sábado, 6 de septiembre de 2014

Capítulo 6



X
ANDER
-¡¡Bloquéalo!! -esquivé a dos compañeros del equipo contrario y de un salto encesté-

-¡¡Ganamos Xander!! -estrellé mi palma contra Darius y salimos rumbo a las duchas, ya eran la última clase, tenía el cuerpo acalorado, mojado de sudor.

-Nos reuniremos en el bar cerca de la entrada, organizaremos la fiesta del equipo

Una palmada en la espalda me hizo reír, pero me dolía, me había torcido en un salto, hice girar el brazo y así haciendo esos ejercicios,  me metí a la ducha. Ya la mayoría estaba saliendo, trataba de ser discreto y siempre esperaba ser el último para entrar en las regaderas.

-¡Nos vemos afuera Xander!

Iban diciendo a medida que salían, terminé de bañarme, vestirme y guardé mi equipo. Con bolso al hombro tomé rumbo al patio del campus, a último momento recordé que en mi gaveta había dejado mis libros, retrocedí y subí las escaleras, estaba casi en silencio todo.

-¡No chillas fuerte nenaza! -¿Qué era eso? Me apuré y lo que vi me dejó de piedra-

-¡Desgraciados hijos de perra!

Solté mi bolso y me lancé contra los dos que estaban pateando a alguien en el suelo, no distinguía quien era porque estaba hecho un ovillo, pero al llegar, como una piedra cayó en mi estomago, era Tiago

-¡Carajo! ¿Qué le han hecho?

Un golpe le lancé a uno que le agarró en el hombro, el otro trastrabilló para esquivar la caída de su amigo y se tiró sobre mi haciendo que callera al suelo de espaldas y me resbalé hasta chocar contra la pared, Vino sobre mi dispuesto a darme una patada en los huevos, pero lo frené al levantar una pierna, deteniéndolo, igual se inclinó y me levantó desde el cuello.

-¿Qué pedazo de mierda haces, Xander? -me levantó separándome del suelo- no te metas en esto. -Mis manos sostenían sus muñecas, tratando de que me suelte-

-¿¡Qué no me meta!? No puedo dejar que lastimen a nadie y mucho menos a mi amigo

Largué una patada que dio en el blanco, con una exclamación me soltó y se inclinó retorciéndose, me separé y corrí hacía Tiago que estaba a penas respirando, lo di vuelta y a penas abrió los ojos

-¿Estás bien?

Asintió, pero un hilo de sangre caía en el borde de su boca, con manos temblorosa limpié, nunca sentí tanta rabia como ahora, miré por sobre mi hombro y los dos se levantaron dispuestos a  volver sobre nosotros y me levanté.

-Piensen bien lo que van a hacer, porque yo no soy de quedarme callado y lo que acaba de acontecer es algo que no pasaré por alto.

-Abres tu boca Xander y sabrás de nosotros, perderás tu beca -escupió el que lo había golpeado-

Eso casi me hizo dudar, pero lo que habían hecho estaba mal, abusar de alguien, aprovechándose de ser más grande, o al estar en un año superior, denigrando a otros. Esto se ve siempre en todos los ámbitos, parece ser que los que tienen bajo ellos a subordinados o se creen superiores tienden a humillar.

-No me amenaces Gregory y tu John, porque no soy manejable, seré joven aún, pero al contrario de ustedes he visto mucha tragedia, no seré hijo de mamá que me regalé todo, pero valoro lo poco que tengo y más que nada valoro la vida humana, cosa que se ve ustedes no.

-Xan… der -la voz de Tiago me hizo volver la mirada hacia él-  déja... los

-¡Al carajo eso! -los miro- lo vuelven a tocar y los denuncio a la policía.

