lunes, 27 de abril de 2015

Capítulo 22


P.O.V.  Qhuinn Lohstrong

…Uno… dos… tres… cuatro… cinco…
…Uno… dos… tres… cuatro… cinco…
…leeeento, todo es taaaan lento…

Estaba perdido en una nube atemporal mientras contaba las gotas que caían del suero directo a mi vena, era la única manera que tenían de mantenerme hidratado.

Estaba deprimido, mi estómago no resistía nada, ni líquido ni sólido, cualquier cosa que tratara de comer era devuelto a los minutos, opte por desistir de eso, es increíble como el cuerpo se acostumbra a no consumir nada. Según el Doctor Mortis mis niveles de estrés me tenían en ese estado… la verdad es que poco me importaba.

Un día más había pasado y no sabía nada de Muhr, la cuenta la podía llevar por la enfermera pelirroja que siempre venia de noche, era la misma que anoche me hizo el favor de llamar a casa de los Black y aunque hoy me ofreció hacerlo otra vez, yo me negué.

Era evidente que Muhr no estaba interesado ni siquiera en devolverme la llamada.

Aun no oscurecía, pero ya se había terminado la tarde, el turno nocturno había iniciado.

Uno… dos… tres… cuatro… cinco…
Uno… dos… tres… cuatro… cinco…
…leeeento, todo es taaaan lento…

Comencé a quedarme dormido y a divagar en aquel estado en que no estas ni aquí ni allá, ni consciente ni dormido. Detestaba dormir, porque cada vez que lo hacía, mis sueños siempre me llevaban a él, por más que trataba de llevar mi mente a otro sitio, a mantenerme ocupado con cualquier otra cosa, siempre era igual, el mismo idílico sueño que terminaba siendo una horrorosa pesadilla:

“Estaba con Muhrder, ambos acostados en su cama, casi desnudos, tal como aquella maravillosa noche donde nos exploramos mutuamente. Mis manos recorrían con timidez su piel cálida y sensible, provocando que su cuerpo respondiera a mi toque tensándose, ahí donde se requiere. Su calidez, su aroma, su tacto y su aliento hacían hervir mi sangre mientras mi boca buscaba la suya para un beso tan ardiente que debiese ser calificado como indebido.
Nuestras lenguas se aparean fuera de nuestras bocas mientras el ambiente se caldea hasta una temperatura que podría perfectamente ser tropical, él se acomoda a horcajadas sobre mis muslos y no puedo evitar mirar la unión de nuestros cuerpos. Al alzar mi vista contemplo como su rostro esta lleno de pesar. El me mira y luego mira sus manos, las miro y en ellas sostiene un corazón sangrante. No lo comprendo hasta que observo mi propio pecho que tiene una incisión vertical a tajo abierto. Me lleno de horror, le hablo, le llamo, pero de mi boca no sale sonido alguno. El solo me brinda una sonrisa a manera de disculpa para luego dejar caer mi corazón al piso y simplemente largarse del lugar dejándome solo. Le llamo, le grito con desespero que regrese…”

-Qhuinn, Qhuinn, Qhuinn… despierte joven –siento que me sacuden- Otra vez la misma pesadilla ¿verdad? –Simplemente asiento a la enfermera mientras intento sin un buen resultado respirar de manera profunda, el dolor por las costillas rotas es un recordatorio latente de todo lo vivido-¿Por qué no me lo cuentas? Tal vez te sientas mejor.

Una rabia indescriptible comenzó a llenarme mientras las imágenes de aquel sueño me raspaban el alma, como animal amarrado comencé a forcejear con las ataduras que me sujetaban. Grité, maldije, odié a todos y a todo de pura frustración y dolor que sentía. Maldito fuera él por aparecer en mi vida, jamás le busqué, jamás me insinué, el sólo vino, tomó lo que quiso de mí para luego lanzarme a la calle como un jodido perro.

-¡VETE A LA MIERDA TU Y TU JODIDA FAMILIA! –Una enfermera inyectó a  la intravenosa el dulce olvido- NO TE NECESITO… me oyes… -mi cerebro comenzó a embotarse- ya no te necesito… no te necesito… ya no.

Mi cuerpo fue debilitado a la fuerza con barbitúricos nuevamente, en cierta medida lo agradecía, al menos en este estado ya no dolía tanto mi pecho… de seguro que es así como sienten los que están en el limbo, ni dolor ni alegría, ni felicidad ni tristeza, solo en un estado semejante al de un Ficus.

