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B
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LAY
Dios, se había sentido tan bien… No había sido solo correcto, era… perfecto, si, se había sentido como que era lo que debía ser.
Pero aun así las cosas no son tan sencillas. Al menos no desde mi punto de vista. Qhuinn suele ser muy inestable en sus emociones debido a los prejuicios con los que creció, y aun temo que vaya a aparecer con su actitud de “aquí-no-paso-nada”. Aunque para ser completamente sinceros, se había comportado como jamás lo había visto en toda mi vida, y no solo por el aroma vinculante que brotaba de su cuerpo al estar en la misma habitación que yo. Cuando habíamos terminado de amar cada centímetro de nuestra piel, cuatro veces, nos habíamos quedado en la habitación el resto de la noche, simplemente hablando, de trivialidades, porque realmente luego de eso, ninguno se animaba a hablar de cosas más profundas. Luego, mientras me daba una ducha, el había pedido por teléfono comida a los doggens, y cuando estos habían aparecido con las bandejas y se habían retirado, él se había dedicado a alimentarme. Lo cual, honestamente, me había dejado más que sorprendido. Había comido de su mano y bebido del vaso que él me ofrecía mientras conversábamos de la guerra, de John y de la casa en general. Aun sin valor para hablar de cosas más profundas.
Pero entonces había caído en la cuenta de la realidad cuando mi celular sonó.
SMS: Ya estoy en mi habitación. Te espero con ansias.
Un mensaje de Saxton que me había cortado la respiración. Dios, la culpa, el remordimiento, eran sentimientos que me dejaban completamente angustiado y perdido.
Me había levantado de la cama y vestido de forma apresurada. Qhuinn no había dicho palabra en ningún momento.
Al llegar a la habitación de Saxton tuve que tomar un profundo respiro, y entonces lo sentí, olía a emparejamiento, al de Qhuinn, y al mío. Dios, realmente había soñado tanto con que eso pasara que ahora era un tanto ridículo que me sintiera mal por llevar esos aromas entremezclados en la piel.
Al entrar lo veo tendido sobre la cama con el edredón a mitad de su cuerpo, leyendo un libro con la luz tenue de la mesa de noche. Cristo, era un macho hermoso, hermoso y bondadoso, cariñoso y atento, noble y considerado. Y yo estaba a punto de destruir todo lo que él había hecho por mí. Corrección, ya había destruido, en el momento en que me había unido a Qhuinn.
Sax bajo el libro dejándolo a un lado de la cama, y con una sonrisa me tendió una mano. Me acerqué a su cama, el enarcó una ceja y supe exactamente porque era, lo había olido.
- Saxton… yo… Lo siento muchísimo… No fue… No quiero que pienses que…
Me siento en la cama junto a él y agacho levemente la cabeza negando mientras mis mejillas comienzan a colorearse con la culpa resaltando mis pecas.
-No te disculpes Blay, te lo he dicho, sabía dónde me metía, y también conozco a mi primo.
Su respuesta me hizo sobresaltar, pero lo que me hizo sorprender aún más, fue su mano sobre mi mejilla acariciándome lenta y suavemente. Se levanto del respaldar y aun con el labio hinchado acercó su rostro al mío y beso mis labios con delicadeza, con tanta gentileza y dulzura que hizo que el corazón se me partiera en mil pedazos.
- Él aún no está listo para afrontar lo que siente por ti, y en el fondo lo sabes… En este momento yo puedo ofrecerte cosas que él no puede.
Su tono de voz era tan triste como su mirada, lo cual hizo que me desarmara de dolor en ese mismo instante. Pero sus palabras hicieron que mi mente divagara por viejos lugares, los rechazos, los desprecios, y las últimas horas, hablando de todo menos de nosotros… ¿Porque no tenía el valor de afrontar lo que había pasado? ¿Porque ya se había arrepentido de lo que había sucedido? ¿Porque no quería pensar realmente en lo que había sucedido? Cristo, volvía a doler como si me clavaran cientos de dagas en el centro del pecho.
