P.O.V.
Qhuinn Lohstrong
…Uno… dos… tres…
cuatro… cinco…
…Uno… dos… tres…
cuatro… cinco…
…leeeento, todo
es taaaan lento…
Estaba perdido
en una nube atemporal mientras contaba las gotas que caían del suero directo a
mi vena, era la única manera que tenían de mantenerme hidratado.
Estaba
deprimido, mi estómago no resistía nada, ni líquido ni sólido, cualquier cosa
que tratara de comer era devuelto a los minutos, opte por desistir de eso, es
increíble como el cuerpo se acostumbra a no consumir nada. Según el Doctor
Mortis mis niveles de estrés me tenían en ese estado… la verdad es que poco me
importaba.
Un día más había
pasado y no sabía nada de Muhr, la cuenta la podía llevar por la enfermera
pelirroja que siempre venia de noche, era la misma que anoche me hizo el favor
de llamar a casa de los Black y aunque hoy me ofreció hacerlo otra vez, yo me
negué.
Era evidente que
Muhr no estaba interesado ni siquiera en devolverme la llamada.
Aun no
oscurecía, pero ya se había terminado la tarde, el turno nocturno había
iniciado.
Uno… dos… tres…
cuatro… cinco…
Uno… dos… tres…
cuatro… cinco…
…leeeento, todo
es taaaan lento…
Comencé a
quedarme dormido y a divagar en aquel estado en que no estas ni aquí ni allá,
ni consciente ni dormido. Detestaba dormir, porque cada vez que lo hacía, mis
sueños siempre me llevaban a él, por más que trataba de llevar mi mente a otro
sitio, a mantenerme ocupado con cualquier otra cosa, siempre era igual, el
mismo idílico sueño que terminaba siendo una horrorosa pesadilla:
“Estaba con
Muhrder, ambos acostados en su cama, casi desnudos, tal como aquella
maravillosa noche donde nos exploramos mutuamente. Mis manos recorrían con
timidez su piel cálida y sensible, provocando que su cuerpo
respondiera a mi toque tensándose, ahí donde se requiere. Su calidez, su aroma,
su tacto y su aliento hacían hervir mi sangre mientras mi boca buscaba la
suya para un beso tan ardiente que debiese ser calificado como indebido.
Nuestras lenguas
se aparean fuera de nuestras bocas mientras el ambiente se caldea hasta una
temperatura que podría perfectamente ser tropical, él se acomoda a horcajadas
sobre mis muslos y no puedo evitar mirar la unión de nuestros cuerpos. Al alzar
mi vista contemplo como su rostro esta lleno de pesar. El me mira y luego mira
sus manos, las miro y en ellas sostiene un corazón sangrante. No lo comprendo
hasta que observo mi propio pecho que tiene una incisión vertical a tajo
abierto. Me lleno de horror, le hablo, le llamo, pero de mi boca no sale sonido
alguno. El solo me brinda una sonrisa a manera de disculpa para luego dejar
caer mi corazón al piso y simplemente largarse del lugar dejándome solo. Le
llamo, le grito con desespero que regrese…”
-Qhuinn, Qhuinn,
Qhuinn… despierte joven –siento que me sacuden- Otra vez la misma pesadilla
¿verdad? –Simplemente asiento a la enfermera mientras intento sin un buen
resultado respirar de manera profunda, el dolor por las costillas rotas es un
recordatorio latente de todo lo vivido-¿Por qué no me lo cuentas? Tal vez te
sientas mejor.
Una rabia
indescriptible comenzó a llenarme mientras las imágenes de aquel sueño me
raspaban el alma, como animal amarrado comencé a forcejear con las ataduras que
me sujetaban. Grité, maldije, odié a todos y a todo de pura frustración y dolor
que sentía. Maldito fuera él por aparecer en mi vida, jamás le busqué, jamás me
insinué, el sólo vino, tomó lo que quiso de mí para luego lanzarme a la calle
como un jodido perro.
-¡VETE A LA MIERDA TU Y TU JODIDA
FAMILIA! –Una enfermera inyectó a la intravenosa el dulce olvido- NO TE
NECESITO… me oyes… -mi cerebro comenzó a embotarse- ya no te necesito… no te
necesito… ya no.
Mi cuerpo fue
debilitado a la fuerza con barbitúricos nuevamente, en cierta medida lo
agradecía, al menos en este estado ya no dolía tanto mi pecho… de seguro que es
así como sienten los que están en el limbo, ni dolor ni alegría, ni felicidad
ni tristeza, solo en un estado semejante al de un Ficus.
Uno… dos… tres…
cuatro… cinco…
Uno… dos… tres…
cuatro… cinco…
…leeeento, todo
es taaaan lento…
Volví toda mi
atención nuevamente al rítmico goteo
………….o…………
-Buenas noches
Qhuinn, he venido a ver como sigues.
