domingo, 28 de diciembre de 2014

Capítulo 14


X
ANDER
Miré como salía del departamento Tiago y fui a mi habitación, tomé mis pastillas recostándome en la puerta, al terminar de tragar, solté el aire. Por increíble que pareciera, las palabras de mamá Angelina aún retumbaban en mi cabeza, haciendo que mi corazón bombeará sangre como loco.

-¿En qué te puedo ayudar mamá Angelina? -Veo como se sienta a mi lado y toma mi mano para apretarla con suavidad-

-Xander esto es difícil para mí como madre -Baja la mirada y sus mejillas se arrebolan un poco- soy joven y aunque después de Tiago no quise más pareja, todo para poder cuidar de él y también porque creo temo amar -hace una pausa- Creo en el amor, no le soy indiferente, soy consciente de todos los tipos de amores que hay y  sobre todo quiero que mi hijo sea feliz -La iba a interrumpir y puso un dedo sobre mis labios- no digas nada, porque será casi imposible que hile lo que debo decir. Tiago es un muchacho, noble, amable, fiel, pero nunca puede demostrar eso, por su timidez. Y desde que te conoció se ha vuelto más abierto, lo veo feliz mirando a su alrededor con más optimismo. Cualquiera pensaría que no es de mi interés, pero considero que si… –carraspea- ¿Xander, amas a Tiago?, bueno quiero decir ¿te gusta en forma de pareja, como una pareja normal?


Me atraganté, creo que mi cuerpo se caldeó, empecé a sudar. Hice todo el esfuerzo de mirarla a los ojos, me era difícil ya que solo a parte de la hermana y Tiago, no había discutido de mi sexualidad y ella tenía todo el derecho a hacerlo, a preguntar.

-Mamá Angelina, yo amo a Tiago, daría mi vida por él.

-Eso lo has demostrado Xander y eso tiene mucho peso a la hora de pensármelo, lo que no sé es que han decidido ustedes, o si solo se contienen por mí -la miro al verla sonreír algo discreta- no quiero se lastimen, quiero se lo piensen bien. Tengo miedo que Tiago solo esté confundido y no sea un verdadero cariño, solo gratitud, que tú también tengas un deslumbramiento. Antes de que pase algo… -allí se calló de nuevo- si ya no ha pasado, piénsenlo antes de hacer algo y pasar a otro punto la relación.

-Yo… -pasé mi mano por la nuca, escuchar a mamá Angelina decirme que tal vez Tiago no me amara que solo sintiese agradecimiento por mí, me dejó de piedra- amo a Tiago mamá Angelina y no lo presionaré a esto, pero yo si sé que soy gay -bajé la mirada por primera vez avergonzado de defender un sentimiento que por mucho tiempo algunos ocultan por el temor a que digan o sentencien- y si esto creará algún inconveniente voy buscar ot….

-¡Noooo! -niega rápido- no he dicho eso, por favor, solo quiero saber lo que pasa y que mi ángel sea feliz y si lo es contigo, que sea, no me opondré.

Me separé de la pared y fui a la ventana, recordar esa conversación aún me perturbaba, dentro de todo ella tenía razón, ¿si él no me amaba?, ¿si solo era gratitud?

Me senté en la cama y abrí el móvil, ya había un mensaje de Aprendiz de Mago

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De: Peter Pan
Para: Aprendiz de Mago
Hora: 9:01 am
Asunto: En picada y sin paracaídas 

Se terminó el piso, y me veo cayendo, la pregunta sería ¿algo me detendrá o me recibirá? Temo a la respuesta. Muero de miedo.
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Envío el mensaje y por primera vez dejé que las lagrimas cayeran, me sentí impotente, no sabía que pasaría, por primera vez en mi vida no veía el horizonte.

Un golpe en la puerta y la voz de ella.

-¿Xander, estas bien?