Uno… dos… tres… cuatro… cinco…
Uno… dos… tres… cuatro… cinco…
…leeeento, todo es taaaan lento…

Volví toda mi atención nuevamente al rítmico goteo


………….o…………


-Buenas noches Qhuinn, he venido a ver como sigues.

Lo que me faltaba para terminar mi puto día, el buen doctor Mortis hace su aparición con su radiante sonrisa Colgate para supervisar si he logrado matar a alguien o simplemente revisar cuantos intentos de fuga he tenido dentro de las pasadas horas. Por que cada poco viene a chequearme. ¿Es que no tiene más pacientes?

-¿Qué hora es? –Pregunté sin mucho ánimo.

-Son las 10:20 – Ni un gracias, solo gruñí y aún con la poca movilidad que tenía giré mi rostro para no verle la cara, sin embargo le observé con atención a través del reflejo en la ventana,  el doctor revisaba mi historia clínica con suma concentración.

-Aquí dice que tienes problemas para dormir –continuó ignorando mi descortesía- ¿No puedes o acaso te niegas a hacerlo? –No contesté y él continuó. -También dice que has tenido arranques de furia contra las enfermeras ¿Qué te han hecho esas buenas mujeres, Qhuinn? Mmmm…¿tampoco nada de comer?–Negó con la cabeza e hizo una mueca- Deja que te revise.

Y ahí vamos de nuevo, detestaba esta parte de su visita, por lo general involucraba mucho toqueteo, presionar aquí y allá, temperatura, intravenosa, bla bla bla.

-¿Has tenido molestias? –Negué con la cabeza sutilmente- ¿Dolor de alguna índole? –Volví a negar y el suspiró.- Qhuinn, de verdad que esto así no va a funcionar. Mira esto –señalo las vendas que me sujetaban los brazos.- te han sujetado nuevamente. No podemos seguir así. No eres un caso psiquiátrico Qhuinn. Yo sé que estas alterado, que estas pasando por un momento difícil, pero necesito que colabores. Quiero soltarte y que me prometas que te portarás bien. –Rodé los ojos.- Es por tu bien hijo. –Bufé- También necesitamos hablar con respecto a tu situación. Realmente deseo ayudarte.

-¿Qué más quieres hablar? Ya te he dicho que no tengo molestias ni dolores. A menos que desees decirme que me puedo largar de aquí, el resto no me interesa.

-Se trata de tus padres –me congelé- la situación no va bien para ellos Qhuinn, esta mañana llamó el detective a cargo de tu caso –giré mi rostro para mirar al Doc - Ayer por la noche tomaron detenidos a tus padres, no me dieron mayores detalles, pero tal parece que han descubierto bastantes cargos y han preferido dejarles en detención mientras se realiza la investigación.

-¿Tanto alboroto por dejarme solo? –el doctor negó.

-No es solo eso, tal parece que vulnerar los derechos de un menor es el más pequeño de sus cargos, pero como te dije, el detective no me dio detalles. Lo que si me informó es que los Black desistieron de tu tutela temporal –golpe bajo para mi- y al no tener parentela cercana por parte de la familia paterna o materna al salir de alta del hospital tendrás que venir a mi casa. Haz sido declarado interdicto de manera transitoria, tu patria y potestad me fue entregada a mi –esto no podía ser cierto. Sospechaba que no querían saber nada de mí. ¿Pero dejarme a cargo del primer extraño?-

-Ni de coña me voy contigo, eres un extraño, además no necesito la tutela de nadie, dentro de poco cumplo la mayoría de edad y me puedo largar donde quiera, a ver si logran retenerme en un sitio a la fuerza.

-No es tan fácil jovencito, la fiscalía necesita saber tu paradero para seguir con el proceso de investigación, de seguro en algún momento te querrán para que declares y por lo mismo es que requieren que tengas un paradero conocido para recurrir a ti. –Suspiró audiblemente- Qhuinn, esto no es un tema que entra en discusión, es una orden del juez de menores.

-¿Y porque tu? ¿Qué mierda te importa lo que me pase?¿Ni siquiera me conoces? –Lo miré con suspicacia- Solo soy idiota hasta las 9 y resulta que ahora son las 10:30.-El sonrió con condescendencia y eso me cabreó más.- Nadie da nada gratis y no pienso ser tu Toy Boy, ni pasarte el culo en forma de pago por un techo y comida –Ahora si que el doctor abrió los ojos. Yo ni me inmuté.- Así que guárdate tus “buenas intenciones” detrás de la bragueta y dásela a otro incauto que te las compre en oferta porque ese no soy yo. Me las he arreglado solo a la perfección durante bastante tiempo y no quiero de tu lástima. Ahora lárgate, estoy cansado y quiero dormir.

