POV. Qhuinn
Lohstrong
No se que me
causo mas molestia, que Muhr no entrara solo o que fuera mi padre quien lo
acompañara.
-Qhuinn –dijo mi
padre y retiré mi mascarilla para contestar-
-¿Señor? –Mi voz
sonó rasposa.
No me dio
oportunidad de decir nada más, se acercó a la camilla en la que estaba tendido,
como si deseara bloquear a Muhr y al médico de mi visión. Muhrder se adelanto e
ignorando a mi padre, tomó una gasa de la mesita auxiliar, la mojo con agua
purificada y me la dejo chupar. Lo repitió 5 veces, hasta que yo asentí y le di
las gracias. Si no supiera que es imposible, juraría que Muhr lo hizo
apropósito para molestar al homofóbico de mi padre. Su cara de asco no tenía
precio.
-Ya puedes tomar
agua directamente del vaso Qhuinn, pero no mucha, aun los sedantes estan
saliendo de tu sistema.- Agregó el doctor-
-¿Podrían ser
tan amables de dejarme a solas con mi hijo?
Les preguntó mi
padre con demasiada cortesía. Ni los miró. El silencio que hubo por un instante
debería haberlo sentido aterrador, pero eso habría sido antes. En unos segundos
pasé de estar sorprendido por ver a mi padre a estar completamente cabreado,
muy cabreado con su presencia
POV. Muhrder
Black
Dejar a Qhuinn
con ese remedo de padre fue realmente una proeza, sobre todo después de todos
los acontecimientos vividos, pero como bien me señalo mi padrino, es su padre y
quien mejor para cuidarlo. Casi me río en su cara, pero por respeto me
aguante. De solo recordar el reencuentro
con el señor Lohstrong después de casi 8 años de no verle su estirada cara, me
hierve la sangre y no ayuda que ni siquiera me reconociera.
El doctor
Mackenna me sacó casi a rastras de la habitación, estaba entre preocupado y
cabreado con la situación, el padre de Qhuinn podría convencerlo de que estaría
mejor con ellos, quizá las palabras que cruzamos unos minutos atrás lo hicieron
reflexionar y termina llevándoselo de mi lado.
MI padrino me
dijo que fuéramos a tomar un café y yo acepté, no tenia sentido quedarme a
hacerle guardia a Qhuinn, era su padre, será un irresponsable pero es su hijo y
su hijo acaba de regresar de la muerte.
Suspiré y caminé
junto al doctor a paso lento, yo guardaba silencio y el solo mantenía un rostro
pensativo. Nos detuvimos frente a la puerta de los ascensores, una enfermera se
le acercó y comenzaron a charlar acerca del estado de uno de los pacientes del
mismo piso.
Mi mente aprovechó
el silencio y decidió rememorar los minutos anteriores cuando reconocí al padre
de Qhuinn parado en la puerta de su habitación.
Inicio de Flash
back
-Señor, ¿busca a
alguien? -pregunto el doctor al hombre parado en la puerta de la habitación de
Qhuinn, el hombre se giró enarcando una perfecta ceja mientras nos miró con
total descaro de pies a cabeza valorándonos como si fuésemos inferiores a un
insecto. Sus ojos eran de un gris gélido, sin embargo, si cambiara su color,
podría ver a un Qhuinn con 25 años más.
-Sí, busco a Qhuinn Lohstrong...-dudó y prosiguió –…mi
hijo - el doc y yo nos miramos.
-Él está en esa habitación,
soy su médico tratante. Dr. Mackenna –él le tendió la mano y el padre de Qhuinn
solo le observó para luego acomodar su perfecta corbata de diseñador-
-Quiero verlo,
necesito saber cómo esta y que sucedió con ese crío -Antes de que yo contestara
el doctor hablo, le hizo un resumen de todo lo sucedido desde que Qhuinn entro
en el hospital-
-¿Pero cómo pudo
suceder algo así? nunca antes se había salido de control... sabía que debía ser
internado, es un irresponsable -yo estaba controlando las ganas de zarandearlo.