-Sí, estaba tomando mis pastillas -mi voz salió un poco baja- ya voy a la salita

Tomé una toalla y voy al baño, lavarme la cara, barbearme me ayudaría a relajarme.

TIAGO
Mi llegada a la clase de matemática fue con unos minutos de atraso y podría jurar que si las miradas mataran, con la que me lanzó el profesor habría caído allí mismo muerto. Jamás entendería porqué le desagrado tanto.

Me senté al final de la clase recuperativa y aún que intentaba prestar atención al concentrado de contenidos correspondientes a toda la semana que falté a clases, me era casi imposible, algo pasaba, lo sentía como desde mis entrañas y aquello me mantenía muy inquieto, de hecho mi pie se movía de manera rítmica mientras el palito de mi chupetín de cereza se deslizaba furiosamente de un extremo al otro de mi boca… Sólo esperaba que Xander estuviese bien. Sonaba absurdo pensar eso, mamá estaba cuidándolo, pero aún así no podía quitarme aquella sensación.

El tiempo pasaba con demasiada lentitud y mi teléfono móvil quemaba en mi bolsillo de puras ganas de contactarme con él. En el momento que el profesor se giró hacia la pizarra con un rápido movimiento lo saque y coloqué sobre la mesa para revisarlo. El mensaje de Peter Pan no era alentador y me dejaba preocupado, algo le sucedía. Él necesitaría más tiempo, le respondería una vez saliendo de la universidad, así que abrí la aplicación de Whatsapp y le escribí a Xander:

TIAGO: Xander, Xander, Xander –Apareció un solo ticket-
TIAGO: Kariño ke pasa???? –Aparece solo un ticket-
TIAGO: Cuando veas esto responde, estoy preocupado –Otra vez un solo ticket-

-¡Señor Santiago! –Mierda- en vista y considerando que usted ha estado tan atento a las lecciones del día de hoy, esperaré gustoso a que el día lunes a la primera hora usted sea tan gentil de hacernos una clase formal y completa de todos los contenidos pasados el día de hoy, estoy seguro que como ha estado tan al tanto y tomando apuntes de todo la materia pasada el día de hoy que nos hará una clase magistral ¿no es así Señor Santiago?

-Si señor –dije entre dientes-

-Perdón, pero no le escuche, ¿lo puede decir un poco más alto? –dijo con una sonrisilla de mofetilla llena de satisfacción, jodido-

-Si señor

-Muy bien –sonrió más que satisfecho- créame que lo esperare con ganas.

Me mantuve en silencio y matando con la mirada al profesor lo que quedó de la clase y a penas tocaron el timbre de retirada, tomé mis cosas lo más rápido que pude antes que me agarrara para otra guarrada, además, tenía otra cosa en que pensar y que en este momento era prioridad… Xander. Al estar ya alejado del  alumnado, le llame, no sé cuantas veces lo hice, pero tienen que haber sido muchas, el teléfono simplemente sonaba eternamente con lo cual sólo aumentaba mi angustia puesto que no regresaría al depa hasta adentrada la noche.

Durante todo el viaje hacia el trabajo seguí llamando, enviando mensajes por Whats y nada, cuando llegué a la cafetería me armé de valor y llamé a mamá.

-Hola guapa, soy tu acosador ¿Qué hace una chica como tu en un lugar como ese? –dije tratando de parecer lo más normal del mundo mientras ella reía divertida-

-Esa broma es tan antigua como el hilo negro, sobre todo porque en mi pantalla sale tu foto, pequeño

-bueno, en algún momento te atrapare desprevenida –mordí mi labio- llamaba para saber cómo estabas

-¿Cómo estaba yo o cómo está Xander? Cariño, siempre has sido un completo desastre al mentir, soy tu madre, te conozco desde el día uno. Él esta bien amor, ha tomado su medicación y ahora descansa –contuve el suspiro de alivio para que ella no se diera cuenta-

El resto de la conversación pasó ligera y después, ya en mi puesto de trabajo tras la caja, miraba constantemente el reloj, ojalá y el tiempo pasara más deprisa, necesitaba verle pronto o que al menos respondiera mis mensajes, desde las tripas sabía que algo no andaba tan bien.