Lo que me
faltaba para terminar mi puto día, el buen doctor Mortis hace su aparición con
su radiante sonrisa Colgate para supervisar si he logrado matar a alguien o
simplemente revisar cuantos intentos de fuga he tenido dentro de las pasadas
horas. Por que cada poco viene a chequearme. ¿Es que no tiene más pacientes?
-¿Qué hora es?
–Pregunté sin mucho ánimo.
-Son las 10:20 –
Ni un gracias, solo gruñí y aún con la poca movilidad que tenía giré mi rostro
para no verle la cara, sin embargo le observé con atención a través del reflejo
en la ventana, el doctor revisaba mi historia clínica con suma
concentración.
-Aquí dice que
tienes problemas para dormir –continuó ignorando mi descortesía- ¿No puedes o
acaso te niegas a hacerlo? –No contesté y él continuó. -También dice que has
tenido arranques de furia contra las enfermeras ¿Qué te han hecho esas buenas
mujeres, Qhuinn? Mmmm…¿tampoco nada de comer?–Negó con la cabeza e hizo una
mueca- Deja que te revise.
Y ahí vamos de
nuevo, detestaba esta parte de su visita, por lo general involucraba mucho
toqueteo, presionar aquí y allá, temperatura, intravenosa, bla bla bla.
-¿Has tenido
molestias? –Negué con la cabeza sutilmente- ¿Dolor de alguna índole? –Volví a
negar y el suspiró.- Qhuinn, de verdad que esto así no va a funcionar. Mira
esto –señalo las vendas que me sujetaban los brazos.- te han sujetado
nuevamente. No podemos seguir así. No eres un caso psiquiátrico Qhuinn. Yo sé
que estas alterado, que estas pasando por un momento difícil, pero necesito que
colabores. Quiero soltarte y que me prometas que te portarás bien. –Rodé los
ojos.- Es por tu bien hijo. –Bufé- También necesitamos hablar con respecto a tu
situación. Realmente deseo ayudarte.
-¿Qué más
quieres hablar? Ya te he dicho que no tengo molestias ni dolores. A menos que
desees decirme que me puedo largar de aquí, el resto no me interesa.
-Se trata de tus
padres –me congelé- la situación no va bien para ellos Qhuinn, esta mañana
llamó el detective a cargo de tu caso –giré mi rostro para mirar al Doc - Ayer
por la noche tomaron detenidos a tus padres, no me dieron mayores detalles,
pero tal parece que han descubierto bastantes cargos y han preferido
dejarles en detención mientras se realiza la investigación.
-¿Tanto alboroto
por dejarme solo? –el doctor negó.
-No es solo eso,
tal parece que vulnerar los derechos de un menor es el más pequeño de sus
cargos, pero como te dije, el detective no me dio detalles. Lo que si me
informó es que los Black desistieron de tu tutela temporal –golpe bajo para mi-
y al no tener parentela cercana por parte de la familia paterna o materna al
salir de alta del hospital tendrás que venir a mi casa. Haz sido declarado
interdicto de manera transitoria, tu patria y potestad me fue entregada a mi
–esto no podía ser cierto. Sospechaba que no querían saber nada de mí. ¿Pero
dejarme a cargo del primer extraño?-
-Ni de coña me
voy contigo, eres un extraño, además no necesito la tutela de nadie, dentro de
poco cumplo la mayoría de edad y me puedo largar donde quiera, a ver si logran
retenerme en un sitio a la fuerza.
-No es tan fácil
jovencito, la fiscalía necesita saber tu paradero para seguir con el proceso de
investigación, de seguro en algún momento te querrán para que declares y por lo
mismo es que requieren que tengas un paradero conocido para recurrir a ti.
–Suspiró audiblemente- Qhuinn, esto no es un tema que entra en discusión, es
una orden del juez de menores.
-¿Y porque tu?
¿Qué mierda te importa lo que me pase?¿Ni siquiera me conoces? –Lo miré con
suspicacia- Solo soy idiota hasta las 9 y resulta que ahora son las 10:30.-El
sonrió con condescendencia y eso me cabreó más.- Nadie da nada gratis y no
pienso ser tu Toy Boy, ni pasarte el culo en forma de pago por un techo y
comida –Ahora si que el doctor abrió los ojos. Yo ni me inmuté.- Así que
guárdate tus “buenas intenciones” detrás de la bragueta y dásela a otro incauto
que te las compre en oferta porque ese no soy yo. Me las he arreglado solo a la
perfección durante bastante tiempo y no quiero de tu lástima. Ahora lárgate,
estoy cansado y quiero dormir.
