sábado, 27 de diciembre de 2014

Capítulo 5

POV. Muhrder Black
-No necesito tu ayuda si te doy tanto asco-

Escuchar de los labios de Qhuinn una expresión tan cruel, me hizo sentir como la peor basura. Iba a disculparme pero se tambaleó y mi primera reacción fue sujetarlo para que no terminara de cara al piso. Su cuerpo es grande, muy grande, me tambaleé con el peso. Yo mido más de 1.90 mts., pero él también. Terminé apoyado contra un poste de la cama y él contra mi, su rostro estaba muy cerca del mío. ¿Sus ojos eran dispares? ¿Como no lo noté antes? Son tan… hermosos. ¿El pensará que mis ojos son bonitos? Y sus labios son tan formados y gruesos... Definitivamente unos labios para morder... O chupar... No le voy a quitar su mérito… Lohstrong es muy atractivo... bueno para las chicas claro… o algunos chicos... ya no sé que pensar de Qhuinn…

-"MARAVILLOSOOOO".

El aplauso de Levi, me sacó de mis extraños pensamientos. Continuó hablando y ofreciéndonos la paga por nuestros servicios, Yo no entendía, ¡si no habíamos hecho nada! Se lo dije y su respuesta me heló la sangre... ¿NOS FILMÓ?... ¡maldito hijo de puta!

Quería arrancarle la cabeza pero Qhuinn se sostenía de mí, me sentía impotente y mientras le gritaba a Levi que se metiera su maldito dinero por el culo, Levi solo se reía más. Sin detenerse, siguió hablando de las repercusiones de delatarlo y colocó el dinero que nos prometió en el bolsillo de mi camisa. No se contuvo y soltó con toda la simplicidad del mundo su chantaje más vil. A ese cabrón no le importaba que Qhuinn estuviera medio muerto en mis brazos. Maldito infeliz. Tenia que salir de aquí y llevarme a Qhuinn, ya pensaría en algo luego, pero a esta mierda no volvía.

Qhuinn se soltó de mis brazos, lo cual me parecía bien, era el único desnudo en esta habitación e imaginé que debería sentirse muy vulnerable. No lo quería así, no quería que se sintiera de esa manera, deseaba protegerlo y esa sensación era muy extraña. Sin darme cuenta oculte con mi cuerpo a Qhuinn de los ojos de Levi, le di la espalda yo también.

Qhuinn Lohstrong merecía respeto.

Mientras Qhuinn se vestía a mi espalda, me dediqué a intentar meterle razón a Levi, no podía hacernos esto, inclusive quise acercarme a su laptop pero se interpuso con actitud amenazante. No tenía sentido atacar esa computadora, la grabación debía estar en su servidor principal. Nos miramos y nos medimos. Podía romperle la cara, pero el tío era tan grande como yo, no ganaría nada con esto. Aunque me sentiré mejor, así que igual se la voy a romper...

Cuando ya nos íbamos a embestir un ruido de puerta al cerrar me alerto de la salida de Qhuinn... Mierda, me olvidé de él... Ignore a Levi que empezó a reír al notar mi sorpresa. Salí tras Qhuinn... Una frase de Levi se escuchó a lo lejos.

–Hhasta mañana Muhr... No olvides traer a tu nuevo novio… mañana".

Jenny no estaba en la recepción, ella era otra que hubiera querido recibiera un poco de mi desprecio, pero se salvó por ahora. Pasé el saloncito y seguí directo hasta la calle y ahí lo vi. Apoyado en una pared.