XANDER
El dilema de mi vida se abrió como un gran abismo, me veía a mi mismo colgado con solo tres dedos de sostén del borde, el peso de la incertidumbre de que Tiago  sólo sintiera agradecimiento y no amor por mí, era un gran lastre que me estiraba hacia el fondo, un lugar en donde terminaría destrozado y sólo, seamos sinceros, así me veía sin él.

El móvil vibró un montón de veces, los mensajes de Whatspp no dejaban de llegar, pero no podía abrirlos. También al cabo de un tiempo entraron llamadas, al final puse en silencio después de ver que eran de él.

¿Qué le diría?, en este momento nada acudía a mi mente, estaba como congelado, sin ideas, sin saber cómo reaccionar.

¿Retribución?  ¿Deuda?  ¿Solo seria eso?

Pasaron las horas y al fin me levanté, fui al salón en donde mamá Angelina cosía algunas medias, su sonrisa al verme llegar solo oprimió más mi pecho. Ella lo conocía, sabía que podía ser cierto lo que me dijo.

-¿Quieres un té con leche?  Te hará bien, hace frío -Negué y me senté con cuidado en el sofá-

- No tengo hambre

-¡Debes comer algo! -se levantó y fue a la cocina, hablándome desde allí-  hice un bizcochuelo de chocolate y vainilla, son los preferidos de Tiago

Vuelve con una taza y porción del bizcochuelo, la verdad olio una delicia, pero el nudo en el estomago no me permitiría comer nada. Para no ofenderla y que se preocupe, lo tomé entre las dos manos y bebí un sorbo.

-Mamá Angelina… -bajo la taza y la miro, ella deja de coser y se acomoda en el sofá-

-¿Tienes miedo Xander? -Abro los ojos con conocimiento de causa y asiento-

-Sí.

-Creo que todos hemos temido a no ser correspondidos -me sonríe a los ojos antes de seguir- tienes miedo que él no te ame, pero la única forma de saberlo es continuar y averiguarlo, no seas cobarde hijo, no eres así.

-No quiero que se sienta desilusionado conmigo.

-¿Desilusionado?, eso no lo entiendo -deja a un lado la media y se inclina a apoyar su mano sobre la mía- con respecto a ti, nunca lo haría, eres una ser increíble. Lo que debemos saber, que siente él y eso no sería tu culpa. Eso sería cosas del corazón.

Tapo mi cara con las dos manos, después voy bajando para despejar mi rostro. Miro alrededor, luego a ella. Me vienen a la cabeza un montón de cosas, puertas que pueden cerrarse a causa de prejuicios, pero también muchas posibilidades si él me correspondía. Es cierto, no era cobarde. Tomé de nuevo la taza de la mesita y terminé el té.

Faltaba poco para la llegada de su trabajo, intenté ayudar a Angelina en la cocina, pero fui rechazado olímpicamente, por lo que fui a mi cuarto y copie mis tareas que me hicieron llegar por mail, entre el correo llegó la citación para el juzgado, habían conseguido cerrar el caso en forma contundente. Ya nadie temería por los acosos de ellos.

Cuando los pasos de Tiago al llegar al departamento me sacaron de la concentración de mis absurdos temores, llegué a la conclusión de que uno solo es feliz si tiene el valor de intentarlo y yo tenía el valor de intentarlo, pero había que convencer a mi corazón que dejará de latir como tambor de  banda de música o morirá allí mismo de sobredosis de adrenalina.

TIAGO
Entré como una tromba al departamento, el día se me había hecho eterno y sólo deseaba llegar aquí. Me había sentido angustiado debido al mutismo de Xander, aunque mamá me dijo que él estaba bien y que las cosas marchaban como debía ser, sentía como en el fondo de mis entrañas que algo pasaba, él no me dejaría de hablar así como así ¿verdad?