-Te equivocas
Qhuinn, no soy un extraño y no me eres indiferente. No se si sabes, pero soy un
amigo cercano de los Black… –Si antes no quería nada de este doctor, ahora
menos.- …tú necesitas ayuda y yo puedo ayudarte... –Respiré hondo- Ni siquiera
estás durmiendo Qhuinn –dijo con esa maldita voz que utilizan para hablar a un
crío de 5 años- Y de verdad, yo solo quiero...
-Lárgate –dije
con dientes apretados.
-Por favor hijo,
si me dejaras explicarte que sucede…
-No quiero
oírte, ¡vete!
-Qhuinn, solo
escucha, no estás entendiendo, lo que pasa es que… -mi tolerancia y paciencia
llegaron a nivel cero.
-¡LARGATE, NO
QUIERO OIRTE! ¡¡VETE!! ¡¡VETE!!
Comencé a
removerme en la cama como la chica de la película El Exorcista mientras le
gritaba de todo al doctor, de tanto jalar mis ataduras una de mis manos logró
liberarse y con desespero me quité la intravenosa de un tirón y comencé a
desatarme, el doctor Mackenna presionó el botón de asistencia y utilizó su
cuerpo para inmovilizarme en la cama. Toda mi decepción y pena la canalicé en
rabia y resentimiento hacia el doctor, sé que en algún momento incluso llegué a
golpearle, pero dentro de la neblina de ira que me envolvía sentí el piquete en
mi muslo y el dulce letargo comenzó a recorrer mi torrente sanguíneo. Peleé lo
que más pude, intenté aferrarme a la conciencia, pero en esta ocasión la dosis
de seguro fue más alta, porque en solo instantes ya todo se había vuelto
nuevamente… lento.
P.O.V. Arthur
Mackenna
Cerré la puerta
de mi consultorio, hoy me tocaba guardia. Froté mi rostro cansado y me deje
caer en la silla. Miré el teléfono y no lo dude, tenía que hablar con John, no
podían ser tan insensibles con los sentimientos de ese muchacho. No solo pueden
basar su generosidad en asegurarse que tenga asistencia médica y un buen
abogado. Ese chico los consideraba su familia y esta roto por el abandono. Me
estremecí al recordar el episodio de hace unos minutos. Tanta rabia, tanta
amargura, no le deben pertenecer a alguien tan joven. Le tuve que aplicar una
dosis que lo pondrá ido al menos un par de horas. ¿y luego? No puedo pasármela
sedándolo. Lo peor es que ni siquiera Muhrder que lo "quería tanto",
se ha pasado por aquí, ni para explicarle amablemente el porque no pueden sus
padres continuar con la tutela.
Mordí mi labio
arrepentido de habérselo soltado tan duramente. Suspiré otra vez y marqué el
número de John, no me importaba la hora, ni quien contestara.
-¿Hola?
-Hola John.
-¿Mac?
-Si. ¿Puedes
hablar?
-Ahora si ¿Qué
sucede?
-Es el chico.
Ninguno de ustedes ha venido a verlo. Esta deprimido y su cuadro clínico no me
gusta.
-Bueno, yo estoy
al tanto de su recuperación. Y sé que esta progresando satisfactoriamente.
-Quizá su
cuerpo, pero no su mente, ni su corazón.
-Yo sabes que
vivo en emergencias Mac, me siento tranquilo por que esta en tus manos. Melissa
esta metida de lleno en el juzgado luchando por sus intereses. No se que mas
esperas que nosotros hagamos por él.
-Alguna visita
seria buena.
-Mac…mira…
-Muhr tampoco ha
venido.
-Mi hijo estuvo
privado todo el día de ayer. Durmió como un cadáver. Tantos días desvelado por
su amigo le paso factura.
-¿Me quieres
decir que ha dormido por dos días?
-Claro que no,
pero su hermana llegó ayer...
-Ah Vaya… no
sabía eso. Debes estar feliz.
-Lo estamos, no
la esperábamos hasta dentro de un mes, pero cuando Melissa le contó que Qhuinn
estaba en UCI, Selena arregló su currícula y tramitó su traslado a su vieja
escuela. Regresó para apoyar al chico.
-Me alegra saber
que mi pequeña tiene un buen corazón.
-No somos tan
inhumanos como pretendes insinuar.
-John…
-Mac, Yo
mantengo informada a la familia del progreso de Qhuinn. No nos estamos
desentendiendo, solo estamos ocupados con nuestras propias vidas.
-Claro… ¿Muhr
esta ahí? Quisiera hablar con él. Quisiera saber si piensa venir mañana.
- No está y no
debería darte explicaciones, pero te las daré solo para que lo dejes en paz.
