martes, 3 de marzo de 2015

Capítulo 16


Mil uno…mil dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire

Doctor Black… Doctor Black… ¿Me escucha?

 POV. Muhrder Black
 -¡Puta mierda! –Exclamamos a la vez Qhuinn y yo –

¿Como un momento tan perfecto se puede ver ensombrecido con solo una mirada? –Gruñí- Que me robe las putas becas si quiere, pero no permitiré que me robe mi momento perfecto –Pensé-

Salí corriendo para detener a Diana, ni siquiera miré atrás, imaginé que Qhuinn comprendería mi premura. Luego hablaría con él, teníamos todo el tiempo del mundo para eso.

Correr tras ella fue una reacción instintiva, casi de supervivencia, aunque me importaba una mierda si ella sabía que Qhuinn me atraía, tenía que llegar a ella.

¿Por qué? Yo… tenía miedo.

Le tenía miedo a ella.  

La conocía, era cruel. No tendría piedad. ¿Como pude pensar alguna vez que era un ángel? Me lo negué siempre, pero no más. Ahora la veía tal como era, en el fondo siempre supe cómo era, pero en sabía que era mejor de aliada que de enemiga.

Como imaginé, ella no perdió tiempo, ya estaba con el auto encendido y arrancando. Hizo un giro y retrocedió, buscaba salir al camino rápidamente. Su carro derrapó acelerando. Yo quería que se detuviera, tenía que contenerla, calmarla, negociar, lo que sea que se necesitase para aplacar un poco su ira. Si una mujer cualquiera desairada es de temer, Diana despechada era peor que los 4 jinetes del Apocalipsis.

Es por eso que no me importó ponerme frente a su auto, “a acciones extremas, reacciones extremas”.

Esa mujer me tendría que pasar encima si quería salir de mi propiedad. Confiaba en que se detendría, hablaría con ella y llegaríamos a algún acuerdo. Su silencio por el momento era una necesidad imperiosa para mí. Si bien estaba feliz de aceptar mis sentimientos por Qhuinn, aun no estaba listo para salir a gritarlo a los cuatro vientos. Miré al auto que venía hacia mí, estiré los brazos pidiéndole que se detenga, sin embargo ella no se detuvo, todo lo contrario, aceleró.

Yo estaba frito.
  
POV. Qhuinn Lohstrong
 ¿En que momento decidí que la vida seria por fin generosa conmigo? ¿Por que no aprenderé que solo se burla de mí? Cada vez que siento que los rayos del sol calientan mi corazón, empieza a llover.

Madura Qhuinn… el amor no es para ti y para prueba basta verlo correr detrás de su indignada novia, de seguro le dirá que tu lo forzaste o que fue solo un error y que nunca más volverá a suceder

No tenía sentido correr tras él. Yo sabía lo que encontraría: “A un tipo pidiéndole perdón a su mujer por engañarla con el marica de su amigo, jurándole que fue solo un desliz” – bufé-

Confirmado: Soy un jodido masoquista.

Y no es para menos si mientras tenía todo mi debate mental sobre mi lamentable, pobre y triste existencia, corría en la misma dirección en que Muhr había salido

Necesitaba ver esa escenita y estaba listo para el golpe, excepto para eso.

-¡¡NOOOOOOO!! –grité y el alma se me cayó a los pies

POV. Diana
 Solo quería alejarme lo más rápido de este infierno, maldito hijo de puta, marica del demonio, como pudo tocarlo y como Muhrder pudo dejarse tocar. Quería vomitar.  Ingresé a mi auto, felizmente no le puse seguro y deje las llaves puestas. Siempre me critican por ser tan inconsciente pero seguro la vida me preparaba para este momento: cuando tuviera que huir de la humillación de ver a mi novio morreándose con otro hombre.

Encendí el auto y retrocedí. Escuché a Muhrder gritar que me detuviera. Será maldito el desgraciado. Que se joda. Ahora sabrá lo que es fastidiarme la vida. ¿Quiere ser maricón? ¿Le gustan los tíos? Yo lo voy a ayudar a salir del closet.

Giré todo el volante para salir de su puto estacionamiento y ahí estaba el muy cabrón, con las manos extendidas esperando que me detenga.