Mil y un escenarios se pasaron por mi mente mientras estuve trabajando en la cafetería, cada uno de los cuales era peor que el anterior y eso solo provocaba que mis niveles de angustia subieran de manera exponencial, jamás había errado en las cuentas de la cafetería y nunca me había sucedido tantas veces en una sola jornada, de hecho tuve que poner dinero de mi propio bolsillo al final de mi turno para que las cuentas cuadraran. Necesitaba el dinero, pero más necesitaba llegar deprisa al depa y mi supervisor quedó conforme.

El viaje de regreso también había sido un  martirio, debido a que comenzó a caer aguanieve el bus avanzaba con mayor lentitud, lo cual me exasperaba más. De manera constante enviaba mensajes, pinchaba su teléfono y no recibía respuesta de su parte. Por lo mismo al llegar a mi parada avancé lo más rápido posible e ingresé de manera ruidosa al depa. El lugar olía delicioso a vainilla y chocolate, se notaba la mano femenina en el sitio… de hecho estaba meticulosamente ordenado, pilas de ropa sobre un sofá denotaban que la había lavado y planchado. Pero no me detuve, dejé caer la mochila en un rincón y le saludé a la rápida mientras pasaba junto a la puerta de la cocina y avancé directo a su cuarto, me detuve fuera de su puerta más nervioso que nunca, mis manos temblaban un poco y sabía que no era efecto del frío exterior que había enfrentado. Tomando una profunda respiración y abriendo y cerrando mis manos un poco para lograr algo de control golpee muy suavemente esperando su permiso, pero nada paso. Golpeé nuevamente.

-¿Xander? Soy yo… ¿puedo pasar?... por favor –fui hablando cada vez más bajo, hasta que la última palabra salió casi como un susurro-

La puerta se abrió e ingresé de inmediato cerrando una vez que estuve dentro, Xander me daba la espalda mientras acomodaba algunas cosas por aquí y allá. Di un paso hacia él acortando la distancia y le abracé por la espalda apoyando mi mejilla en la parte de atrás de su cuello.

-Te estuve escribiendo, también te llamé y no tuve respuesta, estaba tan preocupado por ti, mamá dijo que estabas bien pero sé que algo pasa –te sostuve contra mí, el se mantuvo en silencio- ¿qué cambió? ¿Por qué no me dices nada? –te acaricio suavecito con mis dedos- por favor, dime algo cariño, no entiendo qué te pasa y me estoy asustando mucho.

XANDER
Al oír sus pasos, miré el móvil tirado en la cama, se había terminado su batería y no quise recargar, pero ahora me moví y lo conecté, en eso se abre la puerta, su voz se oye ya en un susurro y sus brazos me envuelven. Largo un gran suspiro cuando su preocupación me llega, se sumerge en mí. Me doy despacio vuelta dejando que sus brazos se mantengan alrededor de mi cuerpo y lo miro a los ojos, sin parpadear.
- Tiago, Angelos Santiago -carraspeo, mis puños se cierran a mi costado, quiero abrazarlo, pero debo hacerlo ahora, si espero un segundo más, moriré- quiero preguntarte algo.

Me miras con esos ojos tuyo, que me hurgan hasta el alma, percibo tu desesperación.