Saxton seguía con su mano en mi mejilla, acariciándome dulcemente, y su otra mano viajó por mi brazo hasta mi mano, entrelazando nuestros dedos. Sus ojos buscaron los míos y sus palabras me hicieron un hueco nuevo en el centro de mi pecho, el cual ya parecía un queso gruger.
- Me gustaría que vinieras conmigo, como hablamos… Vivir fuera de esta casa un tiempo te ayudará a aclarar tu mente. Podemos ser solo tú y yo, en mi cabaña a las afueras de Caldwell, puedes seguir luchando y tener paz cuando llegues a casa. Y podríamos ser nosotros mismos todo el tiempo. De verdad, te quiero conmigo Blaylock.
Su voz era calma, pero la ansiedad y necesidad se notaba en cada palabra que salía de sus hermosos y carnosos labios.
- Si lo deseas, podemos irnos esta misma noche, puedo pedirle a Fritz que nos prepare todo para el anochecer. Mi cabaña está lista, solo faltamos nosotros. Solo falta que tomes la decisión.
Dios bendito, ¿por qué es tan difícil decidirme? Antes, quizás no lo hubiera siquiera pensado, pero a pesar de las dudas, lo que había pasado entre Qhuinn y yo la noche anterior había dado nueva vida a las esperanzas que pensé estaban muertas y enterradas.
- Te quiero Blaylock. Sé que no sientes lo mismo, pero estoy dispuesto a esperar, porque vales la pena…
Sus palabras fueron selladas con otro dulce beso que me arranco un suspiro y corto mi respiración. Cristo, decidiera lo que sucediera, alguien iba a sufrir. Y yo iba a sufrir sin importar que decidiera. ¿Qhuinn estaba realmente listo para afrontar frente a todos lo nuestro como lo hacía Saxton? ¿Habría cariño en su mirada cuando nos viéramos de nuevo, o solo indiferencia que mostraría que se había arrepentido de todo lo sucedido?
- Yo estoy aquí, por ti, ahora y siempre. Por ti puedo esperar lo que haga falta…
Sus ojos eran pura sinceridad, puro cariño y dulzura. Iba a matarme, esto iba a terminar matándome sin dudas.
- Saxton, yo…
¿Yo qué? Esa era la pregunta. Intentando pensar con claridad lo miré a los ojos cuando un gruñido bestial llegó a nuestros oídos desde fuera de la habitación. ¿Qué era lo que estaba pasando?
QHUINN
¡Jodida mierda!, está con él… sé que está con él. Camino por el dormitorio una y otra vez, desde la puerta del baño hasta la cama pasando nerviosamente mis manos por el pelo… ¡Diablos!... lo rapé hace más de un mes. Estoy inquieto y siento como si la habitación me estuviese aprisionando. Vuelvo a hacer nuevamente el mismo recorrido… un poco más y dejaré marcada una zanja en medio de la habitación. Sin aguantar más estar encerrado salgo hacia el pasillo y me congelo al escuchar claramente la conversación que está teniendo Blay con el hijo de puta, malnacido, marica, imbécil, idiota, afeminado, estúpido, gilipollas, cerdo, arrogante…. de Saxton.
La puerta se encuentra entreabierta y logro ver claramente como se besan, el macho vinculado en mi quiere entrar salvajemente y arrancarle el corazón al jodido idiota para dárselo de comer mientras muere en mis manos, pero en el fondo… muy en el fondo, sé que no debo, esto es una decisión que Blay debe tomar sin presiones de por medio.
Virgen Escriba, el dolor en medio de mi pecho es lacerante, es como si de cuajo me hubiesen arrancado todas las entrañas. No puedo… no puedo respirar, es como si me estuviese muriendo en vida
Comienzo a sentir como mi temperatura comienza a bajar, mis piernas casi no soportan el peso de mi cuerpo y mis manos tiemblan. Es tal el torbellino y caos de sentimientos que me embargan que no sé cómo demonios canalizarlos
Celos, porque quieren quitarme a quien considero desde el fondo de mi alma como Mío.
Rabia, porque fui un puto cobarde y no quise aceptar los sentimientos de amor que había dentro de mí.
Ira, contra mí mismo por perder la oportunidad de concretizar algo con él.
