viernes, 5 de septiembre de 2014

6. Revelación




L
AYLA
Estaba algo nerviosa mientras me lavaba en el Otro Lado, procuré asearme dos veces y de manera meticulosa, deseaba estar bella para el Sire Qhuinn. 

El Sire Qhuinn... oh Qhuinn... el hermoso Sire, pensé soñadora mientras que en mi mente se conjugaban un sinfín de escenarios en los cuales siempre el final era el mismo: él y yo juntos

-Ojala pudiera ser perfecta para él, que me amara tanto como lo amo.

Termine de lavarme y me prepare, trencé mi cabello y me coloqué una pulcra túnica blanca. Me sentía nerviosa, pero mis deseos de verle eran más fuertes, así que tomé una profunda respiración antes de desmaterialice en el pasillo, busque su habitación y toque con los nudillos a la puerta y espere.

QHUINN
Como cada vez que cerraba los ojos, la muerte viene a mí para joderme, matarme y reírse de mí una vez más.

Me había acostado casi al borde del colapso físico debido al arduo ejercicio físico en la trotadora, y sobre todo, al colapso emocional, los pocos que me vieron transitar en la mansión no dijeron nada cuando me vieron rapado y con las manos ensangrentadas. En el fondo se los agradecí. Ahora, me encontraba en mi cama, y el nebuloso paisaje mental cobra vida, como una línea abierta para que esa horrible noche volviera a repetirse, una vez más.

Claramente veía a mi hermano, que había sido parte de la Guardia de Honor que me había golpeado, y el montón de HDP vestidos de negro me habían encontrado al lado de la carretera mientras me había alejado de casa por última vez. Llevaba muy pocas cosas y simplemente caminaba sin rumbo fijo. Mi padre me había echado y había sido literalmente eliminado del álbum de la familia “perfecta”, así que debía irme, Todo por culpa de mis dispares ojos.

Se suponía que la Guardia de Honor sólo debía golpearme por ofender a mi línea de sangre. Pero toda la mierda se les fue de las manos y ¡HO! ¡Sorpresa! Mi hermano había tratado de detenerla, podía recordar a mi hermano diciéndoles a los otros que se detuvieran.

Pero eso había llegado muy tarde y ya estaba flotando lejos, no sólo del dolor, sino también de la propia tierra, para encontrarme en una suave niebla blanca que se apartaba poco a poco para revelarme una puerta. Había llegado a la entrada del Fade y también estaba muy consciente que una vez que la cruzara… estaría jodidamente acabado. Lo cual me pareció una idea genial, no tenía nada que perder después de todo. Y sin embargo, me resistí en el último momento. Por una razón que aún se encontraba bloqueada, no la podía recordar. Era sumamente extraño, ya que tenía grabada a fuego en mi cerebro todos los putos detalles de la jodida noche, sin embargo era una pieza que no recordaba por mucho que lo intentaba.

Pero, claramente recordaba cuando volví a mi cuerpo recuperando la consciencia… Blay me había practicado RCP… Queridísima Virgen, valía tanto la pena revivir el contacto de sus suaves labios sobre los míos.

El golpe en la puerta me despierta completamente, torpemente y botando todo a mi paso, logro encender las luces para asegurarme de de donde estaba.

En mi habitación… Solo.

Mientras mis ojos se adaptan lentamente, miro hacia la puerta, sabía quien estaba al otro lado. Podía captar la delicada esencia que se elevaba y sabía por qué había venido Layla. ¡Mierda!, quizás esa había sido la razón por la que no había podido dormir realmente, había estado esperando ser despertado por ella en cualquier momento.

-Entra- Digo en voz baja

LAYLA
Oí esa palabra, su profunda voz y mi cuerpo reaccionó de manera inmediata con un estremecimiento que recorrió toda mi espalda, mis manos temblaron un poco y de manera nerviosa estiré mi túnica, arregle mi cabello y me paré de manera erguida, orgullosa con una resplandeciente sonrisa antes de ingresar a su dormitorio suavemente

Entre despacio y cuando le vi... cuando le vi... morí. Estaba ensangrentado, sus manos destrozadas, su hermoso cabello se había ido 

- ¡Ho! Queridísima Virgen, que te han hecho Qhuinn 

La cama parecía que no llegaba nunca. Me siento a su lado, con cuidado de no tocarle. Tímidamente acerco mi mano a su mejilla, su piel raspa por la barba que está creciendo.

- ¿Que te ha pasado? -Susurro, estoy tan asustada ¿Podría haberle perdido para siempre?-

QHUINN
Siento la mano de Layla en mi mejilla y me giro de espalda a la cama, una forma sutil de rechazo a la caricia. Restriego las palmas de mis manos en mis dispares ojos y luego las deslizo por mi rapada cabeza, enfoco mi vista en ella y su cara pasa del asombro a más asombro, tapándose la boca con su delicada mano.

- Vamos Layla, no es para tanto, solo un corte de pelo y unos clavos menos en la cara.