-¿Qué te pasa cariño? -vuelves a repetir bajo, te quedas estático-

-¿Por qué estás conmigo? ¿Por amor, compañía, agradecimiento? -Veo como retienes la respiración, abres y cierras la boca, frunces el ceño, niegas, bajas la cabeza y luego lo levantas como sorprendido de la pregunta-

Mi corazón late a mil, espero ansioso tu respuesta, pero de nuevo las palabras se escapan de mi boca.
-Solo quiero que sepas, que entenderé si no es así, pero debes saber que te amo, que nunca amé a nadie como lo hago, que tienes todo mi cerebro, mis neuronas y  libido a tus pies. Que cada cosa, o palabra que digas es lo más importante para mí. Y comprenderé si no correspondes y estas confundido. Nada cambiara lo que siento, nunca dejaré de sentir esto y siempre contarás conmigo para todo

Tomo aire, levanto la mirada al techo y después te vuelvo a mirar, ahora mismo me siento como si se hubiera terminado el piso, me siento caer en picada por un abismo, y una pregunta ronda mi cabeza ¿Tiago me detendrá? Y muero de miedo, tengo miedo, pero no puedo obligarte a sentir lo mismo.

TIAGO
Decir que estaba sorprendido por aquella pregunta era decir poco, estaba pasmado ¿qué había sucedido para que llegara a esto? ¿Qué fue lo que lo gatilló? Solo una respuesta fue la que llegó a mi mente, lo único que podía haber sucedido.

-Angelina habló contigo –no fue una pregunta, fue toda una afirmación. Me sentí herido por sus dudas-

-Tiago yo…

-¿Sabes una cosa? Nunca he sido muy bueno con las palabras, expresar lo que siento siempre ha sido un tema para mi, ni con mamá he podido ser totalmente abierto. Desde que te conocí he visto que puedo ser otra persona, alguien mejor. Tu eres todo lo contrario a mí y adoro tu desplante, tu forma de ser, sin embargo ahora estoy dudando seriamente de tu coeficiente intelectual –tus ojos se abrieron desmesurados y boqueaste igual que un pez fuera del agua, estabas total y absolutamente descolocado- Seré un crío tímido incluso idiota a veces y con casi nulas habilidades sociales, pero de una cosa estoy seguro y es de lo que siento por ti. Una de las cosas que me he dado cuenta a lo largo de estos años de estudio es que la matemática es lo mío y mi mente funciona igual que ella: puedes intentar llegar a la solución mediante variados sistemas, ensayo y error,  calculo mental, incluso usando una puta calculadora o una tabla de Excel, pero el resultado siempre es uno y nada más, no da cabida a ambigüedades… es o no es… así de simple.

¿Estuve confundido en un principio?  Claro que lo estuve, jamás me preocupó  tener pareja, solo pensaba en mis estudios y en tratar de cuidar mis espaldas de los matones hasta que apareciste tu y me pude dar cuenta de mis gustos, traté de estar una chica y simplemente no pude… mi… mi… -me sonrojo y susurro bajito- no… no tuve una erección, pero es cosa de pensar en ti y… pasa todo lo contrario. Mi corazón casi murió cuando te dieron la pateadura, robé tiempo al tiempo para estar contigo, no por agradecimiento, necesitaba cuidarte, tenerte cerca, saber que estabas mejorando, cuando supe de tu alta mi maldito corazón estalló de alegría por tu salud recuperada y anoche… -miro hacia la nada evocando lo sucedido en tu cama- anoche fue mágico, estaba como protegido, sabía que mientras estuviera en tus brazos nada malo pasaría ¿Sabes la angustia que he pasado todo el puto día? Si me gané una maldita exposición en matemática para el lunes a primera hora, porque el bastardo del profesor me pilló con la guardia baja ¿Te puedes imaginar cómo me siento ahora al saber que dudas de mí?  Hemos pasado por tanto y siempre juntos Xander… siempre ¿no es así como las parejas deben estar? ¿Cómo las personas que se aman se cuidan? ¿O es que tengo que hacerte un dibujito para que entre en tu duro coco de que te amo? Puedo ser muchas cosas, pueden llamarme de variadas maneras o incluso puedo meter la pata hasta el fondo de la manera más estúpida que puedas imaginar… –me encojo de hombros- pero jamás jugaría contigo Alexander, eres lo más importante en mi vida junto con mamá… para que te quede claro… te amo y que dudes lo que siento o de nosotros me lastima –tus pupilas estaban dilatadas, tenías las manos juntas y me mirabas como si fuera la aparición de un espíritu chocarrero-  Voy a darme una ducha, estoy calado hasta los huesos de frío y estar con la ropa mojada puesta no ayuda.

