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ANDER
Miré como
salía del departamento Tiago y fui a mi habitación, tomé mis pastillas
recostándome en la puerta, al terminar de tragar, solté el aire. Por increíble
que pareciera, las palabras de mamá Angelina aún retumbaban en mi cabeza,
haciendo que mi corazón bombeará sangre como loco.
-¿En qué te puedo ayudar mamá Angelina? -Veo como se sienta a mi lado y toma mi
mano para apretarla con suavidad-
-Xander esto es difícil para mí como madre -Baja la mirada y sus mejillas se
arrebolan un poco- soy joven y aunque después de Tiago no quise más pareja,
todo para poder cuidar de él y también porque creo temo amar -hace una pausa-
Creo en el amor, no le soy indiferente, soy consciente de todos los tipos de
amores que hay y sobre todo quiero que
mi hijo sea feliz -La iba a interrumpir y puso un dedo sobre mis labios- no
digas nada, porque será casi imposible que hile lo que debo decir. Tiago es un
muchacho, noble, amable, fiel, pero nunca puede demostrar eso, por su timidez.
Y desde que te conoció se ha vuelto más abierto, lo veo feliz mirando a su
alrededor con más optimismo. Cualquiera pensaría que no es de mi interés, pero
considero que si… –carraspea- ¿Xander, amas a Tiago?, bueno quiero decir ¿te
gusta en forma de pareja, como una pareja normal?
Me
atraganté, creo que mi cuerpo se caldeó, empecé a sudar. Hice todo el esfuerzo
de mirarla a los ojos, me era difícil ya que solo a parte de la hermana y
Tiago, no había discutido de mi sexualidad y ella tenía todo el derecho a
hacerlo, a preguntar.
-Mamá Angelina, yo amo a Tiago, daría mi vida por él.
-Eso lo has demostrado Xander y eso tiene mucho peso a la hora de pensármelo,
lo que no sé es que han decidido ustedes, o si solo se contienen por mí -la
miro al verla sonreír algo discreta- no quiero se lastimen, quiero se lo
piensen bien. Tengo miedo que Tiago solo esté confundido y no sea un verdadero
cariño, solo gratitud, que tú también tengas un deslumbramiento. Antes de que
pase algo… -allí se calló de nuevo- si ya no ha pasado, piénsenlo antes de
hacer algo y pasar a otro punto la relación.
-Yo… -pasé mi mano por la nuca, escuchar a mamá Angelina decirme que tal vez
Tiago no me amara que solo sintiese agradecimiento por mí, me dejó de piedra-
amo a Tiago mamá Angelina y no lo presionaré a esto, pero yo si sé que soy gay
-bajé la mirada por primera vez avergonzado de defender un sentimiento que por
mucho tiempo algunos ocultan por el temor a que digan o sentencien- y si esto
creará algún inconveniente voy buscar ot….
-¡Noooo! -niega rápido- no he dicho eso, por favor, solo quiero saber lo que
pasa y que mi ángel sea feliz y si lo es contigo, que sea, no me opondré.
Me separé de la pared y fui a la ventana, recordar esa conversación aún me
perturbaba, dentro de todo ella tenía razón, ¿si él no me amaba?, ¿si solo era
gratitud?
Me senté en la cama y abrí el móvil, ya había un mensaje de Aprendiz de Mago
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De: Peter
Pan
Para: Aprendiz
de Mago
Hora: 9:01
am
Asunto: En
picada y sin paracaídas
Se terminó el piso, y me veo cayendo, la pregunta sería ¿algo me detendrá o me
recibirá? Temo a la respuesta. Muero de miedo.
___________________________________________________________
Envío el mensaje y por primera vez dejé que las lagrimas cayeran, me sentí
impotente, no sabía que pasaría, por primera vez en mi vida no veía el
horizonte.
Un golpe en la puerta y la voz de ella.
-¿Xander, estas bien?
-Sí, estaba tomando mis pastillas -mi voz salió un poco baja- ya voy a la
salita
Tomé una toalla y voy al baño, lavarme la cara, barbearme me ayudaría a
relajarme.
