sábado, 30 de agosto de 2014

Capítulo 9


QHUINN
Era avanzada la noche y me sentía efervescente de felicidad, como niño con exceso de coca-cola. Luego de confesarnos amor mutuo y aclarar tantas putas confusiones, nos fundimos en un ardiente y necesitado beso, donde demostrábamos en actos los profundos sentimientos que guardábamos y que fueron revelados de manera tan sorprendente.

A tropezones nos deslizamos a mi cuarto en donde con extremo cuidado y dulzura lo desnudé, dejando un reguero de suaves besos y pequeñas lamidas por cada parte de su piel que era descubierto. Te recosté en mi cama, adoré tu cuerpo prestando especial atención a  todas lesiones y hematomas, ¡Jesucristo! Eran muchos, su cremosa piel estaba marcada en un sinnúmero de lugares

Durante muchas horas me dediqué a atender, acariciar y reconocer cada centímetro cuadrado de su cuerpo, no hubo lugar en el cual mi lengua o labios no pasaran. Esto era para ti, solo para ti. Una manera física de demostrar el gran sentimiento de amor que se estaba acunando y creciendo en mi corazón, un sentimiento que al ser identificado en el momento menos oportuno, me hizo sentir muerto al creer que no era correspondido, totalmente destrozado. Sin embargo, con esas dos simples palabras, en un solo segundo, mi alma volvió, haciendo que mi corazón cantara lleno de vida y esperanza que consideraba tan lejana y perdida desde hacía tiempo.

Tras cada pequeño toque de mis labios, un susurrado te amo era dicho sobre tu piel. Con extremo cuidado y dulzura te tomé en mi boca, te estimulé de muchas maneras, sabía muy bien el efecto beneficioso de tener un piercing en mi lengua. Bebí de ti como un sediento, deseoso de más, mucho más. Tu sabor es delicioso y adictivo, no creo que me canse de él nunca. Te brindé placer hasta que tu cuerpo estaba saciado y laxo. Este era mi regalo, una noche de atenciones solo para ti, ya tendríamos tiempo para una posesión mutua; aún está en proceso de recuperación, acabas de salir del hospital, por lo mismo amé tu cuerpo con el mayor de los cuidados evitando que te movieses demasiado, y aunque me negué a mi mismo un desahogo, me sentía completamente satisfecho de tenerte en mis brazos mientras tu suave y rítmico respirar me indican que estas profundamente dormido. Me acurruco contra tu cuerpo y con mucho cuidado apoyo mi cabeza en la parte baja de tu vientre y quedando prácticamente atravesado contra la cama me dejo llevar por un tranquilo y profundo sueño.

No sé cuanto dormí ni qué hora es, solo sentí el suave deslizar de unos dedos jugueteando en mi cabello, una fragancia corporal conocida y el tibio cuerpo de Blay pegado al mío. Me remuevo en la cama aún con mis ojos cerrados, parpadeo un par de veces y lo que veo me deja sin aliento, él esta reluciente. Aunque veo en blanco y negro, está claro que sus ojos están más brillantes que nunca, una divertida sonrisa se dibuja en su rostro.

-Buena tarde dormilón

-Hola –digo con voz adormecida mientras deslizo mi mano para acariciar la tuya que esta escayolada. Te miro sospechoso- ¿Por qué esa sonrisa malvada?

-¿Sabías que hablas dormido?

-¡Jodida y puta mierda! Ahora qué diablos dije –Pienso para mi mismo-

BLAYLOCK
 -Ven a vivir conmigo Qhuinn…

Lo último que dije, se acerco a mí abrazándome. Nos besamos apasionados y poco a poco nos dirigimos al dormitorio. Con extrema suavidad me despojo de mi ropa. Teniendo cuidado con mi brazo escayolado y las múltiples heridas que aun tenia por mi cuerpo. Adoró, acarició cada parte de mí. Sin egoísmo, solo complaciéndome. Hicimos el amor durante horas. Acaricio con humildad mi piel, me llevo al orgasmo un sinfín de veces. Con tanto amor, tanto cariño. Que pensé que mi corazón explotaría de tanta dicha.


Al cabo de las horas, atravesó su cuerpo a un lado de la cama, apoyando su cabeza en mi abdomen. Así poco a poco se quedo dormido. Mi mano se deslizaba con suavidad por su cabello. Hasta que el sueño me venció.


Sus movimientos y sus palabras, me despertaron de un sueño profundo.  Sonreí entre abriendo los ojos. Joder ¿hablaba en sueños? Y alto y claro. Lo acaricie mientras mi sentido de audición ponía total interés en su conversación con el mismo.


