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B
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LAY
Abrí el grifo de
la ducha, metiéndome bajo el frió chorro. Levante la cabeza, mojando mi pelo,
el agua corría por todo mi cuerpo, delinee cada línea de él. Destape el bote de
gel, echando una buena cantidad en mis manos. Enjabone mi tórax, abdomen,
piernas recorriéndolas de arriba a abajo. Me detuve en mi miembro, lo acaricie
con suavidad, enjabonando cada rincón. Seguí subiendo hasta los hombros. Mis
manos resbalaban en mi piel.
Entre de nuevo en
la corriente de agua, llevándose cualquier rastro de jabón. Tire de la cortina,
deslizándome hasta coger una toalla, seque cada parte de mi cuerpo. Imágenes se
me venían a la mente. Imágenes que levantaban cada musculo de mí atormentado cuerpo...
Termine el proceso, encaminándome hasta la habitación continua. El vestidor
esta atestado de ropas de marca, deslice mi mano hacia un pantalón de Dolce
& Gabbana, un tejano muy ajustado de color negro gastado, un jerséis de
pico del mismo tono y unas botas de piel. Me mire en el espejo más próximo,
colocando cada prenda en su lugar. Sonreí con malicia, ya que era una noche
algo especial, Qhuinn, tanto había alabado sus dotes de cocina, que se empeño
en hacerme la cena .Yo llevaría el postre y una buena botella de vino. Nos
veríamos en un salón pequeño, continuo a la cocina, un lugar muy acogedor y
poco usado. Cogí de la mesa, el preciado postre, una rica tarta de chocolate
cremosa, recién hecha.
Atrape la botella
de vino y salí rumbo a la deliciosa cena.
QHUINN
Estaba jodidamente
inspirado cocinando y Fritz con los pelos de punta, era un atado de nervios
revoloteando a mi alrededor ya que había
invadido el territorio de los doggen, cosa que dejaba a un lado, cosa que el recogía,
lavaba y guardaba, cosa que dejaba en el fregadero, mismo tratamiento, yo solo
sonreía divertido. En realidad, en durante estos días no había nada que quitara
mi súper gran sonrisa de mi cara, me iba a casar con Blay y la casa era todo
revolución por lo mismo, las hembras de la mansión estaban preparando todo,
estaba todo revolucionado, sobre todo por lo próximo que estábamos de la fecha…
solo un par de días más.
La cena estaba
lista y aunque discutí con Fritz, no pude evitar que el por lo menos preparara
el pequeño salón para la cena, y estaba perfecto, solo iluminado por velas, da
un ambiente de intimidad y complicidad, el suave sonido de fondo era música de
piano a un volumen adecuado.
Para esta ocasión
no quise vestirme de traje, quería ser yo mismo, así que con unas lindas botas
New Rocks góticas de plataforma alta, black jeans rotos y una polera negra que
en la espalda lleva marcadas las alas de murciélago. Ya todo está dispuesto,
sólo falta que Blay llegue, cierro mis ojos y ladeo la cabeza, logro
encontrarte, estar por llegar… los suaves golpes en la puerta me lo indican.
BLAY
Me di un
último vistazo al gran espejo que se encontraba en el amplio pasillo, dividía
una puerta de otra, Me pase la mano por mi descolocado pelo tratando de
arreglarlo un poco, lo deje por perdido no tenia solución. Toque un par de
veces la puerta, para después agarrar el pomo y abrirla. La estancia estaba
preparada para amarse, velas, esencias; nada comparada con el aroma de Q.
El se encontraba parado junto a la mesa, sonreí como un jodido enamorado. Me
deslice hacia él, besando sus labios.
-Nallum… todo esta increíble -Palmee su nalga-
-Y que has
preparado a tu macho, vengo con mucha hambre, tanta que te empezaría a comer a
ti -guiñe un ojo-
Deje lo que llevaba en mis manos en un lado de la mesa, y aproveche para
abrazarlo y besarle como es debido. Sus manos me rodearon, pegándose a mí.
