martes, 17 de marzo de 2015

Capítulo 18



POV. Qhuinn Lohstrong
 No se que me causo mas molestia, que Muhr no entrara solo o que fuera mi padre quien lo acompañara.

-Qhuinn –dijo mi padre y retiré mi mascarilla para contestar-

-¿Señor? –Mi voz sonó rasposa.

No me dio oportunidad de decir nada más, se acercó a la camilla en la que estaba tendido, como si deseara bloquear a Muhr y al médico de mi visión. Muhrder se adelanto e ignorando a mi padre, tomó una gasa de la mesita auxiliar, la mojo con agua purificada y me la dejo chupar. Lo repitió 5 veces, hasta que yo asentí y le di las gracias. Si no supiera que es imposible, juraría que Muhr lo hizo apropósito para molestar al homofóbico de mi padre. Su cara de asco no tenía precio.

-Ya puedes tomar agua directamente del vaso Qhuinn, pero no mucha, aun los sedantes estan saliendo de tu sistema.- Agregó el doctor-

-¿Podrían ser tan amables de dejarme a solas con mi hijo?

Les preguntó mi padre con demasiada cortesía. Ni los miró. El silencio que hubo por un instante debería haberlo sentido aterrador, pero eso habría sido antes. En unos segundos pasé de estar sorprendido por ver a mi padre a estar completamente cabreado, muy cabreado con su presencia

POV. Muhrder Black
 Dejar a Qhuinn con ese remedo de padre fue realmente una proeza, sobre todo después de todos los acontecimientos vividos, pero como bien me señalo mi padrino, es su padre y quien mejor para cuidarlo. Casi me río en su cara, pero por respeto me aguante.  De solo recordar el reencuentro con el señor Lohstrong después de casi 8 años de no verle su estirada cara, me hierve la sangre y no ayuda que ni siquiera me reconociera.

El doctor Mackenna me sacó casi a rastras de la habitación, estaba entre preocupado y cabreado con la situación, el padre de Qhuinn podría convencerlo de que estaría mejor con ellos, quizá las palabras que cruzamos unos minutos atrás lo hicieron reflexionar y termina llevándoselo de mi lado.

MI padrino me dijo que fuéramos a tomar un café y yo acepté, no tenia sentido quedarme a hacerle guardia a Qhuinn, era su padre, será un irresponsable pero es su hijo y su hijo acaba de regresar de la muerte.

Suspiré y caminé junto al doctor a paso lento, yo guardaba silencio y el solo mantenía un rostro pensativo. Nos detuvimos frente a la puerta de los ascensores, una enfermera se le acercó y comenzaron a charlar acerca del estado de uno de los pacientes del mismo piso. 

Mi mente aprovechó el silencio y decidió rememorar los minutos anteriores cuando reconocí al padre de Qhuinn parado en la puerta de su habitación.

Inicio de Flash back

 -Señor, ¿busca a alguien? -pregunto el doctor al hombre parado en la puerta de la habitación de Qhuinn, el hombre se giró enarcando una perfecta ceja mientras nos miró con total descaro de pies a cabeza valorándonos como si fuésemos inferiores a un insecto. Sus ojos eran de un gris gélido, sin embargo, si cambiara su color, podría ver a un Qhuinn con 25 años más.

-Sí, busco a  Qhuinn Lohstrong...-dudó y prosiguió –…mi hijo - el doc y yo nos miramos.

-Él está en esa habitación, soy su médico tratante. Dr. Mackenna –él le tendió la mano y el padre de Qhuinn solo le observó para luego acomodar su perfecta corbata de diseñador-

-Quiero verlo, necesito saber cómo esta y que sucedió con ese crío -Antes de que yo contestara el doctor hablo, le hizo un resumen de todo lo sucedido desde que Qhuinn entro en el hospital-

-¿Pero cómo pudo suceder algo así? nunca antes se había salido de control... sabía que debía ser internado, es un irresponsable -yo estaba controlando las ganas de zarandearlo. Como se atreve a juzgar a Qhuinn-

-Señor, su hijo me ha salvado la vida, es un héroe, no lo juzgue equivocadamente. -el señor Lohstrong me miró de arriba a abajo como si me viera por primera vez. Maldita barba, seguro me vería como un convicto-

-¿Y quién se supone que eres tú? -me erguí en mi sitio-

-Señor, soy Muhrder Black, amigo de Qhuinn, asistimos a la escuela juntos -entrecerró los ojos-