-Déjame llevarte a tu casa, en estas condiciones no podrás llegar ni a la esquina- dije, acercándome a él, lo sujeté del brazo y aún a regañadientes se apoyó en mi-

-No necesito tu lástima Black, vine solo, me voy igual. Solo déjame en paz.-dijo con irritación-

-Ya basta Lohstrong... –no lo solté, no tanto por prepotente, sino para evitar que se cayera, lo notaba muy inestable- Vamos, no vives tan lejos y tenemos que hablar- Asintió mas cansado que conforme. No importaba, una cosa a la vez. Él estaba mal, mis entrañas me lo decían y no me gustaba. -¿Quien está en tu casa?- Negó -¿No hay nadie en tu casa?- Negó otra vez.   -¡Joder! Háblame Lohstrong...-Dije frustrado y me paré al borde de la acera para detener un taxi-

-¿Por que haces esto Black?- Ni le conteste su absurda pregunta, un taxi se detuvo y subimos-

Yo sabía donde vivía. Y no, no soy un acosador, lo sé por que de niño había ido a jugar a su casa alguna vez… aunque éste idiota ni se acuerde de eso. Él vivía en la zona residencial más cara de la ciudad.

Cuando le di instrucciones al taxista, Qhuinn negó con la cabeza y le dio otra dirección, no hice comentario alguno, la dirección que describió pertenecía a la zona clase media, igual a la mía, un barrio residencial muy lejos de la clase adinerada de donde yo sabía era su familia. Llegamos rápido y lo ayude a bajar.

-¿Llaves? -Le extendí la mano pero el negó con la cabeza. Mula terca. El mismo abrió la puerta. Dude entre seguirlo o no, al final entré tras él-

-Te ayudare a llegar a tu cama -Debía sentirse muy mal, por que no cuestionaba ninguna de mis sugerencias. Lo seguí hasta la que debía ser su habitación y lo ayude a recostarse-

-¿Es la primera vez que te pasa esto? ¿Tomas algo? -Me quedó mirando sin decir nada, sus ojos volvían a estar severamente rojos-

-Mira Lohstrong se que hoy a sido un día extraño ¿pero crees que podamos dejar de lado cualquier mierda de rivalidad que nos separa por un ratito? - junte mis dedos pulgar e índice dejando un espacio pequeñito entre ellos-

-Déjame ayudarte para que te pongas mejor. Así enfermo no me puedo concentrar en nuestro problema. Me distraes si estas mal. Me preocupo. Y preocupado: mi cerebro no funciona. –le di una sonrisa que no llegó a mis ojos- Hoy mas que nunca necesito ser el cerebrito que crees que soy y pensar en como sacarnos de esta mierda.

POV. Qhuinn Loshtrong
Y le vi. Por primera vez lo vi de verdad a él, no al jodido idiota con un palo en el culo con popularidad de chulo cerebrito come tías, sino a un chico con la mirada más dulce y maravillosa que había visto en mi vida. Suspiré para mí mismo. Es una lástima que no vea a colores.

-En el velador -Fue lo único que pude decirle, el resto de mis pensamientos los reservaría para mi. Al fin y al cabo no creo que sean bien recibidos-

Le escuche revolver las cosas en el cajoncito, de seguro encontró el frasco lleno de pastillas que tomo con regularidad. Cerré fuerte mis ojos, estaba en ese estado en el cual la visión se me nublada con manchas oscuras y mis ojos de seguro estaban inyectados en sangre. Le escuché salir del cuarto.

Las nauseas empezaron, mi boca comenzó a llenarse de saliva y aunque no deseaba moverme tuve que correr hacia el baño para vaciar lo poco y nada que tenía en mi estomago, con cada contracción estomacal sentía que mi cabeza iba a estallar. Esto no ocurría a menudo, pero últimamente las migrañas solo aparecían sin más.

Aún mantenía guardadas las órdenes de los neurólogos para los exámenes médicos pendientes. Mi padre dijo que eran demasiado costosos para realizarlos, que solo eran dolores de cabeza normales en la adolescencia. Sin embargo ahora ellos estaban disfrutando de un largo paseo… en Dios sabe donde. Para sus viajes “laborales” siempre había presupuesto. Para costear mis gastos médicos, NO.

-¡Por dios! -Muhr me encontró en el baño. Me sostuvo la cabeza de la frente y con la otra mano me pasaba un poco de papel para que me limpiara la boca-

-Estaré bien, siempre estoy bien -Me levanté y no pude ignorar su ayuda, sus manos estaban en todas partes, anticipándose a mis movimientos. ¡Joder! ¿Es que Muhr tiene complejo de la Madre Teresa?-

Me acerqué al lavabo y lavé mis dientes tres veces antes de devolverme a la cama, para solo derrumbarme encima de ella, agarré mi cabeza entre mis manos y me hice una bolita. Estaba seguro que Muhrder había monitoreado mis movimientos y signos vitales durante todo este proceso.