JO-DE-TE  –pensé y aceleré-

Las lágrimas ya se habían secado en mis mejillas, mi corazón estaba lleno de odio. Odio contra Muhr, odio contra el poco hombre que pretendía robarme a mi novio, al novio que yo he trabajado por AÑOS ¿Que era Muhrder sin mí? Otro patético genio de escuela, sin aspiraciones. Sin motor. Sin empuje. Lo que le sobraba en ceso, le faltaba en huevos. Y YO SE LOS DI

¿Y ahora acaso cree que ya no me necesita? Aparece este fenómeno salido de la nada y como tiene menos huevos que él ¿se siente superman? Par de patéticos

Ahora van a saber lo que les pasa a los que me joden.

Un grito. Un golpe en mi capote, un bulto estrellándose en mi parabrisas, frené de inmediato más por instinto que por comprensión. Cubrí mi rostro y me protegí del inminente golpe. Nunca llegó. Solo el latigazo del cinturón de seguridad por la abrupta frenada.

-Oh… mi Dios… ¿qué hice? -dije mirando con horror el parabrisas destrozado con rastros de sangre. Esto tiene que ser una pesadilla-

 POV. Melissa Black (Madre de Muhrder)
 Cambie el USB de John por el mío, su música apesta. El me sonrió y rodó los ojos.

-¿Qué? Tu música es horrible, no voy a relajarme con música clásica luego de un día extenuante. Yo quiero algo con letra, quiero cantar. –subió el volumen burlonamente.

-Adelante Shakira, has que sangren mis oídos –se burló juguetón-

Le di un apretón en el muslo y me acomode en mi sitio. Aclaré mi garganta y me dispuse a cantar. El sonido de su móvil, lo salvó de sufrir mis aullidos. Yo sé que mi voz apesta.

-Hola Amber ¿En qué te ayudo? –contestó y me miro con un pucherito súper falso. Como si sufriera por no escucharme cantar. Ahora me toco a mí rodar los ojos y enfocarme en el camino. Ya estábamos cerca de la casa-

-Tenme los documentos listos yo pasaré por ellos mañana y los firmaré. Si, podríamos cuadrar las cuentas de la cantidad de salidas que hicieron esta semana, si queremos mas ambulancias es importante tener los cálculos y las estadísticas de uso… Dios Santo… No por favor…

-¡JOHN!

Mi grito y la frenada de John, sucedieron a la vez, ambos habíamos presenciado la peor pesadilla de cualquier padre. Podría jurar que el tiempo se detuvo mientras nuestro hijo caía casi frente a nuestro auto.

-¡¡Amber, envía una ambulancia a mi casa URGENTE!! -gritó John antes de que ambos saliéramos disparados del auto-

POV. Muhrder Black
 Ya sé lo que sienten los venados antes de ser embestidos. Esas luces cegadoras te dejan inmóvil, anulan tus reflejos, aunque en mi caso no fueron las luces lo que me inmovilizó, fueron sus ojos, unos ojos llenos de dolor y odio, no se detendría, yo aquí me iba a morir. Y al parecer mi mente lo había aceptado. ¿Será que Levi Dark, tendría la última palabra? ¿Se estará riendo desde su tumba? ¿Se sentirá el director creativo de todo este drama juvenil?

Instintivamente cubrí mi rostro y protegí mi cabeza. Y llegó el impacto, pero no por donde lo esperaba, un golpe fuerte en mí costado me sacó del camino y me lanzo sobre mis manos y rodillas al camino de grava, ahí termine rodando por la fuerza de la caída. Todo lo demás sucedió al igual que una película en cámara lenta.  

Caí rodando por el suelo de mi entrada con la cabeza protegida entre mis brazos y solo gire el rostro para mirar con horror como Qhuinn chocaba contra el parabrisas del auto destrozándolo en mil pedazos y luego salía disparado hacia el otro lado del garaje.

Había sido embestido por Diana.

Qhuinn, salió eyectado varios metros, Diana frenó y otro auto también frenó en el camino de entrada. Eran mis padres, ambos salieron del auto y corrieron hacia mí. Mi padre me pedía que no me moviera, giró mi rostro hacia las luces de los faros de su auto que aun estaban encendidas y me miró fijamente.

-¡Estoy bien! -Quité sus manos de mi cara.- Anda por Qhuinn... por favor...-supliqué- ¡Papá salva a Qhuinn! –le rogué-

Mi desesperación debió sacar el doctor que lleva dentro y dejar a un lado al padre, por que miró a mi mama y asintió.

POV. Diana
 -Lo siento… lo siento… lo siento…

Lagrimas calientes rodaban por mis mejillas, me abracé a mi misma, estaba asustada y solo repetía la misma frase como una letanía.