Muhrder salió ayer al anochecer, pensé que iría hacia allá por que estaba más
que decidido a no alejarse de Qhuinn.
-Pues no vino,
¿así que donde esta? ¿Tu lo estas presionando para que se aleje del chico?
-Claro que no…
-Entonces es
Melissa…
-Nadie esta
presionando a nadie, pero tampoco estamos alentando un error
-Sabes que no es
un error John, esos chicos se quieren, están enamorados, ¡por que te cierras a
esa idea!
-Ya te dije que
aquí nadie esta censurando a nadie. Muhr no está encerrado en esta casa, si no
se ha aparecido por allá, es porque no ha querido y tiene más amigos además de
Qhuinn. Estará con alguno de ellos.
-¿Dónde está
Muhr, John? No me contesta su móvil. ¿Me lo estás negando?
-Soy su padre
Mac, no su secretaria, ni su guardián. Así que por favor relájate.
-John, por
favor… sé que sabes donde esta, no estarías tan tranquilo si no lo supieras…
-Mac…
-John, por
favor…anoche Qhuinn lo hizo llamar con una enfermera, ella me lo contó, el
piensa que se lo están negando o peor, que Muhr no quiere saber nada de él.
-¿Porque piensa
esas cosas? ¿Solo por unas horas de ausencia? ¿No te parece enfermizo tanto
nivel de dependencia?
- John, ese
chico esta con sedantes y ansiolíticos hasta el cuello, estamos arrastrándolo
por una montaña rusa emocional, a estado en coma hasta hace un par de días, su
padre le dio una paliza, su madre ni aparece, ahora sabe que ambos están
detenidos, JODER John! Las únicas personas en quien se sentía apoyado
acaban de renunciar a su tutela. Es comprensible que el chico se sienta solo y
vulnerable, me sorprende que no se rompa, pero no quiero esperar a eso. Ten un
poco de compasión, aunque sea por que le salvo la vida a tu hijo.
-Muhr pasó la
noche fuera, en casa de un amigo y aún no regresa. Se fue muy ofuscado ayer,
tuvimos una discusión, imagino que no quiso venir a dormir.
-La estas
jodiendo con tu hijo John, él no es tú, déjalo vivir su vida. Sigan así y lo
van a perder. Pienso que ellos merecen una oportunidad
-Felizmente que
no es tu opinión la que importa aquí. Y los padres de Muhr, o sea nosotros,
creemos que toda esta tontería romántica de niñatos de 17 años no debe ser
alentada.
-¿Y a que edad
si puede tener valor?
-Déjalo estar
Mac…
-¿18? ¿19?
¿Universitarios?
-Mac por favor,
no vayas por ahí
-Claro que no,
John. Sé cuanto te incordian nuestros recuerdos, pero pienso que a causa de
ellos estas a punto de arruinar tu relación con tu hijo y su relación con su
novio.
-Te he dicho que
no importa lo que tu pienses, es mi hijo y te aseguro que yo se lo que le
conviene mas que tu, te voy a agradecer que dejes de interferir
-Soy su padrino
y hasta no hace mucho me agradecías que interfiriera permanentemente en la vida
de tus hijos. Es a causa de nuestro pasado que no quieres que tome
participación ahora.
-Nuestro pasado
no tiene nada que ver con este tema, mi mujer ya se está incomodando con
tanto déjà-vu.
-¿Es acaso mi
culpa que ella se sienta insegura? ¿De que soy culpable? ¿De preocuparme por
Muhr?
-No te acuso de
nada, solo te pido que dejes a los muertos así…
-Yo he respetado
tus votos matrimoniales John, nunca en todos estos años he faltado a la promesa
que te hice cuando me dejaste. Solo estoy actuando en consecuencia al honor que
me hicieron al apadrinar a Muhr. Yo lo apoyo. Yo apoyo sus sentimientos.Y
apoyaré cualquier decisión que tome.
-Te repito, con
tus acciones solo traes a la vida fantasmas que nunca he podido exorcizar de
nuestra vida
-¿Y eso es MI
culpa acaso?
-Sí, ¡es tu
culpa!
-¿Mi culpa? Si
hay fantasmas merodeando será por que fuiste un cobarde que le diste la espalda
a tus verdaderos sentimientos y Melissa lo sabe bien. Es fácil reconocer cuando
se vive con media persona.
-No te atrevas a
decir eso…cobarde es el que abandona a una mujer con un hijo en su vientre.
-Solo te pido
que no reflejes tus frustraciones en tu hijo, que tu renunciaras a tus
sentimientos y te sacrificaras estoicamente no significa que él lo tenga que
hacer
-Te das mucha
importancia, a ver si maduras.
-No hablaba de
mi, pero gracias por tenerme presente. Yo si preferí honrar mis sentimientos.