-Debes tomar tu medicina -dijo y asentí. De mala gana recibí el medicamento junto con un vaso con agua el cual bebí por completo, me sentía tan agotado-

-¿Te pasa seguido?- Asentí-

-¿llamo a tus padres?- Negué-

-Pero… ¿Ellos vendrán pronto? -Preguntó sin perder la paciencia-

Comencé a removerme en la cama quitándome toda la ropa que me apretaba, me sentía incómodo con todas las prendas encima y sus preguntas tan personales.

-No podría importarles menos lo que me pasa, están de viaje. –Cuando iba a quitarme los boxers, miré a Muhr, el solo me miraba sin intención de moverse-

-¿Me darías un poco de privacidad? Mi “show desnudista” terminó hace una hora.-dije con sarcasmo.

-OH. Perdón, claro... yo... –dijo y me sentí un ingrato cuando el se movió avergonzado hasta la puerta y se quedó mirando a la misma, pero sin salir de mi habitación. ¿Por qué no se iba? Lancé mi última prenda a cualquier parte (justo a la pared cerca de Muhr, para que captara el mensaje y se largara de una puta vez), el giró apenas el rostro para ver la prenda caer. No me miró. Seguro le daba “asco”. Me recosté nuevamente sobre la cama, quedando totalmente desnudo, me hice una bolita de nuevo.

-Vete Black, estaré bien, solo necesito descanso, gracias por traerme.- Susurré dándole la espalda. Cerré los ojos esperando escuchar el sonido de la puerta al cerrar-

POV. Muhrder Black
Dios... ¿Sus padres no están? ¿Lo dejan solo en estas condiciones?.. ¿Y va a la escuela y se atiende solo?.. Yo tengo a mi madre, ella cuida de mis necesidades, él... Niego ante la idea de saber que está tan solo.

Me sorprendo y retrocedo cuando se empieza a desnudar, miro a otro lado para darle privacidad. Aunque no puedo evitar observarlo de reojo, ¡quien puede culparme!

-¿Me darías un poco de privacidad? Mi “show desnudista” terminó hace una hora.-dice y yo me ruborizo furiosamente, no me di cuenta de que me quede mirándolo en silencio-

-OH. Perdón, claro... yo... -Ruborizado me giré rápidamente y caminé hacia la puerta, debía irme y dejarlo tranquilo, si sus padres no se preocupan, quizá sea por que no es grave y por lo que veo, esta no es la primera vez.
Sus boxer golpearon la pared junto a mí antes de caer al piso. Puedo entender una indirecta cuando la veo caer a medio metro. Tomé la cerradura y la giré abriendo la puerta.

-Vete Black, estaré bien, solo necesito descanso, gracias por traerme.- Susurró casi inaudible. Esa frase me comió el cerebro. También puedo entender un S.O.S. cifrado cuando lo escucho-

-Oye... Necesitas comer, te prepararé algo.

Solo escuché un gruñido lastimero. Me arriesgue a mirar sobre mi hombro y ahí estaba, desnudo, enrollado en si mismo. Mi corazón se apretó con la escena. Y a pesar de su desnudes, solo observé como tapaba su rostro con el brazo. Mi presencia si que lo incordiaba. No debe estar acostumbrado a recibir ayuda. Mordí mi labio reprimiendo una sonrisa y salí de la habitación cerrando la puerta despacio.

Me dirijo a la cocina, tengo que cocinarle algo, una sopa de pollo estaría bien, tenía que comer algo suave, su estómago debe estar sensible, la migraña es como tener resaca. Mientras cocino, no puedo dejar de evocar lo sucedido horas atrás:…puedo ver a Qhuinn moverse sensualmente para la cámara de Levi, como se tocaba, como masturbaba su polla y luego cuando se giró y le ofreció su culo a Levi, cuando se abrió de piernas y se arqueó. No tiene vellos, es muy lampiño, su raja estaba tan prolija, pude ver su roseta, arrugada y rosada...