TIAGO
Mi llegada a
la clase de matemática fue con unos minutos de atraso y podría jurar que si las
miradas mataran, con la que me lanzó el profesor habría caído allí mismo
muerto. Jamás entendería porqué le desagrado tanto.
Me senté al
final de la clase recuperativa y aún que intentaba prestar atención al
concentrado de contenidos correspondientes a toda la semana que falté a clases,
me era casi imposible, algo pasaba, lo sentía como desde mis entrañas y aquello
me mantenía muy inquieto, de hecho mi pie se movía de manera rítmica mientras
el palito de mi chupetín de cereza se deslizaba furiosamente de un extremo al
otro de mi boca… Sólo esperaba que Xander estuviese bien. Sonaba absurdo pensar
eso, mamá estaba cuidándolo, pero aún así no podía quitarme aquella sensación.
El tiempo
pasaba con demasiada lentitud y mi teléfono móvil quemaba en mi bolsillo de
puras ganas de contactarme con él. En el momento que el profesor se giró hacia
la pizarra con un rápido movimiento lo saque y coloqué sobre la mesa para
revisarlo. El mensaje de Peter Pan no era alentador y me dejaba preocupado,
algo le sucedía. Él necesitaría más tiempo, le respondería una vez saliendo de
la universidad, así que abrí la aplicación de Whatsapp y le escribí a Xander:
TIAGO: Xander, Xander, Xander –Apareció
un solo ticket-
TIAGO: Kariño ke pasa???? –Aparece solo
un ticket-
TIAGO: Cuando veas esto responde, estoy
preocupado –Otra vez un solo ticket-
-¡Señor
Santiago! –Mierda- en vista y considerando que usted ha estado tan atento a las
lecciones del día de hoy, esperaré gustoso a que el día lunes a la primera hora
usted sea tan gentil de hacernos una clase formal y completa de todos los
contenidos pasados el día de hoy, estoy seguro que como ha estado tan al tanto
y tomando apuntes de todo la materia pasada el día de hoy que nos hará una
clase magistral ¿no es así Señor Santiago?
-Si señor
–dije entre dientes-
-Perdón,
pero no le escuche, ¿lo puede decir un poco más alto? –dijo con una sonrisilla
de mofetilla llena de satisfacción, jodido-
-Si señor
-Muy bien
–sonrió más que satisfecho- créame que lo esperare con ganas.
Me mantuve
en silencio y matando con la mirada al profesor lo que quedó de la clase y a
penas tocaron el timbre de retirada, tomé mis cosas lo más rápido que pude
antes que me agarrara para otra guarrada, además, tenía otra cosa en que pensar
y que en este momento era prioridad… Xander. Al estar ya alejado del alumnado, le llame, no sé cuantas veces lo hice,
pero tienen que haber sido muchas, el teléfono simplemente sonaba eternamente
con lo cual sólo aumentaba mi angustia puesto que no regresaría al depa hasta
adentrada la noche.
Durante todo
el viaje hacia el trabajo seguí llamando, enviando mensajes por Whats y nada,
cuando llegué a la cafetería me armé de valor y llamé a mamá.
-Hola guapa,
soy tu acosador ¿Qué hace una chica como tu en un lugar como ese? –dije
tratando de parecer lo más normal del mundo mientras ella reía divertida-
-Esa broma
es tan antigua como el hilo negro, sobre todo porque en mi pantalla sale tu
foto, pequeño
-bueno, en
algún momento te atrapare desprevenida –mordí mi labio- llamaba para saber cómo
estabas
-¿Cómo
estaba yo o cómo está Xander? Cariño, siempre has sido un completo desastre al
mentir, soy tu madre, te conozco desde el día uno. Él esta bien amor, ha tomado
su medicación y ahora descansa –contuve el suspiro de alivio para que ella no
se diera cuenta-
El resto de
la conversación pasó ligera y después, ya en mi puesto de trabajo tras la caja,
miraba constantemente el reloj, ojalá y el tiempo pasara más deprisa,
necesitaba verle pronto o que al menos respondiera mis mensajes, desde las
tripas sabía que algo no andaba tan bien.