 -¿Y por un par de horas a la semana que pasas con mi hijo, me dirás que lo conoces mas que yo? -eso sí que me cabreó-

-No señor, por dos horas a la semana no diría algo así, pero si por las semanas que tiene viviendo en mi casa con autorización de la policía local, ya que mis padres tienen la tutela temporal de Qhuinn -el señor Lohstrong se puso blanco y reacomodó su cara corbata-

-¿Que dices chico? -mantuve mi seriedad-

-Lo que escuchó señor Lohstrong, tras esa puerta esta su hijo, un héroe local, un ciudadano modelo que está tramitando la independencia de la tutela parental. -esto último era algo que venia meditando, aunque no se lo había dicho a Qhuinn. Faltaba tan poco tiempo para que él cumpliera 18 y como sus padres no vendrían no tenia sentido hacerlo, el viviría conmigo hasta ese día, sin embargo ahora… las cosas habían cambiado.

-El no puede hacer eso, le hablare. Quiero verlo -yo gruñí. Vernos enfrentados debería ser toda una escena. El papá de Qhuinn es tan alto como yo-

-¿Ahora quiere verlo? ¿Luego de que lo deja por meses solo en su casa, a un menor, a un niño, desde los 15 años? -el padre de Qhuinn me miró con vergüenza por solo un segundo para luego cambiar su mirada por una profunda arrogancia-

-El trabajo nos tenia alejados, tenemos cuentas que pagar -bufe y el doctor carraspeó- además, esos son temas de adultos y no tengo porqué darte explicaciones a ti, eres solo un crio y no comprenderías las cosas de… grandes. –Sonrió de lado-

 -Señor Lohstrong trate de que su hijo no se agite. Si no lo ve desde hace un tiempo, puede que lo sorprenda. Hagamos de esta visita un momento cordial. Lo digo como su doctor.

Él asintió y yo resoplé. Apreté los labios y antes de que alguien se me adelante, de manera prepotente y poco educada, tomé la delantera.

Abrí la puerta, Qhuinn me miro con esa mirada soñadora que tanto amaba, pero luego su rostro se lleno de sorpresa y se sonrojó. Ya imagino lo que debe estar sintiendo. Puto sea su viejo.

Fin del flash back

Una mano en el hombro me hizo regresar a la realidad.

-Vamos Muhr, tengo hambre. –dijo el doctor Mackenna mientras las puertas del ascensor se abrían y unas enfermeras bajaban en el piso.

Yo como acto reflejo revisé mi bolsillo trasero y recordé que mi billetera me la había quitado porque me molestaba al estar sentado tanto tiempo, la había dejado en el cajoncito junto a la cama de Qhuinn.

Le hice un gesto al doctor indicándole que regresaba de inmediato, el negó con la cabeza y empezó a decirme que él quería invitarme, pero la enfermera nunca dejo de hablarle y yo no le hice caso, era una buena excusa para entrar a esa habitación y poder escuchar algo de su conversación. Caminé ahora con más entusiasmo.

POV. Qhuinn Lohstrong
 En el momento en que el Doc y Muhrder abandonaron la habitación, mi padre se quedó estático por un instante, su cuerpo se veía rígido y sus manos estaban empuñadas tan fuertemente que temblaban… sería de ¿pena? ¿Frustración? ¿Arrepentimiento?

La respuesta vino a mí un instante después, cuando mi padre se giró de manera rápida y me abofeteó tan fuerte en la mejilla que logre saborear el gusto de mi propia sangre.

-Cómo te atreves a insultarme de esa manera –dijo lleno de rabia- ¿así que los Black tienen tu tutela temporal? ¿Qué te has creído pequeña mierda? YO te he dado todo lo que cualquier crio desearía, libertad para hacer lo que desees sin que entrometa mis narices en tus asuntos, vives de manera independiente, puedes decidir por ti mismo las cosas que desees y no desees hacer, tu manutención se paga mes a mes, ni siquiera tienes que preocuparte por las cuentas de la casa y el pago de tu escuela –negó con desprecio- eres un malagradecido hijo de puta, ¿después de todo lo que he hecho por ti me pagas de esta manera? pequeño bastardo. –Ni se detenía para respirar- Sabía que al final me traerías problemas, con tu madre debimos seguir el plan original de abortarte, solo has sido una aberración y un error en nuestras vidas, lástima que la perra de Stella le tuviese tanto miedo a tu abuelo, nos habríamos evitado todo este lío. ¡Pero claro! El viejo de mierda quería un nieto a toda costa y no le importó que fueras una aberración mal hecha.

