martes, 21 de julio de 2015

Capítulo 31


…En la noche del mismo día…


P.O.V.  QHUINN LOHSTRONG

Me removí en la cama lentamente para acomodarme sobre mi costado bueno e intenté por centésima ves relajarme y lograr aquel punto de desconexión con el mundo que me llevaría a dormir profundamente.

Los minutos pasaban y nada. Me removí y me acomodé, ahora de espaldas. Sería bastante fácil el hecho de tocar el botón de llamado y de seguro que si aludía a fuertes dolores o algún tipo de malestar “estilo hipocondríaco” podrían suministrarme algún medicamento para dormir, pero fue un recurso utilizado de manera tan inescrupulosa por mi parte días atrás que de verdad no me apetecía volver a recaer en ello.

La sensación de embotamiento era lo peor de todo.

Mi mente revivía todos los hechos sucedidos el día de hoy. Si que había sido intenso, luego que nadie daba ni un céntimo por mis huesos, el día de hoy fue un enjambre de visitas a toda hora, algunas poco deseadas y otras políticamente correctas, sin embargo me las banqué toditas con una sonrisa complaciente tatuada en mi cara.

El solo hecho de ver a mi Muhr rebosante de dicha era suficiente pago para que mis niveles de tolerancia hacia la diversidad “no grata” se elevaran.

Luego de hacer aquella íntima celebración matutina, Muhrder debía ir a la escuela. Él no quería pero con algo de chantaje, manipulación y ojitos brillantes logre que se fuera. He de reconocer que era la primera vez en mi vida que veía a alguien que no caminaba… levitaba de alegría, jamás me hubiese imaginado que algo tan sencillo como un “collage” removiera de esa manera tan profunda los cimientos en alguien, aunque de seguro que su familia y amigos le darían muchas y mejores cosas, pero no, él me aseguró que mi regalo es el mejor obsequio del mundo, y que superaría de lejos cualquier cosa comprada.

Eso me lleno de alegría y fue tal la emoción que luego cuando el Doc Mortis me hizo mi revisión cotidiana, me mando a relajarme porque estaba demasiado excitado.  Si el supiera cuan excitado me dejo Muhr… me enviaba al coma nuevamente.

Además, también me dio una noticia que me alegró un montón, la próxima semana sería dado de alta si todo seguía tan bien como hasta ahora. Lo cual me ponía bastante ansioso, nervioso, intrigado, “anhelante”… 
De seguro ese “anhelante” era el valor agregado a mi coctel de acontecimientos diarios y lo que me tenía con problemas para conciliar el sueño.

Y como no… Si Muhr, el muy cabezota, ahora que tenía la mayoría de edad, se iría a vivir conmigo a la casa de su padrino. Quería que estuviéramos juntos, así como juntos… “muy” juntos, no como cuando yo vivía en la casa de los Black, sino “bien juntos y bien revueltos”.

De solo pensar en eso sentía que mis mejillas se coloreaban cual jovencita esperando ser desflorada.

Y ni aunque triplicara o cuadruplicara las horas de yaoi que he visto en mi vida o llenara la memoria de mi pc con porno gay, podrían prepararme para lo que pasaría en “ESA noche”…

 “Palabras textuales de Muhrder”.

Durante la mañana no pudimos conversar mucho del tema, Muhr debía irse a la escuela, pero lo que si decidimos de mutuo acuerdo fue esperar hasta que el Doc Mortis me dé el pase liberador, ya que lo que menos desea Muhr es hacerme daño en un arranque de salvajismo pasional y desenfrenado…

“Palabras textuales de Muhrder”

Lo que significa castidad por lo menos unos cuatro meses… más. ¡Cumpliré mi mayoría de edad y seguiré siendo virgen! ¡Puta Diana!

-Cuatro meses… -suspiré-

Son cuatro meses viviendo con él hombre que amo, durmiendo a su lado, besándolo, tocándolo, oliéndolo… ¿cómo espera Muhr que soportemos cuatro meses sin tener sexo? Es en lo único que pienso cada vez que me come la boca… y estoy seguro que él está en la misma frecuencia que yo.