Sin darme cuenta estoy acariciando mi propia verga por sobre el pantalón, la idea de ver la boca de Levi chupando el ano de Qhuinn, me envió una descarga eléctrica directa a los huevos, una que me hizo soltar un gemido audible...

¿Pero que mierda me pasa?.. Ufff... Me di de golpecitos en el rostro y mojé mi cara con agua fría del grifo, tenia que sacarme esos pensamientos de la cabeza. Debe ser tanto erotismo junto en un solo día... Y aunque acepte que tocarlo no fue taaaaaan asqueroso como yo pensaba... ¡Joder, Si hasta me gusto!... Es algo que no volverá a suceder.

Miré mi polla, estaba erecta, ¡puta mierda!, Piensa Muhrder en Diana, en sus besos, en su cuerpo cuando lo has tocado, cuando lo has mirado a través del orificio de la cerradura del baño. Agarré mi paquete y aunque duro, ahora sabía que era por Diana y su cuerpo de diosa. ¡Si soy un genio!

La olla vibró y la revisé, la comida estaba lista, subí un plato hasta la habitación de Qhuinn, entré sin tocar, lo observe apenas, estaba tan desnudo como lo dejé, ya me estaba acostumbrando a su desnudez. Busqué donde colocar la bandeja de comida. Noté que tenía una mesa de estudio, así que decidí colocarla ahí.

Aunque traté de no hacer mucho ruido: mover sillas y despejar la mesa de libros con solo una mano, no es insonoro.

Qhuinn se removió en la cama así que terminé de acomodar la bandeja y giré para despertarlo. Lo que vi me dejó sin voz: ahora se había girado boca abajo y tenia una pierna doblada; respire hondo y me acerqué sin hacer ruido esta vez.
El morbo me ganó. Observé su cuerpo al completo, desde sus largas pestañas que podía ver en su perfil, luego sus hombros amplios y esas pecas en su espalda... Tiene los músculos tan marcados... Y aunque traté de ignorar esa parte de su anatomía, su culo era el mejor que había visto en mi puta vida, y eso que las tías del gimnasio me los han pasado por la cara como para elegir...
Su culo es tan redondo y duro...  estaba abierto, la pierna doblada me dejaba verlo todo... Y era tan bonito... Cárajo... Siempre he querido culear a una tía...

Debe ser eso lo que me pone todo pervertido, culo es culo...

Qhuinn se retorció y gimió, retrocedí inmediatamente un paso y manteniendo la distancia le di un toque, quería que se despierte.

-Eyy, amigo, Despierta - Acaricie su nalga suavemente, una y otra vez, no me aguante, Qhuinn se despertó lentamente, pero antes de que se percatara de mi caricia indiscreta, yo ya había subido mi mano a su espalda, soy un cabrón aprovechado, lo sé…no soy mejor que Levi- Ey amigo... Te traje sopa...

POV. Qhuinn Loshtrong
Me removí en la cama, una suave caricia tan sutil como una brisa fresca acariciaba mi baja espalda y mis nalgas, me estremecí ¿es real? ¿Solo un sueño? Me preguntaba a mi mismo mientras intentaba salir del estado de somnolencia y letargo que los medicamentos me provocaban. De manera lenta me giré y un sonrojado Muhrder me estaba observando, muy sonrojado.

-¿Estas aquí? – dije con voz muy ronca-

-No, soy el fantasma de tu abuela -Contestó como el gilipollas que es. Solo que esta vez me parecía un gilipollas agradable. Me gustaba su presencia-

-Bien fantasma, pásame mis boxers por favor – Enarque una ceja, cuando se puso aún más rojo.