-No harás nada -Se escuchó pasos y ellos se miraron y salieron corriendo. Llegó el guardia y preguntó qué pasaba-

-Me asal... taron -dijo Tiago y cuando preguntó si los reconocería él me miró y dijo- no los vi.
- Tampoco los reconozco -me hervía la sangre, ya en el departamento hablaría con él, pero no podía desmentirlo ahora-

Ayudamos a levantar a Tiago, lo llevamos a enfermería y pusimos la denuncia, se buscaría a personas ajenas  a la universidad. ¡Con una mierda, al carajo todo!

TIAGO
Desde que Xander me había encontrado y durante todo el lamentable proceso que pasamos con los guardias y en la enfermería sentía como un ente vivo la rabia de él, era como un gran elefante bailando polka entre nosotros. De entre todas las personas del mundo que podían haber pasado por aquel lugar justo tenía que ser él ¿Podía ser algo más humillante que eso? Lo dudo

Evité mirarlo durante todo ese largo trayecto, me ayudo en todo, incluso siguió con la tapadera del asalto, sin embargo sabía que me pondría bajo una lupa y comenzaría en cualquier momento su interrogatorio, el no se quedaría tranquilo sin saber más detalles. Lamentable. No podía seguir evitando más el tema y eso me avergonzaba tanto como me dolía. Frente a eso me sentía tan poca cosa.

El viaje en Chester fue en silencio, pero de reojo observé como los nudillos estaban blancos de tan fuerte que presionaba el manubrio y por primera vez no me quejé de su descuidado conducir, el cual incluyó frenadas y virajes bruscos, raspones a cunetas, saltos de las señales de tránsito, incluso se pasó más de una luz roja.

Suspiré resignado, me sentía como uno de esos condenados a muerte que van directo al patíbulo ¿Quién querría de amigo a alguien como yo?

-Vamos, dame tu mochila, así como estas es mejor que no cargues nada.

Tuve que morderme la lengua, estuve a punto de decirle que he pasado por peores, que la pateadura de ahora no era nada, pero el silencio en este momento era la opción más sabia, Xander en este momento era una verdadera bomba de tiempo, sabía que en cualquier instante iba a estallar, en el fondo lo único que esperaba era no salir tan lastimado de esta. Pero dios sabe que iba a doler.

Al entrar al depa me fui directo al dormitorio, necesitaba cambiarme a algo de ropa más cómodo y holgado, estaba quitándome las camisetas cuando sentí su presencia detrás de mí, no necesitaba mirarlo para saber que estaba en la puerta, su mirada de verdad que clavaba. Así que lo más rápido que pude me puse una camiseta de mangas largas que cubriera las lesiones antes de voltearme. Efectivamente allí estaba él. En ese momento daba unas profundas respiraciones mientras se apretaba el puente de la nariz, sus ojos estaban fuertemente cerrados.

-Lo… Lo… Lo siento.

-¡Maldita sea Tiago!, no lo lamentes que no es tu culpa

Acortó la distancia y me envolvió en sus brazos de manera extrañamente suave viniendo de alguien como él. Me sentía pequeño, Xander era por lo menos quince centímetros más alto que yo y su cuerpo estaba temblando, era como si estuviese tratando de controlarse mientras respiraba profundamente una y otra vez.

-Ahora –dijo con voz más tranquila- me vas a contar todo Tiago, todo.

¡Cristo! Esto iba a ser difícil.

Me separe de su abrazo y me paré frente a la ventana observando el atardecer mientras una suave lluvia comenzaba a empapar todo afuera.