Este tiempo serán una tortura… aunque no tendrían que ser cuatro meses TAAAAN CASTOS… aún queda la “letra chica” del contrato –sonreí de lado- aún podemos darnos uno que otro arrumaco nivel XXX. Seeee… salseo nivel Dios.

Jalé las mantas y acomodé la almohada dándole algunos golpes, apreté mi incipiente erección para que bajara. ¡Ahora menos podría dormir! Tengo que pensar en algo desagradable…

Sonreí con maldad cuando recordé la llegada de la Rubia Oxigenada durante la mañana…

…Dianita.

Es increíble como “un toque de persuasión” logra que la gente colabore con eficiencia y haga cosas que nunca en su puta vida habrían hecho, como por ejemplo: la llegada puntal de ella a las 8:59 de la mañana. Porque aquella no fue una visita de cortesía, sino de compromiso. Un arreo a toda regla.

Recordar su cara de fastidio y bronca al ingresar a mi habitación, para luego lanzarme la documentación por la cabeza, no dijo ni pio, pero no le dejé marchar sin antes advertirle de manera “políticamente correcta” que debía mantener el pico bien cerrado con respecto a nuestro acuerdo, puesto que mientras tuviese pruebas, su futuro estaba aún en mis manos, independiente de que ahora yo hubiese desestimado su condena.

Aquello la cabreó de manera horrorosa y aunque se mantuvo con el pico cerrado el portazo que dio al salir retumbó por un buen rato.

Suspiré con fastidio, debía de dejar de dar manija a mi cerebro o no conciliaría el sueño. Al menos ya no tenía la más mínima erección, es más, no encontraba mi pene. –Sonreí- pensar en Diana me castra.

Cogí el móvil… 2:17 de la madrugada. Gemí, me sentía agotado pero mi hiperactiva mente no paraba.

Le escribiría a Muhr, seguro que con él podría alejar mis pensamientos de lo ocurrido hoy… pero una vez que abrí Whatsapp en mi rostro se dibujó de inmediato una sonrisa. Muchos… podría decir que un poco más de un centenar de mensajes de mi Muhr enviados a medio día, realmente estaba preocupado por la visita de la policía, es más, el tenía la idea de fugarse de la escuela para brindarme todo su apoyo moral. Tuve que ser muy persuasivo en la mañana para lograr que se quedara ahí, de hecho ya me habían dicho que sólo podría estar presente el Doc Mortis, por ser mi tutor legal y nadie más. Así que no tendría sentido que estuviera si se quedaría en el pasillo. Aun así, durante la toma de declaración, el móvil vibraba sin cesar. ¿Existirá alguien más controlador que Muhr?

Sería una mentira si dijera que no me hizo falta, pero fue mejor así, sin su presencia pude manejar de manera más dosificada el cabreo de dos pares de cojones, que generaría mi declaración.

Por parte del Doc su cara fue digna de un poema cuando le dije a la poli que no levantaría cargos. Eso no se lo esperaba. Habíamos hablado más de una vez del tema y en todas: yo hundía a Diana en prisión por todo el tiempo que le pudiera conseguir y él me apoyaba al 100%. Al final de la declaración salió de la habitación sin mirarme y evidentemente decepcionado. Ni modo, tengo mis motivos.

Y luego Muhr tampoco se lo tomó muy bien que digamos. No me ayudó mucho que el Doc fuera el primero en decírselo, que tío para más cotilla, ya me imagino como se lo pintó, por que entró en mi habitación hecho una fiera lleno de indignación. No entendía “por qué” de mi cambio de opinión y no entendía “el por qué”” no se lo había dicho. Si no fuera “porque” era su cumpleaños, eso habría terminado en pelea. Hasta donde sé, no es mi dueño y yo puedo hacer lo que me salga de los huevos.