Resignación, porque a pesar de todo, se que la decisión no está en mis manos y lo más probable es que ya sea tarde para una nueva oportunidad.
Gruño fuertemente como un animal herido.
Cogiendo el pomo de la puerta hago acopio de lo poco y nada de cordura que me queda y la abro lentamente. Un sorprendido Blay clava sus ojos en mi y un exaltado Saxton se acomoda y aleja en la cama mirándome con temor.
Manteniendo mi cabeza un tanto agachada para que no notes lo oscuros que están, respiro…una… Y dos veces, intentando encontrar mi voz y el valor suficiente para hablar.
- Se que te he dicho y hecho cosas horribles Blay, no sabes cuánto lamento todo el daño que te he causado. Por ser un idiota cobarde no quise reconocer lo que siento por ti y en su momento perdí la oportunidad de estar contigo. Pero ¿sabes una cosa? Lo que más deseo en este mundo es que seas feliz nallum, aun no es tarde para ti. Así que no pienses en el dolor que puedas causarme, solo piensa en lo que es mejor para ti, en tu felicidad. Ya que mientras tus estés bien, yo también lo estaré independiente de con quién te encuentres.
Ladeo mi cabeza y te miro a los ojos e intento sonreír, aunque esa felicidad no está en mi oscura mirada.
- te mereces toda la felicidad y el amor del mundo Blay...
Doy unos pasos hacia atrás y muy suavemente cierro la puerta. Me sujeto del pomo y buscando fuerzas de donde no las tengo camino hacia mi cuarto, salgo al balcón y sin aguantar más estar en la mansión que de pronto se ha vuelto asfixiante, me transporto lejos, a la mitad de un bosque en donde me desplomo en agonía y dolor.
BLAY
Una punzada atravesó mi corazón, cuando le vi avanzar por la habitación. Inmediatamente me puse de pie y di un par de pasos en su dirección. Delante de mí se encontraba totalmente cabizbajo, tratando de ser lo más normal posible. Queridísima Virgen, su tristeza es tan tangible como cualquier mueble de la habitación. Escucho atentamente todo lo que me dice, soltándome un montón de sandeces. ¿Pensaría que no me había dado cuenta del color de sus ojos, oscuros como la noche? ¿Es que no se daba cuenta que mi corazón bombeaba más rápido cuando estaba cerca? ¡¡Jodido macho vinculado!!
No podía dejar de mirarle, embobado su pelo empinado y oscuro, sus ojos de colores, ahora negros como la noche, una lagrima en su destacado rostro, prediciendo su futuro. Es un macho hermoso... Dios lo amaba....
Quise decirle, pero mi garganta se cerró y sigilosamente salió del dormitorio.
-No... no... no te vayas… vuelve...
Pensé mientras mi mano se estiraba en tu dirección. No sé cuánto tiempo estuve contemplando el sitio en el cual estabas, pero a cada segundo te sentía más lejos de mí, hasta que la voz de Saxton me sacó del transe en el que me encontraba
-Blay... -susurró- Ve con él, el aroma a vinculación esta inundando todo el cuarto. Siempre tus actos han hablado más que tus palabras, mira tu cuerpo, a gritos te pide ir con él. No te preocupes por mí, en el fondo siempre supe mi lugar en esta relación, las posibilidades eran favorables, no te puedo negar que esperaba que al final te enamoraras de mí, eres un buen macho y con nobles sentimientos, pero siempre tú corazón tuvo dueño.
Ve con el Blay, y pierde cuidado, a mi me tendrás siempre.
-Yo... yo... Dios... Saxton -me arrodille en el filo de la cama, cogiéndome mis manos, me beso las palmas- Se feliz... él es lo que tú quieres.
Una lagrima surco mi rostro, el había significado mucho en los meses pasados. Frote mi cabeza dubitativo.
-Siempre te querré… Saxton...
