las doy a nadie y ella al igual que los were de
The Howlers, saben bien que de los muchos años que llevo en el bar, jamás he
dejado una noche sin pisar el escenario, más que cuestionar mi decisión, solo
me desearon suerte y buen viaje, a pesar que todo lo concerniente a mi ausencia
era una incógnita, situación que me agradaba demasiado, era como si fuese un
secreto que solo Black y yo compartiéramos, me hacía sentir en complicidad con
él. Se sentía bien aquello
-Un, dos,
tres probando… probando – comencé con la prueba de sonido para aquella noche-
-¿Por qué no
te pruebas “este” mejor? -Gritó Dame desde la batería, estallé en risa-
-Se que te
gustaría pero no eres mi tipo Simba, roncas de una manera horrorosa y babeas
demasiado
Damien es un
león katagario, un cachorro dentro de la banda que también por motivos que
nadie sabe, ha llegado al igual que todos a convertir El Santuario en su lugar
de residencia.
De pronto,
el leopardo dentro de mí se puso en alerta máxima, le sentía demasiado cerca,
intenté enfocar mi visión en los pocos espectadores que habían en ese momento
dentro del bar, sin embargo las luces me tenían ya medio ciego, pero mis ganas
superaron cualquier cosa.
-Necesito un
trago, ahora vengo
No espere ni
aprobación ni respuesta, simplemente salí del escenario, al ajustarse mis ojos
a la penumbra del lugar le divisé y mi sonrisa arrogante fue tatuada de manera
inmediata en mi rostro, él estaba aquí. Me acerque a la barra y me senté en el
taburete junto a él sin siquiera mirarle, incliné mi cuerpo hacia el de él y
susurré en su oído.
-¿Qué hace
un chico como tu… en un lugar como este? Aquí está lleno de hombres malos… aún
puedes huir por tu salvación, no es tarde para eso
¿Parecía una
metáfora? Pero la aquellas palabras estaban cargadas de verdades y sinceridad,
en el fondo de mi alma no quería corromper a este humano con mi toxica
compañía.
ALEXANDER
-¿Huir? -tomo
un trago del vodka y sonrío de lado- me gusta este lugar y la compañía
Bajo la
mirada, recordando esos minutos anteriores bajo el agua, solo imaginé su mano,
pero mirarlo a él frente a mí ¿qué pienso? En que no solo su mano quiero.
-Rescatarme
del tedio Ang, vamos no te eches atrás -le paso el vaso de vodka- empecemos la noche y te vine a buscar, por eso
estoy aquí. Me apoyo en la barra tratando de ocultar el incipiente montículo a
punto de romper la bragueta.
El sonido de la batería y el bajo llama mi atención y veo a los que están en el
escenario, se están riendo y señalan hacia donde estamos.
Que mierda, debo tratar de que me pasé la evidencia de mis pensamientos
calientes y menos por otro macho.
No me imaginé estar en esta situación en donde esté buscando la cercanía de
otro hombre; me rasco la nuca, me muevo incomodo, bajo otra mano deslizándose
en el bolsillo y cambio de posición la polla alcahueta que me mete en líos.
-¿Podemos marchar en media hora Ang?
Uno de los músicos de la banda se acerca y le habla al oído haciendo que frunza
el entrecejo, lo miré y negué medio sonriendo. Los pelos de mi nuca se erizaron
pero lo disimulé bajando otro trago
¿Celos,
posesión? No era de mi propiedad
ANGELOS
-Si el
motivo de tu repentino interés por tener vacaciones después de casi 120 años es
este humano, será mejor que vengas conmigo ahora.
Colton no
esperó mi respuesta, simplemente se fue hacia la parte trasera del escenario,
él sabía que le seguiría de igual manera.
-Voy a mi
cuarto por mis cosas, dame unos minutos –le di un amistoso golpe en el hombro y
seguí el rastro de Colt-
Él ya se
encontraba apoyado en el muro junto a la puerta de mi cuarto, no dijo nada
hasta que hizo ingreso a mi pequeño dormitorio y colocó el pestillo por dentro.