Mi móvil sonó y me sacó de mi crisis de pánico, era mi papa, el ring tone de su llamada me alertó, tomé el móvil rápido y contesté.

-Papi… ayúdame… creo que maté a alguien…  Estoy bien… No lo sé, solo se cruzó… yo estaba manejando… se cruzó… en la entrada de los Black… papá creo que maté a… Si… las escucho… No he hablado con nadie… Ya las vi… Veo tus luces papá… ven rápido por favor… tengo miedo…

POV. Muhrder Black
 -La ambulancia viene en camino, nuestro hijo está bien

Dijo antes de correr donde Qhuinn. En mi mente infantil, esperaba que mi padre regresara con un Qhuinn algo golpeado pero caminando y que al final solo fuera yo el único con heridas serias.

Pero mi padre no regreso.

-No te levantes hijo… por favor. –Dijo mi madre con su voz rota cuando empecé a levantarme, la miré y estaba llorando, la abracé y empezaron a caer las lágrimas por mi rostro-

-¿Por que no vienen mama? ¿Por qué mi papá no trae a Qhuinn? –Mi mamá me ayudó a ponerme de pié. Diana aun seguía metida en su auto. Apoyé el pie con algo de dolor, pero no tenia nada roto, podía caminar.

Avancé con mi mamá de muleta y pasamos frente al auto de ella, aun tenía las luces encendidas, no la podía ver bien, pero sabia que estaba ahí, escondiéndose como la cucaracha asesina que es. Ella podrá decir lo que quiera, pero mis padres deben haber visto todo al igual que yo. Todos presenciamos la premeditación de su acto. Y esto no quedará impune.

Un segundo mas y llegué hasta Qhuinn, él estaba inconsciente y con la cabeza sangrando.

¡Dios mío, había tanta sangre!  Me llevé la mano a la boca y sollocé.

-¿Mamá? –Sentí que me enfriaba y mis oídos se taparon. Mi presión sanguínea estaba descendiendo en picada. Caí de rodillas al lado de Qhuinn-

-Respira cariño, respira… -la voz de mi madre sonaba lejana. Lágrimas calientes mojaban mis mejillas y escuchaba a lo lejos las sirenas de la ambulancia.  Mi madre trataba de contenerme, quería acercarme a él y abrazarlo, darle calor, estaba tan pálido.

Mi madre me pedía al oído que no tocara a Qhuinn, que mi padre lo estaba cuidando. Yo me quería morir. Estaba de rodillas junto a él llorando como un crío, no sabía donde tocarlo sin dañarlo, estiraba mi mano y la retiraba. Había tanta sangre por todos lados, ni siquiera sabía si estaba vivo.

Mi padre nos dio una breve pero muy significativa mirada hacia nosotros mientras tomaba los signos vitales, antes de montarse a horcajas sobre él y comenzar a hacer el masaje cardíaco… esto no podía ser real, tenía que ser una maldita pesadilla

-Nooooooooooo… Papá noooo… ¡por favor! –grite sollozando-

 -Muhrder, serénate todo saldrá bien mi amor

Mi madre me abrazó con más fuerza de la que alguna vez imagine que tendría, tan pequeñita. Pero me logró alejar de Qhuinn y de las maniobras de RCP de mi padre y en un instante sentí una gran calma. Tuve mi segunda epifanía y dejé de llorar. Miré a Qhuinn y me maldije por cobarde. Si solo hubiera decidido ser un hombre un poco antes, si no hubiera tenido miedo al que dirán y hubiera dejado que Diana se fuera y gritara a los cuatro vientos mi amor por otro hombre. Ese hombre no estaría ahí

Cerré los ojos con fuerza y me negué a pronunciar esa palabra. El no moriría, él me juro que no me dejaría caer.

-Lo amo mamá... Yo lo amo -me abrazo fuerte, ni siquiera aflojó, tras mi declaración de amor por Qhuinn- Sin él… Yo no podré...           

-Shsssss… Calla mi amor. Tienes que ser fuerte. –No me daba esperanzas.- No estas solo, nunca estarás solo.

 POV. Melissa Black (Madre de Muhrder) 
Abrazaba a mi hijo buscando alejarlo del cuadro macabro que era John atendiendo al chico. John necesitaba espacio y Muhr solo quería agarrar a Qhuinn y asegurarse que estaba bien.