XANDER
El dilema de
mi vida se abrió como un gran abismo, me veía a mi mismo colgado con solo tres
dedos de sostén del borde, el peso de la incertidumbre de que Tiago sólo sintiera agradecimiento y no amor por
mí, era un gran lastre que me estiraba hacia el fondo, un lugar en donde
terminaría destrozado y sólo, seamos sinceros, así me veía sin él.
El móvil
vibró un montón de veces, los mensajes de Whatspp no dejaban de llegar, pero no
podía abrirlos. También al cabo de un tiempo entraron llamadas, al final puse
en silencio después de ver que eran de él.
¿Qué le
diría?, en este momento nada acudía a mi mente, estaba como congelado, sin
ideas, sin saber cómo reaccionar.
¿Retribución? ¿Deuda?
¿Solo seria eso?
Pasaron las
horas y al fin me levanté, fui al salón en donde mamá Angelina cosía algunas
medias, su sonrisa al verme llegar solo oprimió más mi pecho. Ella lo conocía,
sabía que podía ser cierto lo que me dijo.
-¿Quieres un
té con leche? Te hará bien, hace frío -Negué
y me senté con cuidado en el sofá-
- No tengo
hambre
-¡Debes
comer algo! -se levantó y fue a la cocina, hablándome desde allí- hice un bizcochuelo de chocolate y vainilla,
son los preferidos de Tiago
Vuelve con
una taza y porción del bizcochuelo, la verdad olio una delicia, pero el nudo en
el estomago no me permitiría comer nada. Para no ofenderla y que se preocupe,
lo tomé entre las dos manos y bebí un sorbo.
-Mamá
Angelina… -bajo la taza y la miro, ella deja de coser y se acomoda en el sofá-
-¿Tienes
miedo Xander? -Abro los ojos con conocimiento de causa y asiento-
-Sí.
-Creo que
todos hemos temido a no ser correspondidos -me sonríe a los ojos antes de
seguir- tienes miedo que él no te ame, pero la única forma de saberlo es
continuar y averiguarlo, no seas cobarde hijo, no eres así.
-No quiero
que se sienta desilusionado conmigo.
-¿Desilusionado?,
eso no lo entiendo -deja a un lado la media y se inclina a apoyar su mano sobre
la mía- con respecto a ti, nunca lo haría, eres una ser increíble. Lo que
debemos saber, que siente él y eso no sería tu culpa. Eso sería cosas del
corazón.
Tapo mi cara
con las dos manos, después voy bajando para despejar mi rostro. Miro alrededor,
luego a ella. Me vienen a la cabeza un montón de cosas, puertas que pueden
cerrarse a causa de prejuicios, pero también muchas posibilidades si él me
correspondía. Es cierto, no era cobarde. Tomé de nuevo la taza de la mesita y
terminé el té.
Faltaba poco
para la llegada de su trabajo, intenté ayudar a Angelina en la cocina, pero fui
rechazado olímpicamente, por lo que fui a mi cuarto y copie mis tareas que me
hicieron llegar por mail, entre el correo llegó la citación para el juzgado,
habían conseguido cerrar el caso en forma contundente. Ya nadie temería por los
acosos de ellos.
Cuando los
pasos de Tiago al llegar al departamento me sacaron de la concentración de mis
absurdos temores, llegué a la conclusión de que uno solo es feliz si tiene el
valor de intentarlo y yo tenía el valor de intentarlo, pero había que convencer
a mi corazón que dejará de latir como tambor de
banda de música o morirá allí mismo de sobredosis de adrenalina.
TIAGO
Entré como
una tromba al departamento, el día se me había hecho eterno y sólo deseaba
llegar aquí. Me había sentido angustiado debido al mutismo de Xander, aunque
mamá me dijo que él estaba bien y que las cosas marchaban como debía ser,
sentía como en el fondo de mis entrañas que algo pasaba, él no me dejaría de
hablar así como así ¿verdad?