-… no es mi
culpa que tu no avanzaras, yo continué adelante
-Lo peor es que
ni siquiera te arrepientes
-Por supuesto
que no me arrepiento… ser feliz es una decisión, no una lotería.
-Y luego te
quejas de que tu hijo sea tan frío y poco emocional… de tal palo… en fin,
volviendo al chico, tenemos que encontrar un punto medio, no pueden las cosas
seguir así. No puedo ser indiferente ante su sufrimiento.
-Ha llegado, no
puedo seguir hablando, lo discutimos mañana en el hospital, espero que cumplas
con tu promesa y ese crío se largue contigo, no lo quiero cerca de mi hijo.
-¿Llegó Muhr?
Espero y hagas lo correcto John. Hablamos mañana y ya sabes mi posición
respecto a eso.
-Adiós... Mac
-Hasta luego
John.
Corte la
llamada y cerré los ojos, tenía un par de horas hasta que tuviera que
hacer mi primera ronda. No era la primera vez que John y yo teníamos alguna
discusión que trajera recuerdos dolorosos del pasado, pero hoy no parecíamos ex
novios, parecíamos enemigos. ¿Será que tiene razón y fui yo quien no quiso ver
la realidad? ¿Seré yo quien nunca avanzo? Bueno, quizá sea hora de empezar a
avanzar. Si no ¿Cómo le puedo enseñar a un crío a superar el rechazo, si yo
nunca lo acepte?
P.O.V. Muhrder
Black
-Muhrder bro…
despierta hombre… -un empujón me sacó de mi atmósfera etílica-
-Ey ¿qué pasa?
–Dije con fastidio- como jodes cabrón, deja dormir. –Susurré.
Un poco de agua
fría cayó en mi rostro, eso si me hizo abrir los ojos desmesuradamente, estaba
muy cabreado ¡mi sueño es sagrado!
-¡Pero qué
mierda! -en mi espacio de visión apareció una cara sonriente que mi mente trato
de recordar… ah, si… Vlad-
-Duermes como
roca tío, no despiertas con nada, tuve que recurrir a medidas drásticas –rió.
-Muy gracioso
imbécil –gruñí- ¿Qué hora es? No recuerdo haberme dormido. La verdad no
recuerdo mucho. ¿Que trago sacaste tío?¿Que era? ¿Mata ratas? -mueca de resaca.
-Ayer no te
quejaste amigo… ayer decías que era la fuente de la sabiduría y tenias que
beberla toda -se carcajeó.
-Ey… shssss… no
tan alto ¿Qué hora es? Deben estar preocupados mis viejos. -Me levanté con
mucho esfuerzo, aun me daba vueltas la cabeza, ¡ufff! en mi vida había tomado
de esta forma, negué con la cabeza y me dolió más.
-Son las 10:45.
Oye, toma esto, me lo dió mi tía,dice que es bueno para la resaca y bebe esto
-tomé las dos pastillas que me dió y confiadamente me las tomé junto con el
Gatorate.
-Que vergüenza
con tu tía -miré en derredor- al menos fue una borrachera tranquila, sin daños
materiales –sonreí.
-Ella es
maravillosa, está feliz de que tenga un amigo casi genio, así que es probable
que si destruyeras su casa, me culpe a mi antes que a ti.
Intente sonreír,
pero solo salió una mueca, lo que dijo no se alejaba de la realidad, yo siempre
caía bien parado, no importa lo que hiciera, siempre otro era el perjudicado,
no pude evitar pensar en… ¡SANTA MIERDA QHUINN!
-Oye me tengo
que ir, gracias por el Gatorate, creo que si me apuro, puedo llegar a almorzar
con mis padres, previo baño y llegar donde Qhuinn antes de las 4 de la
tarde. –Empecé a caminar hasta la escalera-
-Muhr ¿qué tan
lejos vives? –Me giré a mirarlo cuando no entendí su pregunta.
-Como a veinte
minutos en auto, cerca de la parada de autobús donde te encontré ¿Por qué? ¿Me
vas a llevar en tu moto?– él asintió y luego negó, me miró entrecerrando los
ojos.
-Muhrder son las
10:45…pero de la noche, has dormido todo el día tío, no creo que esta noche
vayas a ver a Qhuinn -Me puse pálido y me sostuve de la baranda de la escalera.
-¿Que? ¡No puedo
dejar de verlo!, con esta serian tres noches sin verlo. Lo conozco, se debe
estar llenando la cabeza de ideas y encima mis padres rechazaron su tutela de
una manera poco elegante –rastrillé mi cabello hacia atrás, tenia que salir de
aquí y llegar a mi casa, aun si pudiera ir al hospital directamente, oliendo a
licor no puedo ir a verlo.