-Te equivocas Qhuinn, no soy un extraño y no me eres indiferente. No se si sabes, pero soy un amigo cercano de los Black… –Si antes no quería nada de este doctor, ahora menos.- …tú necesitas ayuda y yo puedo ayudarte... –Respiré hondo- Ni siquiera estás durmiendo Qhuinn –dijo con esa maldita voz que utilizan para hablar a un crío de 5 años- Y de verdad, yo solo quiero...

-Lárgate –dije con dientes apretados.

-Por favor hijo, si me dejaras explicarte que sucede…

-No quiero oírte, ¡vete!

-Qhuinn, solo escucha, no estás entendiendo, lo que pasa es que… -mi tolerancia y paciencia llegaron a nivel cero.

-¡LARGATE, NO QUIERO OIRTE! ¡¡VETE!! ¡¡VETE!!

Comencé a removerme en la cama como la chica de la película El Exorcista mientras le gritaba de todo al doctor, de tanto jalar mis ataduras una de mis manos logró liberarse y con desespero me quité la intravenosa de un tirón y comencé a desatarme, el doctor Mackenna presionó el botón de asistencia y utilizó su cuerpo para inmovilizarme en la cama. Toda mi decepción y pena la canalicé en rabia y resentimiento hacia el doctor, sé que en algún momento incluso llegué a golpearle, pero dentro de la neblina de ira que me envolvía sentí el piquete en mi muslo y el dulce letargo comenzó a recorrer mi torrente sanguíneo. Peleé lo que más pude, intenté aferrarme a la conciencia, pero en esta ocasión la dosis de seguro fue más alta, porque en solo instantes ya todo se había vuelto nuevamente… lento.
  
P.O.V. Arthur Mackenna

Cerré la puerta de mi consultorio, hoy me tocaba guardia. Froté mi rostro cansado y me deje caer en la silla. Miré el teléfono y no lo dude, tenía que hablar con John, no podían ser tan insensibles con los sentimientos de ese muchacho. No solo pueden basar su generosidad en asegurarse que tenga asistencia médica y un buen abogado. Ese chico los consideraba su familia y esta roto por el abandono. Me estremecí al recordar el episodio de hace unos minutos. Tanta rabia, tanta amargura, no le deben pertenecer a alguien tan joven. Le tuve que aplicar una dosis que lo pondrá ido al menos un par de horas. ¿y luego? No puedo pasármela sedándolo. Lo peor es que ni siquiera Muhrder que lo "quería tanto", se ha pasado por aquí, ni para explicarle amablemente el porque no pueden sus padres continuar con la tutela.

Mordí mi labio arrepentido de habérselo soltado tan duramente. Suspiré otra vez y marqué el número de John, no me importaba la hora, ni quien contestara.

-¿Hola?

-Hola John.

-¿Mac?

-Si. ¿Puedes hablar?

-Ahora si ¿Qué sucede? 

-Es el chico. Ninguno de ustedes ha venido a verlo. Esta deprimido y su cuadro clínico no me gusta.

-Bueno, yo estoy al tanto de su recuperación. Y sé que esta progresando satisfactoriamente.

-Quizá su cuerpo, pero no su mente, ni su corazón.

-Yo sabes que vivo en emergencias Mac, me siento tranquilo por que esta en tus manos. Melissa esta metida de lleno en el juzgado luchando por sus intereses. No se que mas esperas que nosotros hagamos por él.

-Alguna visita seria buena.

-Mac…mira…

-Muhr tampoco ha venido.

-Mi hijo estuvo privado todo el día de ayer. Durmió como un cadáver. Tantos días desvelado por su amigo le paso factura.

-¿Me quieres decir que ha dormido por dos días?

-Claro que no, pero su hermana llegó ayer...

-Ah Vaya… no sabía eso. Debes estar feliz.

-Lo estamos, no la esperábamos hasta dentro de un mes, pero cuando Melissa le contó que Qhuinn estaba en UCI, Selena arregló su currícula y tramitó su traslado a su vieja escuela. Regresó para apoyar al chico.

-Me alegra saber que mi pequeña tiene un buen corazón.

-No somos tan inhumanos como pretendes insinuar.

-John…

-Mac, Yo mantengo informada a la familia del progreso de Qhuinn. No nos estamos desentendiendo, solo estamos ocupados con nuestras propias vidas.

-Claro… ¿Muhr esta ahí?  Quisiera hablar con él. Quisiera saber si piensa venir mañana.