Mil y un
escenarios se pasaron por mi mente mientras estuve trabajando en la cafetería,
cada uno de los cuales era peor que el anterior y eso solo provocaba que mis
niveles de angustia subieran de manera exponencial, jamás había errado en las
cuentas de la cafetería y nunca me había sucedido tantas veces en una sola
jornada, de hecho tuve que poner dinero de mi propio bolsillo al final de mi
turno para que las cuentas cuadraran. Necesitaba el dinero, pero más necesitaba
llegar deprisa al depa y mi supervisor quedó conforme.
El viaje de
regreso también había sido un martirio,
debido a que comenzó a caer aguanieve el bus avanzaba con mayor lentitud, lo
cual me exasperaba más. De manera constante enviaba mensajes, pinchaba su
teléfono y no recibía respuesta de su parte. Por lo mismo al llegar a mi parada
avancé lo más rápido posible e ingresé de manera ruidosa al depa. El lugar olía
delicioso a vainilla y chocolate, se notaba la mano femenina en el sitio… de
hecho estaba meticulosamente ordenado, pilas de ropa sobre un sofá denotaban
que la había lavado y planchado. Pero no me detuve, dejé caer la mochila en un
rincón y le saludé a la rápida mientras pasaba junto a la puerta de la cocina y
avancé directo a su cuarto, me detuve fuera de su puerta más nervioso que
nunca, mis manos temblaban un poco y sabía que no era efecto del frío exterior
que había enfrentado. Tomando una profunda respiración y abriendo y cerrando
mis manos un poco para lograr algo de control golpee muy suavemente esperando
su permiso, pero nada paso. Golpeé nuevamente.
-¿Xander?
Soy yo… ¿puedo pasar?... por favor –fui hablando cada vez más bajo, hasta que
la última palabra salió casi como un susurro-
La puerta se
abrió e ingresé de inmediato cerrando una vez que estuve dentro, Xander me daba
la espalda mientras acomodaba algunas cosas por aquí y allá. Di un paso hacia
él acortando la distancia y le abracé por la espalda apoyando mi mejilla en la
parte de atrás de su cuello.
-Te estuve
escribiendo, también te llamé y no tuve respuesta, estaba tan preocupado por
ti, mamá dijo que estabas bien pero sé que algo pasa –te sostuve contra mí, el
se mantuvo en silencio- ¿qué cambió? ¿Por qué no me dices nada? –te acaricio
suavecito con mis dedos- por favor, dime algo cariño, no entiendo qué te pasa y
me estoy asustando mucho.
XANDER
Al oír sus
pasos, miré el móvil tirado en la cama, se había terminado su batería y no
quise recargar, pero ahora me moví y lo conecté, en eso se abre la puerta, su
voz se oye ya en un susurro y sus brazos me envuelven. Largo un gran suspiro
cuando su preocupación me llega, se sumerge en mí. Me doy despacio vuelta
dejando que sus brazos se mantengan alrededor de mi cuerpo y lo miro a los
ojos, sin parpadear.
- Tiago,
Angelos Santiago -carraspeo, mis puños se cierran a mi costado, quiero
abrazarlo, pero debo hacerlo ahora, si espero un segundo más, moriré- quiero
preguntarte algo.
Me miras con
esos ojos tuyo, que me hurgan hasta el alma, percibo tu desesperación.
-¿Qué te
pasa cariño? -vuelves a repetir bajo, te quedas estático-
-¿Por qué estás
conmigo? ¿Por amor, compañía, agradecimiento? -Veo como retienes la
respiración, abres y cierras la boca, frunces el ceño, niegas, bajas la cabeza
y luego lo levantas como sorprendido de la pregunta-
Mi corazón
late a mil, espero ansioso tu respuesta, pero de nuevo las palabras se escapan
de mi boca.
