|
Q
|
HUINN
Al llegar al
complejo la primera exigencia de Blay fue hacer una primera parada en la
clínica de Mannello y luego que le exigiera un chequeo completo sobre mi estado
y el posterior tratamiento a las heridas, me deje llevar por él hacia nuestro
dormitorio, al encontrarnos ya en privacidad me fui directo al baño, ya no
soportaba el hedor a talco de bebé en mi cuerpo, sin cerrar la puerta comencé a
despojarme de mis ropas quedando totalmente desnudo, al mirarme al espejo veo
que los parches colocados en la Clínica ya están empapados de sangre ¡Jodida
mierda! Retiro los apósitos ya inservibles y me doy una rápida ducha,
restregando fuertemente mi piel para sacar todos los rastros del jodido olor a
talco, mientras estoy en eso, veo como mi propia sangre sigue manando de las
heridas que hay en mi cuerpo, la alimentación es algo inevitable y necesaria
para mi rápida curación, pero el solo pensar en realizar algo tan íntimo como
aquello con alguien que expele por todos los poros deseo sexual hacia mí,
simplemente me revuelve el estómago; y si a esto le añado que Blay es un macho
vinculado hirviendo de celos... La situación pasa de “jodida” a “muy jodida la
puta cabrona”
Al salir te veo
apoyado en el lavabo esperando por mí, me acerco y suavemente levanto tu mentón
con mi mano para poder mirarte a los ojos.
- Nallum… bebé, no
es necesario que hagamos la alimentación ahora, las heridas no son graves
podemos esperar unas horas y hablar con Phury para conseguir otra Elegida y…
- Ya esta echo
nallum
Dices en un
susurro, veo claramente el conflicto de emociones, tus ojos hablan más que tu
cuerpo. Preocupación, celos, rabia, son algunos de los que identifico. Sólo te
envuelvo en mis brazos, necesitando tenerte cerca.
BLAY
Me sentía como una
mierda, ¿Porque mi sangre no podía valer para alimentarle? ¿Cómo podría
aguantar mis ganas de arrancarle la cabeza a Layla? Jodido infierno. Como
siempre el monstruo de las dudas volvía a sacar sus tentáculos. Mi cabeza no
dejaba de llenarse de preguntas sin obtener respuestas certeras. Nos
adentramos en nuestra habitación, Qhuinn marcho al baño, dejándome con mis
pensamientos. Ante todo, el es mi hellren mi deber es protegerlo y mantenerlo
provisto de alimento. Entonces ¿qué coño pasaba con toda esta mierda de la
alimentación? Me gustara o no, estaba por encima de todo su bienestar. Una vez
que el desapareció por la puerta del baño. Cogí el móvil, marque el número del
Primale.
-Phury... si todo bien. - Le conteste tras su pregunta-
-Necesito a
Layla... Qhuinn, ha sufrido varios cortes que no se curaran sin su sangre -su
respuesta fue una afirmación-
Terminada la llamada me deslice hasta el baño, apoyado en el lavabo, me mantuve
callado esperando que terminara su ducha. Al salir, exhibiendo toda su
desnudez, apreté los puños en el frió mármol del lavabo. Todavía sangraban sus
heridas además éstas no se cerraban. Contuve la tentación de tirarme encima de
él. Cuanto más se acercaba, mas me aseguraba que había hecho bien en llamar a
la Elegida.
Con un dedo levanto mi mirada, ya que la tenia fija en el suelo. Nuestras
miradas se conjuntaron expresando complicidad y un amor intenso.
- Nallum… bebé, no
es necesario que hagamos la alimentación ahora, las heridas no son graves
podemos esperar unas horas y hablar con Phury para conseguir otra Elegida y…
-Ya está hecho -apenas
se oyó lo que dije- En pocos minutos Layla vendrá a servirte.
Señale la
habitación continua al baño. Agarre una toalla, me dispuse a secarlo con
suavidad. No hubo palabras, todo era silencio. Le coloque un ligero albornoz.
Lo lleve a la cama, entrelazando nuestras manos. Nos deslizamos juntos en ella.
Los dos quedamos de lado, mirándonos en silencio. Juntos esperaríamos la
llegada de la Elegida. Unos ligeros golpes en la puerta, nos dio el aviso.