-Tranquilo Muhr,
él comprenderá cuando le expliques…tampoco es el fin del mundo, que son unos de
días perdido, has estado a su lado permanentemente desde el accidente. Mi amigo
tampoco es loco.
Yo negué, él no
sabía nada de lo que habíamos pasado con Qhuinn, así que seguí subiendo las
escaleras con el detrás mío. Fui directo al baño, Vlad se desvió a la cocina,
me asee lo más que pude, acomodé mi ropa que apestaba a borracho, tenía que ir
a mi casa a bañarme y cambiarme. Salí del baño y me encontré con la tía de Vlad
y él mismo en la salita de estar esperándome para despedirme.
-Gracias señora
por la cena y por acogerme en su casa. –Ella me sonrió y me dió un abrazo.
-Animo Muhr,
todo saldrá bien, quizá a tus padres les cueste un poco al principio pero
terminaran apoyando tu decisión. Es tu vida y estas a días de cumplir la
mayoría de edad. Creo que reconocer quien eres es el primer paso a la adultez.
Mi boca se abrió
y me quede mirándola, luego miré a Vlad que sonreía magnánimo ¿WTF? – Esteeeee…
no la entiendo
-Tía, creo que
Muhr si sufre de amnesia etílica -dijo Vlad mirándome con la ceja elevada- ¿Ya
no te acuerdas que a media noche bajó mi tía a acompañarnos en nuestra terapia
alcohólica?
-Yo no tomé
nada, pero prefiero hacer “prevención de daños” a “control de daños” -ella
sonrió amable- descuida Muhr, las terapias con alcohol son sagradas, “lo que se
dijo en ese sótano, se queda en ese sótano” y tomes la decisión que tomes, aquí
tienes una familia amiga que te dará apoyo si lo necesitas.
Mi boca se abría
y cerraba, me dejaron sin palabras, solo hace unas horas pensaba que Vladimir
era un completo imbécil y no sabía que podía haber visto Qhuinn en él para
hacerlo su mejor amigo, sin embargo ahora lo entiendo. Esta generosa familia es
fantástica.
-Gracias, lo
recordare
Sonreí y ellos
asintieron, luego de un abrazo a latía Iveth y a Vlad me fui del lugar, rumbo a
mi casa. El taxi que la tía Iveth había solicitado estaba esperándome en la
puerta.
Ya dentro del
auto la angustia de no poder ver a Qhuinn esta misma noche me tenía perturbado,
así no puedo pensar, necesito relajarme y meditar que le voy a decir cuando lo
vea.
A ver…
relajémonos Muhr. Respiré y busque en mi mente algo bonito en que pensar,
siempre me funciona. Y lo primero que se me vino a la mente fue la noche loca
con Vlad y en mi cara se formo una sonrisa que amenazaba con convertirse en
carcajada.
Inicio del flash back
Habíamos llegado
a su casa como a las 7:45 de la tarde, su tía Iveth nos dió de cenar unas
pastas con carne que estaban para chuparse los dedos, y yo que moría de hambre,
hasta repetí. La tía de Vlad es una mujer de más o menos 40 años, profesional y
viuda. Su marido era marine y falleció en zona de guerra. Tiene buenos
beneficios pero no los necesita, así que viven muy cómodos en esa casa cuya
hipoteca se pagó con la muerte de su esposo. Vlad al parecer es huérfano, hijo
de la hermana de Iveth, él llegó a la vida de ella hace 7 años, dos años antes
de que su esposo falleciera y fue su ancla cuando ella mas necesitaba un motivo
por el que vivir. Son muy unidos. Y les es imposible no ser una bomba expansiva
de amor y generosidad.
En menos de media
hora, yo me sentía como en casa, mejor aún, si hasta repetí la cena, yo que
nunca sonrió dos veces si no es adecuado. Con ellos me sentía como YO, no tenia
que ser perfecto, podía ser torpe, inadecuado… podía ser un chico de 17 años
confundido con su sexualidad.
Vlad es una
pasada de payaso, no puede decir dos frases sin que una de ellas sea un chiste
y la otra“jajajajaaja”… o sea, es imposible hablar de algo ligeramente
razonable con él…al menos esa es la impresión que da, a quien no lo conoce. No
he conocido tío más sensible y sensato que Vladimir. Ayer después de
interactuar con él y verlo en su habitad, me dejó sorprendido al saber como ese
chico que parece salido de una banda de rock pesado, tenga tantas
responsabilidades en su casa. Él lleva la economía familiar por que “su tía es
muy regalona” y si él no ajusta la correa, se mueren de hambre. También se
encarga de rellenar la despensa para que su tía no se distraiga en cosas
menores y pueda desarrollar sus artes culinarias con él como único beneficiario
de su talento. Eso me dió mucha risa.