-Solo quiero
que sepas, que entenderé si no es así, pero debes saber que te amo, que nunca
amé a nadie como lo hago, que tienes todo mi cerebro, mis neuronas y libido a tus pies. Que cada cosa, o palabra
que digas es lo más importante para mí. Y comprenderé si no correspondes y
estas confundido. Nada cambiara lo que siento, nunca dejaré de sentir esto y
siempre contarás conmigo para todo
Tomo aire,
levanto la mirada al techo y después te vuelvo a mirar, ahora mismo me siento
como si se hubiera terminado el piso, me siento caer en picada por un abismo, y
una pregunta ronda mi cabeza ¿Tiago me detendrá? Y muero de miedo, tengo miedo,
pero no puedo obligarte a sentir lo mismo.
TIAGO
Decir que
estaba sorprendido por aquella pregunta era decir poco, estaba pasmado ¿qué
había sucedido para que llegara a esto? ¿Qué fue lo que lo gatilló? Solo una
respuesta fue la que llegó a mi mente, lo único que podía haber sucedido.
-Angelina
habló contigo –no fue una pregunta, fue toda una afirmación. Me sentí herido
por sus dudas-
-Tiago yo…
-¿Sabes una
cosa? Nunca he sido muy bueno con las palabras, expresar lo que siento siempre
ha sido un tema para mi, ni con mamá he podido ser totalmente abierto. Desde
que te conocí he visto que puedo ser otra persona, alguien mejor. Tu eres todo
lo contrario a mí y adoro tu desplante, tu forma de ser, sin embargo ahora
estoy dudando seriamente de tu coeficiente intelectual –tus ojos se abrieron desmesurados
y boqueaste igual que un pez fuera del agua, estabas total y absolutamente
descolocado- Seré un crío tímido incluso idiota a veces y con casi nulas
habilidades sociales, pero de una cosa estoy seguro y es de lo que siento por
ti. Una de las cosas que me he dado cuenta a lo largo de estos años de estudio
es que la matemática es lo mío y mi mente funciona igual que ella: puedes
intentar llegar a la solución mediante variados sistemas, ensayo y error, calculo mental, incluso usando una puta calculadora
o una tabla de Excel, pero el resultado siempre es uno y nada más, no da cabida
a ambigüedades… es o no es… así de simple.
¿Estuve
confundido en un principio? Claro que lo
estuve, jamás me preocupó tener pareja,
solo pensaba en mis estudios y en tratar de cuidar mis espaldas de los matones
hasta que apareciste tu y me pude dar cuenta de mis gustos, traté de estar una
chica y simplemente no pude… mi… mi… -me sonrojo y susurro bajito- no… no tuve
una erección, pero es cosa de pensar en ti y… pasa todo lo contrario. Mi
corazón casi murió cuando te dieron la pateadura, robé tiempo al tiempo para
estar contigo, no por agradecimiento, necesitaba cuidarte, tenerte cerca, saber
que estabas mejorando, cuando supe de tu alta mi maldito corazón estalló de alegría
por tu salud recuperada y anoche… -miro hacia la nada evocando lo sucedido en
tu cama- anoche fue mágico, estaba como protegido, sabía que mientras estuviera
en tus brazos nada malo pasaría ¿Sabes la angustia que he pasado todo el puto
día? Si me gané una maldita exposición en matemática para el lunes a primera
hora, porque el bastardo del profesor me pilló con la guardia baja ¿Te puedes
imaginar cómo me siento ahora al saber que dudas de mí? Hemos pasado por tanto y siempre juntos
Xander… siempre ¿no es así como las parejas deben estar? ¿Cómo las personas que
se aman se cuidan? ¿O es que tengo que hacerte un dibujito para que entre en tu
duro coco de que te amo? Puedo ser muchas cosas, pueden llamarme de variadas
maneras o incluso puedo meter la pata hasta el fondo de la manera más estúpida
que puedas imaginar… –me encojo de hombros- pero jamás jugaría contigo
Alexander, eres lo más importante en mi vida junto con mamá… para que te quede
claro… te amo y que dudes lo que siento o de nosotros me lastima –tus pupilas
estaban dilatadas, tenías las manos juntas y me mirabas como si fuera la
aparición de un espíritu chocarrero- Voy
a darme una ducha, estoy calado hasta los huesos de frío y estar con la ropa
mojada puesta no ayuda.