-¿Es él
verdad? No me lo niegues, llevas actuando más extraño de lo habitual en las
últimas semanas. Nunca en los años que te conozco te he visto así.
-Ese no es
tu problema Colt, si te jode es tu puto problema, no desistiré del viaje sólo
porque te ha dado un ataque zorriático. -dije mientras destellaba una maleta,
la cual miré mal e la cambié por una cómoda mochila-
-Jodido
cabezota de palo
-¡¡COÑOOO!!
–me das un fuerte golpe en la cabeza que me deja viendo estrellitas- ¡matarás
mis últimas neuronas idiota!
-Idiota eres
tu cachorro –su sonrisa es digna de Colgate- estoy feliz por ti, solo no
procura cagarla ¿quieres? Sabes bien que, aunque sea tabú hablar de ello, los
cinco de la banda tenemos cadáveres en nuestros áticos y armarios a más no
poder y sospecho que esto es bueno para ti, ya demasiada mierda te has hecho a
ti mismo, lo único que deseo es que estés bien y no tener que estar preocupado
pensando en que quizás mañana te tenga que enterrarte y dejaré este discurso
hasta aquí porque ya parezco vieja cotilla. Sólo recuerda traer imanes para el
refrigerador, ya sabes lo mucho que le gustan esas burradas a Aymee. –dicho
esto se marchó-
Quedé más
idiotizado con lo sucedido, jamás lo hubiera pensado ni imaginado. Dejando todo
aquello en un lugar de mi cerebro para analizarlo más tarde, guarde algunas
cosas necesarias en la mochila, el resto simplemente lo podría destellar y bajé
ya más que decidido al encuentro de Black, sin embargo, al llegar a la planta
baja, me congelé al verle conversando con Aimee
ALEXANDER
Angelos
camina detrás de su amigo y largo un respiro y después de unos minutos, se
aflojan mis pantalones, cepillo mi pelo, pero escucho un carraspeo detrás de mí.
Al dar vuelta veo a la rubia hermosa llamada Aimee, mierda sus curvas son
afrodisíacos a los sentidos, pero por increíble que sea, mi cuerpo no
reacciona.
-Hola Aimee -se acerca acomodándose a mi lado-
-¿por qué llevas a Ang contigo? -se inclina sobre mi- le haces algo y arrancaré
ese corazón que escucho bajo tu camisa de marca, los estrujaré tan fuerte, que
no quedará nada -sonríe mostrando unos dientes muy blancos- o tal vez lo tiré a
los perros.
¡Carajo! Que mente más sanguinaria en una chica tan bonita, acaricio en forma
distraída sobre mi corazón, a lo que de nuevo esboza otra sonrisa.
-iré de viaje y lo invité para distraerlo de los problemas que lo llevaron a
eso.
-¿Distraerlo? -niega con vehemencia- esos están con él, pero solo no lo
lastimes
-No es mi intención lastimar a Ang, te lo prometo Aimee, le enseñaré nuevos lugares,
vamos a divertirnos.
Y sobre todo quería conocerlo a él, mi ser lo necesitaba. Aparece sorteando las
mesas con una mochila a cuestas, sonrío de lado.
-¿listo?, tengo el auto afuera- levanto la botella de vodka- llevo este y nos
vemos a la vuelta.
ANGELOS
-¿Nos vamos?
Sonrío
mientras dejamos el local, en ese momento mi cabeza hervía de tanto mensaje
telepático que me enviaban los were’s de la banda, para mi gran sorpresa, solo
me enviaban buenos deseos, mensajes obscenos y bromas de mal gusto
-¡Debes
contarme todos los sucios detalles de cuando te folles a ese bombón!, ¿harás de
pasivo esta ves?, ¿A tu chico le gustará la zoofilia?, ¡chúpasela hasta
secarlo!, ¡recuerda no babear mientras duermes! ¡hoooo! Trata de no cambiar a
leopardo mientras te lo montas o lo matarás del susto, ¿quién da y quién
recibe, quién chupa y quién traga?, ¡No te olvides de traer imanes para la
nevera! -aun así les respondí a todos-
-Son una
panda de marujas, nos vemos viejas cotillas –dije mentalmente- ¿Dónde tienes aparcado
el carro Black?
