POV. Qhuinn Loshtrong
Comencé a híperventilar a medida que sus palabras tomaban sentido en mi mente, sus movimientos eran lentos y sensuales, como todo un depredador acercándose a su presa, me sentía hipnotizado, sensibilizado, mi piel cobraba vida con cada palabra que salía de sus labios.
…” solo seamos labios que necesitan unirse... Por que muero de sed y tus labios son mi oasis “…
Mis labios se separaron levemente y mi lengua salió a humedecerlos, no pude evitar morder mi labio inferior cuando por fin su rostro salió de las sombras y fue iluminado por la luz del velador. Pude ver claramente sus facciones. Y juro que no he conocido un hombre mas atractivo que Muhrder Black.
El azul de sus ojos es oscuro pero con esta luz parecen transparentes, juraría que hasta puedo ver su alma a través de su mirada, una mirada tan sexy que debería ser ilegal. Y sus labios… delgados pero formados, una boca que muere de sed… y me necesita…a MI… solo a MI… porque soy su Oasis…
No cerré mis ojos, por el contrario los mantuve abiertos, necesitaba ver en su mirada la sinceridad de cada palabra susurrada. Su cálido aliento sobre mi piel provocaba que mi corazón rebotara contra mi caja torácica y el nerviosismo me invadiera por completo.
El par de besos anteriores fueron dados de manera improvisada, no los esperaba por lo que no supe que hacer, en aquellas dos ocasiones había quedado pasmado y congelado en mi sitio cuando sucedió.
Ahora él deseaba hacerlo a conciencia y a pesar de que yo también lo deseaba, no me podía mover.
Estaba tan nervioso que mis manos comenzaron a sudar y temblar.
Y ocurrió.
Muhrder no solo convirtió en inexistente la distancia que lo separaba de mi, sino que con su gesto eliminó la que me separaba a mi de él.
Cerré mis ojos ante el primer contacto que tuvimos, fue un simple roce que envió descargas de adrenalina por todo mi sistema. Un toque breve, una prueba, un preliminar, un tonteo sensual que me estaba volviendo loco.
Apoyó su frente contra la mía para luego besarme nuevamente, ahora nuestro beso era más sostenido, un encuentro de labios reconociendo su forma y textura. Los suyos se cerraban sobre los míos chupándolos, estirándolos, los míos envolvían a los suyos, se negaban y se entregaban, un jugueteo que parecía no tener fin.
Hasta que una húmeda caricia de su lengua entro al juego. Y sentí como mi alma se despegó de mi cuerpo y volvió a entrar, mi corazón perdió un par de latidos pero me armé de valor para abrirme a él.
El primer contacto de nuestras lenguas fue tímido, tentativo. Yo me encontraba apoyado en mis codos y sostenía las sabanas con fuerza. Cuando por fin nos adentramos más en el otro, gemí de placer y agarrándome con firmeza al poquito de valor e iniciativa que tenía deslicé mi mano por su mejilla nuevamente con mucha timidez, disfrutando de la sensación de su barba crecida.
Al no recibir rechazo de su parte la deslicé por su cuello acercándolo aun más a mi, Muhrder inclino la cabeza y también me acercó a él, me tomó de la nuca y profundizó el beso. Ambos gemimos.
Mi mano bajó por su espalda, subió y acaricio su hombro, lo apreté y suspiré en sus labios cuando nos separamos para respirar, Muhrder no se detuvo por más de un segundo, volvió a besarme como bien lo dijo, “un muerto de sed”. Mi mano viajo hacia su pecho y me sentí aliviado al darme cuenta que no era el único que estaba nervioso, su respiración al igual que su corazón estaban tan acelerados como si hubiese corrido una buena maratón.
POV. Muhrder Black
- Muhr… -Su voz grave, tan rasposa y varonil, susurró mi nombre sobre mis labios. Y su masculinidad en lugar de regresarme a mis cabales y ser un balde de agua fría que me recordara que a quien le estaba devorando la boca era un HOMBRE, un hombre que también era mi recién recuperado amigo y que hasta hace unas horas era mi Némesis… ¡Pues ese susurro me hizo recapacitar un carajo!
Ese susurro lo único que logró fue que me levantara del puto colchón en el piso y conmigo lo levantara a él de la cama, tanto que tuvo que arrodillarse para seguir mis movimientos, es increíble lo que la pasión logra en la agilidad de las personas: nunca despegamos nuestros labios. No fue necesario. Nuestros movimientos eran coordinados, al parecer buscaban la misma meta…
…Caer juntos en la cama…
…y lo conseguimos.