- No está y no debería darte explicaciones, pero te las daré solo para que lo dejes en paz. Muhrder salió ayer al anochecer, pensé que iría hacia allá por que estaba más que decidido a no alejarse de Qhuinn.

-Pues no vino, ¿así que donde esta? ¿Tu lo estas presionando para que se aleje del chico?

-Claro que no…

-Entonces es Melissa…

-Nadie esta presionando a nadie, pero tampoco estamos alentando un error

-Sabes que no es un error John, esos chicos se quieren, están enamorados, ¡por que te cierras a esa idea!

-Ya te dije que aquí nadie esta censurando a nadie. Muhr no está encerrado en esta casa, si no se ha aparecido por allá, es porque no ha querido y tiene más amigos además de Qhuinn. Estará con alguno de ellos.

-¿Dónde está Muhr, John? No me contesta su móvil. ¿Me lo estás negando?

-Soy su padre Mac, no su secretaria, ni su guardián. Así que por favor relájate.

-John, por favor… sé que sabes donde esta, no estarías tan tranquilo si no lo supieras…

-Mac…

-John, por favor…anoche Qhuinn lo hizo llamar con una enfermera, ella me lo contó, el piensa que se lo están negando o peor, que Muhr no quiere saber nada de él.

-¿Porque piensa esas cosas? ¿Solo por unas horas de ausencia? ¿No te parece enfermizo tanto nivel de dependencia?

- John, ese chico esta con sedantes y ansiolíticos hasta el cuello, estamos arrastrándolo por una montaña rusa emocional, a estado en coma hasta hace un par de días, su padre le dio una paliza, su madre ni aparece, ahora sabe que ambos están detenidos, JODER John!  Las únicas personas en quien se sentía apoyado acaban de renunciar a su tutela. Es comprensible que el chico se sienta solo y vulnerable, me sorprende que no se rompa, pero no quiero esperar a eso. Ten un poco de compasión, aunque sea por que le salvo la vida a tu hijo.

-Muhr pasó la noche fuera, en casa de un amigo y aún no regresa. Se fue muy ofuscado ayer, tuvimos una discusión, imagino que no quiso venir a dormir.

-La estas jodiendo con tu hijo John, él no es tú, déjalo vivir su vida. Sigan así y lo van a perder. Pienso que ellos merecen una oportunidad

-Felizmente que no es tu opinión la que importa aquí. Y los padres de Muhr, o sea nosotros, creemos que toda esta tontería romántica de niñatos de 17 años no debe ser alentada.

-¿Y a que edad si puede tener valor?

-Déjalo estar Mac…

-¿18? ¿19? ¿Universitarios?

-Mac por favor, no vayas por ahí

-Claro que no, John. Sé cuanto te incordian nuestros recuerdos, pero pienso que a causa de ellos estas a punto de arruinar tu relación con tu hijo y su relación con su novio.

-Te he dicho que no importa lo que tu pienses, es mi hijo y te aseguro que yo se lo que le conviene mas que tu, te voy a agradecer que dejes de interferir

-Soy su padrino y hasta no hace mucho me agradecías que interfiriera permanentemente en la vida de tus hijos. Es a causa de nuestro pasado que no quieres que tome participación ahora.

-Nuestro pasado no tiene nada que ver con este tema, mi mujer ya se está incomodando con tanto déjà-vu.

-¿Es acaso mi culpa que ella se sienta insegura? ¿De que soy culpable? ¿De preocuparme por Muhr?

-No te acuso de nada, solo te pido que dejes a los muertos así…

-Yo he respetado tus votos matrimoniales John, nunca en todos estos años he faltado a la promesa que te hice cuando me dejaste. Solo estoy actuando en consecuencia al honor que me hicieron al apadrinar a Muhr. Yo lo apoyo. Yo apoyo sus sentimientos.Y apoyaré cualquier decisión que tome.

-Te repito, con tus acciones solo traes a la vida fantasmas que nunca he podido exorcizar de nuestra vida

-¿Y eso es MI culpa acaso?

-Sí, ¡es tu culpa!

-¿Mi culpa? Si hay fantasmas merodeando será por que fuiste un cobarde que le diste la espalda a tus verdaderos sentimientos y Melissa lo sabe bien. Es fácil reconocer cuando se vive con media persona.

-No te atrevas a decir eso…cobarde es el que abandona a una mujer con un hijo en su vientre.

-Solo te pido que no reflejes tus frustraciones en tu hijo, que tu renunciaras a tus sentimientos y te sacrificaras estoicamente no significa que él lo tenga que hacer

-Te das mucha importancia, a ver si maduras.