Como se atreve a juzgar a Qhuinn-
-Señor, su hijo
me ha salvado la vida, es un héroe, no lo juzgue equivocadamente. -el señor Lohstrong
me miró de arriba a abajo como si me viera por primera vez. Maldita barba, seguro
me vería como un convicto-
-¿Y quién se
supone que eres tú? -me erguí en mi sitio-
-Señor, soy Muhrder
Black, amigo de Qhuinn, asistimos a la escuela juntos -entrecerró los ojos-
-¿Y por un par de horas a la semana que pasas
con mi hijo, me dirás que lo conoces mas que yo? -eso sí que me cabreó-
-No señor, por
dos horas a la semana no diría algo así, pero si por las semanas que tiene
viviendo en mi casa con autorización de la policía local, ya que mis padres
tienen la tutela temporal de Qhuinn -el señor Lohstrong se puso blanco y
reacomodó su cara corbata-
-¿Que dices
chico? -mantuve mi seriedad-
-Lo que escuchó
señor Lohstrong, tras esa puerta esta su hijo, un héroe local, un ciudadano
modelo que está tramitando la independencia de la tutela parental. -esto último
era algo que venia meditando, aunque no se lo había dicho a Qhuinn. Faltaba tan
poco tiempo para que él cumpliera 18 y como sus padres no vendrían no tenia
sentido hacerlo, el viviría conmigo hasta ese día, sin embargo ahora… las cosas
habían cambiado.
-El no puede
hacer eso, le hablare. Quiero verlo -yo gruñí. Vernos enfrentados debería ser
toda una escena. El papá de Qhuinn es tan alto como yo-
-¿Ahora quiere
verlo? ¿Luego de que lo deja por meses solo en su casa, a un menor, a un niño,
desde los 15 años? -el padre de Qhuinn me miró con vergüenza por solo un
segundo para luego cambiar su mirada por una profunda arrogancia-
-El trabajo nos
tenia alejados, tenemos cuentas que pagar -bufe y el doctor carraspeó- además, esos
son temas de adultos y no tengo porqué darte explicaciones a ti, eres solo un
crio y no comprenderías las cosas de… grandes. –Sonrió de lado-
-Señor Lohstrong trate de que su hijo no se
agite. Si no lo ve desde hace un tiempo, puede que lo sorprenda. Hagamos de
esta visita un momento cordial. Lo digo como su doctor.
Él asintió y yo
resoplé. Apreté los labios y antes de que alguien se me adelante, de manera
prepotente y poco educada, tomé la delantera.
Abrí la puerta,
Qhuinn me miro con esa mirada soñadora que tanto amaba, pero luego su rostro se
lleno de sorpresa y se sonrojó. Ya imagino lo que debe estar sintiendo. Puto
sea su viejo.
Fin del flash
back
Una mano en el
hombro me hizo regresar a la realidad.
-Vamos Muhr,
tengo hambre. –dijo el doctor Mackenna mientras las puertas del ascensor se abrían
y unas enfermeras bajaban en el piso.
Yo como acto
reflejo revisé mi bolsillo trasero y recordé que mi billetera me la había
quitado porque me molestaba al estar sentado tanto tiempo, la había dejado en
el cajoncito junto a la cama de Qhuinn.
Le hice un gesto
al doctor indicándole que regresaba de inmediato, el negó con la cabeza y
empezó a decirme que él quería invitarme, pero la enfermera nunca dejo de
hablarle y yo no le hice caso, era una buena excusa para entrar a esa
habitación y poder escuchar algo de su conversación. Caminé ahora con más
entusiasmo.
POV. Qhuinn Lohstrong
En el momento en
que el Doc y Muhrder abandonaron la habitación, mi padre se quedó estático por
un instante, su cuerpo se veía rígido y sus manos estaban empuñadas tan
fuertemente que temblaban… sería de ¿pena? ¿Frustración? ¿Arrepentimiento?
La respuesta
vino a mí un instante después, cuando mi padre se giró de manera rápida y me
abofeteó tan fuerte en la mejilla que logre saborear el gusto de mi propia
sangre.
-Cómo te atreves
a insultarme de esa manera –dijo lleno de rabia- ¿así que los Black tienen tu
tutela temporal? ¿Qué te has creído pequeña mierda? YO te he dado todo lo que
cualquier crio desearía, libertad para hacer lo que desees sin que entrometa
mis narices en tus asuntos, vives de manera independiente, puedes decidir por
ti mismo las cosas que desees y no desees hacer, tu manutención se paga mes a
mes, ni siquiera tienes que preocuparte por las cuentas de la casa y el pago de
tu escuela –negó con desprecio- eres un malagradecido hijo de puta, ¿después de
todo lo que he hecho por ti me pagas de esta manera? pequeño bastardo. –Ni se
detenía para respirar- Sabía que al final me traerías problemas, con tu madre
debimos seguir el plan original de abortarte, solo has sido una aberración y un
error en nuestras vidas, lástima que la perra de Stella le tuviese tanto miedo
a tu abuelo, nos habríamos evitado todo este lío. ¡Pero claro! El viejo de
mierda quería un nieto a toda costa y no le importó que fueras una aberración
mal hecha.