Cuando me encuentro con su verde mirada, algo se filtra profundamente en mi mente, una especie de comprensión comenzó a echar raíces y arrancó los brotes de “casi lo consigo” y “está a punto de llegar”

Ojos verdes…

Me incorporo con dificultad, sentándome en la cama y apoyo mi espalda en el respaldo, observo mis manos que están totalmente ensangrentadas y recuerdo lo sucedido hace unas horas cuando, en un arrebato de ira hice añicos a golpes el gran espejo de los vestidores de la sala de entrenamiento. Rio sin humor, mientras abro y cierro mis manos, las heridas están casi curadas, salvo por aquellas en donde aún hay vidrios incrustados.

- si es por esto, no te preocupes, ya está casi curado.

Ojos verdes como el jade...

LAYLA
Totalmente sorprendida veo como sus ojos son negros como la noche y no el singular bicolor que lo caracteriza, es como… si estuviera sin vida. Además, está tan delgado que sus huesos se marcan en su piel, sus músculos, aunque siguen fibrosos por el ejercicio han perdido tamaño. Siempre lo estoy observando, no puedo evitar estar al pendiente de él y lo que hace, últimamente casi no está consumiendo ningún tipo de alimento, se está ejercitando en exceso y casi no acepta mi vena, a menos que esté desfalleciendo de hambre.

‎- Debe beber de mi, sus heridas siguen sangrando Sire… beba

Deslizo mi túnica para que tome mi cuello, poco a poco la deslizo aún mas mostrando mi desnudo torso

- Tome lo que desee Sire

QHUINN
-Espera Layla, esto no es tan grave, deja que me dé una ducha rápida y vuelvo ¿vale?

Veo como asiente y vuelve a cubrir su cuerpo… ¡Jesucristo! De sólo pensar en sexo me dan ganas de vomitar, llevo tanto tiempo sin tenerlo que el solo hecho de tener a una hembra enfrente irradiando deseo… me da repulsión.

Haciendo acopio de lo poco y nada de energía que tengo, me levanto y al hacerlo siento como el mundo se mueve en un fuerte mareo, intento respirar profundamente, pero el dolor en mi pecho me lo impide, intentas ayudarme pero con un gesto negativo me niego a recibir tu ayuda. Paso a paso me dirijo hacia el baño, durante el camino me saco la sudadera y la dejo caer en cualquier parte, paso mi mano por el cabello… Mierda… ya no hay cabello

Ojos verdes como las uvas…

Mi cabeza sigue procesando la información mientras ingreso al baño y me meto directo a la ducha, el agua fría recorre mi cuerpo, despertándome. Luego de un rápido baño, coloco una toalla en mis caderas y me dirijo al lavabo para sacar los fragmentos de vidrio que aún están incrustados, uno a uno, los dejo caer. Miro mi reflejo…

-Jodida mierda -Mis ojos ya no son bicolor, están tan negros como el carbón, totalmente sin vida-

-¡¡Layla!! … ¿Qué mierda me pasa?

LAYLA
Me sobresalto al oír que me llamas con desesperación y me apresuro hacia al baño, siento que mi corazón se destroza al verte, estas apoyado en el lavabo en una postura de dolor, tus manos aún sangran y estas mirando fijamente tu reflejo en el espejo.

-¿Que mierda me pasa? -me preguntas-

Me acerco a ti y te miro a los ojos, y respondo en voz muy bajita

-No lo sé, Sire. Pero, recuerdo que el Sire Zsadist, antes tenía los ojos de igual color y ahora cuando está enfadado o con rabia o algo similar, los ojos se le vuelven negros... a lo mejor... le pasa eso -respiro hondo- Piense en cosas bonitas... en lo que quiera.

QHUINN
Apoyo mis manos en el lavabo, y doy el agua para mojarme el rostro… ¿cosas bonitas? Lo único bueno y puro es él… y pensar en Blay es…

-¡Mierda! 

Un lacerante dolor me cala en medio del pecho, como si clavaran una daga y comenzaran a retorcerla lentamente, me cuesta respirar. Contemplo nuevamente mi reflejo y veo mis ojos aún más negros… si es que aquello se puede. 

A pura fuerza de voluntad camino hacia la cama y me siento en ella apoyando mi espalda en el respaldo

Ojos verdes como los prados…

Aquel pensamiento no me deja tranquilo… es como si el recuerdo de algo están tan cerca que logro tocarlo con la punta de mis dedos, pero no logro alcanzarlo

-¿podrías pasarme una barra energética? La tengo en mi abrigo de cuero

LAYLA
Con un suspiro, voy hacia tu abrigo y cojo una de las barras, me siento a tu lado.