-Estas formidable bebe.
QHUINN
Suspiro al
besarte, y no puedo evitar envolverte en mis brazos posesivamente mientras lo
hacemos… “Mío” grita mi mente mientras lo hago.
Esto de estar
vinculado es algo increíble, ya que con sólo tenerlo cerca o con solo mirarlo
la fragancia a especias oscuras brota a raudales de mí, lo cual es motivo de
burlas por parte de los hermanos, pero poco me importa lo que digan y dejen de
decir… el macho en mis brazos es lo único y más importante en mi vida.
- no es algo muy
elegante, pero es lo que más me gusta cocinar, de hecho es lo que mejor me
queda, así que ven, toma asiento y deja que tu nallum te atienda como corresponde.
Con una gran
sonrisa tomas asiento y dejas que te
consienta, te vuelvo a besar antes de dirigirme a una mesa próxima, cojo los
platos y los llevo, patatas fritas con un buen trozo de filete encima, sirvo
vino para ambos y me siento junto a ti, alzando mi copa me dispongo a dar el
brindis.
- un brindis
porque oficialmente nos perteneceremos y porque nos quedan sólo un par de días
de jodida soltería. Porque eres lo más importante para mí y no puedo esperar a
ser tu Hellren
BLAY
La cena me supo a
gloria celestial. Quizás porque quien la había elaborado era la persona más
importante de mi vida, o por el cariño y la ilusión que había puesto. Pero todo
era perfecto. Brindamos una y otra vez, la felicidad nos embargaba, en
pocos días seriamos oficialmente, marido y marido, sonreí. Joder como sonaba
eso.
Terminamos de cenar, no parábamos de hablar y reír, entre caricias y besos
tiernos. Nos levantamos de la mesa, la verdad estaba loco por irme a la
habitación, estaba tan condenadamente guapo y coqueto....¡¡Jodido infierno!! Lo
quería debajo, encima, de lado de todas las maneras posibles.
-Nallum... exquisita la cena... jamás pensé que fueras tan bueno en la cocina -
Sonreí, besando sus labios -
-Te dije que era bueno, pero ya sabes cómo es Fritz, la cocina es territorio
prohibido para todos -sonrió feliz-
Con las manos entrelazadas, salimos de la estancia, unos pasos más a delante me
pare en seco.
-Espera, se me
olvido.
Me adentre de
nuevo en el salón, cogiendo el delicado postre. Me acerque a él con una mirada
picara. El me miraba de arriba a abajo, al postre y otra vez desviaba la mirada
a mí.
-Pero nallum, ¿es
que te has quedado con hambre?
-Si... bambino... me quede con hambre… pero de otra clase.
Tire de su mano,
rumbo a nuestra habitación, por la zorra de la VE que mis huevos se iban a
comer el postre.
QHUINN
Entre risas y
miradas de complicidad, nos fuimos a nuestro dormitorio, a nuestro paso, no
faltaron las bromas hacia nosotros de parte de uno que otro hermano que pasaba
por allí sobre la ceremonia que se celebraría en dos días. Últimamente, somos
el blanco predilecto para ellos.
Tengo la gran
sospecha que algo preparan… una “despedida de solteros”…por lo que he logrado
averiguar. Lo cierto es que en el fondo, no me agrada la idea, ese tipo de
cosas es para las personas que lamentan perder su soltería, la verdad es que no
puedo esperar a dejar atrás ese período y comenzar una vida en pareja,
oficialmente hablando, junto a mí nallum. Y eso
se los he dicho en todos los tonos y formas habidas y por haber, aunque
lo niegan constantemente, se que algo se traen entre manos.
Al llegar, cerré
de golpe la puerta detrás de mi brindándote una malvada sonrisa mientras muerdo
mi labio inferior y ladeo mi cabeza mientras te observo caminar con un andar
muy de modelo de pasarela tranquilamente por la habitación, depositando el
postre en tu velador. Entrecierro mis ojos imaginando en mi mente tu cuerpo
desnudo. Camino hacia ti con aire totalmente predatorio. Te deseo, es un hecho;
necesito sentirte cerca. Te envuelvo en mis brazos desde la espalda y beso
suavemente tu cuello una y otra vez, sonrío al ver como tu piel se eriza a mi
contacto. Susurro en tu oído.