Estaba
impactado, en shock, mis padres nunca fueron muy afectuosos conmigo, de hecho
los veía demasiado poco, pasaba más tiempo con mi abuelo y cuando él falleció
pasé por un sin número de nanas que cuidaban de mi hasta que cumplí los 15 que
empezaron a dejarme solo, ¿porque pagarle a alguien para que me cuidara?, según
ellos, ya no era necesario. Jamás habría imaginado que ellos tenían tanto
desprecio hacia mí.
Mi padre se
reacomodó el traje y peinó su cabello hacia atrás como si estuviese
controlándose después de haber perdido los estribos.
-Ahora, tú
quitarás todos los cargos, hablaras con los Black para eso. Fin del asunto.
-Vete a la mierda
– Segunda bofetada. Esta logró partir mi labio inferior, pero me negué a
mostrar dolor. Me había pasado un auto encima ¿que es una bofetada?-
-Harás lo que te
digo pequeña mierda.
-Ya no te tengo
miedo –Tercera bofetada, esta la vi venir, pero no podía hacer si quiera un movimiento para evitarla, aún estaba dolorido-
-¡SOY TU PADRE Y
HARÁS LO QUE YO DIGO MALDITA SEA! -La puerta se abrió de golpe y Muhrder perdió
el color de su rostro al ver la escena-
-¡QHUINN!
POV. Muhrder
Black
Me acerqué rápidamente
a Qhuinn, a la vez que su padre retrocedía con el rostro pasando del rojo al
blanco. Las enfermeras junto con Mackenna entraron casi al instante, el doctor
les dio unas indicaciones, Qhuinn me miraba con los ojos desorbitados y luego
se les fueron apagando, las lágrimas caían por mi rostro e intente tomar su
mano sin estorbar al equipo medico. El doctor me tocó el hombro
-Tranquilo hijo,
lo hemos sedado, estará bien, pero lo mantendremos en observación y se suspenderán
las visitas.
-¿Doctor
Mackenna? -hablo una de las enfermeras- ha este muchacho lo han golpeado.
Mackenna miró al
padre de Qhuinn que estaba en un rincón acomodando su corbata, un gesto
nervioso que ya había identificado, luego el doctor se acercó y miró fijamente a Qhuinn, lo revisó de
manera rápida, volvió a mirar al señor Lohstrong y le dio instrucciones a la
enfermera en jefe
-Llama a
Seguridad y al representante de ayuda al menor. Inmediatamente.
La enfermera salió,
yo estaba concentrado en agarrar la mano de Qhuinn y besarla. Cuando mi cerebro
proceso la información que escuchaba, miré el rostro de Qhuinn y vi su labio roto,
y sus mejillas magulladas. Las lágrimas se secaron en mis ojos y un zumbido empezó
a hacerse mas fuerte en mis oídos, escuchaba a lo lejos las palabras del señor
Lohstrong.
-Así estaba
cuando entre –acomodó su corbata- no me pueden acusar de maltratar a mi hijo convaleciente,
yo no soy un monstruo, seguro que este maricón que no deja de llorar como una Magdalena
a los pies de mi hijo, fue quien lo golpeo, por que Qhuinn me dijo que no quería
verlo mas, el dijo que...
El maldito no
pudo pronunciar una palabra más, cuando volví a tomar consciencia de mis actos estaba
sujeto por dos miembros de seguridad y mi mano dolía como un demonio.
Me miré con extrañeza,
no entendía por qué me dolía tanto, el doctor les dijo a los agentes de
seguridad que me dejaran en una silla, yo estaba muy tranquilo, me sentía
flotar, muy ligero. Pude ver como metían una camilla a la habitación y
colocaban a un hombre en ella, era el padre de Qhuinn, ¿se desmayo?, ¿se
impresiono de ver a su hijo tan mal?
-¿Muhrder puedes
oírme? -El doctor Mackenna me hablaba en cetáceo y su voz era muy divertida, yo
sonreí y el suspiro- Hijo te tuve que sedar, pero estarás bien en unas horas,
te llevare a la sala de observación para que descanses, voy a vendarte la mano
mientras descansas.
No le entendía
nada, pero me sentía muy ligero y eso me gustaba. Miré a Qhuinn antes de salir,
dormía, yo también lo haría. Los ojos se me cerraban.
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