-Cuando llegue a la universidad el año pasado –mi voz sonaba hueca y sin emoción- fue demasiado difícil para mí, nunca me había separado de mamá, toda la vida me ha costado relacionarme con las personas, nunca he tenido amigos, solo a Angelina. Pero aquí fue el único lugar que me dio la opción de una beca por matemáticas, así que acepté. Al principio pasaba desapercibido, sin embargo a medida que pasaba el tiempo los grupos de amistades se formaron y yo me quede solo. El profesor Johnson se dio cuenta de mi facilidad con su asignatura y comenzó a presionarme cada vez más y a cada intento de ponerme el pie encima siempre salí airoso, con eso, mis compañeros se dieron cuenta de mi habilidad con los números. Gregory y John comenzaron a acosarme debido a que me negué a realizar por ellos los trabajos y tareas de matemáticas. Primero fueron insultos, luego empujones y así fue subiendo de nivel. Al principio hice una denuncia formal en la rectoría, pero las familias de ellos son contribuyentes activos de financiamiento en las investigaciones que realiza la universidad y yo… -rio sin humor- soy hijo de una madre soltera, de manera muy formal me pidieron que quitara la denuncia debido a que ellos no podían perder esa subvención por un simple alumno becado. Después de eso la paliza que me dieron me dejó una semana postrado, aludí que estuve en un accidente en auto, nadie me cuestionó. No puedo perder la beca Xander, es la única opción que tengo de aliviar el esfuerzo que hace mamá para que sea alguien en la vida, ya bastante ha dejado ella de lado por mí.

XANDER
A medida que el relato iba tomando forma y aclaraba mis ideas la rabia crecía.
Par de escorias, se habían aprovechado del respaldo de su familia, mis puños cerrados están blancos de tanta presión. No podía creer como le habían abandonado a su suerte, por carecer de un apellido que lo apoyara. Como siempre el dinero prima en estos casos, pero no sería en este caso, vería la forma en cómo dar a luz esto.

El bullyng en el que estaba inmerso mi amigo no se podía dejar de lado, me pondría a investigar.

-Tiago, cómo te dije, nunca te daré la espalda, te apoyaré en todo y esos dos ya no se acercaran a ti. Puede que yo no tenga un apellido de respaldo, pero me han enseñado que no se debe callar, que cuando es necesario se debe gritar lo que sucede, el mundo escucha, solo necesita megáfonos y en mi caso tengo uno bueno.

De nuevo avancé y lo abrace por los hombros. 

-Vamos a preparar algo de comer 

Nos encaminamos a la cocina, ayudé a Tiago a llegar, ahora ya conocía el origen de cada moretón, pero sería la última vez que mi amigo luciera alguno.



Pasaron varios días de lo ocurrido, empecé a investigar y descubrí dos casos similares, uno de ellos se tuvo que marchar del campus. Sus padres lo trasladaron después de varios accidentes casuales. Conversando con otros compañeros, recordaron de una denuncia hecha por él. El otro estaba ahora en tercer año y se rehusó a hablar en forma inicial, aunque después de insistir mucho, lo soltó, eran Gregory y John, los mismos que se aprovecharon de él para que lo ayudaran con sus tareas.

Con datos concretos en la mano informé al señor Laurens y le dije, que era testigo y si denunciaban la publicación por difamación, yo abalaría lo publicado, dudó mi jefe, pero era una buena historia y me dio vía libre.

Me puse a escribir y al terminar lo llevamos a publicar


TIAGO
-En serio Xander, con esa sonrisa de gato de “Alicia en el País de las Maravillas” das repelús amigo –Rió a carcajadas- ¿porqué no compartes el chiste? Así me reiría contigo –Haces el ademán de cerrar tu boca con llave y de lanzarla lejos-

-De mis labios nada saldrá, pero seguro que hoy te enteras, eso seguro. Solo espero causar el impacto que espero –la conversación fue interrumpida por el timbre- ¡UPS! Salvado por el timbre, te veo después amigo

Si que andaba raro, durante el rato que compartimos durante el almuerzo tenía tatuada una sonrisa de millón de dólares y por más que le insistí en que me dijera no soltó ni palabra. Era frustrante. Él se alejó a paso rápido para su siguiente clase. Sin más que hacer me encogí de hombros y me fui al casillero para buscar mis libros. Los pasillos estaban atestados de alumnos que hacían lo mismo. Sin embargo al abrir mi casillero quedé lívido. Todo el interior estaba salpicado con tinta roja, saqué con espanto mi libro de Química Farmacéutica, me había costado un riñón y muchas horas extras de trabajo en la cafetería sólo para adquirir un tomo usado, ahora estaba lleno de pintura, solo esperaba que no se hubiese arruinado por completo.