Dicha esas palabras, no me atreví ni a mirar atrás, salí de la habitación como alma que lleva el diablo hacia la habitación de Qhuinn. Abrí la puerta con un empuje, buscándole con la mirada, estaba vacía, solo la puerta del balcón se encontraba abierta, me asome, ajustando mis manos a la barandilla divise todo el perímetro, el amanecer estaba muy cerca. Centrándome en su dulce olor y en el llamado de mí sangre en tu cuerpo. Me desmaterialice en el centro del bosque, encontrándome con una estampa que me partió en dos. Mi amado, se encontraba arrodillado en medio de él con sus manos en el pecho en una postura de terrible sufrimiento. Me deslice rápidamente hasta llegar a su lado, hincando mis rodillas en el vasto césped.
-¡Qhuinn!... Virgen Escriba Qhuinn reacciona, el amanecer está cerca, debemos irnos. Te llevare a casa...
Acaricie su pelo, con dulzura. El levanto su mirada encontrándose con mis ojos vidriosos y ansiosos. No hubo palabras solo rodee su cintura apretándole contra mi cuerpo. ¡Cristo! Su cuerpo estaba gélido. De esa manera destellamos juntos a la mansión completamente abrazados.
QHUINN
Caigo de rodillas e instintivamente llevo mis manos al pecho, como si pudiese mantenerme entero de esa forma, la agonía que siento es peor que cualquier herida que me han realizado en batalla; llega a tal punto el dolor y la pena por la pérdida que siento mi cuerpo congelado y mi interior se desgarra lentamente, respiro con mucha dificultad… esto es lo que debe sentir un macho vinculado cuando pierde a su pareja.
-Duele…
Logro articular en un jadeo, cuando de pronto unos brazos que conozco y una aroma que lograría reconocer a cientos de kilómetros me envuelven… Blay…
El amanecer está muy cerca y sin más nos desmaterializa a la mansión de la hermandad, apresuradamente me lleva al dormitorio, no puedo dejar de temblar, el frío que siento cala mis huesos hasta la médula… no entiendo porque volviste por mí.
- pero… pero Saxton…
Mis replicas son calladas con un suave beso, no necesito más que eso. De inmediato te envuelvo en mis brazos apretadamente, siento como mi corazón vuelve a la vida. Te alejas un poco de mi y te veo meterte al cuarto de baño, cierro mis ojos y pienso en las últimas 24 horas, en todo lo que nos ha sucedido. Mis sentimientos han estado en una montaña rusa; desde sube al cielo y toca las estrellas, hasta un baja y cágate en infierno.
Al regresar me ayudas y me llevas hacia una tina llena con vaporosa agua caliente, me desnudas y me dejas dentro de ella, el agua poco a poco comienza a calentar mi congelado cuerpo. De rodillas junto a mí, observo como tomas la esponja y le aplicas jabón, el cual comienzas a pasar suavemente por mi piel sucia de lodo. No es una caricia erótica, todo lo contrario, es de cuidado, ternura y afecto.
Te desnudas y entras a la tina conmigo sentándote a horcajas sobre mí, mientras me abrazas frotas tus manos en mi espalda y yo apoyo mi cabeza en tu cuello, escondiendo mi cara en el hueco que allí se forma, el rítmico latido de tu corazón me relaja junto con el aroma de tu cuerpo. Se siente bien. Mi relación con personas desnudas siempre fue de fuerte sexo erótico y en ocasiones satisfactorio. Pero esto es todo lo contrario, un extraño sentimiento de ternura invade mi corazón al sentirte tan cerca; cuidándome y protegiéndome mientras me mantienes envuelto en tus brazos. Me siento amado y valorado… estoy en casa.
Después de un rato volvemos a la cama y ya hay en una bandeja cálidos alimentos que seguramente en algún momento pediste. Me dejas arropado en la cama y comienzas a alimentarme dándome los mejores trozos y dejando de lado los cortes raros.
- Blay, necesitamos conversar… han pasado meses en los que nos hemos distanciado y muchas cosas han sucedido en ese tiempo. Sé que estas lleno de preguntas, tus ojos me lo dicen. Y si queremos que esto resulte, debemos aclarar todo para que no existan malos entendidos y posteriores reproches por temas inconclusos.
Tomo tu mano y entrelazo nuestros dedos mientras te miro a los ojos.
-Te amo nallum y quiero pasar mi vida contigo. Vamos… dispara, soy todo oídos.