Te di un
suave y tierno beso en los labios para luego salir de manera lenta y silenciosa
hacia el baño, estaba completamente desnudo cuando tu ingresaste y cerrando la
puerta con pestillo.
XANDER
¿Qué decir
como respuesta a toda esa lluvia de información que me acababa de caer prácticamente
encima?
Sinceramente
no podía articular palabra, después de eso ya no podía dudar de lo que sentía
él y no debí hacerlo, no dudar.
¿Pero la
duda que me creó las palabras de Angelina, eran reales en ese momento, pero esa
duda se originó por no creer en mí
mismo. En dudar de que él se hubiera enamorado de mí, así como yo de él.
Miro
alrededor, cepillo mis cabellos para atrás, una y otra vez, mi habitación
parece una jaula, me ahoga, camino hacia la puerta, apoyo mi mano en ella, mi
cabeza cae como si los pensamientos pesaran toneladas.
No debí, no
tendría que haber cedido a mis dudas.
Giro el picaporte,
abro la puerta, los pies me llevan hasta el baño, no tiene seguro, con sigilo entro, la
cortina del baño no está del todo cerrada, puedo verlo allí desnudo, su cuerpo
se ha tonificado, y también podía ver claramente cada cicatriz que le habían hecho,
y esas ahora serian prueba de su temple y su deseo de continuar.
Caminé hacía
él, no antes de cerrar con pestillo la puerta, empecé a dejar caer mi ropa, la
patee a un lado y abrí por completo la cortina. Su expresión al verme fue de
sorpresa, pero también de amor infinito, con una gota de dolor en el fondo,
imaginé que fue por las dudas que manifesté.
- Si te
digo, ¿que siento tanto haber dudado de ti?, que no fuiste tú, más bien yo y mi
temor a que de nuevo, el anhelo de empezar algo se fuera de mis manos, como me
paso en tantas oportunidades en que casi alcancé una familia y de repente como
acto de magia se desvanecía. Tiago, te amo y quiero que esto que sentimos vaya
creciendo y madurando con nosotros.
Qué el
tiempo sea el encargado de poner cada pieza en su lugar como la base de una
construcción solida.
Tomo su cara
en mis manos y busco su boca, no doy oportunidad a que pronuncies nada, mi
lengua te acaricia, recorre tu boca, saborea cada rincón, mis caderas se
acercan a tu cuerpo, el agua caliente nos moja y metafóricamente dejo que se
levé todo lo negativo que se ha interpuesto entre nosotros. Un gemido se escapa
al sentir como el deseo se hace latente entre nosotros, palpita, desea sentirse
colmado y solo en tu cuerpo. Camino empujándote hacia la pared del cubículo, te
recorro el costado, la cadera, mi erección se roza con la tuya, bajo mi mano,
te tomo, me retiro de tu boca, cruzo la mirada contigo al sentirte estremecer.
- Tiago,
¿quieres ser mi novio?, ¿quieres compartir mi vida?
¿De repente
algún bajo empezó a sonar?, porque lo siento retumbar en mis oídos. Se me
cierra la garganta, pero espero su respuesta.

Bueno, me hicieron esperar meses por esto. Yo lo hice por un día (?
ResponderEliminarEsss *o* pero ¿Cómo pueden dejarlo así? Joder ¿No tuvieron una mejor idea?
Dos machos (Y que blay me perdone) jodidamente calientes, Desnudos... debajo de la ducha... Confesando sus sentimientos en íntimas caricias y miradas... ¡Arg! Joder... Ni el tiempo parece quitarles las malas costumbres. Me volveré loco de esta forma u-u
#NoMasBullying
Con cariño,
Qhuinn.