Pero lo más espeluznante era el mensaje que se encontraba pegado la parte interior de la puerta “MUÉRETE” decía el papel escrito con la misma tinta junto con un  recorte del diario escolar, era el artículo de Xander. Tapé mi boca totalmente horrorizado.

-No, no, no puede ser

Murmuré para mi mismo mientras me aferraba a mi libro y retrocedía un par de pasos, no fui consciente de que la gente a mi alrededor comenzaba percatarse de lo que observaba y el ruidoso ambiente comenzó a silenciarse. Continué retrocediendo hasta que mi espalda chocó contra la pared y di un brinco de puro susto. Los alumnos que se encontraban en el lugar comenzaron a cuchichear bajito, otros lo ignoraban o reían mientras observaban la escena. Por mi parte estaba congelado.

-Voy por Alexander –escuché que alguien dijo-

¿Por qué me hacen esto? Jamás me he metido con alguien ¿Qué he hecho mal? Siempre he tratado de pasar desapercibido entre la gente para no incomodar con mi presencia ¿Qué haré ahora? No es como si  simplemente cambiara de casa de estudio y me olvidara de lo sucedido, no puedo darme ese lujo, esta es mi única oportunidad para ser alguien. Poco a poco comencé tomar mayor conciencia de mi entorno, miradas curiosas venían en mi dirección, detestaba con toda mi alma ser el bicho raro. No alcancé a dar dos pasos cuando una de las porristas se me acercó.

-Tranquilo, todo va a estar bien, deja que te limpie la cara

Dijo con voz tranquila mientras comenzó a limpiarme con un pañuelo, no me había dado cuenta que estaba todo pintado, sin embargo de un fuerte tirón fui alejado de la chica y de manera inmediata fui envuelto de manera firme entre unos brazos, el rico aroma a menta y aire puro me rodeó.

XANDER
Estaba por entrar a clases cuando llega corriendo Michael

-¡¡Xander!! Corre, asaltaron la gaveta de Tiago y le dejaron una amenaza.

No necesitó decir más ya estaba corriendo y tirando el morral en el camino. Miles de ideas me drenaban la imagen que me había pintado Mich. Empujé a mi paso a quienes se interponían para llegar a Tiago, no me imaginé que lo atacarían, me preparé para ser el blanco de sus ataques y no él. Con una maldita mierda, no pensé en él. 

-Llama a seguridad, Mich y trae tu cámara -él era otro de los reporteros del periódico, que me había apoyado en la denuncia- no se quedará así, se ha desatado la guerra -no disminuí la marcha, quería llegar junto a él-

 Cuando me dejaron espacio, lo vi, estaba paralizado y alguien limpiando su rostro todo manchado de pintura roja, avancé, y aparté las manos de esa mujer. Lo envolví en un fuerte abrazo.

-Esos hijos de perra no se saldrán con la suya -mi voz era lo suficientemente alta para que me escucharan- Es necesario decir basta a los ataques de los otros que se creen con derechos por tener más dinero o un apellido que los respalde. 

Las voces de los profesores fueron llegando, tomé mi móvil y llamé a la policía

-Departamento de policía

-Quisiera reportar un caso de vandalismo y acoso a un compañero.

-Dígame la dirección y estaremos enviando una patrulla -apareció el decano y sin apartar la mirada de él hablé-

-Campus de la Universidad de Alaska, Anchorage. Mi nombre es Xander, perdón, es Alexander Black, los estaré esperando -Tiago temblaba en mis brazos, pasé un pañuelo por su cara-

-Cada material destruido dentro de ese casillero será remplazado ¿es así, Decano? 

-No te excedas Black -habló entre dientes-

-Creo que usted no conoce el significado de esa palabra, porque si lo conociera, sabría que esos alumnos ya se pasaron de exceso con sus acciones. ¿Está esperando que alguien muera para que pueda tomar una acción? A partir de hoy no me interesa si pierdo mi beca, pero prefiero eso a perder a un amigo. ¿Cuánto más necesita su ambición para que deje caer esa venda que se ha puesto para dar vía libre a esa plaga que tiene de alumnos?

Se escucharon los aplausos primero bajos para después romper el silencio con ese estruendo.

-La policía, la policía -Nuestros compañeros abrieron filas para dejar pasar a dos oficiales-

-¿Alguien ha hecho una denuncia?

TIAGO
-Ey, Tiago… despierta –Sentí una suave caricia, casi fantasmal en mi mejilla- vamos… ya hemos llegado al depa

Al abrir mis ojos él estaba frente a mí brindándome una sonrisa. Estaba tan agotado mentalmente después de lo sucedido en la Universidad, el Decano estaba que echaba chispas por los ojos. De seguro que si las miradas mataran, habríamos caído en rigor mortis en ese mismo instante, no le causó ni la más mínima gracia que Xander llamara a la policía y menos que le informáramos que haríamos una denuncia formal por lo acontecido. 

Xander tenía razón, toda la razón, no debía permitir que siguieran sucediendo estas cosas. Él me explicó que había encontrado antecedentes de otros casos y que también trataron de echarle tierra al asunto para no levantar polémica, seguramente esperaban que en mi caso pasara lo mismo, sin embargo, mientras tenga a mi amigo conmigo ya no me sentía solo para enfrentar la situación. Esto sería totalmente distinto a cuando hice la primera y única denuncia en rectoría y fue desestimada a favor de los suculentos donativos que les entregaban.

Después de eso, fuimos llevados a la estación de policía donde pasamos un buen par de horas dando testimonio de lo sucedido, asignaron un detective que llevaría el caso y realizaría la investigación pertinente. Como sólo tenían por sospechosos a Gregory y a John no podían ponerlos bajo detención sin pruebas que los inculparan, por lo mismo nos advirtieron que estuviésemos atentos a cualquier cosa que sucediera y que a lo más mínimo les llamásemos. Finalmente, nos dejaron ir a descansar.

En el momento que nos subimos a Chester, Xander me entregó su chaqueta y con ella me arropé, el sueño fue automático a penas entré en calor quedándome frito mientras nos dirigíamos al depa. Definitivamente el viaje fue demasiado corto, sentía arena en los ojos.

-Anda dormilón, que no te puedes quedar aquí o algo se te congelará y se te caerá a cachos –ríes divertido-

Con mucha pereza te seguí lentamente hacia el interior y mientras caminaba detrás de ti comprobé el correo que había enviado mientras estaba en la estación. Suspiré. Aun no tenía respuesta a él.
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De: Aprendiz de Mago
Fecha: 1 de Octubre 14:53 
Para: Peter Pan
Asunto: si la vida te golpea… ¿dile que pega como chica?

El clima por estos lados no anda nada de bien. De un tiempo a esta parte tal parece que una nube negra me persigue al igual que la caricatura de mala suerte, pero nadie contaba con que en mi bolsillo tenía mi trébol de cuatro hojas y a pesar de que la lluvia amenaza con volverse una tormenta sorpresivamente alguien me tiende un paraguas.

APRENDIZ DE MAGO
Ayudante de Meteorólogo

P.D.: ¿Peter, crees que sea posible que un día de estos hablemos por Chat?

Enviado desde mi teléfono inteligente Sony Xperia
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Al hacer ingreso en el oscuro departamento acorté la distancia que me separaba de Xander y lo envolví en mis brazos sintiéndome ya cansado de todo, exhausto mentalmente por lo sucedido, sólo me aferré a su cintura y acurruqué contra su cuerpo sin querer pensar más en nada.