BLAY
¿Qué? hablar, en este momento quería hablar. Solté mis manos entrelazadas a las suyas, de un salto vote de la cama, me sentía nervioso, distraído. Recorrí la habitación en grandes zancadas, dando vueltas sin ton ni son. Apoye mi cuerpo en el tocador que se encontraba justo enfrente de la cama, levante mi mirada hacia él, cruce mis brazos en mi pecho. y empecé a burbujear, no me salían las palabras. Tranquilo Blay... tranquilo... pensé.
-De que quieres hablar Qhuinn, de que he estoy enamorado de ti desde el día que te conocí, de que he sufrido cada vez que te veía tocar a una hembra -Levante mis manos al techo- Me ves... esto es lo que soy, no me avergüenzo de desearte como un loco, no me avergüenzo de tocarte en público y que la jodida gente nos vea.
El se deslizo de la cama hasta estar sentado en ella, sus ojos me miraban atónitos. No podía callar, debía de decirle todo, quería hablar eso le daría.
-Si quieres estar conmigo debes de estar seguro, no más dudas, no más vergüenzas, porque la gente sepa que me amas como yo a ti. - Le apunte con un dedo, advirtiéndole. Unas gotas de sudor salían de mi frente. ¡Dios! que duro se me estaba haciendo esto.
Estaba tan cerca de él, que el corazón se me salía por la boca. ¿Cuánto tiempo desee decirle esto? Y que dios me ayudara. Su aroma inundaba toda la estancia.
Mi polla se puso dura debajo de la toalla que se apretaba a mis caderas, respirar el olor a vinculación me hacia desear estar debajo de él duro y caliente como la mierda.
-Eso es lo que querías que te dijera, piénsalo bien porque he dejado en la habitación continua un hombre que me quiere por lo que soy.... UN-JODIDO-GAY.
Qhuinn, me vio ahí parado, sus ojos bicolor me recorrían en silencio, Mi vista se puso negra, ¿Que diría?, ¿Qué pensaría, se volvería apartar de mi lado?... Ahí... Jesús... que abriera esa boca y me contestara.
QHUINN
Comienzas a pasearte nervioso… Cristo, habla de una buena vez que tu silencio me mata. Das inicio a tus descargos, atónito lo observo convertir en palabras todo su sentir, es como una explosión de descargos por todo lo sucedido, cuando dices que estas enamorado de mi una fragancia de macho vinculado aflora de mi piel, saturando el ambiente de nuestra habitación… que bien suena decir que es nuestra y no tuya o mía.
Logras poner en evidencia todos mis temores y demonios… entrecierro mi mirada al observar como tus bellos ojos color zafiro comienzan a oscurecerse
-¡¡No!! –grita mi alma, lo que menos deseo es que estés triste-
Como si hubieses tomado conciencia de todo el discurso que has dicho, tapas tu boca con la mano y tus mejillas se tiñen con un bello sonrojo.
Inmediatamente, y de manera brusca, retiro las mantas que me cubren. Me coloco de pie frente a ti, totalmente desnudo y con una muy evidente erección. Coloco mis brazos como jarras y te miro directo a los ojos, tan cerca que logro sentir sobre mi piel el calor de tu cuerpo.
- Punto uno: merezco toda la rabia que puedas sentir y agradezco que dejaras salir todo lo que sientes.
Punto dos: llevo meses en que no me he metido ni con hembras ni con machos, he estado en celibato hasta que hice el amor contigo… 4 veces la noche pasada. Mi vida era bastante simple y rutinaria hasta hace unos días, luchar, hacerme mierda en la trotadora, desfallecer de cansancio y a veces alimentarme. Y el ciclo se repetía en ese mismo orden a diario.
Punto tres: en estos momentos estoy dispuesto a hacer frente a todos mis demonios personales con tal que estés conmigo para siempre. Teniéndote a mi lado puedo dar guerra a cualquier cosa.