- Quiero que te
desnudez para mi bebé… deseo mirarte.
Giras tu rostro
hacia mi sorprendido de mi solicitud, tus mejillas se tiñen con el color de la
vergüenza haciendo que tus adorables pecas destaquen. Beso tus labios y me
alejo unos pasos para sentarme en medio de la cama y te observo detenidamente
como un predador a su presa, estas nervioso, lo sé porque tus manos te estorban
y no sabes que hacer.
Comienzas a
desnudarte jodidamente lento, me excita. Me acomodo en la cama y desabrochando
mi pantalón, saco mi miembro y comienzo a masturbarme frente a ti.
BLAY
Tierra trágame...
pienso. Mis mejillas suben del color blanco al rojo intenso en segundos. Cuando
me dice con voz excitada que me desnude para el... ¡Jesús! se aleja de mi
tumbándose en la cama, veo como se desabrocha el pantalón, saltando de ellos su
verga, observo como destellan sus venas hinchadas, como su longitud va
creciendo por momentos, relamo mis labios, mientras comienzo a desvestirme.
Me acomodo en el primer sitio que encuentro, una silla próxima al escritorio,
desato mis botas una a una, lanzándolas en el aire. Me incorporo, en ningún
momento lo pierdo de vista. Desabrocho poco a poco los botones de mis jeans,
quedando entreabierto, parte de mis bóxers .Paso mis manos por mi abdomen,
levantando lentamente el jerséis por el filo se empieza a mostrar mi carne, el
ombligo subo un poco más, mi tórax hasta sacarlo por mi cabeza. Lamo la palma
de mi mano, pasándola por todo mi pecho hasta llegar a la cinturilla del
pantalón. Tiro un poco de él, deslizándose por mis muslos hasta caer a mis
tobillos, de un tirón van a parar al suelo. Te doy la espalda y con mucha
lentitud, como si se parara el tiempo deslizo mis bóxers, exponiendo poco a
poco mi trasero redondo y duro. Una vez caídos me doy la vuelta, completamente
desnudo y deseoso de tenerte dentro de mí. Me acerco lentamente hacia la cama,
mi pene va de un lado a otro en toda su plenitud, saltando por la agonía de tu
ausencia. Me freno en el filo de la cama, contemplando como sigues masturbándote,
eso me pone a mil.
QHUINN
Ondulo mis caderas
al masturbarme, totalmente excitado mientras observo cómo te desnudas, querida
VE eres hermoso, no me cansaría nunca de mirarte. La fragancia a especias
oscuras ha saturado el dormitorio, mi respiración se vuelve cada vez más
irregular mientras me acaricio lentamente, de arriba abajo en mi verga y
apretando mis testículos estimulándome aún más, te acercas y comienzas a gatear
sobre mi cuerpo de manera lenta y letal, lo único de nuestros cuerpos que está
en contacto son nuestros miembros. Tomándome de mis hombros haces que me siente
y comienzas a desnudarme, dando atención a cada parte de mi cuerpo que queda al
descubierto. Besas, muerdes, acaricias y lames todo de mí.
Ya al fin, ambos desnudos y tumbados en nuestra cama, mis manos no paran de
acariciar cada lugar parte de ti, no de una manera erótica, sino
desgarradoramente tierna, como de reconocimiento y adoración, solo un lento
desliz de las yemas de mis dedos crean los senderos delineando cada marcado
músculo, comienzo a dar suaves besos en tu cuerpo, tus manos están enterradas
en mi cabello mientras realizo mi labor.
Mientras estoy en ello, siento como mis ojos se llenan de lágrimas, aún no
puedo creer todo lo que ha pasado en este tiempo, nos amamos, estamos por fin
juntos y en sólo dos días nos perteneceremos oficialmente, estaremos unidos por
siempre.