Estaba impactado, en shock, mis padres nunca fueron muy afectuosos conmigo, de hecho los veía demasiado poco, pasaba más tiempo con mi abuelo y cuando él falleció pasé por un sin número de nanas que cuidaban de mi hasta que cumplí los 15 que empezaron a dejarme solo, ¿porque pagarle a alguien para que me cuidara?, según ellos, ya no era necesario. Jamás habría imaginado que ellos tenían tanto desprecio hacia mí.

Mi padre se reacomodó el traje y peinó su cabello hacia atrás como si estuviese controlándose después de haber perdido los estribos.

-Ahora, tú quitarás todos los cargos, hablaras con los Black para eso. Fin del asunto.

-Vete a la mierda – Segunda bofetada. Esta logró partir mi labio inferior, pero me negué a mostrar dolor. Me había pasado un auto encima ¿que es una bofetada?-

-Harás lo que te digo pequeña mierda.

-Ya no te tengo miedo –Tercera bofetada, esta la vi venir, pero no podía hacer si quiera un  movimiento para evitarla, aún estaba dolorido-

-¡SOY TU PADRE Y HARÁS LO QUE YO DIGO MALDITA SEA! -La puerta se abrió de golpe y Muhrder perdió el color de su rostro al ver la escena-

-¡QHUINN!

POV. Muhrder Black
 Me acerqué rápidamente a Qhuinn, a la vez que su padre retrocedía con el rostro pasando del rojo al blanco. Las enfermeras junto con Mackenna entraron casi al instante, el doctor les dio unas indicaciones, Qhuinn me miraba con los ojos desorbitados y luego se les fueron apagando, las lágrimas caían por mi rostro e intente tomar su mano sin estorbar al equipo medico. El doctor me tocó el hombro

-Tranquilo hijo, lo hemos sedado, estará bien, pero lo mantendremos en observación y se suspenderán las visitas.

-¿Doctor Mackenna? -hablo una de las enfermeras- ha este muchacho lo han golpeado.

Mackenna miró al padre de Qhuinn que estaba en un rincón acomodando su corbata, un gesto nervioso que ya había identificado, luego el doctor se  acercó y miró fijamente a Qhuinn, lo revisó de manera rápida, volvió a mirar al señor Lohstrong y le dio instrucciones a la enfermera en jefe

-Llama a Seguridad y al representante de ayuda al menor. Inmediatamente.

La enfermera salió, yo estaba concentrado en agarrar la mano de Qhuinn y besarla. Cuando mi cerebro proceso la información que escuchaba, miré el rostro de Qhuinn y vi su labio roto, y sus mejillas magulladas. Las lágrimas se secaron en mis ojos y un zumbido empezó a hacerse mas fuerte en mis oídos, escuchaba a lo lejos las palabras del señor Lohstrong.

-Así estaba cuando entre –acomodó su corbata- no me pueden acusar de maltratar a mi hijo convaleciente, yo no soy un monstruo, seguro que este maricón que no deja de llorar como una Magdalena a los pies de mi hijo, fue quien lo golpeo, por que Qhuinn me dijo que no quería verlo mas, el dijo que...

El maldito no pudo pronunciar una palabra más, cuando volví a tomar consciencia de mis actos estaba sujeto por dos miembros de seguridad y mi mano dolía como un demonio.

Me miré con extrañeza, no entendía por qué me dolía tanto, el doctor les dijo a los agentes de seguridad que me dejaran en una silla, yo estaba muy tranquilo, me sentía flotar, muy ligero. Pude ver como metían una camilla a la habitación y colocaban a un hombre en ella, era el padre de Qhuinn, ¿se desmayo?, ¿se impresiono de ver a su hijo tan mal?

-¿Muhrder puedes oírme? -El doctor Mackenna me hablaba en cetáceo y su voz era muy divertida, yo sonreí y el suspiro- Hijo te tuve que sedar, pero estarás bien en unas horas, te llevare a la sala de observación para que descanses, voy a vendarte la mano mientras descansas.

No le entendía nada, pero me sentía muy ligero y eso me gustaba. Miré a Qhuinn antes de salir, dormía, yo también lo haría. Los ojos se me cerraban.


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