-Por favor Sire, primero beba de mí. Mi deber es cuidarlo y para mi es un honor servirle en todas sus necesidades y siento su hambre en este momento. Le he observado desde lejos. Usted casi no come y sólo bebe sangre cuando está al límite de la inanición, por favor no se haga esto Sire. Cada noche hace una labor tan noble por nuestra raza, por favor, permítale a esta Elegida servirle en este momento 

QHUINN
Una maldición, bastante poco caballerosa queda atascada en mi garganta. Cojo tu muñeca e inmediatamente siento como mi estómago se cierra fuertemente debido a que han pasado demasiados días sin beber, y si a eso le sumamos mi única dieta de café negro y una que otra barra energética… me siento jodido

Ojos verdes… en un rostro que era…

El pensamiento continúa atormentándome mientras mis colmillos se alargan, suavemente perforo tu vena y el sabor a su sangre llena mi boca, en primer momento siento rechazo debido a que ha transcurrido demasiado tiempo, pero poco a poco el dolor comienza a pasar… doy el primer y corto trago

Ojos verdes…

Trago una maldición. ¡¡Cristo!! Es como tener una canción en la cabeza de la que podía recordar todo menos la letra

Otro trago e intento retirarme.

LAYLA
Cuando intentas retirarte, amablemente coloco mi mano en tu cabeza

- Sigue bebiendo, Sire Qhuinn... lo necesitas. Toma todo lo que desees

Acaricio tu cabeza rapada, algo que no me había atrevido a hacer antes. Suavemente mi mano se desliza por la parte trasera de tu cuello, disfrutando de tu piel aunque sea por un momento, se siente como si estuviera en el cielo

QHUINN
Cuando me instas a que continúe bebiendo, inmediatamente soy absorbido de vuelta a mi sueño. Pero no al momento de la paliza… Sino que me encuentro en la entrada del Fade, de pie frente a los paneles blancos con la mano extendida a punto de abrir las puertas

La realidad se deforma y retuerce… ya no sé si estoy soñando, despierto… O muerto

La niebla comienza a formarse en el centro de la puerta, como si todo se hubiera ido, las imágenes poco a poco comienzan a tomar forma y sustancia… era el rostro de una hembra joven de pelo rubio y rasgos refinados, con unos hermosos ojos verde pálidos.

Me mira fijamente, atrayendo mí vista como si me hubiese capturado… luego, en un parpadeo, sus iris cambian de color… uno se vuele verde y el otro azul… iguales a los míos

-¡Sire!

Estaba confundido… ¿por qué infiernos la hembra me había llamado? ¿Cómo sabía quién era?

De golpe salgo de la ensoñación y encuentro el rostro de Layla frente a mí tomando mi rostro y mirándome con preocupación

LAYLA
‎Como si te hubiesen dado un buen susto sueltas mi muñeca y te alejas de mi, cierro las incisiones y te observo preocupada, has perdido de manera abrupta el poco de color que había en tus mejillas.

Tomo tu rostro entre mis manos y con mis pulgares te acaricio tiernamente. ¡Virgen Escribana! Ahora estábamos tan cerca que sólo hacía falta que él se acercara un poco más y nos podríamos besar, siento como mi corazón se acelera. Sus ojos ahora están tristes, deseo ser su consuelo, la hembra que lo acompañe siempre, sueño con que un día me pida ser su Shellan, y aunque la posibilidad es remota, siempre mantengo la esperanza en ello. Sire Blaylock ya tiene pareja y espero que Qhuinn lo olvide pronto para que así se dé cuenta del profundo amor que siento por él. 

QHUINN
Cuando la comprensión de todo cae en mi, cierro rápidamente las incisiones y me alejo un poco de ella, mirándola fijamente a los ojos. Era muy fácil superponer los rasgos de esa joven hembra en el rostro de Layla y encontrar algo mucho más profundo que una similitud. Mi corazón comenzó a latir fuertemente cuando todas las piezas comenzaron a encajar

- no puede ser… es imposible

Coloco mis manos en mi cabeza y cierro fuertemente mis ojos, todo lo que podía ver en la oscuridad era ese rostro… mitad de ella y mitad mío… ¡Jesucristo sálvanos a los dos!

LAYLA
Miro a Qhuinn cuando se aleja de mí y un aroma de gran pena sale de mi cuerpo. Oigo tu corazón latir más fuertemente y mis colmillos se alargan, desde luego, hacía tiempo que no me alimentaba. 

-No puede ser... es imposible

Mas pena invade mi cuerpo, creyendo que es mi compañía la que rechazas

- ¿Deseas... que... Me marche, Sire? 

Te miro como cierras los ojos, lo que supongo que es un sí, así que me levanto y te miro de nuevo, mis colmillos aun alargados y sin poder controlarlos. 

- Yo... me voy, Sire... -Añado al ver que no contestas-.

QHUINN
‎Totalmente sumergido en la revelación que acabo de tener, soy poco consciente de las palabras de la Elegida, simplemente asiento. Cuando la puerta se cierra un poco después, el miedo, frio y cortante me cala hasta los huesos haciéndome estremecer, llegando hasta el fondo de mi alma. Rio sin una pizca de humor

-Realmente irónico

Digo para mí mismo. Pensar que mis padres nunca habían querido que me reprodujera y la puta vida tiene la idea de cagar a Layla con una hija defectuosa... y peor aún, darle como jodida herencia mis putos ojos dispares a una inocente hembra joven.

Después de lo vaticinado el día de hoy mi voto de celibato es más inquebrantable que antes

- No voy a tener sexo con Layla. Nunca. Fin del asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario