Mil uno…mil
dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil
dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil
dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Doctor Black… Doctor
Black… ¿Me escucha?
POV. Muhrder
Black
-¡Puta mierda! –Exclamamos
a la vez Qhuinn y yo –
¿Como un momento
tan perfecto se puede ver ensombrecido con solo una mirada? –Gruñí- Que me robe
las putas becas si quiere, pero no permitiré que me robe mi momento perfecto
–Pensé-
Salí corriendo
para detener a Diana, ni siquiera miré atrás, imaginé que Qhuinn comprendería
mi premura. Luego hablaría con él, teníamos todo el tiempo del mundo para eso.
Correr tras ella
fue una reacción instintiva, casi de supervivencia, aunque me importaba una
mierda si ella sabía que Qhuinn me atraía, tenía que llegar a ella.
¿Por qué? Yo… tenía
miedo.
Le tenía miedo a
ella.
La conocía, era
cruel. No tendría piedad. ¿Como pude pensar alguna vez que era un ángel? Me lo
negué siempre, pero no más. Ahora la veía tal como era, en el fondo siempre
supe cómo era, pero en sabía que era mejor de aliada que de enemiga.
Como imaginé, ella
no perdió tiempo, ya estaba con el auto encendido y arrancando. Hizo un giro y
retrocedió, buscaba salir al camino rápidamente. Su carro derrapó acelerando. Yo
quería que se detuviera, tenía que contenerla, calmarla, negociar, lo que sea
que se necesitase para aplacar un poco su ira. Si una mujer cualquiera
desairada es de temer, Diana despechada era peor que los 4 jinetes del
Apocalipsis.
Es por eso que no
me importó ponerme frente a su auto, “a acciones extremas, reacciones extremas”.
Esa mujer me tendría
que pasar encima si quería salir de mi propiedad. Confiaba en que se detendría,
hablaría con ella y llegaríamos a algún acuerdo. Su silencio por el momento era
una necesidad imperiosa para mí. Si bien estaba feliz de aceptar mis
sentimientos por Qhuinn, aun no estaba listo para salir a gritarlo a los cuatro
vientos. Miré al auto que venía hacia mí, estiré los brazos pidiéndole que se
detenga, sin embargo ella no se detuvo, todo lo contrario, aceleró.
Yo estaba frito.
POV. Qhuinn
Lohstrong
¿En que momento
decidí que la vida seria por fin generosa conmigo? ¿Por que no aprenderé que
solo se burla de mí? Cada vez que siento que los rayos del sol calientan mi corazón,
empieza a llover.
Madura Qhuinn…
el amor no es para ti y para prueba basta verlo correr detrás de su indignada
novia, de seguro le dirá que tu lo forzaste o que fue solo un error y que nunca
más volverá a suceder
No tenía sentido
correr tras él. Yo sabía lo que encontraría: “A un tipo pidiéndole perdón a su
mujer por engañarla con el marica de su amigo, jurándole que fue solo un
desliz” – bufé-
Confirmado: Soy
un jodido masoquista.
Y no es para
menos si mientras tenía todo mi debate mental sobre mi lamentable, pobre y
triste existencia, corría en la misma dirección en que Muhr había salido
Necesitaba ver
esa escenita y estaba listo para el golpe, excepto para eso.
-¡¡NOOOOOOO!! –grité
y el alma se me cayó a los pies
POV. Diana
Solo quería
alejarme lo más rápido de este infierno, maldito hijo de puta, marica del
demonio, como pudo tocarlo y como Muhrder pudo dejarse tocar. Quería
vomitar. Ingresé a mi auto, felizmente
no le puse seguro y deje las llaves puestas. Siempre me critican por ser tan
inconsciente pero seguro la vida me preparaba para este momento: cuando tuviera
que huir de la humillación de ver a mi novio morreándose con otro hombre.
Encendí el auto
y retrocedí. Escuché a Muhrder gritar que me detuviera. Será maldito el
desgraciado. Que se joda. Ahora sabrá lo que es fastidiarme la vida. ¿Quiere
ser maricón? ¿Le gustan los tíos? Yo lo voy a ayudar a salir del closet.
Giré todo el
volante para salir de su puto estacionamiento y ahí estaba el muy cabrón, con
las manos extendidas esperando que me detenga.