Layla…
QHUINN
Cierras tus ojos
ante la inevitable visita, por un momento ninguno de los dos dice y hace algo,
pero nuevamente los golpeteos y la suave
voz de Layla llamándonos nos hace tomar cartas en el asunto. Veo como te alejas
de mi para abrir la puerta a la Elegida, mientras me acomodo en la cama y arreglo
el albornoz en mi cuerpo, ella ingresa silenciosamente con la vista gacha, al
mirarme sus ojos se abren como platos al verme recostado en la cama y un brillo
especial y libidinoso resplandece en su
mirada, el cual se opaca inmediatamente cuando Blay se coloca frente a mí de
brazos cruzados, como si estuviese protegiéndome de una serpiente venenosa con
su cuerpo. Una suave y sutil fragancia
de macho vinculado comienza a manar de su piel, y el solo hecho percibirlo
provoca que mi cuerpo reaccione de inmediato logrando una muy buena erección
que trato de ocultar bajo las mantas.
-El Primale me ha
dicho que debo serviros, por mi está bien, no tengo inconveniente en compartir
el lecho con ustedes dos Sires.
Un bajo gruñido
amenazante nace desde el pecho de mi Nallum, tomo su mano y entrelazo mis dedos
con los de él mientras lo acaricio con el pulgar y lo insto a que se siente
junto a mí.
-No es nada de eso
Layla, sólo necesito alimentarme, tengo algunas heridas que se me hicieron en
batalla y no han curado adecuadamente, eso es todo.
¿Acaso es
decepción lo que veo en su mirada? ¡Diablos! La Elegida bordea la cama con su
elegante andar hasta quedar al otro lado de Blay, comienza a dejar al
descubierto su cuello a lo cual la detengo de inmediato. Puesto que beber de
allí sería un acto de mucha intimidad y acercamiento como para hacerlo, además
eso enervaría aún más a mi nallum. Frente al rechazo que hice de beber de su
cuello, gentilmente me ofrece su muñeca, sin soltar la mano de Blay, cojo la
muñeca de Layla y la acerco a mi boca. Mis colmillos no quieren crecer, hay una
vocecita en mi cabeza que me dice una y otra vez que no es correcto porque no
es mi pareja.
- No puedo Blay,
no puedo.
BLAY
Un intenso olor a
rosas, atravesó el umbral de la habitación. Ella sonrió e hizo una reverencia.
Su cuerpo esbelto ataviado con una túnica blanca, se fue acercando a la cama.
El aroma a macho vinculado exploto por
toda la estancia, marcando mi propiedad. ¡¡Jodido infierno!! Pensé
cuando se dirigió a nosotros hablándonos de alimento y sexo. Me cuadre en medio
de los dos, esto no podría salir bien. Qhuinn le contesto con voz tensa que
solo seria alimento, ya que por sus graves heridas, necesitaba de su sangre.
Layla, se sentó sobre las sabanas de satén negro que adornaban la cama. Ladeo
el cuello, para que dar acceso a su vena. Abrió los ojos con un gesto
consternado, cuando el refirió que sería de su muñeca. Me parecía una falta de
respeto que ella sabiendo que estábamos vinculados, regalase la vena de su
cuello.
Parecía que todo iba pasando a cámara lenta. Inhalaba, exhalaba... tratando de
calmar mi ansiedad. Mis manos seguían entrelazas con mi nallum. Mientras que
ella se remangaba la manga de su túnica, alzo la mano hasta quedar extendida como
una ofrenda. Qhuinn, de manera gentil, soltó nuestras mano y cogió la que le fue
ofrecida acercándola hacia sus labios. Un siseo acompañado con un rugido, lo
alarmo.
-No puedo Blay… no puedo.
Me senté a su lado, acariciando su mejilla. Coloque la mano en su cabeza,
empujándolo hacia la muñeca.
-Debes de alimentarte... no te preocupes… estoy bien -le dije con voz suave-
Hubo un instante de silencio. Luego él me miro dejándose caer hacia la vena.
Morí...
QHUINN
Miré sus
atormentados ojos antes de dirigirme hacia la vena de Layla, su mano temblaba
al contacto con mi cabeza, instándome a que me alimentara, la mordí. Al primer
contacto con la sangre de la elegida mi estómago se cerró, me obligue a tragar
una, dos y tres veces… simplemente no podía más, cerré las incisiones y me
alejé.
Tenía una horrible
sensación en mi interior, como si le hubiese fallado a mi nallum, me sentía
pésimo. Mi parte racional, me dice una y otra vez que esto debe hacerse, que
necesito alimentarme para estar bien, que sólo beber de Blay no es suficiente
para mantenerme fuerte y sano. Pero como macho vinculado, simplemente no me perdono lo que he hecho, es como si le
hubiese sido infiel, obligarme a beber de una hembra va contra lo que me dicta
mi instinto y sobre todo porque sé el sentimiento de B hacia Layla, se que está
hirviendo en rabia y celos en este momento. Lo que menos deseo es alargar su
tormento.