Rodamos juntos por sobre mi cama, podía olerlo, olía su aliento, podía oler el aroma de su sudor, era un sudor limpio, su aroma natural era muy agradable para mí, me enervaba la sangre y eso era muy evidente en mi rotunda erección.
A medida que nuestros labios se saboreaban, que nuestras lenguas jugaban a conocerse, nuestra piel ardía mas y mas, se hiper-sensibilizaba.
Nos separamos por unos instantes para mirarnos, estábamos echados de lado, él me miraba estupefacto, casi con un aire de culpabilidad, yo le sonreía ampliamente.
¿Dónde estaban mis procesos mentales que siempre me enviaban al canal de la represión y la culpabilidad?
Ni puta idea.
Por que desde que mi testosterona tomó el control, el lado culposo de mi conciencia se fué a la porra.
-¿Te puedo tocar? –Asentí sin borrar la sonrisa de mi rostro.
- Todo lo que quieras… -Contesté mas caliente que una olla a presión.
Su mano derecha se posó en mi mejilla y yo suspiré cerrando los ojos, mi cuerpo estaba tan consciente que mi mejilla solo era el punto de partida de una caricia que terminaría mucho mas al Sur… Y así con los ojos cerrados me dedique a sentir cada centímetro del recorrido que hicieron sus dedos.
Mi mejilla, mi barbilla, mi cuello, mi clavícula, mis pectorales… en este punto me giré y me puse boca arriba, estaba seguro que mis boxers eran una tienda de campaña alucinante, pero el pudor ya no era parte de mi vocabulario.
Cuando su dedo frotó mi tetilla, su tímida caricia envió un rayo de placer directo a mis huevos y un gemido tan audible me brotó del pecho que tuve que morder mi labio para que no se escuchara.
-Ohh… Qhuinn… -Su dedo repitió la caricia con certera sensualidad y acercó su boca a mi otra tetilla, abrí los ojos en el justo instante que su lengua hizo un barrido de mi pezón y gracias a eso mis caderas se levantaron ondulantes de la cama…
-Mierda santa… Qhuinn…-gemí y mordí mi labio casi haciéndolo sangrar. ¿Por qué mis manos no se ponían al ataque? ¿Porque no estaba haciendo algo?... No lo sé, era como si estuviera dentro de una nube de vapor sexual, que me tuviera drogado y no me sintiera tan despierto.
Él seguía torturándome con sus lamidas y roces circulares en mis tetillas, yo solo gemía y ondulaba las caderas en un ritmo constante y erótico. Eso continuó hasta que por fin se apiadó de mi y me dió un respiro. Sin embargo, no hizo ningún otro avance sensual, abrí los ojos y lo miré, él no me miraba, solo observaba la gigantesca tienda de campaña que hacían mis boxers.
-Te juro que no lo invite, se coló solito en esta reunión, al parecer junto con ese… -Me miraste con esos ojos vidriosos erotizados y yo señale tu erección cubierta por tus finos boxers con un fruncimiento de labios.
-Y que hacemos, ¿les negamos el ingreso o los invitamos a participar? –A pesar de tu respuesta audaz, mordiste tu labio y te sonrojaste furiosamente.
-No se tu, pero la descortesía no esta en mi ADN…-me miraste con una mueca divertida…-Bueno, quizá Si, pero no con él. –Miré mi entrepierna con cariño- A él lo trato con respeto, es sensible, luego se ofende, se resiente y no regresa… no me imagino una vida sin el…
-Ya cállate Muhr… -Y me calló con un beso abrasador.
Esta vez Qhuinn no fue tan tímido y su falta de timidez me encantó, rodé sobre él y me acomodé de tal manera que mi peso fuera amortiguado por mis brazos a ambos lados de su cabeza.
El beso nunca se rompió, la falta de aire la superábamos entre suspiros. Nuestras caderas se movían sincronizadas como en una coreografía muy bien practicada, debe ser el instinto primario de apareamiento... y parece que nuestro instinto no tiene bandera...
Mi familia nunca ha tenido prejuicios con los estereotipos, mi padre es un científico sin tabúes y mi madre un ángel social cuya consigna es la calidad de vida del ser humano, así que no crecí tan preocupado con esto de los heteros y los gays, sin embargo a pesar de desear estos labios, este contacto con Qhuinn, estoy seguro que no deseo a los hombres.
Creo que es únicamente a Qhuinn a quien mi piel desea y acepta cerca. ¿Es eso posible?..
¿Un macho hetero, puede sentirse atraído por otro hombre en “especifico”?
Es decir: SOLO UNO... ¿y seguir siendo hetero?