Me hizo caso rápidamente y recogió mis boxers del piso, yo me los coloqué con esfuerzo, el miraba al techo, como si ahí se encontrara la respuesta a los misterios de universo. Una risa se me escapó, pero las vibraciones solo aumentaron mi dolor de cabeza, tomando una respiración, me senté en la cama  y una bandeja fue depositada en mis piernas, el aroma a la sopa era delicioso, tomé la cuchara y miré fijamente la comida, una extraña sensación me embargó, él había preparado esto para mí, pero no debía hacerme  ilusiones con respecto a esto, él mismo dejó en claro su postura frente a mis preferencias, una lástima, él es lindo, sus ojos son lindos y aunque no le agrado hizo comida para mí…  pero no es perfecto… es hetero.   Suspiré resignado.

-Gracias Muhr, no tenías que haberte molestado

Con un gesto de su mano, le quito importancia al asunto. Colocó la silla de mi escritorio muy cerca de mi cama y se sentó ahí, junto a mí. Nos mantuvimos en silencio mientras comía, pero no era un silencio incómodo, todo lo contrario, sentía su cercanía y preocupación, de seguro era por pena al pobre maricón. Tenía que intentar eliminar esos pensamientos autocompasivos que solo me envenena. ¿Y si de verdad se mostraba agradable porque quería ser mi amigo? Poco a poco, al tener algo dentro de la panza, junto con la medicación el dolor comenzó a menguar.

-Suficiente para mi, gracias -Dejé la bandeja a un lado de mi cama y me recosté contra el cabezal de la cama, bajé la intensidad de la luz de la lámpara hasta quedar en una cómoda penumbra, Muhr jugaba con el borde de su remera, parecía nervios-.

-¿Estamos jodidos verdad? -asientes y rastrillas tu cabello hacia atrás, vas a decir algo, pero te interrumpo-

-Trato de idear alguna forma de salir de esta mierda, pero Levi no nos la hará fácil y lamentablemente necesito el dinero; quiero largarme de este lugar apenas cumpla la mayoría de edad Muhr, no aguanto estar aquí otro año más.
Quiero irme lo más lejos de aquí e independizarme, no me llama la atención entrar a la universidad, al menos no por ahora, es por eso que necesito reunir todo el dinero que pueda para desaparecer –Muhr hizo una mueca y froto su barbilla-

-No pongas esa cara, no es tan terrible, sólo estoy adelantando lo inevitable. ¿Qué piensas que harán mis conservadores padres apenas se enteren que su único hijo es gay? –Muhrder abrió la boca para contestar, pero yo levante mi mano callándolo con una negación de cabeza-

-Patearán mi culo fuera de este lugar Muhr. Así que prefiero largarme con mis cosas antes que me boten con lo puesto. –Muhr se paro de la silla y camino alrededor de ella-

-Llevo un par de años planeando todo, pero no contaba con esto… -Suspiré y apreté el puente de mi nariz.

-Esto lo ha jodido todo. Ese tío nos tiene agarrados de los huevos y para nuestra desgracia aún quedan un par de meses para acabar el año escolar.- Muhr se volvió a sentar-

-Después de eso me importa una mierda si concretiza su amenaza, pero por el momento no me puedo dar el lujo de salir del closet.

Muhrder me escuchaba en silencio, no podía evitar hacer sus gestos, ni arrastrar su cabello cuando se frustraba, ya lo voy conociendo, Muhr es de los que quiere arreglar los problemas del mundo y yo debo ser su actual proyecto humanitario “Salvemos al Gay”.

-Tu… has estado… has hecho… ya sabes… ¿eso?... -Su pregunta la hizo mirando sus manos, las cuales jugaban entre si. Decir que me desconcertó su pregunta es quedarse corto, realmente no me la esperaba… Y aunque no era de su incumbencia, algo en mi deseaba que supiera la verdad-

-No. Soy virgen.


Ambos unimos nuestras miradas en ese instante. Muhrder y yo estábamos sonrojados de manera furiosa, sin embargo, una chispa de complicidad se instalo en nuestros ojos. Estos brillaron. Y ese brillo fue bajando hasta alcanzar nuestros labios. Ambos esbozamos una sonrisa muy lentamente, hasta que se convirtió en una gran sonrisa sin dientes y llena de hoyuelos. Solo un virgen reconocería a otro virgen cuando sonríe de esa manera. 

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