Claro que eso no fue lo que le dije…

Aunque no pude decirle toda la verdad, hice todo lo que estuvo de mi parte para apegarme a ella lo más posible, luego de miradas caídas, sonrisas coquetas, robarle uno que otro beso… al final comprendió mis motivos y estuvo de acuerdo con ellos, …“ya bastante aporreo he pasado en poco tiempo y lo que menos deseo es que toda esta situación se extienda más, lo que más deseo es cortar con todo, ya suficiente tengo en mis manos con el juicio hacia mis padres como para agregar otro más hacia la Oxigenada”… realmente estaba cansado de eso y deseaba dar vuelta la página.

La llegada de Selena, Vlad y su tía, dió por terminada esa horrible charla, Selena había prometido traer la torta sorpresa… y cumplió. Le trajo la torta a Muhr y a mí la sorpresa: porque sus padres entraron de la mano  y junto a ellos el doctor Mortis.

Fue todo tan surrealista, parecía que estábamos en la dimensión paralela de “todos amamos la relación de Muhrder y Qhuinn”.

La señora Black traía una sonrisa enorme y no se detuvo en el saludo a su hijo, se me acercó y me saludo con un beso en la mejilla y una sonrisa radiante, yo era al parecer el único en shock, los demás eran risas y saludos. Yo me sentía el único extraño en este mundo feliz. El señor Black fue más cauteloso, luego de saludar a su hijo, se me acerco y solamente apretó mi mano, me miró fijamente y solo vocalizo un “gracias”. Yo le regresé una mueca por sonrisa.

En ese momento entendí el motivo de tanto cariño hacia mi persona. Ya deben saber que no denuncie a Diana. 

Ahora que lo pienso, el único con una cara de pocos amigos era el Doc Mortis, no sé qué pasaba entre el Doc y el padre de Muhr, pero estaban evidentemente distanciados, ¿será…? No… imposible.

Luego del canto y soplada de velas, el doctor Mortis se encargó de despejar la habitación, dijo que no podíamos estar todos, asi que tras unas despedidas rápidas todos se marcharon excepto Muhrder.

Nunca he estado más agradecido con el oportuno doctor, realmente me estaba costando un riñón soportar la presencia de los padres de Muhr y además tener que sonreírles. Amo a Muhr, pero ya veía que acortar la distancia entre sus padres y yo, iba a ser un trabajo duro y muy largo.

Suspiré y mis pensamientos regresaron al presente…

Le escribí un mensaje a Muhr:

SMS: MOSHI PIENSA EN COSITO

No hubo respuesta, ya mañana lo leería. Bloquee el móvil y me acurruque lo mejor que pude. Mi móvil vibro, no me aguanté y leí su mensaje:

SMS: COSITO PIENSA EN MOSHI

Sonreí y bloquee nuevamente el móvil. Por Muhr cualquier sacrificio valía la pena. Estaba locamente enamorado de él.

Al fin había logrado un poco de comodidad  y mis ojos comenzaban a cerrarse por sí solos, el tiempo había pasado y ya era bastante tarde, mi cuerpo ya se sentía más y más pesado. Ahora solo me quedaba enfrentarme al siguiente raund ya que en unas horas vendría la madre de Muhrder en su calidad de abogada para ponerme al día con el juicio. Solo espero que no haya más sorpresas.

  
--- AL DÍA SIGUIENTE ---


Muy ejecutiva y con la pinta de toda una profesional llego aquella mañana la señora Black, con su traje de dos piezas, tacones altos, maletín y aquellas gafas que le daban un aire ejecutivo y serio. Muy puntual a las 9:30 de la mañana llegó a mi habitación según lo acordado. Sin embargo, su rostro estaba enmarcado por una sonrisa que no podía ser más feliz, salvo claro, que fuese un perro con dos colas. Al entrar lo primero que hizo fue olvidarse de su maletín vintage y acortar la distancia que nos separaba para brindarme un apretado abrazo, tal como si fuésemos amigos de toda la vida.

¿Podría existir algo más incómodo que eso? Por lo mismo carraspeé y al instante me soltó

-Disculpa, pero me alegra tanto verte bien y recuperado –me dio un par de palmaditas en la mejilla-

-Bueno, vamos al grano. Póngame al tanto de lo que ha pasado señora Black

-Tienes razón

Sonrió radiante hacia mí, me contuve de rodar los ojos mientras ella sacaba toda la documentación y me la entregaba, eran extensas actas y escritos legales en los cuales se mencionaban un montón de leyes y dictámenes de la corte, de solo ojearlos me daba fiaca leerlos, además, de seguro entendería menos de la mitad.