-¿Qué voy hacer? cuando se entere de que soy un autentico desastre mamá…

¿qué haré? cuando vea como tendré la parte de mi armario... mmmmm...Y... Y... compruebe que donde paso, voy dejando cosas descuidadas, y que como en la cama... ¡¡Mierda!! Me dejara.

Balbuceaba algo nervioso,  Sonreía con cada cosa que decía.

-Y mis niños ¿qué hare? ¡Pantufla, sale de mi cama, vete que ha Blay no le gustan los gatos! ¡Oh! mamá… yo le quiero... El es algo bueno en mi vida, siento correcto estar con el... Además, cocino muy bien. Si… si... con el estomago bien lleno no se dará cuenta de lo desastroso que soy...

Riendo a carcajadas y acariciando su espeso cabello, empezó a despertar, alzando su mirada y sonriendo.


-Buenas tardes Bambino...


-Hola -me contesto abriendo muy pausado sus ojos- ¿A qué viene esa sonrisa malvada?

-¿Sabías que hablas en sueños? Que interesante, lo que uno se puede llegar a enterar.


QHUINN
Siento como la sangre es drenada de mi rostro volviéndome más pálido de lo que soy, mi corazón se dispara a mil por hora y desvío mi mirada de la tuya.

-¿Qué mierda dije? ¿Qué mierda dije? ¿Qué mierda dije?...

Me repito mentalmente mientras me siento en la cama con movimientos lentos y calculados, esperando algún tipo de reacción de tu parte. Trato de forzar mi mente en recordar que mierda estaba evocando en sueños. Todo era confuso, nada coherente. Sólo rogaba que no haya dicho nada con respecto a las millones de estupideces que hice o que me sucedieron en el pasado. Paso nervioso mis manos por mi cabello esperando algún tipo de reacción de tu parte hasta que un estallido de carcajadas me sobresalta, lentamente boté el aire que mantenía en mi pecho, no me había dado cuenta que había contenido el aliento hasta ese momento. La suave caricia que me brindas en mi mejilla es realmente un bálsamo para el momento.

-Oye… calma –dices entre risitas- no has dicho nada malo. Pero mira nada más, hasta los pocos colores de tu rostro se han esfumado

-Sólo pensé que había dicho alguna bobada… pero acostúmbrate,  no solo a hablo dormido… También soy sonámbulo –ríes con más ganas- pero eso solo pasa en raras ocasiones… -rasco mi cabeza- si sé… soy un desastre –Rio contigo- Quédate en la cama, voy por el desayuno.

Con un último suave y tierno beso salgo de un brinco de la cama y totalmente desnudo me voy a la cocina. Una vez allí comienzo a revolver entre todas las gavetas sacando de todo un poco, ya que el innombrable había aprovechado bastante bien mi día de ausencia y había arrasado con todo lo que encontró a su paso. Armé una bandeja con galletas Oreo, frutos secos, masitas dulces, bombones de chocolate, bizcochitos de mermelada y sirviendo un par de grandes tazones con chocolate caliente y malvaviscos me devolví al dormitorio, al verte en mi cama, felizmente sentado en medio de mi cama rodeado de los montones de cojines de colores que allí se encuentran, no hago más que quedar por unos breves segundos totalmente idiotizado como si viviese un déjà vu. Tu suave risa me saca de mi ensueño, tus ojos están clavados en el centro de mi cuerpo y ladeas la cabeza divertido

-Tal parece que una parte de tu anatomía se alegra mucho de verme

Rio con ganas mientras me acomodo junto a ti en la cama poniendo la bandeja cerca de nosotros

-Perdón por el montón de chucherías que traje… pero cierta persona que no nombraré nunca jamás en la vida arrasó con todo y cuando digo todo es todo… Blay… ¿me dejas alimentarte?

BLAY
No podía dejar de reír ante sus múltiples caras. Me insistía en el hecho que hablaba sin sentido, pidiendo que le dijera la sarta de incumbencias que había dicho. Solté una sonora carcajada, cuando me dijo que era sonámbulo ¡Jesucristo! Sí que me iba a divertir todas las noches.

Aun sonriendo salto de la cama, mostrándome su espalda y contoneando ese hermoso culo. Mientras fue a buscar algo para picar. Observe el vació de su habitación, solo una cama y un armario lo adornaban. Se veía libros, papeles y ropas descuidadamente por el suelo. Acomode mi mano sana detrás de mi nuca y cruce mis piernas por mis tobillos. Pensando en el día de ayer, como habían terminado las cosas. ¿Se vendría a vivir conmigo? esa pregunta aun no había sido respondida. Lo amaba eso era un hecho.


Apareció por la puerta, dejando mis pensamientos fuera de mí. Completamente desnudo y una amplia sonrisa dibujada en su rostro.