Como no sentir que se me rompe el corazón, un muchacho tan bueno, una vida tan dura y terminar así, tan joven. Negué y trate de alejar esos pensamientos negativos de mi mente.

Me dediqué a darle calor a mi hijo y agradecer a Dios, que no era él quien estaba bajo las manos de John.

Ahí caído, inconsciente y muriendo.

Con los ojos cerrados recordaba lo sucedido una y otra vez. Ese recuerdo me perseguirá toda la vida.

Mi pequeño en medio de la calle, un vehículo acelerando hacia él y Qhuinn, el noble Qhuinn, quitándolo de en medio para salvarle nuevamente.

El impacto del chico contra el parabrisas fue tan fuerte que lo destrozó y salió volando hacia el medio de nuestra entrada como un muñeco de trapo roto cuando el carro frenó de manera estrepitosa.

Apenas nos detuvimos salimos corriendo del auto, la providencia quiso que John estuviera hablando con el departamento de emergencias en ese momento y pudiera solicitar una ambulancia personalmente.

Ya podía escuchar las sirenas de la ambulancia era bueno ser familia de John Black al parecer también la policía estaba viniendo. Seguro Diana llamó a su padre. Pobre hombre, hoy más de un padre llorará por la vida arrebatada de un hijo. Le abracé más fuerte y recé a Dios, con gratitud, dos veces me lo devolvió sano y salvo.

John nos miró y comprendí en el acto. El chico estaba muerto o muriendo, quería que alejara a Muhrder de ahí.

Muhr lloró de manera desgarradora, juro que nunca me sacare ese lamento de mi corazón. Mi hijo quería mucho a su amigo. Lo abracé aún más fuerte y logré alejarlo un poco de ellos, John empezó a aplicar el RCP. Se relajó en mis brazos y dejó de luchar conmigo, de seguro que logró comprender que hada podríamos hacer.

-Lo amo mamá... Yo lo amo...

No sé si fue el contexto, el tono de su voz o lo sereno que se sentía cuando lo dijo, pero ni me inmuté. Una declaración de amor tan inesperada y realmente sorprendente, sin embargo ¿tiene relevancia mas allá del triste hecho de que mi hijo está viendo morir al que considera su amor? Con mi cercanía traté de transmitirle todo mi apoyo en ese abrazo. ¡Mi hijo esta vivo! Y si quiere enamorarse de Qhuinn o de su zapato, es mi hijo y yo lo apoyo, acepto y le daré todo el amor que necesite.

- Sin el… yo no…     

-Shsssss… Calla mi amor. Tienes que ser fuerte. –No le iba a dar esperanzas, pero tampoco iba a permitir que dijera tonterías. Dios quiso que mi hijo viviera y yo me encargaría que así fuera.- No estás solo, nunca estarás solo-

POV. John Black (Padre de Muhrder) 
Mil uno…mil dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire
Mil uno…mil dos…mil tres…mil cuatro… mil cinco… Aire

-Doctor Black… Doctor Black… ¿Me escucha?

Asentí y me retiré unos pasos, los paramédicos actuaron de inmediato, colocándole oxigeno a Qhuinn, lo inmovilizaron y subieron a la camilla, en menos de dos minutos ya estaban cerrando las puertas de la ambulancia.

Todo era un caos, los médicos me suplicaban con la mirada que controlara a Muhrder que quería trepar a la ambulancia e irse con Qhuinn, pero por la gravedad de las lesiones aquello era imposible, el solo repetía que no quería separarse de él.

Abrace a Muhrder que estaba poseído y lo entendía, ni siquiera me animaba a decirle que todo estaría bien, por que no estaba seguro de que el muchacho llegara al hospital, sus signos vitales estaban imperceptibles.

Le hice entrega de las llaves de mi auto a Melissa para que llevara a Muhr al hospital, yo me quedaría para dar mi declaración de los hechos a la policía, el padre de Diana ya la había enviado en una patrulla al departamento de policía.  

Melissa jalo a Muhrder y logró convencerlo de que llegarían más rápido si no estorbaban. Lo metió en el auto y la ambulancia por fin pudo cerrar sus puertas.

-¡Desfibrilador! Aparten a las tres… uno… dos…- fue lo ultimo que escuché decir al paramédico antes de que las puertas cerraran y la ambulancia arrancara.

-Dios santo, no te lo lleves ahora –elevé una súplica al creador- es tan joven…

Pensé para mi mismo mientras observaba a la ambulancia emprender una veloz marcha hacia urgencias.


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