-¿Porqué no me hace usted el resumen? De verdad que no entiendo nada de cosas legales. –volvió a darme aquella sonrisa Colgate junto con unas palmaditas en mi mano escayolada-

-Pues bien, después de un largo proceso penal donde tus padres permanecieron en prisión preventiva mientras se hizo la investigación del caso, el estado tomó el papel de representarte en las audiencias debido a que tenías la imposibilidad de recurrir a la corte y por sobre todo porque ante los ojos de la ley, eres un menor de edad y hubo varias leyes que protegen a los menores que sufrieron algún grado de infracción por el actuar irresponsable de tus padres. Frente al caso la corte ya dio su veredicto –durante su discurso mantuve mi mejor cara de póker, sin embargo mis manos ya comenzaron a sudar- a la señora Lohstrong le fueron exonerados todos los cargos, por lo tanto quedó en libertad el mismo día –de una carpeta extrajo un sobre y me lo entregó- ella me pidió que te hiciera entrega de esto, ya que iba a salir fuera del país

Se me hizo chinitos en la piel mientras observaba el sobre y mi corazón latía como el de un conejo asustado, pero al mal paso darle prisa, dicen por ahí, así que lo abrí y lo leí en silencio

Querido hijo:
De verdad lamento todo por lo que has pasado, jamás me hubiese imaginado que mis actos te afectarían hasta este punto, pensé que hacía lo mejor para ti, puesto que desde siempre he sabido que no he nacido para ser madre, debo ser de las pocas mujeres que han nacido sin el instinto materno, por lo mismo velé porque tuvieses un techo y el dinero suficiente para que lograras tener una vida tranquila y en libertad, sobre todo esto último. Siempre he vivido de esa manera, sin limitaciones y ataduras que me retuvieran en algún lugar. Tu padre compartía mi estilo de vida y por eso apenas tu tuviste edad te brindamos este mismo privilegio.
Mi querido Qhuinn, mientras tú estás leyendo esta carta, yo me encuentro en vuelo hacia la casa de mi familia, de seguro te sorprende, pero desde el momento en que me casé con tu padre, ellos me repudiaron, no comprendían mi necesidad de vivir sin ataduras, sin embargo ahora que mi abogado está realizando todas las gestiones para el divorcio ellos me han aceptado de nuevo, así que volveré a Nueva Inglaterra.
Sé muy bien que esta es una manera muy cobarde de pedirlo, pero espero que algún día puedas perdonarme por todo lo que te hice y por lo que no hice contigo, pero de verdad, no pude juntar el valor para ir a ti una vez más, puesto que no podría soportar ver tu mirada de desprecio ya que eres mi hijo y a pesar de todo te amo con todo mi corazón.
Espero de verdad que algún día nuestros caminos se crucen nuevamente.
Se feliz mi querido Qhuinn

Mamá

-¿Qhuinn? ¿Qué sucede? Te has puesto pálido ¿debo llamar a la enfermera? Es tu madre ¿verdad? ¿Qué te ha dicho? –Arrugué la dichosa carta en un puño y aunque me sentía destrozado por la falta de habilidades blandas de mi madre no me derrumbaría ahora, no frente a ella-

-¿Y mi padre? ¿Qué le sucedió a él? –Ella hizo el ademán de decir algo, sin embargo se guardó sus palabras para volver a su posición de profesional-

-El señor Lohstrong fue condenado a 15 años de prisión bajo los cargos de maltrato hacia un menor, abandono, malversación de fondos, estafa, lavado de dinero e intento de asesinato.