BLAY
Siento algo húmedo
que cae por mi piel. Pero no puede ser, en esa zona solo trabaja su lengua.
Bajo la mirada, te levanto ligeramente la barbilla. Jodido infierno, lagrimas
surcan tu hermoso rostro. Deslizo mis manos tirando de ti, Su rostro ahora se
encuentra justo delante de mí… Mis pulgares secan esa laguna.
-Jesús, que pasas nallum... me asustas - lo miro preocupado –
-No… no pasa nada… solo que en dos días estaremos unidos y eso me hace un macho
jodidamente feliz -susurras cerca de mis labios–
Acaricie su rostro, delinee la comisura de sus labios con lentitud, grabando en
mi mente sus rasgos tan varoniles. Acerque mis labios tocando los suyos, solo
eso la más leve de las caricias. Bese su mejilla, ojos, frente para volver a
tocar sus labios ahora mi beso fue más apasionado. Mis manos bajaron por su
columna para anclarse en su culo, lo masajee. Dándole la vuelta su espalda cayó
en la cama. Mis labios ahogaron un gemido, silenciándolo con mi lengua. Baje
por su cuello, lamiendo cada centímetro de él. Mis manos lo recorrían para
saciarse de su cuerpo por completo. Con cada caricia mi voz pronunciaba.
- MIO… MIO...
QHUINN
- ¡Jesucristo!
Todo tuyo.
Solo cerré mis
ojos y disfruté del suave toque de Blay sobre mi cuerpo, sus manos obraban
magia y su deliciosa lengua se deleitaba con cada curva y valle que encontrabas
a tu paso, se sienta a horcajas sobre mi y apoyando su peso en los brazos se
inclina sobre mi capturando mi boca en un apasionado y profundo beso, gimo al
hacer contacto con su lengua y comienzo a ondular mi cuerpo debajo del tuyo,
frotando descaradamente mi sexo contra el tuyo. Susurro sobre tus labios
-Quiero que me
penetres bebé, necesito sentirte dentro de mí… que lo hagas fuerte, salvaje;
que cada estocada sea profunda y certera Anhelo ver como pierdes el control que
eres sólo deseo y lujuria. Que me marques como tuyo, ya que sabes muy bien que
te pertenezco. Mi corazón, cuerpo y alma están en tus manos. Deseo oírte jadear
y gemir mientras me follas duramente y que mientras gruñes desesperado por
llegar al orgasmo y que en un gemido mi nombre salga de tus labios. Quiero
mirarte a la cara cuando te corras dentro de mí, sentir tus espasmos de deseo,
el temblar de tu cuerpo, que caigas totalmente agotado sobre mí, para poder
cobijarte en mis brazos y que nuestros sudores se mezclen, te abrazaré con mi
cuerpo y acariciaré tu espalda lenta y suavemente.
Tus ojos se
oscurecen de deseo al escuchar detenidamente mis anhelos y deseos.
BLAY
Mis oídos escuchan
tan apasionadas palabras, con una voz tremendamente sexual y necesitada. Atrapo
su boca, fallándola sin descanso. Me separo unos centímetros.
-¿Quieres que te folle... como un loco? ¿Que mi polla te abra? ¿Que mi boca
chupe y succione tu hermoso miembro? lo tendrás. Te mirare, sin demora,
escuchare tus gritos cuando te corras... igual que tú escucharas los míos...
Soy tuyo.
Repte por tu cuerpo fibroso, hasta llegar a tu pene, unas perlas preseminales,
destacaban en tu glande, la punta de mi lengua la degusto, la rodee varias
veces, succionando de vez en cuando. Tus gemidos y movimientos de caderas
expresaban las ansias por que te penetrara. Nada de mas preliminares.