-Gracias por estar conmigo, no habría podido hacer esto sin ti –dije contra su piel en un susurro-

XANDER
Envolví en un fuerte abrazo a Tiago, era algo que lo quise hacer desde el principio y que tuve que contenerme, tanto en la estación de policía como al regreso, pero ahora nadie evitaría que mi cuerpo sienta esa humanidad que amaba presionada en mí. Sí, debo aceptar que amo a mi amigo y compañero de departamento y era capaz de dar mi vida y futuro para lograr que él recuperé su vida, su autoestima. Que pueda caminar por la vida con los hombros rectos y cabeza alta. Me aseguraría de que eso ocurra. Esos años de ver desfilar a un número apreciativamente considerable de posibles familias me había hecho muy consciente de lo que era y a valorarme por lo que soy. Y una junta de hijos de mami o papi no destruiría la vida de Tiago que estaba intentando conseguir ser alguien. Apoyé mi cara en su nuca, moví la palma de mi mano de arriba abajo, sobando su espalda.

-Nunca dejaré que te suceda algo, me tendrás a tu lado aunque a veces te enfade mi presencia. Y hoy solo es una prueba de lo que soy capaz de hacer para defender lo que es una parte importante de mi vida. 

Callé al darme cuenta que casi me delaté, el móvil me vino a salvar de meter más la pata si seguía hablando. Me separé un poco pero no tanto como para que mi mano se aleje de él.

-Habla Xander, si, lo entiendo hermana Katty, pero como te había explicado en la estación de policía eso estaba sucediendo -sonreí al escuchar- ¿el Monseñor envío a su abogado? ¿Y el caso ya pasó a segunda instancia, por las agresiones reiterativas? Gracias por avisarme hermana Katty.

Guiñé a Tiago, pero de nuevo vi su estado, sus ropas manchadas de tinta roja y hasta el morral se encontraba en lamentable estado, se me hundió como una piedra en el estomago.

-Vamos a tomar un baño, buscaré tu ropa, esas prendas han quedado inservibles.

Lo empujé hacia el baño, ayudaba a quitar sus ropas y lo metía en una bolsa para tirar a la basura, nunca imaginé que odiaría a alguien de la manera como me sentía en estos momentos. El cuerpo de Tiago solo enfundado con un bóxer me permitió apreciar con lujo de detalles cada cardenal desde un color rosa a morado.

-Usa agua muy caliente para relajar el cuerpo.

Salí rumbo a su habitación seleccioné su pijama y dos poleras abrigadas, medias, bóxer, pero antes de salir tomé de nuevo el móvil y miré el correo, allí estaba el email de Aprendiz, lo abrí y leí como dos veces y me dije que casi pensaría como él. 


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De: Peter Pan
Fecha: 1 de Octubre 18.23 
Para: Aprendiz de Mago
Asunto: No te ahogues, la ayuda llega siempre de quien menos esperas.

La vida es hija de puta a veces, hoy estoy cabreado, pero eso no me hará dejar de creer que cuando más parece te vas a ahogar, es cuando ya estás por llegar a la orilla, o pasa por allí alguien y te avienta un salvavidas. 

Ten fe en ti sobre todas las cosas y en quien tu instinto te señale.

P.D: hagamos una cita, para encontrarnos, mi tiempo tiene los segundos raptados.


Peter Pan, con ganas de comprar unos guantes de boxeo.
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Cerré el móvil y volví al baño, el agua caía aún, esperé recostado afuera. Llegaba el momento de conocer más a fondo a Tiago y el momento de que él sepa quién era su compañero. Ese pensamiento me hizo temblar ¿Y si me rechazaba por ser diferente? No, no, el Tiago que conocía no me dejaría a un lado por ser gay.




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