Pero lo más
sorprendente es saber que es el mejor amigo de su tía, su consejero, su
terapeuta, su ancla y confesor, Vlad, tuvo que madurar muy joven por que
decidió que no perdería otra madre. Él tuvo que sacar a su tía de la depresión
y lo logró. Vlad tiene el don de la empatía y junto a un corazón tan noble
pueden hacer milagros. El milagro de sanar almas perdidas. Y así fue como
conoció a Qhuinn… mi dulce Qhuinn…
La historia que
me contó Vlad, de cómo se conocieron, del estado en que estaba Qhuinn cuando lo
conoció y de su gran fuerza interior, me dejó boquiabierto, tan joven y tantas
pruebas…
Fin del flash
back
Y ahora Yo “el
casi genio Muhrder”, el siempre halagado por logros estúpidos, me sentía como
uno mas del montón al lado del inmortal Qhuinn Lohstrong, el chico que supo
levantarse una y otra vez… solo…siempre solo.
Un dolor se
instalo en mi pecho al pensar que nuevamente estaba desprotegido, atrapado en
esa cama de hospital, nuevamente dejado a su suerte para que se levante el
mismo de esta adversidad y yo aquí sin el suficiente valor para ir a decirle
cara a cara lo que realmente siento.
El taxi por fin
llegó a mi casa, le pagué y bajé. Caminé rápido hasta la puerta, desde ahí
podía ver que los autos de mis padres–ambos- estaban estacionados en el garaje.
Abrí con mi
llave la puerta y entré.
-Hola mamá… Hola
papá…
Saludé fuerte
para que ambos me escucharan desde sus ubicaciones en la casa. Mi madre se
asomó por la puerta de la cocina, me sonreía. Yo estaba confundido, la verdad,
esperaba unos buenos gritos por desaparecerme sin avisar y no contestar el
móvil, el cual estaba sin batería desde Dios sabe qué hora.
-Hola mi amor,
¿tienes hambre? Estoy haciendo un postre, pero puedo hacerte algo de cenar -mi
estómago gruño y yo asentí.
-La verdad es
que te lo agradecería, me baño y bajo a cenar -mamá sonrió y me hizo un gesto
con la mano de que fuera rápido. No sabía porque no me gritaban por perderme
casi 24 horas, pero no iba a cuestionar mi suerte.
Subí las
escaleras y cuando pase por la puerta de la habitación de mis padres escuché a
mi papá en el teléfono, conversando casi susurrante, eso me intrigó.
-…
-Te he dicho que
no importa lo que tu pienses, es mi hijo y te aseguro que yo se lo que le
conviene mas que tu, te voy a agradecer que dejes de interferir…
-…
-Nuestro pasado
no tiene nada que ver con este tema, mi mujer ya se está incomodando con
tanto déjà-vu
-…
-No te acuso de
nada, solo te pido que dejes a los muertos así…
-…
-Te repito, con
tus acciones solo traes a la vida fantasmas que nunca he podido exorcizar de
nuestra vida…
-…
-Sí, ¡es tu
culpa!...
-…
-No te atrevas a
decir eso…cobarde es el que abandona a una mujer con un hijo en su vientre…
-…
-Te das mucha
importancia, a ver si maduras…
-…
-No es mi culpa
que tú no avanzaras, yo continué adelante…
-…
-Por supuesto
que no me arrepiento… ser feliz es una decisión, no una lotería…
-…
-Ha llegado, no
puedo seguir hablando, lo discutimos mañana en el hospital, espero que cumplas
con tu promesa y ese crío se largue contigo, no lo quiero cerca de mi hijo.
-…
-Adiós... Mac
Me tape la boca
con la mano, no quería que se oyese mi respiración, caminé rápido y sin hacer
ruido a mi habitación que gracias a Dios tenia la puerta abierta. Escuché los
pasos de mi padre alejarse y bajar por las escaleras, seguro fue a buscarme.
Rápido entré al
baño, cerré la puerta con llave y abrí el grifo de la ducha. Deseaba que el
agua caliente se llevara todos mis pensamientos, pero no sucedió así, la
conversación telefónica de mi papa con Mackenna, me latía en los oídos. Por que
era Mackenna. Mi CI es una puta mierda a veces. Maldita Diana por sus intrigas
y más maldita si tiene razón.
Me apoyé en la
pared y me deslicé hasta quedar recostado en el piso y apoyado contra una de
las paredes de la ducha.