Mi mirada bajo a la parte baja de su cuerpo, una muy buena parte de su anatomía se alegraba de verme y así se lo hice saber. Sonrojado camino hasta un lado de la cama, colocando la bandeja en una esquina y el acomodándose en el medio de la cama. Me senté, besando sus labios.


-Perdón por el montón de chucherías que traje… pero cierta persona que no nombraré nunca jamás en la vida arrasó con todo y cuando digo todo es todo… Blay… ¿me dejas alimentarte?...


-Alimentarme Qhuinn...de las formas que desees.


Le dije susurrando en sus humedecidos labios.

QHUINN
Enarco una ceja divertido mientras me acomodo entre tus piernas sentándome sobre mis talones, beso tus labios acariciando tu mejilla con el suave deslizar de las yemas de mis dedos.

-Primero que todo, debes alimentarte como es debido… solo ayer saliste del hospital y sé muy bien las indicaciones que te dio el doctor que te está atendiendo Blay, la enfermera me dio una detallada descripción de lo que debes y no debes hacer –enarco una ceja divertido mientras acomodo la bandeja entre nosotros- lo cual no implica que no “podamos” hacerlo –Digo en un susurro bajito mientras sonrío con picardía y acomodo todo-

-Te voy a enseñar la segunda cosa que más me gusta hacer… ya que la primera en la lista te la mostraré durante muchas horas anoche y pretendo continuarla después que te alimentes como es debido. Mira… esto se hace así observa con atención  -Abro el paquete de galletas Oreo y tomo una de ellas, con mucho cuidado separo las galletas, descarto la que carece de crema y la otra te la ofrezco- primero se come la crema, saca la lengua

Divertido comienzas a lamer toda la crema hasta comerla toda, dejo a un lado la galleta vacía y realizo el mismo proceso con otro par más.

-Si te fijas, le hemos dado tiempo a que los malvaviscos se derritan dentro de la leche caliente, ahora viene una operación muy peligrosa

Digo con muy fingida seriedad mientras tomo las galletas y las sumerjo en la leche caliente para que se ablanden, pero antes que se remojen demasiado las sacó con un derretido malvavisco y te lo doy rápidamente.

Rio más que divertido mientras te alimento con de todo un poco, a veces te ofrezco con mi mano o simplemente uso mi boca para darte de comer, me tomo mi tiempo en enseñarte todas las manías que tengo; comer según por colores y categorías, separar galletas de crema, tal parece que te divierte todo el ritual que realizo, puesto que es un tanto engorroso, eres totalmente pacientemente mientras me observas realizarlo.

-Estoy satisfecho… por favor… no más

-¿Estás seguro? Aun quedan muchas cosas

Con una sonrisa dibujada en tu cara niegas con la cabeza. Dejo la bandeja a un lado y saco un par de masitas para comer rápido y comienzo a beber mi leche que esta ya casi fría.

-Oye… Aun no me has respondido si quieres vivir conmigo.

Me atoro, escupo parte de la leche y comienzo a toser mientras lucho por controlarme, tu rostro carece de expresión mientras frotas suavemente mi espalda

-Lo que pasa es que… es una idea genial… pero, tú no sabes… y entonces… me encantaría… pero yo a veces… eeemmmm… pues pasa esto y aquello… y de verdad que quiero hacerlo, juro que es así… pero de verdad que no me gustaría…. Y… mierda no he dicho nada, mejor te muestro

Suavemente me deslizo fuera de la cama bajo tu atenta mirada, tienes las mandíbulas apretadas y una ceja enarcada a modo de escrutinio, me coloco de espaldas al ropero y con un suave movimiento de mano abro las puertas y ¡¡¡ZAZ!!! Todo al suelo. Juego nervioso con mis manos

-No puedo ser ordenado, es más fuerte que mi voluntad…

BLAYLOCK
Después de una exhaustiva explicación sobre como devorar las galletas Oreo. Saborearlas mojarlas en leche y todo el manual de instrucciones, llego la pregunta que a los dos nos revoloteaba en la cabeza.

-¡Oye! Aun no me has respondido si quieres vivir conmigo


Me miro divertido y un tanto nervioso, salto de la cama directo hacia el armario. Abrió sus puertas y empezó a caer montones de ropa al suelo. Sorprendido lo mire. Sus manos se retorcían, su mandíbula se contraía.


- No puedo ser ordenado, es más fuerte que mi voluntad. No encuentro nada si lo coloco todo en su sitio. Me siento en un mundo perdido.


Alucinado por las cosas sin sentido que me decía, no podía hacer otra cosa que soltar una sonora carcajada. Te giraste con tus manos en jarras, parpadeando de la sorpresa. A la vez yo me retorcía en la cama de la risa. Atrape uno de tantos cojines de colores y te lo volee.


-¡¡Dios!! No me digas que  por ser un desastre aun no me has contestado...