JO-DE-TE –pensé y aceleré-
Las lágrimas ya
se habían secado en mis mejillas, mi corazón estaba lleno de odio. Odio contra
Muhr, odio contra el poco hombre que pretendía robarme a mi novio, al novio que
yo he trabajado por AÑOS ¿Que era Muhrder sin mí? Otro patético genio de
escuela, sin aspiraciones. Sin motor. Sin empuje. Lo que le sobraba en ceso, le
faltaba en huevos. Y YO SE LOS DI
¿Y ahora acaso
cree que ya no me necesita? Aparece este fenómeno salido de la nada y como
tiene menos huevos que él ¿se siente superman? Par de patéticos
Ahora van a
saber lo que les pasa a los que me joden.
Un grito. Un
golpe en mi capote, un bulto estrellándose en mi parabrisas, frené de inmediato
más por instinto que por comprensión. Cubrí mi rostro y me protegí del
inminente golpe. Nunca llegó. Solo el latigazo del cinturón de seguridad por la
abrupta frenada.
-Oh… mi Dios… ¿qué
hice? -dije mirando con horror el parabrisas destrozado con rastros de sangre.
Esto tiene que ser una pesadilla-
POV. Melissa
Black (Madre de Muhrder)
Cambie el USB de
John por el mío, su música apesta. El me sonrió y rodó los ojos.
-¿Qué? Tu música
es horrible, no voy a relajarme con música clásica luego de un día extenuante.
Yo quiero algo con letra, quiero cantar. –subió el volumen burlonamente.
-Adelante Shakira,
has que sangren mis oídos –se burló juguetón-
Le di un apretón
en el muslo y me acomode en mi sitio. Aclaré mi garganta y me dispuse a cantar.
El sonido de su móvil, lo salvó de sufrir mis aullidos. Yo sé que mi voz
apesta.
-Hola Amber ¿En qué
te ayudo? –contestó y me miro con un pucherito súper falso. Como si sufriera
por no escucharme cantar. Ahora me toco a mí rodar los ojos y enfocarme en el
camino. Ya estábamos cerca de la casa-
-Tenme los
documentos listos yo pasaré por ellos mañana y los firmaré. Si, podríamos
cuadrar las cuentas de la cantidad de salidas que hicieron esta semana, si
queremos mas ambulancias es importante tener los cálculos y las estadísticas de
uso… Dios Santo… No por favor…
-¡JOHN!
Mi grito y la
frenada de John, sucedieron a la vez, ambos habíamos presenciado la peor pesadilla
de cualquier padre. Podría jurar que el tiempo se detuvo mientras nuestro hijo
caía casi frente a nuestro auto.
-¡¡Amber, envía
una ambulancia a mi casa URGENTE!! -gritó John antes de que ambos saliéramos
disparados del auto-
POV. Muhrder
Black
Ya sé lo que
sienten los venados antes de ser embestidos. Esas luces cegadoras te dejan
inmóvil, anulan tus reflejos, aunque en mi caso no fueron las luces lo que me inmovilizó,
fueron sus ojos, unos ojos llenos de dolor y odio, no se detendría, yo aquí me
iba a morir. Y al parecer mi mente lo había aceptado. ¿Será que Levi Dark, tendría
la última palabra? ¿Se estará riendo desde su tumba? ¿Se sentirá el director
creativo de todo este drama juvenil?
Instintivamente
cubrí mi rostro y protegí mi cabeza. Y llegó el impacto, pero no por donde lo
esperaba, un golpe fuerte en mí costado me sacó del camino y me lanzo sobre mis
manos y rodillas al camino de grava, ahí termine rodando por la fuerza de la
caída. Todo lo demás sucedió al igual que una película en cámara lenta.
Caí rodando por
el suelo de mi entrada con la cabeza protegida entre mis brazos y solo gire el
rostro para mirar con horror como Qhuinn chocaba contra el parabrisas del auto destrozándolo
en mil pedazos y luego salía disparado hacia el otro lado del garaje.
Había sido
embestido por Diana.
Qhuinn, salió
eyectado varios metros, Diana frenó y otro auto también frenó en el camino de entrada.
Eran mis padres, ambos salieron del auto y corrieron hacia mí. Mi padre me pedía
que no me moviera, giró mi rostro hacia las luces de los faros de su auto que
aun estaban encendidas y me miró fijamente.
-¡Estoy bien! -Quité
sus manos de mi cara.- Anda por Qhuinn... por favor...-supliqué- ¡Papá salva a
Qhuinn! –le rogué-
Mi desesperación
debió sacar el doctor que lleva dentro y dejar a un lado al padre, por que miró
a mi mama y asintió.
POV. Diana
-Lo siento… lo
siento… lo siento…
Lagrimas calientes
rodaban por mis mejillas, me abracé a mi misma, estaba asustada y solo repetía
la misma frase como una letanía.
Mi móvil sonó y
me sacó de mi crisis de pánico, era mi papa, el ring tone de su llamada me
alertó, tomé el móvil rápido y contesté.
-Papi… ayúdame…
creo que maté a alguien… Estoy bien… No
lo sé, solo se cruzó… yo estaba manejando… se cruzó… en la entrada de los
Black… papá creo que maté a… Si… las escucho… No he hablado con nadie… Ya las
vi… Veo tus luces papá… ven rápido por favor… tengo miedo…
POV. Muhrder
Black
-La ambulancia
viene en camino, nuestro hijo está bien
Dijo antes de
correr donde Qhuinn. En mi mente infantil, esperaba que mi padre regresara con
un Qhuinn algo golpeado pero caminando y que al final solo fuera yo el único
con heridas serias.
Pero mi padre no
regreso.
-No te levantes hijo…
por favor. –Dijo mi madre con su voz rota cuando empecé a levantarme, la miré y
estaba llorando, la abracé y empezaron a caer las lágrimas por mi rostro-
-¿Por que no
vienen mama? ¿Por qué mi papá no trae a Qhuinn? –Mi mamá me ayudó a ponerme de
pié. Diana aun seguía metida en su auto. Apoyé el pie con algo de dolor, pero
no tenia nada roto, podía caminar.
Avancé con mi
mamá de muleta y pasamos frente al auto de ella, aun tenía las luces
encendidas, no la podía ver bien, pero sabia que estaba ahí, escondiéndose como
la cucaracha asesina que es. Ella podrá decir lo que quiera, pero mis padres deben
haber visto todo al igual que yo. Todos presenciamos la premeditación de su
acto. Y esto no quedará impune.
Un segundo mas y
llegué hasta Qhuinn, él estaba inconsciente y con la cabeza sangrando.
¡Dios mío, había
tanta sangre! Me llevé la mano a la boca
y sollocé.
-¿Mamá? –Sentí
que me enfriaba y mis oídos se taparon. Mi presión sanguínea estaba
descendiendo en picada. Caí de rodillas al lado de Qhuinn-
-Respira cariño,
respira… -la voz de mi madre sonaba lejana. Lágrimas calientes mojaban mis
mejillas y escuchaba a lo lejos las sirenas de la ambulancia. Mi madre trataba de contenerme, quería
acercarme a él y abrazarlo, darle calor, estaba tan pálido.
Mi madre me pedía
al oído que no tocara a Qhuinn, que mi padre lo estaba cuidando. Yo me quería
morir. Estaba de rodillas junto a él llorando como un crío, no sabía donde
tocarlo sin dañarlo, estiraba mi mano y la retiraba. Había tanta sangre por
todos lados, ni siquiera sabía si estaba vivo.
Mi padre nos dio
una breve pero muy significativa mirada hacia nosotros mientras tomaba los
signos vitales, antes de montarse a horcajas sobre él y comenzar a hacer el
masaje cardíaco… esto no podía ser real, tenía que ser una maldita pesadilla
-Nooooooooooo… Papá
noooo… ¡por favor! –grite sollozando-
-Muhrder, serénate todo saldrá bien mi amor
Mi madre me abrazó
con más fuerza de la que alguna vez imagine que tendría, tan pequeñita. Pero me
logró alejar de Qhuinn y de las maniobras de RCP de mi padre y en un instante sentí
una gran calma. Tuve mi segunda epifanía y dejé de llorar. Miré a Qhuinn y me maldije
por cobarde. Si solo hubiera decidido ser un hombre un poco antes, si no
hubiera tenido miedo al que dirán y hubiera dejado que Diana se fuera y gritara
a los cuatro vientos mi amor por otro hombre. Ese hombre no estaría ahí
Cerré los ojos
con fuerza y me negué a pronunciar esa palabra. El no moriría, él me juro que
no me dejaría caer.
-Lo amo mamá...
Yo lo amo -me abrazo fuerte, ni siquiera aflojó, tras mi declaración de amor
por Qhuinn- Sin él… Yo no podré...
-Shsssss… Calla
mi amor. Tienes que ser fuerte. –No me daba esperanzas.- No estas solo, nunca estarás
solo.
POV. Melissa
Black (Madre de Muhrder)
Abrazaba a mi
hijo buscando alejarlo del cuadro macabro que era John atendiendo al chico.
John necesitaba espacio y Muhr solo quería agarrar a Qhuinn y asegurarse que
estaba bien.
Como no sentir
que se me rompe el corazón, un muchacho tan bueno, una vida tan dura y terminar
así, tan joven. Negué y trate de alejar esos pensamientos negativos de mi
mente.
Me dediqué a
darle calor a mi hijo y agradecer a Dios, que no era él quien estaba bajo las
manos de John.
Ahí caído, inconsciente
y muriendo.
Con los ojos
cerrados recordaba lo sucedido una y otra vez. Ese recuerdo me perseguirá toda
la vida.
Mi pequeño en
medio de la calle, un vehículo acelerando hacia él y Qhuinn, el noble Qhuinn,
quitándolo de en medio para salvarle nuevamente.
El impacto del
chico contra el parabrisas fue tan fuerte que lo destrozó y salió volando hacia
el medio de nuestra entrada como un muñeco de trapo roto cuando el carro frenó
de manera estrepitosa.
Apenas nos
detuvimos salimos corriendo del auto, la providencia quiso que John estuviera
hablando con el departamento de emergencias en ese momento y pudiera solicitar
una ambulancia personalmente.
Ya podía
escuchar las sirenas de la ambulancia era bueno ser familia de John Black al
parecer también la policía estaba viniendo. Seguro Diana llamó a su padre.
Pobre hombre, hoy más de un padre llorará por la vida arrebatada de un hijo. Le
abracé más fuerte y recé a Dios, con gratitud, dos veces me lo devolvió sano y
salvo.
John nos miró y comprendí
en el acto. El chico estaba muerto o muriendo, quería que alejara a Muhrder de
ahí.
Muhr lloró de
manera desgarradora, juro que nunca me sacare ese lamento de mi corazón. Mi
hijo quería mucho a su amigo. Lo abracé aún más fuerte y logré alejarlo un poco
de ellos, John empezó a aplicar el RCP. Se relajó en mis brazos y dejó de
luchar conmigo, de seguro que logró comprender que hada podríamos hacer.
-Lo amo mamá...
Yo lo amo...
No sé si fue el
contexto, el tono de su voz o lo sereno que se sentía cuando lo dijo, pero ni
me inmuté. Una declaración de amor tan inesperada y realmente sorprendente, sin
embargo ¿tiene relevancia mas allá del triste hecho de que mi hijo está viendo
morir al que considera su amor? Con mi cercanía traté de transmitirle todo mi
apoyo en ese abrazo. ¡Mi hijo esta vivo! Y si quiere enamorarse de Qhuinn o de
su zapato, es mi hijo y yo lo apoyo, acepto y le daré todo el amor que
necesite.
- Sin el… yo no…
-Shsssss… Calla
mi amor. Tienes que ser fuerte. –No le iba a dar esperanzas, pero tampoco iba a
permitir que dijera tonterías. Dios quiso que mi hijo viviera y yo me encargaría
que así fuera.- No estás solo, nunca estarás solo-
POV. John Black
(Padre de Muhrder)
Mil uno…mil
dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil
dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil
dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
-Doctor Black…
Doctor Black… ¿Me escucha?
Asentí y me
retiré unos pasos, los paramédicos actuaron de inmediato, colocándole oxigeno a
Qhuinn, lo inmovilizaron y subieron a la camilla, en menos de dos minutos ya
estaban cerrando las puertas de la ambulancia.
Todo era un
caos, los médicos me suplicaban con la mirada que controlara a Muhrder que quería
trepar a la ambulancia e irse con Qhuinn, pero por la gravedad de las lesiones aquello
era imposible, el solo repetía que no quería separarse de él.
Abrace a Muhrder
que estaba poseído y lo entendía, ni siquiera me animaba a decirle que todo estaría
bien, por que no estaba seguro de que el muchacho llegara al hospital, sus
signos vitales estaban imperceptibles.
Le hice entrega
de las llaves de mi auto a Melissa para que llevara a Muhr al hospital, yo me
quedaría para dar mi declaración de los hechos a la policía, el padre de Diana
ya la había enviado en una patrulla al departamento de policía.
Melissa jalo a
Muhrder y logró convencerlo de que llegarían más rápido si no estorbaban. Lo metió
en el auto y la ambulancia por fin pudo cerrar sus puertas.
-¡Desfibrilador!
Aparten a las tres… uno… dos…- fue lo ultimo que escuché decir al paramédico
antes de que las puertas cerraran y la ambulancia arrancara.
-Dios santo, no
te lo lleves ahora –elevé una súplica al creador- es tan joven…
Pensé para mi
mismo mientras observaba a la ambulancia emprender una veloz marcha hacia
urgencias.
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