jueves, 4 de septiembre de 2014

3. Juego de seducción



Q
HUINN
Por primera vez en mi puta vida, estaba solo de juerga por Caldwell.

Las cosas ahora eran diferentes. Los tiempos habían cambiado y la gente también.

John, estaba felizmente emparejado, así que cuando tenía un turno libre, como esta noche, se quedaba en casa con su Shellan, Xhex, y le daba a su cama un zarandeo de mil demonios. Y sip, soy el Ahstrux Nohtrum de él, pero Xhex es una asesina Symphath, más que capaz de guardar a su macho, y el complejo de la Hermandad es una fortaleza en la que ni siquiera un equipo de SWAT podría penetrar. Así que habíamos llegado a un acuerdo que manteníamos entre nosotros.

Y con respecto a Blay…

-No pensaré en el, para nada

Pienso para mí mismo, mientras examino atentamente el interior del Iron Mask, activo mi filtro de follables y comienzo a seleccionar entre las mujeres, hombres y parejas. Hay una razón y sólo una, por la cual he venido aquí y era la misma para los góticos del lugar.

Esto es para buscar una relación. No era ni siquiera para buscar compañía. Esto es todo sobre entrar y salir. No había otra manera de que ésta noche fuera a ser cosa de un solo intento. Me siento como si fuera a sacarme la piel a tiras, siento mi cuerpo prácticamente temblar de la necesidad de liberación. Siempre me ha gustado follar, pero en el último par de días, mi lívido se había vuelto como Godzilla

-¿Seguirá siendo Blay mi mejor amigo?

Hago una pausa mental y por una milésima de segundo busco una ventana de cristal laminado para atravesarla con la cabeza

-Por todos los infiernos!! No soy un crio de cinco años de edad. Los machos adultos no tienen mejores amigos. No los necesitan. Especialmente si dicho macho se está tirando a alguien más. Todo el jodido santo día. Cada maldito y puto día.

Pienso para mi mismo mientras camino resueltamente hacia el bar

-Herradura doble y que sea Selección Suprema.

Los ojos de la mujer se encendieron detrás de las falsas pestañas marcadamente delineadas.

-¿Quieres que te abra una cuenta?

-Sip -Observo la manera en que pasa la mano bajo su prieto abdomen y cadera, estaba claro que puedo pedir otra ronda con ella también-

Cuando le entrego mi negra tarjeta American Express, sacude sus tetas como loca al aceptar la maldita cosa, inclinándose de tal modo, que también podría haber estado intentando recoger una varilla de cóctel del suelo con los pezones.

-Regresaré enseguida con tu bebida -Que novedad-

-Genial.

Mientras se aleja meneando descaradamente las caderas, desperdicia su tiempo lastimosamente; no es para nada lo que busco esta noche, ni siquiera se acercaba. Género incorrecto, en primer lugar. Y no iba a ir por nadie de cabello oscuro. De hecho, no puedo creer lo que deseo en este momento.

Ser ciego a los colores tiene sus limitaciones, pero cuando sólo vistes de negro y trabajas de noche, la mayor parte del tiempo no es un asunto taaaan grave. Por otro lado, mis disparejos ojos son tan agudos y sensibles a las variantes del gris, que en realidad si puedo distinguir “colores”, todo era una cuestión de grados. 

-aquí tienes -me dice la camarera-

Tomo el vaso y lo bebo de un trago dejándolo vacio de vuelta en el bar.

-Intentémoslo un par de veces más.

-Enseguida -Ella vuelve a exhibir sus tetas talla extra grande, esperando sin duda que le metiera mano- Eres mi cliente número uno. Porque es obvio que sabes aguantar la bebida

Ajá. Claro. Como si mi habilidad para mandarme tres caballitos de alcohol fuera la gran cosa del siglo. Dios, la idea de que alguien con ese esquema de valores se le permitiera votar, hace que quiera ponerme a buscar de nuevo esa lámina de cristal. 

Los humanos son patéticos. Pienso mientras vuelvo a mirar hacia la multitud, tal vez es una moderar mi actitud. Esta noche estoy bastante jodidamente patético. Sobre todo cuando alcanzo a ver a dos hombres apartados en una esquina, separados tan sólo por la ropa de cuero que llevaban puesta. Naturalmente uno era rubio. Justo como el puto de mi primo. De inmediato, hipotéticas escenas de Blay con Saxton se desplegaron a través de mi campo de polo mental, marcando todo un proverbial césped con huellas de cascos y sembrándolo de mierda de caballo.

Excepto que ellos no estaban hipotéticamente juntos. Al final de cada noche, cuando después de la Última Comida, se levantaban de la mesa de la mansión de la Hermandad y la gente se dirigía a hacer sus cosas, Blay y Saxton, siempre se encaminaban discretamente a la gran escalera y desaparecían por la galería del piso de arriba hasta sus dormitorios.