-No hablaba de mi, pero gracias por tenerme presente. Yo si preferí honrar mis sentimientos.

-… no es mi culpa que tu no avanzaras, yo continué adelante

-Lo peor es que ni siquiera te arrepientes

-Por supuesto que no me arrepiento… ser feliz es una decisión, no una lotería.

-Y luego te quejas de que tu hijo sea tan frío y poco emocional… de tal palo… en fin, volviendo al chico, tenemos que encontrar un punto medio, no pueden las cosas seguir así. No puedo ser indiferente ante su sufrimiento.

-Ha llegado, no puedo seguir hablando, lo discutimos mañana en el hospital, espero que cumplas con tu promesa y ese crío se largue contigo, no lo quiero cerca de mi hijo.

-¿Llegó Muhr? Espero y hagas lo correcto John. Hablamos mañana y ya sabes mi posición respecto a eso.

-Adiós... Mac

-Hasta luego John.

Corte la llamada y cerré los ojos, tenía un par de horas hasta que tuviera que hacer mi primera ronda. No era la primera vez que John y yo teníamos alguna discusión que trajera recuerdos dolorosos del pasado, pero hoy no parecíamos ex novios, parecíamos enemigos. ¿Será que tiene razón y fui yo quien no quiso ver la realidad? ¿Seré yo quien nunca avanzo? Bueno, quizá sea hora de empezar a avanzar. Si no ¿Cómo le puedo enseñar a un crío a superar el rechazo, si yo nunca lo acepte?

 P.O.V. Muhrder Black

-Muhrder bro… despierta hombre… -un empujón me sacó de mi atmósfera etílica-

-Ey ¿qué pasa? –Dije con fastidio- como jodes cabrón, deja dormir. –Susurré.

Un poco de agua fría cayó en mi rostro, eso si me hizo abrir los ojos desmesuradamente, estaba muy cabreado ¡mi sueño es sagrado!

-¡Pero qué mierda! -en mi espacio de visión apareció una cara sonriente que mi mente trato de recordar… ah, si… Vlad-

-Duermes como roca tío, no despiertas con nada, tuve que recurrir a medidas drásticas –rió.

-Muy gracioso imbécil –gruñí- ¿Qué hora es? No recuerdo haberme dormido. La verdad no recuerdo mucho. ¿Que trago sacaste tío?¿Que era? ¿Mata ratas? -mueca de resaca.

-Ayer no te quejaste amigo… ayer decías que era la fuente de la sabiduría y tenias que beberla toda -se carcajeó.

-Ey… shssss… no tan alto ¿Qué hora es? Deben estar preocupados mis viejos. -Me levanté con mucho esfuerzo, aun me daba vueltas la cabeza, ¡ufff! en mi vida había tomado de esta forma, negué con la cabeza y me dolió más.

-Son las 10:45. Oye, toma esto, me lo dió mi tía,dice que es bueno para la resaca y bebe esto -tomé las dos pastillas que me dió y confiadamente me las tomé junto con el Gatorate.

-Que vergüenza con tu tía -miré en derredor- al menos fue una borrachera tranquila, sin daños materiales –sonreí.

-Ella es maravillosa, está feliz de que tenga un amigo casi genio, así que es probable que si destruyeras su casa, me culpe a mi antes que a ti.

Intente sonreír, pero solo salió una mueca, lo que dijo no se alejaba de la realidad, yo siempre caía bien parado, no importa lo que hiciera, siempre otro era el perjudicado, no pude evitar pensar en… ¡SANTA MIERDA QHUINN!

-Oye me tengo que ir, gracias por el Gatorate, creo que si me apuro, puedo llegar a almorzar con mis padres, previo baño y llegar donde Qhuinn antes de las 4 de la tarde. –Empecé a caminar hasta la escalera-

-Muhr ¿qué tan lejos vives? –Me giré a mirarlo cuando no entendí su pregunta.

-Como a veinte minutos en auto, cerca de la parada de autobús donde te encontré ¿Por qué? ¿Me vas a llevar en tu moto?– él asintió y luego negó, me miró entrecerrando los ojos.

-Muhrder son las 10:45…pero de la noche, has dormido todo el día tío, no creo que esta noche vayas a ver a Qhuinn -Me puse pálido y me sostuve de la baranda de la escalera.

-¿Que? ¡No puedo dejar de verlo!, con esta serian tres noches sin verlo. Lo conozco, se debe estar llenando la cabeza de ideas y encima mis padres rechazaron su tutela de una manera poco elegante –rastrillé mi cabello hacia atrás, tenia que salir de aquí y llegar a mi casa, aun si pudiera ir al hospital directamente, oliendo a licor no puedo ir a verlo.

