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ANDER
Me senté en
la cama y observé a mí alrededor, tal parece que todo ya está guardado, aunque
mis pertenencias nunca han sido muchas, las valoraba por lo que significaban,
un par de maletas con ropa y varias cajas llenas de libros de literatura. Leer
siempre fue mi pasatiempo favorito.
Mientras los
otros chicos del hogar añoraban mes a mes las visitas de los posibles padres
adoptivos, después de unos años me resigné a que jamás tendría esa suerte, por
lo tanto prefería leer sobre la vida de otra persona, historias con desenlaces
de “Y vivieron felices para siempre”.
En el Hogar
para Niños y Jóvenes de las Pequeñas Hijas del Corazón de Jesús, siempre las
hermanas decían que vivía más en los sueños que en la realidad, sin embargo
potenciaban mi amor por la lectura y de manera periódica me obsequiaban algún
libro de segunda mano que conseguían de los donativos que llegaban al hogar, no
podía haber mayor alegría para mí que tener uno de esos en mis manos, el aroma
a libro, la textura del papel eran mi adicción.
Desde los 4 años viví con ellas, mis padres, Robert Alexander Black y Mariom Douglas, murieron en un accidente, su auto se resbaló en un puente cubierto de hielo.
Sin padres, ni familiares en el país, una sola tía abuela en Escocia que por su edad no podía reclamar custodia de un niño tan pequeño, el estado me derivó a un hogar de huérfanos.
Las hermanas me recibieron con los brazos abiertos, pero durante los años que se sucedieron, dos hogares quisieron adoptarme, pero la mala suerte o la buena, que se yo, me devolvieron a la casa de huérfanos.
La primera familia, me iban a adoptar porque no podían tener hijos, a la semana que se concretaría los papeles, ella descubrió que iba a ser madre y desistieron.
La segunda una familia que tenía por pasatiempo vivir de la ayuda del estado por hijos adoptados, se descubrió su fraude y de nuevo volví a quedar en la lista de espera.
Al final
pasaron los años y crecí, estudiando bajo el cobijo de las hermanas.
Pero la verdad, es que mi vida no ha sido tan
mala, a falta de una madre, tuve 15. Sin embargo siempre tuve mayor afinidad
con la Hermana Katty, ella era quien me cuidaba de mis enfermedades, me asistía
cuando tenía terrores nocturnos o simplemente conversábamos largo y tendido en
las tardes sobre cualquier tema, ella fue la que me inclinó a la Literatura
como dije, es la que siempre me tiene en la mira y consentido, ha sido la mejor, es la única que sabe mi
secreto.
-¿Ya tienes
todo listo? –Sonreí de manera inmediata cuando ella entró-
-Ya
está todo guardado, no son muchas cosas así que no tardé tanto –Se sentó
junto a mí y tomó mis manos-
-Te vamos a
extrañar mucho Xander –no me resistí al impulso de envolverla en mis brazos-
-Y yo a
usted hermana, estoy tan emocionado con lo que se viene y tan aterrado a la
vez, siempre he estado en este pueblo y salir tan lejos me da vértigo. –Se
aleja un poco para darme una radiante sonrisa, aunque sus ojos están húmedos de
emoción-
-Todo irá
bien, las cosas han resultado como esperabas ¿no? Esa oportunidad ha sido la solución a todo pequeño, tienes en
tus manos todo un futuro –dice llena de maravilla- ha sido toda una bendición
esa beca por deporte que has ganado y la aceptación en el periódico por tus
artículos –da un golpe en su pierna- en el fondo sabía que serviría que
salieras corriendo del hogar cada vez que la hermana Érica cocinaba la merienda
–reímos divertidos- una beca completa por atletismo Xander, tengo fe en Dios de
que todo irá bien y ya sabes que cualquier cosa que necesites cuenta con
nosotras, trataremos de ayudarte en lo que más podamos –me da unas palmaditas
en la mejilla-
-Lo sé y no
sabe lo agradecido que estoy con todo, han hecho mucho por mí siempre.
-Recuerda
siempre lo que hemos conversado, se tu mismo y ganarás amigos muy fácilmente,
solo ten cuidado de conocer primero a los demás, no todos son tan comprensivos
y aceptan de buenas a primera que alguien sea distinto a ellos pequeño,
homofóbicos hay en todo lugar y pueden ser muy crueles.
-Lo tengo
presenta hermana, gracias.
-Otra cosa
más –su rostro se ilumina y comienza a revolver los bolsillos de su hábito- Ten
–me entrega unas llaves-
-¿Llaves de
auto? –Asiente repetidas veces-
-Entre todos
en el hogar queremos regalártelo, no es un último modelo, todo lo contrario,
pero Richy el mecánico lo ha dejado como nuevo y nos dijo que es un auto mejor
que las carcachas actuales, lo necesitarás ahora que vas a la Universidad… No
puedo creer lo grande que estas, eres el primero del hogar que llega tan lejos
–lágrimas surcan su rostro-
De manera
inmediata la envolví en mis brazos y cerré en un puño el llavero, no podía
creer lo que habían logrado las hermanas, esto era demasiado para mi, sentía
que iba a explotar de felicidad, ellas son grandes mujeres, las mejores del
mundo.
-Gracias
hermana, muchas gracias. –mis ojos se inundaron-
-¡Ya! Basta
de cursilerías. La hermana Rebecca ha hecho una cena especial al ser tu última
noche aquí, estate atento a la campana para que vayas al comedor
Querido
Dios, les extrañaría demasiado. Salí de mi cuarto y caminé directo a la sala de
estudio, allí estaba el único computador con internet, necesitaba revisar mi
correo.
Desde hacía
ya casi un año mantenía una comunicación habitual con un chico que conocí por
Facebook, fue cosa de conversar un poco y
tuvimos afinidad de manera inmediata, sin embargo de él nada sabía,
suena cómico pero es así. El acuerdo mutuo desde el principio fue que nada
diríamos de nosotros mismos, puesto que Face es un sistema de comunicación de
bastante informalidad, donde da la oportunidad de ser quien quieras y hacer lo
que quieras, y como ambos deseábamos cuidar nuestra vida personal el acuerdo se
mantuvo hasta el día de hoy.
Tamborileaba
los dedos sobre el escritorio mientras esperaba a que se encendiera y abriera
mi cuenta de Gmail, sonreí al ver que tenía un email, sin embargo, mi sonrisa
se borró al leerlo, algo le pasaba y me dejo preocupado. Respondí de inmediato
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De: Peter Pan
Fecha:
28 de agosto 21:26
Para:
Aprendiz de Mago
Asunto:
te caes, te paras
Puede que a
algunas personas el camino sea un tanto más difícil, de eso se mucho. Sin
embargo, siempre he pensado que todas esas barreras que la vida que impone, no
son más que pruebas que te preparan para algo mejor, recuerda que todo lo que
vivimos se resume en experiencia y que frente a las dificultades siempre
tenemos que saber rescatar lo positivo que ellas nos dan, al principio cuesta
lograr filtrar cuando se está sumergido en mierda, pero una de las cosas que me
han inculcado es que si la vida te golpea, debes pararte y decirle que golpea
como niña, lo importante es nunca perder la fe de que las cosas buenas están
próximas.
Peter
Pan

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