Nunca se tomaban de las manos. Nunca se besaban delante de nadie. Y tampoco se lanzaban miradas ardientes disimuladas. Pero al final y al cabo, Blay es todo un caballero…. Y Saxton…. La jodida puta con clase, ponía en escena una buena actuación.

Mi primo es un puto hecho y derecho…

-No, no lo es -señala una vocecita en mi cabeza- Sólo lo odias porque se está tirando a tu chico 

-Él no es mi chico.

-¿Qué has dicho? -Fulmino con la mirada al entrometido y luego me echo hacia atrás observando al jodido cabrón-

-Bingo -Pienso-

De pié junto a mí se encuentra un macho humano, de más o menos uno ochenta de altura, con un magnífico cabello, un rostro agradable y unos labios muy atractivos. Sus ropas no eran del todo góticas, pero llevaba unas cadenas en las caderas y un par de aron en una de las orejas. Pero fue el color del cabello lo que en verdad me decidió

-Hablaba conmigo mismo –murmuro-

-Ah. Yo hago eso todo el tiempo- Le doy una breve sonrisa y luego él volvió a dedicarse a su bebida

-¿Qué estas bebiendo? -Levantó un vaso medio vacío-

-Vodka tónica. No soporto esa mierda de mariquitas.

-Tampoco yo. Tequila es lo mío. Puro.

-¿Patrón?

-Nunca. Tomo HD.

-Ah -El tipo se dio la vuelta, y se quedó con la mirada perdida en la multitud-

-Te gusta lo auténtico.

-Sip.

Estuve a un paso de preguntarle si estaba observando a los tipos o a las chicas, pero… Preferí morderme la lengua y guardarme el jodido pensamiento para mí.

Hombre… este tío tenía un peso asombroso; abundante, ondulado en las puntas

-¿Estás buscando a alguien en particular? –pregunté-

-Quizás. ¿Y tú?

-Sin lugar a dudas -El tío se rió-

-Aquí hay mujeres sexys a montones. Puedes escoger la que quieras.

Hijo de puta. Maldita suerte perra la mía, es un hétero. Pero, cabía la posibilidad de que pudiésemos compartir algo desde allí.

El hombre se inclinó acercándose y me ofreció la mano

-Me llamo...

Mientras nos mirábamos a los ojos, su voz se fue apagando, la verdad es que poco me importaba, simplemente no me interesaba su nombre.

-¿Tus ojos son de diferente color? -preguntó suavemente el hombre-

-Sip.

-Eso es realmente... genial.

Bueno, sí. A menos que fueras un vampiro nacido dentro de la glymera. En ese caso era un defecto físico que significaba que eras genéticamente defectuoso y por lo tanto una vergüenza para tu línea de sangre y no emparejable en absoluto.

-Gracias ¿De qué color son los tuyos?

-¿No los ves?

Doy un golpecito con el dedo en la lágrima que llevo tatuada bajo el ojo

-Ciego para los colores.

-Ah. Son azules.

-Y eres pelirrojo ¿no es así?

-¿Cómo lo sabes?

-Por la tonalidad de tu piel. Además estás pálido y tienes pecas.

-Eso es asombroso. Aquí dentro está oscuro no hubiera creído que pudieras notarlo.

-Supongo que puedo. -Para mí mismo agrego- Y qué te parece si te enseño alguna de mis otras habilidades.

Mi nuevo “amigo”, sonríe ligeramente y vuelve a escrutar la multitud, pasado un momento me dice

-¿Por qué me estás mirando de esa manera?

-Porque quiero follarte- digo para mi mismo

-Me recuerdas a alguien.

-¿A quién?

-A alguien que perdí.

-Ah, mierda, lo siento.

-Está bien. Fue culpa mía. -Una breve pausa-

-Así que... eres gay ¿no?

-No -El tipo se rió-

-Lo siento. Sólo pensé que... Entonces supongo que era un buen amigo.

Sin comentarios.

-Estaba a punto de pedir otra copa. ¿Por qué no te pido otra ronda a ti también?

-Gracias tío.

Me di la vuelta y le hice señas a la camarera. Mientras esperaba a que se acercada dando saltitos, comencé a planear la mejor manera de abordarlo. Un poco mas de alcohol. Luego, meteríamos algunas hembras al conjunto. El paso número tres sería ir atrás y en uno de los baños. Follarse a la (s) chica (s).

Después, el contacto visual. Preferentemente cuando uno o los dos estuviéramos dentro de una mujer. Porque por mucho que este pelirrojo de pelo sensacional pareciera estar interesado en las chicas, el hijo de puta había sentido la conexión cuando nos miramos… Además…. Hétero es un término relativo… Algo así como “virgen.”

Nunca jamás follaba pelirrojos…. Pero esta noche será la excepción

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