¿Y ahora qué
hacer? ¿Preguntarle a mi padre, cuál es su historia con Mackenna? ¿Decirle que
yo no soy él? ¿Hacerme el loco y dejar sus cadáveres enterrados en el
jardín? Puedo hacer eso… lo que no puedo, es tolerar que decidan entre
ellos la vida de Qhuinn, como si fuera un perro y coordinaran quien lleva la
correa.
Ahhhh y está muy
equivocado si cree que podrá evitar que vea a Qhuinn esta misma noche, o
mañana, o nunca… NADIE VA A DECIDIR POR MI. Si es necesario, lo secuestraré,
pero de Qhuinn solo podría alejarme él mismo y eso. No creo que pueda conmigo
ni el mismo Qhuinn.
Salí de la ducha
y me puse mi pijama, no quería darle señales a mi padre de que había escuchado
su conversación, luego de cenar subiría para vestirme e ir al hospital. No le
daría tiempo a Mackenna de llevarse a Qhuinn antes de que yo lo vea. ¿Y como
llevárselo? Si Qhuinn aún esta en recuperación. ¿Pensarán enviarlo a otro
hospital y no decirme su paradero? Naaaaa… eso solo pasa en las películas y
esto es la vida real.
Bajé las
escaleras con una expresión serena, fui a la cocina, mis papás estaban
conversando en susurros, sus expresiones eran de enojo por parte de mi
madre y cansancio por parte de mi padre. En cuanto me vieron alegraron sus
expresiones, como si yo fuera idiota.
-Gracias ma, que
rico, tenía hambre –me senté a la mesa- Hola pa, quise pasar a saludarte pero
estabas ocupado, creo que hablabas por teléfono y preferí no interrumpir
-juraría que mi papá expulso el aire que retenía, si que estaba preocupado y mi
madre también relajo su expresión-
-Bueno come,
antes que se enfríe -asentí y empecé a comer
-¿Y Selena? -
Recién caía en la cuenta que no había visto a mi hermana aun.
-Salio con unas
amigas, te esperó pero no sabia si vendrías hoy, le dije que saliera, ya te
vería mañana -Asentí y seguí devorando mi plato- Anoche me llamo Iveth, la tía
de Vlad, me dijo que tu móvil murió y le pediste que nos llame para avisar que
te quedarías con ellos. No sabía que fueras amigo de su hijo.
-Lo conocí ayer
-mi papá dejo de comer.
-¿Ayer?-preguntó
sorprendido y miró a mi mama.
-Bueno, no lo
conocí ayer, estudia en mi escuela y nos hemos visto en algunas clases. Pero no
era mi amigo. Ayer nos cruzamos en el paradero de la esquina y empezamos a
conversar, me invitó a conocer su casa y ahí terminé. Con una resaca mortal.
–Los miré a ambos con recogimiento- Lo siento, debí llamar, pero necesitaba
aire y solo no pensé, me alegra que Iveth los haya llamado -mi mama sonrió.
-Yo conozco a
Iveth, ella da apoyo al refugio y yo reviso los casos legales de muchos
refugiados, es una buena mujer. Su hijo al parecer es un buen chico. Al menos
ella vive orgullosísima de él. Lo adora.
-En realidad es
su sobrino hijo de su hermana, ella lo adoptó a los 10 años, cuando sus padres
murieron en un accidente de coche.
-Ay dios, que
pena –Se conmovió mi madre y yo hice una mueca. Su chillido me perforó el
cerebro.
-Si, la verdad,
tienes razón en todo, es una gran mujer y una super madre para Vlad, y él es un
buen chico. Me gusta.
No pude evitar
observar que mi padre se removió en su asiento ¿Es que acaso pensaba que ahora
cuando digo me “gusta” un chico,significa “ME GUSTA”? ¿Qué clase de golfillo en
el closet era mi padre? Por que “el león siempre juzga a todos por su
condición” Sonreí de lado sin mirar a nadie. Que piense lo que quiera.
-Mamá, esto te
quedo muy rico, gracias. Los dejo seguir conversando, ya es tarde. –Ellos
asintieron- Que descansen -les regale una sonrisa y salí de la cocina rumbo a
mi habitación.
No demore nada,
en 10 minutos ya estaba vestido, mire la hora, 00:35 horas. Bajé las escaleras
sin hacer ruido, mis padres seguían en su charla susurrante en la cocina, solo
que ahora habían encendido música, seguro para asegurarse que yo no los
escuche. Sonreí, gracias a dios por los pequeños milagros. Tomé las llaves del
auto de mi padre y salí de casa. Este auto tenía un motor silencioso, por eso
lo elegí y me fui rumbo al hospital.
Me colaría en la
habitación de Qhuinn como sea. Solo esperaba no llegar tarde, que Qhuinn no
este muy enojado y sobre todo me quiera escuchar.
Que quiera
escuchar que lo amo con toda mi alma…
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