-Es suficiente,
muchas gracias Layla
-Pero Sire, ha
pasado demasiado tiempo desde su última alimentación, necesita más, por favor
beba.
La esencia a macho
vinculado de Blay inundaba el lugar como si hubiesen vaciado un tarro de spray,
sus ojos están oscurecidos mirándome fijamente
BLAY
- Layla… ¿podrías
dejarnos un momento a solas? por favor espera fuera... yo mismo te avisare
cuando te necesite.
Todo lo que hable con ella, fue sin separar mis ojos de los de Q. Si supiera
que mi corazón estallo en dos, en la primera succión. Si supiera que me sentí
como un puto inútil. ¡¡Jesús!! .El se encontraba un tanto pálido, sus pupilas dilatadas
y un rostro que gritaba “culpabilidad”. Me incline hacia él, pasando mi dedo
por su mejilla con gentileza.
-Mírame... mírame...Quiero que te alimentes ahora
Le ordene o eso
quise que pareciera. Fijó su mirada hacia mí. Pena, dolor, tristeza reflejaban
sus ojos bicolor. Acaricie, la comisura de sus labios con mi pulgar.
-Por favor nallum... yo también tendré que hacerlo y pronto... Terminemos de
una vez, estaré contigo siempre... te amo y tú me amas, sé que esto no es
erótico, ni sexual... solo te alimentas... no estás del todo bien.
Bese sus labios.
Mis pies se movieron hacia la puerta, antes de abrirla voltee la cabeza hacia
él. Su mirada me estremeció, me cautivo, me encarcelo... emitía amor y
comprensión. Ya no dude, hice pasar a la Elegida otra vez.
QHUINN
Veo como Layla se
desliza dentro de la habitación con su elegante andar
-Perdón Sires, sé
que esto es difícil para ambos, pero podemos hacerlo un poco más llevadero para
ustedes… Por favor Sire Blaylock abrace a su nallum.
Blay toma mi
mano me pone de pié con un suave jalón,
nos damos un suave beso y me envuelve en sus brazos, la Elegida, susurra en mi
oído que imagine que bebo de él, cierro mis ojos y lo único que siento son las
fuertes manos de B en la parte baja de mis caderas, su respiración en mi cuello
y el rico aroma a macho vinculado que expele su cuerpo, mis colmillos crecen
más largos que nunca por la necesidad de sangre, siento el roce de piel cerca
de mi boca, es la muñeca de Layla, pero en mi mente sólo hay cabida para mi Blay,
inmediatamente muerdo lo que me es ofrecido y bebo golosamente su sangre.
Al imaginar que
bebo de él, gano una gran erección y comienzo a frotarme descaradamente, mis
brazos se aferran a su cuerpo firmemente, mientras siento sus manos deslizarse
más hacia abajo y coger firmemente mis nalgas para acercar nuestras caderas.
Con tus labios deslizas un poco el albornoz de mi hombro y sensuales besos
comienzas a darme en el cuello, que provocan que mi piel se erice, cierro las
incisiones con una suave lamida y busco tus labios, desesperado por un beso.
BLAY
Mi cuerpo se relajo
con él en mis brazos, besaba su cuello por el filo del mullido albornoz. De
repente, no sé porque, pero me pareció que la situación no estaba tan mal. El
estar tan pegados el uno al otro, al sentir que me acariciaba, como si fuera de
mí del que se alimentaba. Todo cambio de color.
Podía notar los suaves tirones que daba en la vena de Layla. Ella parecía como
si no se encontrara en la habitación. Por fin termino, Qhuinn levanto su cabeza
de la vena, para ir a parar a mis labios. Me aferre a su cintura. Bese y lamí
sus labios, el sabor de la sangre de la Elegida se adentro en mi paladar,
notando un sabor a vino dulce.
No tuve idea de cuando la Elegida desapareció de la estancia tal vez un “gracias
sires” seguido de un pequeño clic de la puerta, me aviso de que estábamos
completamente solos. Nuestras erecciones ya en todo su esplendor desde el
comienzo de su alimentación, se frotaban, libidinosas, su albornoz cayó al
suelo, dejándolo a mi merced. Hermoso, perfecto.
-Te amo nallum

Precioso como la primera vez que lo leí. Solo que no sabia quiene lo escribía. Abrazos.
ResponderEliminarTengo debilidad por los chicos.
Muchas gracias por tus palabras María José, me hace muy feliz saber que te gusta el fic de Qhuay
Eliminar