-Tranquilo Muhr, él comprenderá cuando le expliques…tampoco es el fin del mundo, que son unos de días perdido, has estado a su lado permanentemente desde el accidente. Mi amigo tampoco es loco.

Yo negué, él no sabía nada de lo que habíamos pasado con Qhuinn, así que seguí subiendo las escaleras con el detrás mío. Fui directo al baño, Vlad se desvió a la cocina, me asee lo más que pude, acomodé mi ropa que apestaba a borracho, tenía que ir a mi casa a bañarme y cambiarme. Salí del baño y me encontré con la tía de Vlad y él mismo en la salita de estar esperándome para despedirme.

-Gracias señora por la cena y por acogerme en su casa. –Ella me sonrió y me dió un abrazo.

-Animo Muhr, todo saldrá bien, quizá a tus padres les cueste un poco al principio pero terminaran apoyando tu decisión. Es tu vida y estas a días de cumplir la mayoría de edad. Creo que reconocer quien eres es el primer paso a la adultez.

Mi boca se abrió y me quede mirándola, luego miré a Vlad que sonreía magnánimo ¿WTF? – Esteeeee… no la entiendo

-Tía, creo que Muhr si sufre de amnesia etílica -dijo Vlad mirándome con la ceja elevada- ¿Ya no te acuerdas que a media noche bajó mi tía a acompañarnos en nuestra terapia alcohólica?

-Yo no tomé nada, pero prefiero hacer “prevención de daños” a “control de daños” -ella sonrió amable- descuida Muhr, las terapias con alcohol son sagradas, “lo que se dijo en ese sótano, se queda en ese sótano” y tomes la decisión que tomes, aquí tienes una familia amiga que te dará apoyo si lo necesitas.

Mi boca se abría y cerraba, me dejaron sin palabras, solo hace unas horas pensaba que Vladimir era un completo imbécil y no sabía que podía haber visto Qhuinn en él para hacerlo su mejor amigo, sin embargo ahora lo entiendo. Esta generosa familia es fantástica.

-Gracias, lo recordare

Sonreí y ellos asintieron, luego de un abrazo a latía Iveth y a Vlad me fui del lugar, rumbo a mi casa. El taxi que la tía Iveth había solicitado estaba esperándome en la puerta.

Ya dentro del auto la angustia de no poder ver a Qhuinn esta misma noche me tenía perturbado, así no puedo pensar, necesito relajarme y meditar que le voy a decir cuando lo vea.

A ver… relajémonos Muhr. Respiré y busque en mi mente algo bonito en que pensar, siempre me funciona. Y lo primero que se me vino a la mente fue la noche loca con Vlad y en mi cara se formo una sonrisa que amenazaba con convertirse en carcajada.


Inicio del flash back

Habíamos llegado a su casa como a las 7:45 de la tarde, su tía Iveth nos dió de cenar unas pastas con carne que estaban para chuparse los dedos, y yo que moría de hambre, hasta repetí. La tía de Vlad es una mujer de más o menos 40 años, profesional y viuda. Su marido era marine y falleció en zona de guerra. Tiene buenos beneficios pero no los necesita, así que viven muy cómodos en esa casa cuya hipoteca se pagó con la muerte de su esposo. Vlad al parecer es huérfano, hijo de la hermana de Iveth, él llegó a la vida de ella hace 7 años, dos años antes de que su esposo falleciera y fue su ancla cuando ella mas necesitaba un motivo por el que vivir. Son muy unidos. Y les es imposible no ser una bomba expansiva de amor y generosidad.

En menos de media hora, yo me sentía como en casa, mejor aún, si hasta repetí la cena, yo que nunca sonrió dos veces si no es adecuado. Con ellos me sentía como YO, no tenia que ser perfecto, podía ser torpe, inadecuado… podía ser un chico de 17 años confundido con su sexualidad.

Vlad es una pasada de payaso, no puede decir dos frases sin que una de ellas sea un chiste y la otra“jajajajaaja”… o sea, es imposible hablar de algo ligeramente razonable con él…al menos esa es la impresión que da, a quien no lo conoce. No he conocido tío más sensible y sensato que Vladimir. Ayer después de interactuar con él y verlo en su habitad, me dejó sorprendido al saber como ese chico que parece salido de una banda de rock pesado, tenga tantas responsabilidades en su casa. Él lleva la economía familiar por que “su tía es muy regalona” y si él no ajusta la correa, se mueren de hambre. También se encarga de rellenar la despensa para que su tía no se distraiga en cosas menores y pueda desarrollar sus artes culinarias con él como único beneficiario de su talento. Eso me dió mucha risa.