Y Punto cuatro: si el imbécil, estúpido, idiota, arrogante, hijo de puta, de… Saxton – digo su nombre como un insulto – te quería por ser UN-JODIDO-GAY, es un completo… Sinceramente no encuentro la palabra descalificativa adecuada para nominarlo… ya que TÚ no eres eso… eres mucho más. Eres un gran macho, valiente y noble como ninguno, honorable y caballeroso, gentil y atento… y te amo, por eso lucharé cada día de mi puta vida para ser digno para ti. Así que te prohíbo que vuelvas a descalificarte de esa manera
Punto cinco: Estoy enamorado de ti y te quiero conmigo
Mis ojos están clavados en los tuyos que sorprendidos me observan y rápidamente vuelven al brillante azul zafiro
BLAY
Mientras no paro de hablar y hablar soltando toda la mierda que tenia dentro. El se levanta de la cama completamente desnudo. ¡¡¡Dios mío!!! Mis manos se resbalaron del tocador en el que las tenía apoyadas. Todo un Adonis, su cuerpo fibroso, marcado por sus profundos abdominales. Mi mirada pasaba por todo su cuerpo de arriba a abajo, quedando fijo en su tremenda erección. El me hablaba poniendo puntos en cada palabra, hasta que al terminar su discurso, entiendo sus últimas palabras.
- Estoy enamorado de ti y quiero estar contigo.
Mis ojos se hunden en los suyos, tratando de averiguar si decía la verdad. ¿Me ama, ha dicho eso? Un profundo suspiro salió de mi garganta, un suspiro de alivio, un suspiro de eterna dicha.
-¿Qué pasa con Layla?... la he visto en tu habitación os he oído- Le indico airadamente.
El seguía parado enfrente de mí, con sus manos apoyadas en sus caderas. Levantando una ceja.
-¿A qué viene eso ahora?- me reprocho.
¡¡¡Mierda!!! Baje mi mirada al suelo, nada de eso debía de saberlo, que mierda pasaba con ellos dos, pensé.
- ¿Que a qué viene eso?... querías hablar, solo quiero saber en qué me meto, se de tu relación con ella, se que te alimentas de ella y eso me mata como la mierda. Mi cuerpo se inflamo a expensas de lo que él podía responderme. Estaba sumamente excitado.
QHUINN
¿Celos? Mierda… el sentimiento es extraño y gratificante, saber que sientes celos de Layla en cierta forma me agrada, pero intento no sonreír gustoso, ya que lo interpretarías de mala manera y me mantengo con mi mejor cara de póker.
-Con ella no pasa absolutamente nada y nunca va a pasar, no pienso engendrar niños… defectuosos como yo, sólo somos amigos.
No puedo negar que cuando ya no aguantaba más el hambre recurría a ella para alimentarme, al igual que ella en ocasiones también bebió de mi vena. ¿Sabías que es sólo ella la que alimenta a todos los machos de esta mansión? ¿Qué en ocasiones ha alimentado a dos o tres de nosotros en un día? La pobre queda tan débil que ni siquiera puede transportarse al Fade para su recuperación, con suerte llegaba a mí a pedir mi vena.
Además, ella sabe lo que siento por ti, lo sabe desde hace tiempo e intentó hacerme entrar en razón… de que el sentimiento era recíproco… me negué a creerlo y le prohibí hablar nuevamente de eso.
La fragancia a macho vinculado que mana de nuestros cuerpos es embriagadora y excitante, me tiene al borde de lanzarme sobre él y amar su cuerpo por completo… pero es importante dejar todo con total claridad
BLAY
¡¡Jodida mierda!! Los celos me están matando se que tuvo sexo con ella, se que esas manos acariciaron el cuerpo de ella. Yo me alimente también varias veces, pero era eso, solo alimento nunca hubo más. Me frote mi pelo con las manos, dejándolo descuidado.
-Tuviste sexo con ella... no lo niegues... desde el otro lado de la puerta te escuchaba, escuchaba tus gemidos... Te oía.
Me retire del tocador, debía de hacerlo su sola presencia enturbiaba mi cuerpo, pasee alrededor de él. Un cumulo de olores empolvorizaba toda la habitación, nuestras propias esencias combinadas con celos, con deseo… me estaba volviendo loco... lo tenía tan cerca, su desnudez me estaba emborrachando como un jodido idiota.