Te di un suave y tierno beso en los labios para luego salir de manera lenta y silenciosa hacia el baño, estaba completamente desnudo cuando tu ingresaste y cerrando la puerta con pestillo.

XANDER
¿Qué decir como respuesta a toda esa lluvia de información que me acababa de caer prácticamente encima?

Sinceramente no podía articular palabra, después de eso ya no podía dudar de lo que sentía él y no debí hacerlo, no dudar.

¿Pero la duda que me creó las palabras de Angelina, eran reales en ese momento, pero esa duda  se originó por no creer en mí mismo. En dudar de que él se hubiera enamorado de mí, así como yo de él.

Miro alrededor, cepillo mis cabellos para atrás, una y otra vez, mi habitación parece una jaula, me ahoga, camino hacia la puerta, apoyo mi mano en ella, mi cabeza cae como si los pensamientos pesaran toneladas.

No debí, no tendría que haber cedido a mis dudas.

Giro el picaporte, abro la puerta, los pies me llevan hasta el  baño, no tiene seguro, con sigilo entro, la cortina del baño no está del todo cerrada, puedo verlo allí desnudo, su cuerpo se ha tonificado, y también podía ver claramente cada cicatriz que le habían hecho, y esas ahora serian prueba de su temple y su deseo de continuar.

Caminé hacía él, no antes de cerrar con pestillo la puerta, empecé a dejar caer mi ropa, la patee a un lado y abrí por completo la cortina. Su expresión al verme fue de sorpresa, pero también de amor infinito, con una gota de dolor en el fondo, imaginé que fue por las dudas que manifesté.

- Si te digo, ¿que siento tanto haber dudado de ti?, que no fuiste tú, más bien yo y mi temor a que de nuevo, el anhelo de empezar algo se fuera de mis manos, como me paso en tantas oportunidades en que casi alcancé una familia y de repente como acto de magia se desvanecía. Tiago, te amo y quiero que esto que sentimos vaya creciendo y madurando con nosotros.

Qué el tiempo sea el encargado de poner cada pieza en su lugar como la base de una construcción solida.

Tomo su cara en mis manos y busco su boca, no doy oportunidad a que pronuncies nada, mi lengua te acaricia, recorre tu boca, saborea cada rincón, mis caderas se acercan a tu cuerpo, el agua caliente nos moja y metafóricamente dejo que se levé todo lo negativo que se ha interpuesto entre nosotros. Un gemido se escapa al sentir como el deseo se hace latente entre nosotros, palpita, desea sentirse colmado y solo en tu cuerpo. Camino empujándote hacia la pared del cubículo, te recorro el costado, la cadera, mi erección se roza con la tuya, bajo mi mano, te tomo, me retiro de tu boca, cruzo la mirada contigo al sentirte estremecer.

- Tiago, ¿quieres ser mi novio?, ¿quieres compartir mi vida?


¿De repente algún bajo empezó a sonar?, porque lo siento retumbar en mis oídos. Se me cierra la garganta, pero espero su respuesta.

1 comentario:

  1. Bueno, me hicieron esperar meses por esto. Yo lo hice por un día (?

    Esss *o* pero ¿Cómo pueden dejarlo así? Joder ¿No tuvieron una mejor idea?

    Dos machos (Y que blay me perdone) jodidamente calientes, Desnudos... debajo de la ducha... Confesando sus sentimientos en íntimas caricias y miradas... ¡Arg! Joder... Ni el tiempo parece quitarles las malas costumbres. Me volveré loco de esta forma u-u

    #NoMasBullying


    Con cariño,
    Qhuinn.

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