-Es aquel,
el burdeo –silbo asombrado-
-bonito
juguete tienes Black, un Cádilac xts ¿sabes lo que dicen de estos vehículos tan
ostentosos? –Sonrío con maldad mientras niegas- dicen que los machos que se
compran estos vehículos son para suplir la carencia bajo su cinturón –ríes
conmigo-
-Pues este
no es mío, es el que me paso la aseguradora mientras mi Audi está en el
mecánico, así que tu “objetiva” apreciación no calza conmigo –comienzas a
guardar el equipaje-
Mientras
observo el coche, me lanzas las llaves sin previo aviso directo a mi cabeza
cuando estoy de espaldas a ti, e instintivamente las capturo girándome con
rapidez, me miras extrañado por la agilidad de reacción.
-Maneja tú,
bebí unos tragos en el bar
Te sientas
en el puesto del copiloto mientras rodeo el auto, tendré que cuidarme más con
mis reacciones, no debo olvidar parecer humano.
ALEXANDER
Ya sentado
en el coche, río aún por la broma, en forma automática acaricio mi polla que no
se ha dormido por completo, con solo ver a Ang, se despierta el jodido.
-Tienes buenos reflejos, me gusta, quiere decir que no chocaras este cacharro
ostentoso
Miro el
perfil de tu cara, te ves feliz manejando el auto, un punto a favor de lo que
estoy buscando, despejar su mente y que se vea feliz y por sobre todo lo sea
-debes
meterte por la calle Jeffersson para llegar al aeropuerto Louis Armstrong, pero
entraremos por el noroeste, allí hay un hangar abierto a esta hora -miro el
reloj- falta media hora para la salida programada del vuelo. Podemos llegar
bien sin apuro.
Busco algo de muisca en la emisora, en el auto no tenía nada de mi selección,
no encuentro nada, maldigo, todo era romántico, dejo una de algo que me
recuerda a él
(Angels – Robbie Williams)
Llegamos y
le señalo por donde entrar, el auto se mete por las puertas grandes y el
oficial de abordo se apresura a recibirnos.
-O’Conner, te presento a Angelos Santiago, es un amigo y nos acompañará en este
viaje -al hablar extendía mi mano estrechando del Oficial y con la otra
adelanto del hombro a Ang- el te entregará sus documentos, para la entrada en
Sidney.
-Mucho gusto ¿señor Santiago?, no ubico de donde es, ¿italiano?
Mientras hablan me acerco al sobrecargo y le pido me prepare algo de comer y
mucho hielo, preguntando si hay mas vodka en la nave
ANGELOS
-No, soy de
Gloucester, Inglaterra –destellé mi documentación desde dentro de la mochila
antes de entregársela al Oficial-
-Su acento
lo delata señor Santiago, aunque su nombre da la indicación errada –sonríe
cordial- En un momento le hare devolución de su pasaporte, me haré cargo de su
salida en extranjería, con su permiso.
Dicho esto
el joven O’Conner tomo rumbo hacia las instalaciones del aeropuerto y yo
simplemente seguí a Black. El Cesna era pequeño, lo justo para que un ejecutivo
de alto rango y un puñado de asistentes pudiesen viajar, el interior demostraba
mucha comodidad y confort, contaba con todo lo necesario a una escala mucho
menor, lo justo y necesario para tener un viaje agradable, butacas amplias y
bien acochadas, mini bar, servicio de sobrecargo, incluso un par de locaciones
que de pasada identifique como pequeñas habitaciones. Gracias a los dioses que
son dos.
-Aquí
duermes tu amigo –me indica Black una de los lugares- deja tus cosas dentro y
preparémonos para el viaje.
Sin duda
será un largo viaje, sólo espero que este exento de contratiempos, sería
imposible justificar la presencia de un leopardo a 3000 pies de altura.

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