- No me mire así... no quiero más hembras en tu vida... ¿Que pasara ahora?, ¿Que harás cuando tengas que alimentarte? ¿La follaras?... quiero saber Qhuinn, estoy en mi derecho.
Termine girándome hacia el balcón, no quería escuchar sus respuestas, mis miedos se mezclaban con mis inseguridades. El aire no me llegaba a los pulmones.
QHUINN
Desconcertado camino hacia ti en el balcón, manteniendo una distancia prudente para no invadir tu espacio.
- No te puedo negar que muy al principio si hubo sexo, pero no penetración, gracias a la Virgen Escriba que fue así, ya que hace un tiempo tuve una revelación o visión del futuro, no sé como mierda llamarle; no soy V, pero me aferré a la idea de que no deseo que se cumpla por nada de este mundo – te giras y me miras alarmado – la noche en que mi casi morí en manos de mi hermano, la revivo en sueños siempre y muy seguido… demasiado seguido. Pero siempre hubo un vacío en la historia. Me veo a mi mismo en las puertas del Fade, a un paso de ingresar, allí todo se ponía confuso y volvía en mi cuando me reviviste. Hasta que hace un tiempo vi la pieza faltante. Cristo, no deseo joder la vida de nadie y lo que vi en mi futuro fue espantoso, por eso mi voto de castidad fue tan firme y me negué a tocar a Layla y sólo considerarla una amiga y nada más. Blay, en el Fade la vi, una hembra joven con… - mi voz se fue apagando – con ojos iguales a los míos, una aberración defectuosa igual que yo
Aprieto firmemente mis manos cerradas en puños mientras miro el suelo, avergonzado de lo que soy, irónico es pensar que mis padres jamás desearon que me reprodujera y que según mi futuro cuando lo haga nacerá otro engendro igual a mí.
- Y si lo que te preocupa es mi alimentación, estarás conmigo cuando lo haga, no te ocultaré nada de lo que haga con Layla, te aseguro que jamás habrá sexo de por medio, ni con ella ni con nadie más, salvo contigo. Así verás que sólo bebo de su muñeca, conversamos un rato y luego ella se marcha.
BLAY
Ladeo mi cabeza para mirar, te encontrabas detrás de mí, a un metro separado de distancia.
Atiendo a todo lo que me estabas diciendo, mis recuerdos de aquella noche se acentuaron en mi mente, ¡¡Dios!! fue la noche que mi corazón dejo de latir, lo sentí en mis brazos sin vida. El dolor era palpable en mi mirada cuando me di la vuelta para observarte, tus puños cerrados fuertemente a ambos lados de tu cuerpo, tu cabeza agachada llamándose defectuoso.
- Para... por la Virgen Escribana no sigas... TU-NO-ERES-DEFECTUOSO -Le asegure con voz grave-
Mis pies se movían hacia él, mi dedo índice atrapo su barbilla levantando su hermoso rostro. Nuestras miradas quedaron apresadas la una en la otra. Acaricie con el reverso de mi mano su mejilla. Mi rostro se empapo de un liquido trasparente que manaba de mis ojos. Con mucha suavidad, me fui pegando a ti. Mi boca apreso sus labios, adentrando mi lengua en su interior.
-¡¡Dios!!... no te imaginas lo que te amo nallum... y te lo digo así abiertamente.
Susurre en sus labios. Rodee su cintura con mis brazos, pegando pecho contra pecho, pelvis contra pelvis.
QHUINN
Sentir como tu cuerpo se amolda a la perfección al mío es la gloria, tu calor me envuelve y me enloquece, el roce de nuestros sexos a través de la toalla al entrar nuevamente a nuestro dormitorio me tiene febril. Al cerrar a tu espalda el gran ventanal, inmediatamente el ambiente es saturado con la rica fragancia de nuestra vinculación, es tan embriagador y penetrante, delicioso y adictivo.
Caemos sobre la cama y entre risas y caricias tu toalla sale volando a cualquier parte y comenzamos demostrar con nuestro cuerpo el gran amor que nos tenemos mutuamente. Caricias y besos de reconocimiento, entrega y aceptación mutua. Todo ha sido dicho, ya no hay dudas entre nosotros. Ahora comienza realmente nuestra relación de pareja.

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