Me incorpore, quedando de rodillas Una de tus piernas se encajó entre las mías,
la otra la tome para colocarla en mi hombro, tu cadera se ladeo un poco. Tome
mi pene en la mano, apuntando en tu entrada, la deslice suavemente, entrado un
poco, adaptándome a tu estrecha cavidad. Mis ojos se reflejan en el iris de los
tuyos, en ningún momento aparte mi mirada de la tuya. Con un fuerte empuje
estaba dentro. Balanceabas la cabeza de un lado a otro. Apartando la mirada. Me
deslice hacia fuera para volver a embestirte una y otra vez.
-¡Mírame! -Rugí-
QHUINN
Mis ojos se clavan
en los tuyos y afirmas tus manos en mis caderas mientras comienzas a embestir
en mi de manera salvaje y descontrolada… observarte hacerlo, es ver a otro
Blay, nadie creería que el tímido colorín de casa que se sonroja con todo, al
momento de follar conmigo es todo un animal en celo que sólo desea marcan lo
suyo como buen macho vinculado.
Verte es algo
impresionante, todo tu cuerpo está marcado y tus músculos tensos por el deseo,
gotas de sudor se deslizan perezosas por tu piel, tus mejillas sonrojadas por
el esfuerzo, tus ojos oscurecidos en lujuria y posesión, simplemente…
maravilloso.
En el ambiente
sólo se escuchan nuestros gemidos, jadeos y gruñidos, además del constante
golpear de nuestros cuerpos y del cabecero de la cama al muro.
BLAY
Mis caderas se
mueven en un ritmo descontrolado, entro y salgo de él de una manera violenta.
Nuestros gemidos se convierten en gritos de satisfacción. Me derramo, de una
manera bestial, no podía controlar el cauce de mi semen, ya que creo que estuve
minutos eyaculando. Si no fuera por el apoyo de su pierna en mi hombro hubiera
caído encima. La retire con lentitud, sin dejar de mirarte, cuando lo hacía así
siempre soltabas un leve gemido.
Tu cuerpo estaba salpicado de tu semen, delicioso y aprovechable. Deslice mi
lengua llevándome toda tu esencia, recorrí tu abdomen, ombligo hasta no dejar
ningún resto en ti. Seguí subiendo tus labios me esperaban, deseosos de probar
la mezcla de tu semen junto a mi saliva.
-Te amo Qhuinn
Susurre en sus
labios, antes de apresarlos. El beso fue suave, lento, demasiado dulce. Me
levante un poco de ti, mi mirada se fue hacia la mesilla que había al lado de
la cama. El postre. Volví a mirarte para luego volver a mirar, el delicioso
pastel de chocolate, con una sonrisa picara.
-Nallum... nallum...
QHUINN
Sonríes con maldad
mientras acercas el delicado postre de chocolate a la cama, sin embargo, es mi
turno de jugar. Así que envuelvo mis brazos en tu torso y te coloco de espaldas
sobre la cama, me siento a horcajas sobre ti
- tu momento de
jugar acabó nallum... ahora es mi turno.
Deslizo mi cuerpo
hacia adelante rozando tu cuerpo con el mío, un suave ronroneo nace de mi pecho
mientras lo hago, me detengo en tu oreja y muerdo el lóbulo de tu oreja
mientras susurro
- Podría usar el
pastel de chocolate para bañar tu verga y así deslizar mi lengua lentamente por
tu longitud una y otra vez. Detenerme en tu glande y succionarlo con suavidad
mientras lo capturo en mis labios y mi
lengua luchara por acariciar la pequeña abertura que se encuentra en ella
mientras pequeñas gotas de delicioso liquido pre seminal comienzan a brotar,
puede que lo haga… como puede que no.
Deslizar mis manos
hacia tus erectos pezones y cogerlos entre mis dedos índice y pulgar para así
jalarlos un poco y hacerlos rodar, también podría quizás hacerlo.
Podría atarte a la
cama para así tenerte a mi merced y hacer todo lo que mi mente en estos
momentos está imaginando o simplemente guardarlo para mí para una próxima
oportunidad, ya que con estas palabras, se perfectamente que te tendré pensando
en ello por ¿minutos? ¿Horas? ¿quizás días? También podría hacer aquello

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