Pues yo creo que SI, por que si otro hombre me besa y me toca como me encanta que Qhuinn lo haga, le parto la cara...
No pude evitar pensar en Levi y la reunión próxima…
Yo y mis pensamientos fatalistas tan inoportunos…
Al parecer mi polla estaba en sintonía con mis pensamientos por que se desinfló casi totalmente. Qhuinn debe haber sentido el cambio, por que detuvo su beso y me alejó, yo rodé y le di su espacio. Me sentí avergonzado. Él solo se disculpo y pretendió pararse.
-Ey... ¿Que pasa?.. ¿Por que te detienes, a donde vas? –Pregunté aunque ya sospechaba el motivo de su reacción
-Solo quiero ir al baño...-dijo y su voz juraría que la escuche rompiéndose.
-¿Y te disculpas, por eso? –El negó y se soltó de mi agarre. No me había dado cuenta que lo sostenía con fuerza.
-Solo déjame y vete a dormir, me quiere empezar a doler la cabeza...-Yo no le creí, pero mi orgullo me impedía sacar al tema mi erección perdida. ¿Problemas de erección Muhrder Black?... maldito Levi y estúpido Qhuinn que piensa lo peor siempre.
-Te disculpo, anda al baño tranquilo. Hasta mañana y que descanses. –Dije con ironía, me levanté de la cama y reacomode la camita en el piso que con tanto arrumaco se había descompuesto, le di la espalda deliberadamente. Yo sabia que me miraba sin moverse.
-Odio que te comportes así Muhrder y siento haberte empujado a algo que evidentemente te desagrada. No soy una hembra…y a ti esto te da… -resoplé para cortar su discursito repetitivo…
-No te disculpes por algo que Yo empecé... y yo no pienso disculparme… por algo que evidentemente tu sí disfrutaste –miré de reojo su verga aún erecta.
-Eres un arrogante hijo de…-me giré y elevé una ceja esperando que terminara la frase. No lo hizo. Mordió su labio y se dirigió al baño. No pude evitar notar como sus ojos brillaban con lágrimas contenidas. Me sentí un cabrón. Para variar.
-Maldición… -gruñí en voz baja y caminé mas rápido que Qhuinn, estiré mi mano tomándolo de un brazo, él me gruñó pero no le di tiempo de reaccionar, busqué su boca y ya no le besé con timidez, le besé como besa un macho con muchos huevos.
-Empecemos por establecer que soy conciente de no estar besando a una hembra -hundí mi lengua en su boca y... seguí besándole hasta que el sonido de mi móvil nos hizo brincar y separarnos, nos reímos por nuestra reacción tan cobarde y tras un breve beso reconciliatorio caminé hasta el velador donde yacía mi móvil, lo tomé y leí el msm que me había llegado.
Mi estomago se revolvió, era lo ultimo que esperaba leer... LEVI... cerré el móvil y le miré, él sabia quien era por la expresión de mi cara.
-Ven aquí Qhuinn... -sonreí y le dí un beso cálido-.. Mañana irás al doctor con mi padre como te programaron, yo no iré contigo, tengo que acabar con ese imbécil, así que iré…solo.
POV. Qhuinn Loshtrong
El momento romántico había terminado y la realidad nos había alcanzado nuevamente. Luego de que Muhr declarara su acto suicida, no quiso hablar más del tema, tampoco me enseño el mensaje, no era necesario. Podía imaginarlo.
Antes de acostarnos, cada uno fue al baño, la habitación estaba en un silencio sepulcral, parecía que estábamos de duelo. Muhrder pasó por su puerta y confirmó el seguro, al parecer su madre tenia costumbres inoportunas y no quería que nos pesque durmiendo juntos. Yo tampoco quería eso, a pesar de sus pensamientos liberales, tenia que respetar su casa y el refugio y protección que me habían dado.
Me acurruqué apoyando mi espalda en su pecho y me envolvió protectóramente entre sus brazos. Di un brinquito de sorpresa cuando su boca chupó mi oreja y la mordió juguetonamente.
-Buenas noches Lohstrong -Te acomodaste para dormir y yo estaba entrando en letargo pero mi mente trabajaba a mil por hora preocupado por lo que pasaría en unas horas más.
-¿Qué harás? No quiero que nada malo te pase ¿Cómo lo distraerás para entrar en el sistema? ¿Y si te atrapa y te hace algo? No estaré junto a ti para ayudarte Muhr, me da miedo que vayas a ese sitio solo.
Comencé a decir mientras me quedaba dormido, si respondiste o no, no lo supe puesto que caí dormido en unos instantes.
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