Rió aun más fuerte, tirándote un par de cojines a la cara, a los cuales tú coges en tus manos y me los devuelves.

-Blay, no te rías esto es un asunto muy serio -Me refunfuñas riendo-


Me levante de la cama, andando hacia ti, con mi mano escayolada acaricio tu mejilla, y la otra la apoyo en tu trasero.


-Qhuinn, ya nos pondremos de acuerdo en ello. Es de sobra que yo soy muy ordenado para estas cosas… y me costara varias tisanas de valeriana -carraspeo- pero lograremos un término medio… creo que deberíamos intentarlo. Yo estoy solo y tu -miro la desolación de la habitación- también lo estas... estoy enamorado de ti ¿Acaso tu no sientes esto por mi? ¿Tienes miedo?


QHUINN
-Blay, claro que estoy enamorado de ti y decir que tengo miedo es poco, estoy aterrado. Pero sé que tú eres algo bueno para mí –tomo tu mano y la llevo a mi corazón- te siento aquí, se siente correcto y no permitiré que situaciones del pasado me impidan que aproveche esta oportunidad de ser feliz, te necesito conmigo, necesito esto. No sabía o no me quería dar cuenta de cuáles eran mis profundas carencias hasta que llegaste Blay, simplemente… llenaste todo.

Estos meses han sido fantásticos, ni te imaginas lo que disfruto el tiempo que pasamos juntos, nuestras conversaciones o nuestros silencios, sólo con tenerte cerca ya me siento complacido. Debo de reconocer que no buscaba enamorarme, aquello no estaba en mis planes, es más, renegaba de aquel sentimiento que consideraba tan… dañino y nocivo, sin embargo, poco a poco te metiste en mi, cuando te consideré perdido realmente me sentí morir.

Durante todo ese momento, nuestros cuerpos han estado muy juntos, frotándonos con delicadeza, realmente somos como polos opuestos de un imán, de manera involuntaria siempre terminamos juntos o simplemente tocándonos, la necesidad del otro es una constante de la cual no había tenido consciencia hasta ahora que veo todo con total claridad

Sentir tu calor es algo realmente relajante y de manera distraída nos hemos estado acariciando, no de una manera erótica que busca encender el lívido del otro, sino con ternura y cuidado. Deslizo las yemas de mis dedos por tu pecho trazando figuras sin sentido de manera muy suave, mientras tu mano sana a estado jugando con las argollas de mis pezones mientras has prestado total atención a mis palabras.

-Sé que a mamá se le caerá el pelo cuando le cuente que me iré a vivir contigo, pero estará feliz porque yo lo estoy y papá… bueno… el me detesta y es un tema aparte. La verdad es que deseo intentar esto, vivir juntos es todo un desafío que deseo emprender, pero no quiero cagarla en el camino, quiero hacer las cosas bien. Por favor se paciente conmigo, haré todo lo que pueda por mejorar muchas cosas –rasco mi cabeza- estoy consciente que soy un desastre en muchas, pero también soy muy bueno en otras.

BLAY
 Aquí estábamos de pie ante el armario tocándonos y hablando de nuestro futuro. Lo miraba enamorado, jamás adore a ninguna de mis parejas como a él. Sus desastres me encantaban, me hacían reír, parece una estupidez pero alegran mi vida. Sus gestos descuidados y la manera de explicar sus desordenes me enamoraban mas.

Pase una de mis manos por su pelo, tapándole la boca con un dedo. Me miraba sorprendido, esperando quizás algún reproche por lo que me contaba. Me gire hacia el ropero buscando algo de ropa. Pille un pantalón y una camiseta negra.


- Vístete amor, ha llegado el momento de presentarte a mi familia al completo -reí al ver su boca abierta y los ojos que se le saltaban- Qhuinn, vas a vivir conmigo y en mi casa siempre hay gente. Como sabes mis padres están separados, pero con buena relación -Sonreí- Mi madre es un encanto la más dulces de las madres. A mí me consiente pero eso ya lo sabes, al ser el menor de los hermanos.


-Pero Blay y si no les gusto. Y si les caigo como una cagada...


Se vestía tan despistado que la camiseta se la coloco del revés, me acerque a él. Volviendo a sacarle la camiseta y poniéndosela bien.

- ¿Quieres calmarte?


Le dije mientras cogía mi ropa del suelo y me vestía con cuidado. El al verme se deslizo a mi lado ayudándome con la camisa. Lo bese con ternura.

- Bien es hora de irnos. Calma, todo saldrá bien.


-Lo agarre de la mano, tirando hacia la puerta de la calle. Se dio la vuelta corriendo hacia el salón.


-Se me olvidaba la mochila Blay. ¡¡Oye!! ¿Me veo guapo para conocer a mi suegris?

- Estas buenísimo amor... ¡Vamos!

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