Pero lo más sorprendente es saber que es el mejor amigo de su tía, su consejero, su terapeuta, su ancla y confesor, Vlad, tuvo que madurar muy joven por que decidió que no perdería otra madre. Él tuvo que sacar a su tía de la depresión y lo logró. Vlad tiene el don de la empatía y junto a un corazón tan noble pueden hacer milagros. El milagro de sanar almas perdidas. Y así fue como conoció a Qhuinn… mi dulce Qhuinn…

La historia que me contó Vlad, de cómo se conocieron, del estado en que estaba Qhuinn cuando lo conoció y de su gran fuerza interior, me dejó boquiabierto, tan joven y tantas pruebas…

Fin del flash back


Y ahora Yo “el casi genio Muhrder”, el siempre halagado por logros estúpidos, me sentía como uno mas del montón al lado del inmortal Qhuinn Lohstrong, el chico que supo levantarse una y otra vez… solo…siempre solo.

Un dolor se instalo en mi pecho al pensar que nuevamente estaba desprotegido, atrapado en esa cama de hospital, nuevamente dejado a su suerte para que se levante el mismo de esta adversidad y yo aquí sin el suficiente valor para ir a decirle cara a cara lo que realmente siento.

El taxi por fin llegó a mi casa, le pagué y bajé. Caminé rápido hasta la puerta, desde ahí podía ver que los autos de mis padres–ambos- estaban estacionados en el garaje.

Abrí con mi llave la puerta y entré.

-Hola mamá… Hola papá…

Saludé fuerte para que ambos me escucharan desde sus ubicaciones en la casa. Mi madre se asomó por la puerta de la cocina, me sonreía. Yo estaba confundido, la verdad, esperaba unos buenos gritos por desaparecerme sin avisar y no contestar el móvil, el cual estaba sin batería desde Dios sabe qué hora.

-Hola mi amor, ¿tienes hambre? Estoy haciendo un postre, pero puedo hacerte algo de cenar -mi estómago gruño y yo asentí.

-La verdad es que te lo agradecería, me baño y bajo a cenar -mamá sonrió y me hizo un gesto con la mano de que fuera rápido. No sabía porque no me gritaban por perderme casi 24 horas, pero no iba a cuestionar mi suerte.

Subí las escaleras y cuando pase por la puerta de la habitación de mis padres escuché a mi papá en el teléfono, conversando casi susurrante, eso me intrigó.

-…

-Te he dicho que no importa lo que tu pienses, es mi hijo y te aseguro que yo se lo que le conviene mas que tu, te voy a agradecer que dejes de interferir…

-…

-Nuestro pasado no tiene nada que ver con este tema, mi mujer ya se está incomodando con tanto déjà-vu

-…

-No te acuso de nada, solo te pido que dejes a los muertos así…

-…

-Te repito, con tus acciones solo traes a la vida fantasmas que nunca he podido exorcizar de nuestra vida…

-…

-Sí, ¡es tu culpa!...
-…

-No te atrevas a decir eso…cobarde es el que abandona a una mujer con un hijo en su vientre…

-…

-Te das mucha importancia, a ver si maduras…

-…

-No es mi culpa que tú no avanzaras, yo continué adelante…

-…

-Por supuesto que no me arrepiento… ser feliz es una decisión, no una lotería…

-…

-Ha llegado, no puedo seguir hablando, lo discutimos mañana en el hospital, espero que cumplas con tu promesa y ese crío se largue contigo, no lo quiero cerca de mi hijo.

-…

-Adiós... Mac
  
Me tape la boca con la mano, no quería que se oyese mi respiración, caminé rápido y sin hacer ruido a mi habitación que gracias a Dios tenia la puerta abierta. Escuché los pasos de mi padre alejarse y bajar por las escaleras, seguro fue a buscarme.

Rápido entré al baño, cerré la puerta con llave y abrí el grifo de la ducha. Deseaba que el agua caliente se llevara todos mis pensamientos, pero no sucedió así, la conversación telefónica de mi papa con Mackenna, me latía en los oídos. Por que era Mackenna. Mi CI es una puta mierda a veces. Maldita Diana por sus intrigas y más maldita si tiene razón.

Me apoyé en la pared y me deslicé hasta quedar recostado en el piso y apoyado contra una de las paredes de la ducha.