-¿Pero cómo es posible? Siempre me dieron menos de lo necesario para  vivir, no es posible que tuviese dinero… y… ¿Y a quien quiso matar? –me temía la respuesta-

-Qhuinn, escúchame con atención, cuando falleció tu abuelo el te dejó como único heredero –esto tenía que ser un chiste- lo sé, jamás te lo dijo y fue porque él quiso adueñarse de tu herencia, manipuló a tu madre para llevársela lejos, durante mucho tiempo él intentó poner sus manos en ese dinero, sin embargo tu abuelo fue muy astuto y dejó toda la documentación con su abogado guardado en un fideicomiso que se encuentra congelado hasta que tu lo recibas. Al igual que la mansión, como tu padre no la pudo vender ha estado rentada desde el momento que cambiaste de domicilio.

-No puede ser…

-Pues sí que lo es, estaba en los planes del señor Lohstrong… pues… hacerte desaparecer, el sicario estaba ya contratado. Lo siento hijo…

-Jodida mierda –esto era increíble y de pronto una idea llegó a mi cabeza- ¿de cuánto dinero estamos hablando como para que mi padre llegara ese extremo?

-Es mucho dinero… 8 cifras –expulsé todo el aire contenido ¿8 cifras? Era jodidamente rico - …y como se encuentra invertido, a lo largo de los años los intereses han hecho que la cifre aumente –jodida mierda- Aún hay más, la mansión es tuya y a penas cumplas la mayoría de edad ya puedes disponer de ese inmueble como tu desees, con respecto al fideicomiso hay unas clausulas que debes respetar –revolvió nuevamente la documentación- solo hay tres formas para que recibas tu herencia; la primera: es que debes graduarte con una profesión, la segunda: es que debes cumplir 25 años y la tercera: simplemente debes casarte.

Si decides estudiar, tus estudios y los gastos que se deriven de ellos, serán pagados de manera automática por el fideicomiso, si optas por no dar continuidad a tus estudios solo recibirás una pensión de gracia que equivale a una cifra bastante paupérrima –reí sin humor, seguiré siendo pobre-

¡Jodida mierda! El abuelo sí que supo hacer bien su jugada, el siempre quiso que estudiara. Tuve que parpadear varias veces para mantener a raya mis lágrimas. Me emocionaba saber que mi Abu, incluso de muerto aún me protegía. La señora Black carraspeó, lo que me sacó de mi nostalgia.

-Qhuinn, quería darte las gracias, muchas, muchas gracias, el que no denunciaras a Dianita ha significado mucho para mí y para mi matrimonio. Hay algunos… asuntos que es mejor dejar guardados donde están y hubiese sido muy dañino para mí que salieran a la luz. Estoy infinitamente agradecida de que mi hijo encontrara a un joven tan noble como tú. Déjame prometerte algo, te prometo ser la mejor madre para Muhr y para ti.

Estrujé la carta que aun quemaba en mi mano. Para madre ya tuve suficiente.

-Sé que usted tiene las mejores intenciones señora Black y una de las cosas que he sacado en claro de todo lo que he pasado es que siempre debo ser directo y claro. Permítame decirle que el no haber realizado la denuncia hacia la Rubia Cabeza Hueca no fue por usted ni por su marido, fue otro motivo de mayor peso el que me hizo cambiar de opinión, motivo que no voy a aclarar en este momento, así como usted tiene sus asuntos privados, yo también tengo los míos. Por otra parte, de  verdad no necesito otra madre, así que no se preocupe por desempeñar ese rol porque no lo quiero ni necesito, solo le agradecería que volviera a ser la de antes con Muhrder, él la necesita y extraña. Sólo ame a su hijo.

Ella asintió, parecía un tanto desconcertada por mis palabras pero no replicó ninguna de ellas. Luego, continuó explicándome algunos asuntos legales más hasta que llegó el momento de la despedida, la cual no fue tan expresiva como su saludo inicial.

-Señora Black, desearía pedirle algo, todo el asunto de la herencia le agradecería que quedara bajo confidencialidad, nadie debe saber sobre el fideicomiso.

-Pierde cuidado Qhuinn, soy muy profesional. Todo lo que tratemos quedara entre nosotros, violar el secreto abogado-cliente me costaría mi carrera. –luego de eso, solo se marchó.



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