¿Y ahora qué hacer? ¿Preguntarle a mi padre, cuál es su historia con Mackenna? ¿Decirle que yo no soy él?  ¿Hacerme el loco y dejar sus cadáveres enterrados en el jardín?  Puedo hacer eso… lo que no puedo, es tolerar que decidan entre ellos la vida de Qhuinn, como si fuera un perro y coordinaran quien lleva la correa.

Ahhhh y está muy equivocado si cree que podrá evitar que vea a Qhuinn esta misma noche, o mañana, o nunca… NADIE VA A DECIDIR POR MI. Si es necesario, lo secuestraré, pero de Qhuinn solo podría alejarme él mismo y eso. No creo que pueda conmigo ni el mismo Qhuinn.

Salí de la ducha y me puse mi pijama, no quería darle señales a mi padre de que había escuchado su conversación, luego de cenar subiría para vestirme e ir al hospital. No le daría tiempo a Mackenna de llevarse a Qhuinn antes de que yo lo vea. ¿Y como llevárselo? Si Qhuinn aún esta en recuperación. ¿Pensarán enviarlo a otro hospital y no decirme su paradero? Naaaaa… eso solo pasa en las películas y esto es la vida real.

Bajé las escaleras con una expresión serena, fui a la cocina, mis papás estaban conversando en susurros,  sus expresiones eran de enojo por parte de mi madre y cansancio por parte de mi padre. En cuanto me vieron alegraron sus expresiones, como si yo fuera idiota.

-Gracias ma, que rico, tenía hambre –me senté a la mesa- Hola pa, quise pasar a saludarte pero estabas ocupado, creo que hablabas por teléfono y preferí no interrumpir -juraría que mi papá expulso el aire que retenía, si que estaba preocupado y mi madre también relajo su expresión-

-Bueno come, antes que se enfríe -asentí y empecé a comer

-¿Y Selena? - Recién caía en la cuenta que no había visto a mi hermana aun.

-Salio con unas amigas, te esperó pero no sabia si vendrías hoy, le dije que saliera, ya te vería mañana -Asentí y seguí devorando mi plato- Anoche me llamo Iveth, la tía de Vlad, me dijo que tu móvil murió y le pediste que nos llame para avisar que te quedarías con ellos. No sabía que fueras amigo de su hijo.

-Lo conocí ayer -mi papá dejo de comer.

-¿Ayer?-preguntó sorprendido y miró a mi mama.

-Bueno, no lo conocí ayer, estudia en mi escuela y nos hemos visto en algunas clases. Pero no era mi amigo. Ayer nos cruzamos en el paradero de la esquina y empezamos a conversar, me invitó a conocer su casa y ahí terminé. Con una resaca mortal. –Los miré a ambos con recogimiento- Lo siento, debí llamar, pero necesitaba aire y solo no pensé, me alegra que Iveth los haya llamado -mi mama sonrió.

-Yo conozco a Iveth, ella da apoyo al refugio y yo reviso los casos legales de muchos refugiados, es una buena mujer. Su hijo al parecer es un buen chico. Al menos ella vive orgullosísima de él. Lo adora.

-En realidad es su sobrino hijo de su hermana, ella lo adoptó a los 10 años, cuando sus padres murieron en un accidente de coche.

-Ay dios, que pena –Se conmovió mi madre y yo hice una mueca. Su chillido me perforó el cerebro.

-Si, la verdad, tienes razón en todo, es una gran mujer y una super madre para Vlad, y él es un buen chico. Me gusta.

No pude evitar observar que mi padre se removió en su asiento ¿Es que acaso pensaba que ahora cuando digo me “gusta” un chico,significa “ME GUSTA”? ¿Qué clase de golfillo en el closet era mi padre? Por que “el león siempre juzga a todos por su condición”  Sonreí de lado sin mirar a nadie. Que piense lo que quiera.

-Mamá, esto te quedo muy rico, gracias. Los dejo seguir conversando, ya es tarde. –Ellos asintieron- Que descansen -les regale una sonrisa y salí de la cocina rumbo a mi habitación.

No demore nada, en 10 minutos ya estaba vestido, mire la hora, 00:35 horas. Bajé las escaleras sin hacer ruido, mis padres seguían en su charla susurrante en la cocina, solo que ahora habían encendido música, seguro para asegurarse que yo no los escuche. Sonreí, gracias a dios por los pequeños milagros. Tomé las llaves del auto de mi padre y salí de casa. Este auto tenía un motor silencioso, por eso lo elegí y me fui rumbo al hospital. 

Me colaría en la habitación de Qhuinn como sea. Solo esperaba no llegar tarde, que Qhuinn no este muy enojado y sobre todo me quiera escuchar.


Que quiera escuchar que lo amo con toda mi alma…

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